En las primarias del próximo domingo se estará decidiendo quién podría resultar elegido Presidente de Chile el 21 de noviembre. Es imperioso entonces que nadie deje de ir a votar por cualquiera de los cuatro candidatos de Chile Vamos, porque lo crítico es que la sumatoria total de votos de ellos sea mayor que la que puedan obtener en conjunto Boric y Jadue.
Es fundamental entender la importancia de ganar las primarias, pues desde que se impusieron en el país, la coalición que obtuvo más votos logró erigir a su candidato Presidente de Chile. En 2013, por la Nueva Mayoría votaron 2.1 MM de personas vs 800 K de la centro derecha y la presidencial la ganó Michele Bachelet. En cambio, en 2017, en la primaria de la centro derecha votaron 1.4 MM de personas, la Concertación no tuvo primaria y el FA llevó 327 K personas. La presidencial la ganó Sebastián Piñera. Es por esto que debemos ganar la primaria.
Sin embargo, en la centro derecha hay quienes creen que hay que votar por Boric para evitar que gane Jadue. Hacer eso no solo es un gravísimo error, sino que sería garantizarle el triunfo a la izquierda radical con una gran votación, en desmedro del candidato que resultare elegido en Chile Vamos, quien podría terminar tercero, porque la izquierda obtendría muchos más votos y éstos se dividirían solo entre dos candidaturas.
Terminar terceros no es una opción, porque adicionalmente, para lograr un buen resultado en la parlamentaria, se requiere tener un candidato presidencial potente. Salir terceros sería regalarle el país a la izquierda radical, pues de elegir presidente, lograr mayoría en el parlamento y tener el control de la Convención Constituyente, obtendrían el poder total, con lo cual el destino de Chile quedaría comprometido por décadas, pues ya sabemos en qué terminan los países gobernados por sus ideas.
Es cosa de ver lo que ya está ocurriendo en la Convención Constituyente, donde el FA con el PC ejercen el poder. No respetan el mandato para lo que fueron elegidos, se dedican a temas que no les corresponde, quieren liberar a violentistas, terroristas mapuches y delincuentes y están dispuestos a pasar la aplanadora, pues ya tienen 105 votos para aprobar lo que quieran, ya que con 102 logran los dos tercios.
El próximo domingo entonces, lo que decidiremos en las urnas es si avanzar al futuro o volver al pasado. Y digo esto porque nuestras ideas son las que permiten mirar el futuro con esperanza, en cambio, las ideas neo-marxistas de Boric o marxista-leninistas de Jadue nos harían retroceder como país a la medianía de la mediocridad, con las libertades restringidas.
Baste mencionar que con Jadue no habría libertad de enseñanza, porque prometió eliminar el subsidio a los colegios particulares subvencionados -lo que haría imposible su existencia- y los padres no podrían elegir dónde educar a sus hijos. Y Boric quiere prohibir que los colegios particulares cobren mensualidades, logrando lo mismo que Jadue: toda la educación en manos del Estado. ¿Se acuerda cuando querían bajar a los niños de los patines? Eso mismo.
Nuestras ideas hoy son minoría no porque las de la izquierda sean mejores, sino porque no hemos sabido defenderlas con coraje, con claridad y sin temor. Pero aún tenemos una gran posibilidad de revertir lo que parece ser una profecía autocumplida. Vamos todos a votar para obtener una importante victoria en las primarias, lo que nos brindaría la oportunidad de volver a dirigir los destinos de nuestro país.
Chile nos llama a votar. El próximo domingo, nadie puede faltar. (El Líbero)
Jaime Jankelevich
