Nova Tempora, Nuevos Tiempos, ese es el nombre que Icare le dio a la Enade 2017. Disfruté muy especialmente este gran encuentro. Se escuchó un nuevo tono, una nueva voluntad de reencuentro que incluso se percibió en los candidatos presidenciales. El debate presidencial subió de nivel.
No puedo eso sí dejar de contrastar lo dicho por el gobierno, representado en la Presidenta Michelle Bachelet y por su ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, y lo planteado por los líderes del mundo empresarial, Alfredo Moreno, Bernardo Larraín y Alejandra Mustakis. Aunque el tono fue superior, persiste una mirada del país, de los problemas que enfrenta, de lo que quiere la gente y de las causas que han generado el actual estado de cosas que contrasta fuertemente. Es destacable la evolución que se observa en el mundo empresarial. Los Nuevos Tiempos vienen con un notable nuevo liderazgo empresarial y con una nueva empresa, que toma fuerte conciencia de su renovado rol en la sociedad.
Vamos por parte. El marco conceptual estuvo muy bien planteado por Rajendra Sisodia, fundador del movimiento Capitalismo Consciente. La forma en que el capitalismo ha generado riqueza en forma exponencial desde el siglo XVII es impresionante. Ello se traduce en que la pobreza viene reduciéndose aceleradamente. Sin embargo, el capitalismo se encuentra en una crisis. Viene “cometiendo un suicidio lentamente”. El capitalismo se volvió egoísta, instrumental, estrecho. Inaceptable que los salarios incrementaran en 10% entre 1978 y 2013 y el pago a los directores ejecutivos se incrementara en 937%. “El socialismo promete decencia y no cumple”, nos dice Raj Sisodia. “El capitalismo entrega dinamismo”. “El Capitalismo Consciente entrega mayor dinamismo con verdadera decencia”. Para ello, la empresa debe cambiar y está cambiando. Cómo se obtiene el dinero sí importa. La sustentabilidad, esto es la responsabilidad con el medioambiente, las comunidades, la formación y felicidad de los trabajadores, la flexibilidad para estructurar los negocios, la colaboración, todo ello en el contexto de la vorágine del cambio que viene con la cuarta revolución tecnológica, son las claves de la empresa del futuro.
Y el mundo empresarial está evolucionando a alta velocidad en estas materias. De la mano de sus nuevos líderes, el mundo empresarial se encuentra incorporando todos estos conceptos en una nueva cultura empresarial. Y nuevamente son los correctos incentivos económicos los que están trayendo estos temas a la empresa. Así, llegarán las utilidades futuras en un contexto de mayor competencia y transparencia, con alta conciencia del rol social de la empresa. Contrasta con un Estado anquilosado, que una y otra vez predica que las soluciones son más Estado y nunca cumple. Estoy convencido de que la gran reforma del Estado no llegará por la toma de conciencia de algunos buenos hombres que se ponen de acuerdo. Las soluciones privadas a los problemas públicos tienen mucho mayor potencial para desbordar al Estado, ponerlo “out of business” en muchas de sus incumplidas promesas. Es la sociedad civil, las empresas conscientes y la gente organizada en redes sociales que buscan libertad para organizar sus vidas, quienes obligarán a la burocracia a retroceder.
La Presidenta y su ministro de Hacienda repitieron las bases de su gobierno, su interpretación del actual estado de las cosas. Disgusto causó el cuadro del ministro de Hacienda con los países de la Ocde que no tienen reemplazo externo en las huelgas. Si hubiese incorporado los que tienen reemplazo interno se queda sin argumento para defender una vez más una muy mala reforma laboral. La explicación de por qué Chile creció como lo hizo sobre la base únicamente de explicaciones externas simplemente ya no se sostiene, como muy claramente contraargumentó Klaus Schmidt-Hebbel. El mundo privado está evolucionando con mucha fuerza; el mundo que cree que solo el Estado puede resolver los problemas sigue involucionando aceleradamente.
Y varios candidatos a la presidencia aún no lo ven. La transformación socialista promete decencia y no cumple. La transformación capitalista consciente produce más crecimiento, y ahora deberá hacerlo con más inclusión y con verdadera decencia. Aunque el debate presidencial subió notablemente de nivel en Enade 2017, queda claro quienes prometen sin poder cumplir y quienes están comprendiendo las claves del futuro. Aparecen puentes en las propuestas concretas de algunos candidatos. Después del 17 de diciembre, el ganador deberá incorporar aquellas propuestas serias de los perdedores. El país que se construye por todos es el que vale la pena vivir. (La Tercera)
Patricio Arrau
