¿Cómo evalúa el traspié que tuvo el ministro Valdés en la Cámara de Diputados durante la tramitación del sueldo mínimo? 

Son cosas propias de la tramitación del proyecto de salario mínimo que siempre ha sido muy compleja. Partió con una propuesta, y como corresponde, el gobierno escuchó posiciones en la Cámara de Diputados y aceptó esa modificación. Cuando se votó en la sala no se contó con los votos del Partido Comunista, y creo que ellos cometieron un error gravísimo porque se desmarcaron de un acuerdo que se había logrado, aduciendo que no fueron suficientemente informados. Pero luego vino su posterior rectificación. Lo único que critico en esto, y yo soy bien claro, es que la forma cómo se hizo y cómo se desencadenaron los hechos, muestra una Nueva Mayoría que produce este tipo de discrepancias, que da una sensación de falta de coordinación y daña la imagen del gobierno, y daña por supuesto la imagen de la Nueva Mayoría como coalición.

Tomando en cuenta la decisión por reforma laboral y la compleja aprobación de salario mínimo, ¿han sido las semanas más complejas para el ministro Valdés?

No, el ministro tiene semanas mucho mas complejas, en especial en estos tiempos. Los ministros de Hacienda se levantan con problemas y se acuestan con problemas.

Plantea lo difícil que es ser ministro de Hacienda, especialmente en estos tiempos. ¿Cree que la Nueva Mayoría ha apoyado lo suficiente Valdés? 

Desde el punto de vista de mi bancada (la DC) nosotros le hemos dado pleno respaldo, y así creo que lo es, dentro del gobierno, de la Presidenta de la República y también de  todos los parlamentarios. Los tiempos que vienen no son fáciles, la discusión del presupuesto no va a ser fácil, porque el ministro de Hacienda va a tener que tener una política bastante estricta para poder mantener la disciplina fiscal que es un elemento esencial. Valdés tiene conciencia, como cualquier otro ministro de Hacienda, que sobre todo en momentos de crisis, la disciplina fiscal es importante. Obviamente que habrá dificultades entre los que creen que no es tan así, que tiene que predominar las sensibilidades políticas por sobre las sensibilidades económicas. Y yo creo que no es así, por supuesto. Hay que tratar de evitar que se produzcan confrontaciones muy duras entre una y otra posición, pero tiene que buscarse un buen equilibrio.

Burgos admitió que uno de los factores que detonó su salida fue las posiciones más radicales de algunos sectores de la Nueva Mayoría. ¿Teme que con Valdés pueda pasar algo similar?

No, porque yo creo que vamos a lograr el objetivo, estamos trabajando muy firme. El ministro de Hacienda tiene una gran capacidad, pero necesita que nadie le haga olitas, que no le hagan más problemas de los que ya tiene. Por supuesto que es importante el debate, el intercambio de ideas, pero no puede producirse lo que pasó (con Burgos), sería malo para el país si eso se produjera y no creo que fuese conveniente, por lo tanto, aquí hay que hacer un esfuerzo muy grande con la Nueva Mayoría de tener la disciplina necesaria para esta situación.

Usted plantea que en estos tiempos se requiere que nadie le haga “olitas” a Valdés. ¿Cree que es posible? Hasta ahora al menos no ha sido así. 

Yo espero que así sea, o si no que Dios nos pille confesados.

¿En esta situación económica tan incierta y compleja, no es  arriesgado tener un ministro de Hacienda que se ve poco empoderado frente a la coalición?

De verdad creo que el ministro está lo suficientemente empoderado. Lo que sucedió con el PC lo demuestra, ellos cambiaron su posición de un día para otro. La justificación que se dio es que no había suficiente información, bueno, es importante que este tipo de conductas no se vayan repitiendo.

Y esa actitud del PC, así como otros hechos que se han producido, ¿se debe a que hay sectores del oficialismo que no dimensionan la situación que enfrenta hoy nuestra economía?

Desde mi experiencia -fui ministro de Hacienda, soy senador- siempre sucede esto en todos los gobiernos. Siempre hay sectores, tendencias, que funcionan basados más en lo político que la economía. En temas económicos está siempre la discusión entre los que creen que se puede ir mas allá, y los que creen que hay que mantener una disciplina permanente.

¿Cree que hay sectores a los que les gustaría tener otro ministro de Hacienda, alguien menos partidario de la gradualidad?

Por supuesto que hay sectores que quisieran ir mas rápido, es cosa de escuchar sus declaraciones. Lo importante es convencer a la gente que para lograr llegar a la final y a meta, no porque uno vaya mas rápido va a llegar, porque se puede tropezar en el camino por andar demasiado apurado y pegarse un costalazo.

¿El concepto de gradualidad de Valdés es compartido por todo el gobierno, incluida Bachelet? 

Si, creo que la Presidenta está en esto. Y los que no tendrán que ver que mayoritariamente existe la conciencia que es necesario, sin perder los objetivos ni las metas, lograrlo sobre la realidad.

Se lo pregunto porque al inicio del gobierno la gradualidad no era la postura de la Presidenta. Tampoco lo fue tras la incorporación de Burgos y Valdés al gabinete. 

Claro, al principio del gobierno creo que había en general mucha mas fuerza hacia ir mas rápido, porque no se tenía conciencia absoluta que no estaban los elementos necesarios.

Estamos ad portas de la discusión del presupuesto, en qué pie cree que llega el ministro Valdés a esta discusión.

Cuando tuvimos la ultima sesión de la comisión mixta de presupuesto, él insinuó cuáles son las líneas y creo que va a continuar en la línea que nos hizo ver en el presupuesto del año anterior, no se han modificado sustancialmente las condiciones como para poder creer que podemos tener un presupuesto más expansivo. Vamos a centrarnos en un presupuesto que será mas bien de restricción.