La arremetida pública del ex timonel de la Democracia Cristiana, senador Ignacio Walker, sumada a las últimas apariciones del ex presidente de la República, Ricardo Lagos, y el vacío de liderazgo que algunos dirigentes perciben en el oficialismo, terminaron por desatar la carrera presidencial al interior de la Nueva Mayoría, donde estos días éste ha sido un tema inevitable para el mundo político, que ya observa con preocupación que el fenómeno del «pato cojo» se está imponiendo en la agenda del gobierno.
Si bien el presidente de la DC, senador Jorge Pizarro, ha dicho que la línea del partido la marcan sus instituciones oficiales, partiendo por la directiva que encabeza, y que lo demás son dichos a título personal, la arremetida del senador que lo precediera en el cargo no pasa inadvertida al interior de la coalición y menos del falangismo.
Aunque por estos días el debate ha estado supeditado a la contingencia, para los políticos ha sido imposible eludir la entrevista del fin de semana del ex mandatario y las múltiples declaraciones del senador Walker, cuya máxima manifestación quedó plasmada en la columna sobre el proyecto de educación superior difundida el martes y que fue lectura obligada de los parlamentarios en el Congreso, particularmente de los DC.
De hecho la frase: «Si no concordamos un texto aceptable, antes de su envío al Parlamento, que recoja nuestra diversidad interna, vamos a terminar por tensionar a nuestro conglomerado y a nuestro gobierno de una manera hasta ahora desconocida», fue interpretada por algunos sectores del pacto «casi como una amenaza», en el marco de las aspiraciones presidenciales del senador. Es más, en su propio partido, donde dan por descontada su carrera presidencial, un parlamentario asegura que «Ignacio está tensionando la situación al extremo, en el afán por perfilar su carrera presidencial».
Más diplomático el diputado Fuad Chahín, sostiene que la arremetida de Walker «es parte de la necesidad de marcar un punto de posicionamiento tanto para la DC como para el perfilamiento de su liderazgo presidencial». Mientras que para su par Sergio Espejo -de la misma facción interna que Walker-, cree que si bien «es un error anticipar la carrera presidencial», admite que «es saludable que se fortalezcan liderazgos que contribuyan a asegurar que las reformas logren el objetivo para el que han sido pensadas».
Quien no tuvo problema en reconocer que la carrera presidencial ya está en marcha, aún cuando ello complica al actual gobierno, pues según comentan en la NM «el pato cojo ya se instaló en el gobierno», fue el ex timonel del PS, diputado Osvaldo Andrade, quien junto con asegurar que «la carrera presidencial se está desatando», analizó el escenario, destacando que «en la derecha están el señor Piñera, el señor Ossandón y el señor Allamand, a lo menos; en el centro está el señor Velasco, que ahora está configurando su partido; Ignacio, que también ha andado recorriendo Chile, no creo que ande haciendo turismo; y, por el lado de la izquierda Isabel (Allende) se ha planteado como una alternativa, a propósito de las encuestas; el ex secretario general de la OEA (José Miguel Insulza) también es una figura; el presidente Lagos también ha dicho que ama a Chile y cuando uno ama a Chile también tiene que estar dispuesto a asumir las consecuencias del amor. Entonces, la UDI tendrá que tomar alguna decisión si encuentran a alguien que no tenga arresto domiciliario».
Otro que tiene una mirada crítica al hecho de adelantar la carrera es el timonel del PR, Ernesto Velasco. Aunque admite que las campañas están comenzando a tomar cuerpo, estima que ello se debe a que en la NM, al menos, existe «una suerte de vacío de liderazgo, que algunos perciben como propicio para levantar candidaturas, lo que no es apropiado, porque este es el momento para contribuir a gestionar mejor para que al gobierno le vaya bien».
Walker, en tanto, defendió su columna y aseveró que «nunca he catapultado ni explicitado ninguna candidatura presidencial. Ahora, si cada idea que uno da, cada aporte que uno quiera hacer para mejorar las cosas, es interpretado como una candidatura presidencial, estamos mal».
