La intervención del ex ministro de Hacienda Rodrigo Valdés en la reunión que la oposición sostuvo el lunes para analizar la reforma tributaria fue dura y sin rodeos. Frente al presidente del Senado, Carlos Montes, al ex ministro de Hacienda Nicolás Eyzaguirre, al ex titular de Energía Máximo Pacheco y a economistas y parlamentarios, Valdés dijo estar preocupado por el tenor del proyecto enviado por el gobierno y planteó que, a su juicio, era peligroso aprobar el proyecto en general y que luego la negociación termine reducida a intereses particulares como impuestos regionales. “Terminaremos con un proyecto malo”, advirtió.
En la reunión realizada en el ex Congreso, Valdés reiteró que no es partidario de entregar un cheque en blanco al gobierno aprobando el general el proyecto y que hay que buscar una discusión previa. Argumentó que la previa es un momento específico donde se puede discutir de mejor manera y evitar que el proyecto termine desordenado.
En su mensaje a la oposición, Valdés también advirtió que antes de sentarse a negociar con el gobierno, hay que establecer un mandato claro que, efectivamente, ordene al sector. Este último mensaje responde al juicio crítico que tiene el ex ministro a la forma en que la oposición se organiza.
Quienes han conversado con él, aseguran que el ex secretario de Estado ha dicho que es “cansador” el tironeo en el bloque opositor cuando no hay un mandato claro de negociación. Por lo mismo, aunque impulsa la idea de que el sector se siente a negociar con el gobierno antes de aprobar en general la reforma, ha dicho que no está seguro de querer participar directamente.
LLAMADAS PREVIAS
El tono de la intervención de Valdés en la reunión del lunes no fue casualidad para los asistentes. El ex ministro había conversado por teléfono con varios parlamentarios en la semana previa. Les transmitió su preocupación por el proyecto del Ejecutivo y les insistió que negociar la reforma después de que se apruebe la idea de legislar sería más complejo.
Quienes han estado en la discusión tributaria de la oposición, aseguran que Valdés se cuenta entre los más molestos por el tono de la reforma presentada por el gobierno y, por lo mismo, se ha convertido en una de las voces más duras de la oposición.
El análisis compartido es que el gobierno se excedió ampliamente en su propuesta. Y lo que iba a ser una modernización del sistema derivó en una reforma estructural amplia que se mete en muchos temas. A juicio de la oposición, la propuesta tributaria del gobierno de Piñera significa una merma en la recaudación de 800 millones de dolares anuales con un beneficio dirigido a solo 1000 empresas.
El llamado insistente del ex ministro Valdés a la oposición es que hay que ordenarse antes de negociar para evitar que la discusión termine en una “montonera”. También ha dicho que es necesario que el sector se ponga de acuerdo sobre qué aspecto de la reforma quiere cautelar: la recaudación, la progresividad del sistema u otro. Y llamó a evitar centrar la discusión en instrumentos específicos.
En la misma línea de Valdés, se ha pronunciado el académico Francisco Saffie, quien la semana pasada, por ejemplo, habló con el diputado Giorgio Jackson, miembro de la comisión de Hacienda de la Cámara. En entrevista con La Tercera el fin de semana, el académico dijo que “este proyecto debería rechazarse del todo”. Y aseguró que “desde el punto de vista de la oposición, técnicamente hablando, no hay espacio para negociar porque este proyecto destruye por completo los propósitos de la reforma anterior volviendo a injusticias estructurales del sistema del impuesto a la renta, permitiendo espacios de elusión al eliminar la cláusula general antielusión y recaudando menos impuestos en el futuro”.
El senador PPD Ricardo Lagos Weber aseguró que las señales del gobierno son malas porque no aquilata que es minoría en el Senado y ha mostrado una mirada miope. Cita como ejemplo la discusión del salario mínimo donde no se allanó a un acuerdo sobre la plurianualidad. “El gobierno ha aplicado la post verdad de manera de desvergonzada”.
Frente a la reforma tributaria, Lagos Weber dice que la oposición está buscando el mejor camino y que aun no hay definiciones adoptadas.
Desde la DC, el senador Jorge Pizarro sostiene que no partidario de instalar la idea de que el proyecto del gobierno es una “contrarreforma”. Y llama a analizar el texto sin sesgo ideológico. “El problema de algunos es que se juegan la vida por defender nuestra reforma como si hubiera sido perfecta”, dice el parlamentario.
A nombre de los socialistas, el diputado Manuel Monsalve, dice que es necesario avanzar en el análisis antes de decidir si se aprueba o no la idea de legislar. Asegura que está abierta la opción de negociar y que es necesario hacerlo, “aunque es muy difícil con este gobierno que miente y busca instalar realidades”. (La Tercera)
