Un caso netamente jurídico, mirado con una sobreideologización. Así ve el diputado de Renovación Nacional Diego Schalper lo ocurrido en Panguipulli el viernes 5 de febrero por la tarde, donde un funcionario de Carabineros mató a un malabarista callejero que se resistió a un control de identidad y se habría abalanzado con machetes en sus manos.
«La función policial en Chile está absolutamente depreciada» quizás por el recorte permanente de su presupuesto, dijo el parlamentario en diálogo con Primera Pauta, de Radio Pauta.
«La policía no tiene las herramientas ni jurídicas, ni tácticas ni prácticas, para hacer frente al control de la pandemia, el nivel de criminalidad y las tareas administrativas», agregó. «El nivel de desgaste del personal de Carabineros, es tremendo», insistió.
El diputado oficialista cree que la aparición de los elementos que portaba la víctima al momento del incidente y que, a su juicio, demuestra que eran armas blancas y no de utilería, además de un nuevo video que mostraría como Francisco Martínez, la víctima, habría intentado golpear al uniformado, permite a su juicio disipar las dudas.
Durante el fin de semana, la diputada y presidenta de Revolución Democrática, Catalina Pérez, escribió en su cuenta de Instagram: «En Chile la vida de un pobre no vale nada. ¿Cómo quieren que no lo quememos todo?». Schalper cuestionó a su par en la Cámara: «Cuando escucho que es susceptible de reaccionar quemando cosas, denota su falta de liderazgo, su falta de comprensión de qué es la democracia y que sectores de la izquierda ven en la violencia un medio legítimo de acción política», dijo el legislador RN.
El problema de la llegada de migrantes irregulares a la frontera norte es un tema pendiente para el Gobierno. Son miles las personas que entran semanalmente por Colchane.
Schalper dijo que Chile tiene todo el derecho a regular este ingreso y se distanció de las organizaciones humanitarias que hablan del derecho a migrar. A modo de ejemplo, mencionó que Bolivia no cumple su parte del compromiso multilateral para regular esos accesos y se habla incluso de los «taxis verdes», en referencia a Carabineros y su traslado de extranjeros que pasan la frontera sin documentos.
«Hay que reconocer que en Chile tenemos un problema migratorio. No sé por qué el Gobierno no lo dice […]. Veo cómo ciertos sectores politizan el tema con frases como ‘nadie es ilegal’ […]. Los países tienen derecho a poner límite y no tener acceso ilimitado de personas», remarcó. (Pauta)
