El director del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), Branislav Marelic, llamó a las autoridades a intervenir para poner término a la toma del hogar del Sename Galvarino en Estación Central, que ya se extiende por una semana.
«La situación hoy es que los funcionarios sacaron a los directivos del centro Galvarino y están haciendo como una autoadministración. Eso ya es preocupante», dijo en entrevista con radio Universo, al tiempo que calificó la ocupación como «preocupante».
«Uno podría compartir las demandas de fondo, las denuncias, pero el Estado, el Sename no puede perder el control de un centro y dejar a los niños prácticamente de rehén», aseguró Marelic, quien visitó el centro el sábado pasado.
A su juicio, «existe un riesgo de que ocurra algún problema, alguna descompensación, alguna riña entre los niños. Al final no hay una administración centralizada del Sename, a pesar que Sename nacional está yendo permanentemente».
«Es muy peligroso que esto se pierda de la autoridad de la administración central«, advirtió el director del INDH, quien además se refirió al impacto en los menores por la constante presencia de periodistas, funcionarios y políticos, luego de que la comisión de Familia de la Cámara de diputados sesionara ayer en el centro.
«Cuando existen muchas visitas y esta es una situación de movilización, y pensando que son niños de menos de 12 años que tienen un apego muy fuerte con sus educadores de trato directo y éstos están movilizados, les comparten, les transmiten esta exaltación a los niños que no les hace bien. Y además con las visitas periódicas. Cuando nosotros fuimos los niños se exaltaron más», expresó.
Agregó: «Cuando uno hace una visita rompe la rutina. Los niños que están ahí son extremadamente vulnerables que se han separado de sus familias por una situación grave. Nosotros los sentimos un poco agitados, por ejemplo, había un niño arriba del techo. Y cuando hay más visitas (…) sentimos que el niño con más ganas se quería quedar arriba del techo llamando la atención».
Marelic sostuvo que las demandas de los funcionarios pueden ser legítimas, pero que «cuando existe esta situación de movilización, muchas visitas, uno también tiene que pensar que los niños no van a estar mejor. Derechamente les hace mal, no hay ninguna duda respecto a eso».
También agregó que en la visita realizada el sábado constataron la presencia de cables expuestos que los niños podían tocar y electrocutarse, por lo que era urgente resolver ese tema de infraestructura.
El director del Instituto de Derechos Humanos concluyó reiterando su advertencia: «Los educadores quizás están preocupados de llevar las demandas y quizás pueden descuidar a los niños. Esa es una situación de riesgo real». (Emol)
