Mañalich: actual gobierno de Bachelet tiene fuerte influencia gramsciana

Mañalich: actual gobierno de Bachelet tiene fuerte influencia gramsciana

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«Leyendo a Marx» se encuentra Jaime José Mañalich Muxi, ex titular de Salud en el Gobierno de Sebastián Piñera, aunque el mundo académico de la Universidad San Sebastián (dirige el Instituto de Políticas Públicas de Salud) le quita gran parte de su tiempo.

Si bien se declara «piñerista acérrimo» (en su oficina hay dos imágenes del papelito del rescate de los 33 mineros de Atacama), hace rato que dejó de participar en la fundación Avanza Chile que creó el ex mandatario.

A más de 20 meses de haber abandonado La Moneda, el nefrólogo mira «con preocupación» lo que pasa con la situación de los hospitales y la acusación constitucional en contra de la ministra Carmen Castillo y, además, intenta sembrar la duda razonable respecto al precio de los medicamentos de la farmacia popular que instauró el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue (PC).

En el inicio de la campaña municipal de la derecha, Mañalich criticó -en entrevista en Cambio21- la falta de claridad que a su juicio ha mostrado «Vamos Chile», el nuevo conglomerado que formaron RN, la UDI, Evópoli y el PRI, factor que podría dilatar la definición presidencial de la oposición, donde Piñera, aparte de no tener contrapeso, podría llegar al 2017 sin pasar por primarias. Y si lo dice alguien de su círculo más cercano, por algo será.

 

VIDA MORTAL– ¿Cómo mira desde fuera la labor de sus sucesoras en el cargo?

– El segundo Gobierno de Michelle Bachelet es muy diferente al primero, donde estaba entroncada una visión socialdemócrata, cuyo paradigma fue el ex presidente Ricardo Lagos, que le da nombre y carácter al período post dictadura. El país marcha por la senda del progreso y los derechos de las personas y la inequidad existente en el país hay que combatirla levantando los mínimos sociales garantizados para todos los ciudadanos. En cambio, este Gobierno es refundacional y promueve un viraje hacia una orientación mucho más de izquierda, gramsciana y marxista, estructurado en un pequeño grupo que convence a Bachelet para que se haga cargo de esta nueva época. Y es ahí donde aparece como paradigma el que todos los bienes públicos deben ser proporcionados por el Estado, donde la anterior ministra, Helia Molina, llega con el mandato de estatizar la salud y con una fase inicial muy destructiva y sin análisis muy profundos.

– ¿Qué se podría mencionar en este ámbito?

Lo primero fue terminar con el mecanismo de licitaciones que fue iniciado por Lagos y Bachelet. De hecho, la mayor parte de los hospitales concesionados quedaron entregados durante el primer Gobierno de Bachelet. Nosotros agregamos después del terremoto del 27F los de Chillan, Curicó y Linares. Lo segundo fue querer cambiar a toda la gente, incluso a los que venían de la Concertación que se mantuvieron como «colaboracionistas» en la gestión de Piñera. Lo que yo llamo la «doctrina Rincón», porque la entonces senadora Ximena Rincón, hoy ministra, decía que había que sacarlos del aparato público porque tenían una responsabilidad política. Y si uno dice «voy a hacer algo con el empleo», el lugar donde uno mira es Salud, que tiene 160 mil funcionarios, incluso más que las FF.AA. Había que destruir todo viniera de donde viniera, léase equipos de trabajo, independiente del color político, la legislación de fármacos y el etiquetado de alimentos, el rol de Fonasa y Cenabast y el programa «Elije vivir sano».

– Y en ese contexto aparece la ministra Carmen Castillo, que primero fue interpelada en el Congreso y que ahora será acusada constitucionalmente por la oposición.

– A ver, al sector se le infringió una vida mortal que no es recuperable, donde la ministra Castillo no tiene nada en sus manos que poder corregir esta catástrofe. Ahora, la acusación constitucional obedece a una molestia de los parlamentarios y por los reclamos de la ciudadanía por la gestión de Salud, que es muy mala y deplorable, lo que se tradujo con la interpelación que fue aprobada por miembros de la Nueva Mayoría y en una acusación que cuenta con la adhesión por gente del oficialismo. Eso sí, creo que no va a ocurrir absolutamente nada. La comisión que por azar se formó con legisladores de la NM y sin gente de la DC va a recomendarle a la sala que por falta de mérito no se siga avanzando. Y si bien la sala va a desechar ese «consejo», no hay ninguna posibilidad de que se apruebe.

ALCALDÍAS SIN PLATA

– Respecto a las farmacias populares de Recoleta, la gente apoya la idea de que le vendan los medicamentos más baratos. ¿Qué tiene de mala esta iniciativa? ¿Cuál sería la piedra de tope?

– Lo veo de esta manera: durante cinco años se discutió en el Parlamento una nueva Ley de Fármacos que el Gobierno ha sido reacio a implementar. Dentro de sus ítems se señala que los centros de salud de atención primaria de dependencia municipal pueden, además de entregar gratuitamente los medicamentos, venderlos. Sin embargo, el reglamento que nosotros pusimos para que esto ocurriera, fue retirado de la Contraloría en abril de 2014 y acaba de ser regresado por esta batahola el 2 de noviembre de 2015. Entonces, los legisladores dicen: «hay un problema». Tenemos que garantizar medicamentos baratos para la ciudadanía y para esto vamos a permitir que los consultorios, que tienen químicos farmacéuticos, cadenas de frío, bodegas, autorización y que funcionan a toda hora y todo el día, vendan medicamentos.

– ¿Y por qué no se aplicó?

– Simplemente por mediocridad. No hicieron los reglamentos ni las gestiones. Y hoy día aparece un alcalde diciendo que el problema se mantiene y ya que no lo ha resuelto el ministerio de Salud, lo voy a resolver yo. Y voy a comprar medicamentos a la Cenabast, que no puede venderlos legalmente, y luego los voy a vender a un precio mucho más barato. Porque como se sabe, gracias a nuestra gestión los laboratorios tienen dos listas, una barata, con la cual le venden con utilidad a la Cenabast, pero que es un décimo del valor con el que ese laboratorio le vende a las cadenas de farmacias.

– El tema sigue en la nebulosa, don Jaime.

– Acá se requiere una nueva ley para la Cenabast, porque se corre el riesgo de que teniendo centros de salud de dependencia municipal con la obligación de entregar medicamentos gratuitos, como la mayoría de los 900 fármacos de Recoleta, ese municipio y otros, por las deudas enormes que tiene con la Cenabast, esta entidad no les pueda entrega los medicamentos. ¿Qué hace la persona? Teniendo derecho al Plan Auge o un plan garantizado de salud, le entregan un medicamento para tres días y le dicen que tiene como alternativa el poder comprarlos barato en la farmacia de la esquina. Y esa cuestión es muy complicada. Entonces, de los 900 medicamentos que el alcalde Jadue mostró en su listado, 800 se deben entregar de forma gratuita en los consultorios que él administra.

– Quienes defienden este modelo aseguran que los críticos están resguardando los intereses del mercado y de las grandes farmacias. ¿Qué opina?

– Alguien que fue perseguido públicamente por la industria farmacéutica y llevado a los tribunales y que fue expulsado del Colegio Médico por combatir los intereses de los médicos ante la industria… creo que con ese adjetivo se me califica muy mal. Nosotros nos sacamos la mugre en el trabajo contra los intereses de la industria. La Ley del Lobby reinició su tramitación luego de 10 años, porque yo denuncié el lobby de los parlamentarios. Dije que fue fulano, zutano y mengano y me llevaron a la justicia, pero era cierto.

ESPERANDO MARZO

– Conversemos de política. Se lanzó el referente de centroderecha «Chile Vamos». ¿Lo ve con fuerza?

– No. Tiene muy poca fuerza.

– ¿Por qué?

No hay una voluntad real dentro de los partidos de centroderecha de involucrarse en una coalición con lo que ello significa. O sea, ponerse de acuerdo con las primarias, los principios o temas como el aborto. Fue el primer asunto que pusieron en la mesa y casi se fracturan y tuvieron que hacer una negociación tremenda. Y resulta que la creación del nuevo referente era a propósito de la discusión del aborto. Creo que va a ser muy difícil llegar a acuerdo, a menos que estén representados los auténticos patrones de los partidos, pero con voluntad de coalición respecto a los temas y las gentes.

– Pero ellos se reuniones todas las semanas y acaban de formar una comisión constitucional.

– El problema esencial en toda convivencia humana es el mecanismo para resolver los conflictos. Y ese mecanismo no está definido. Y mientras no se defina claramente, vamos a estar en un problema. Ejemplo: Providencia. Está Matthei, pero Labbé quiere ir también. ¿Cómo se resuelve eso? Que Labbé vaya por fuera o que la UDI o apoye.

– En medio de este cuadro está la fundación que lanzó Piñera (Avanza Chile) y ese grupo que se hace llamar el Piñerismo, una fuerza que está como en las sombras. ¿Se imagina una integración hacia el Chile Vamos o seguirán mirándolo de arriba?

– Son unidades que están conversando. Es más, durante las últimas dos semanas, por el tema de salud en el presupuesto 2016, por primea vez se vio un discurso homogéneo y distintas voces de la orquesta tocando la misma melodía, con vocerías más sólidas y un lenguaje común. A lo mejor, esto marca un nuevo ritmo. Pero creo que hay que pasar de la crítica a la propuesta de acuerdo sobre, por ejemplo, una reforma al sistema privado de salud (isapres).

– Usted que lo conoce, ¿cree que Piñera está esperando que lo llamen para que sea el salvador de esta dispersión que usted ve en el bloque?

– Yo soy piñerista acérrimo, soy muy cercano a él y pienso que es un muy bien candidato para ser Presidente de Chile. Y de acuerdo a lo dicho en público y en privado, está a la espera de un mandato de la coalición mucho más nítido. Y cree que eso va a ocurrir hacia marzo de 2016 cuando las huestes se ordenen.

– ¿Pero siendo parte de la misma mesa o esperando el llamado? Se lo pregunto porque no es el único candidato y huele a primarias.

– No sé si habrá primarias, aunque a él no lo veo manifestándose como un candidato más.

SIN FILTRO

Carlos Larraín, ex timonel de RN

«Opino que el retorno desde las gélidas tierras del sur de Larraín es una muy mala idea y será una iniciativa que a corto plazo fracasará. Por lo que tendrá que retirarse. No encontrará el apoyo suficiente en una aventura de gestión política».

Cote Ossandón, presidenciable de RN

«»Tengo muy mala onda con él y mejor no digo de boca lo que pienso al respecto (candidatura). Solo que no tiene ninguna posibilidad. No basta con Santiago Oriente. Estamos hablando de toda la nación. Además, él mismo reconoce que su presencia fuera de Puente Alto, que es muy grande, y donde debía obtener un gran apoyo, no existe».

Andrea Arístegui, conductora de Estado Nacional de TVN con la que discutió fuera de pantalla antes de renunciar al espacio por considerarlo poco imparcial

«Claramente es de izquierda. Su marido trabaja en La Moneda y antes estuvo en la ANI (Agencia Nacional de Inteligencia). Parece panelista. Y yo no estoy para perder el tiempo un domingo por la mañana, porque para eso mejor discuto con los que son realmente panelistas».

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