¿Qué se incuba en el atanor político?

¿Qué se incuba en el atanor político?

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A mi juicio hay dos señales críticas en el acontecer político nacional, y que podrían ser portadores de cambios futuros importantes. Los dos hechos en cuestión son la publicación de El Mostrador sobre los problemas personales de Bachelet, y la curiosa entrevista del ministro Eyzaguirre. Ambos hechos, que podrían parecer independientes, en mi opinión no lo son. Tienen un hilo común que vale la pena monitorear con cuidado.

El primer hecho da cuenta de comentarios conocidos desde hace bastante tiempo, y de muchas personas de distinto signo de amplia credibilidad. Lo curioso no es la información propiamente tal, sino que es el dónde se publica y con qué fin: un medio electrónico que no es precisamente de oposición, y cuyo director es un periodista muy informado, agudo y de análisis político muy refinado, que siempre va dos pasos más delante de los hechos. Quiero decir con esto que algo se cuece en algún sector de la Nueva Mayoría que ciertamente avaló o es parte del sentido de dicha publicación.

Por otro lado, la entrevista del ministro Eyzaguirre es sorprendente. Su crítica superó cualquier cuestionamiento que hasta entonces hubiese hecho la oposición, es tan severa que hace al gobierno y su innumerable secuencia de errores (como los califica el propio ministro), que deja en muy mal pie a la Presidenta, quizás en una posición insostenible, ya que sólo ella es quien dirige al gobierno. Por ello es evidente que el tono de esa entrevista nunca pudo haber sido avalado por Bachelet.

Hecha la entrevista, y el tono acerca de la magnitud de los errores, es incomprensible que Eyzaguirre siga en el gobierno, especialmente porque muchas de las críticas hablan también de su propia mala gestión en educación. Es claro que Bachelet no tiene hoy la fuerza para cambiar al ministro que le ha dado tan duro.

Cuando estos hechos han sido realizados por personas inteligentes, informadas y con poder, ello debe tener algún sentido que tenemos que tratar de encontrar. Aquí va mi interpretación.

Desde el inicio de este gobierno, dada la inexistencia de una oposición desde la derecha, la pugna siempre ha sido entre la ex Concertación versus la Nueva Mayoría, particularmente la izquierda más dura, con la retroexcavadora y el G90, que echó raíces en toda la administración. Pero el resultado ha sido muy malo. La situación política y social del país se agrava día a día, la clase política está desprestigiada, la polarización es creciente, el Congreso tiene 85% de rechazo, las dos grandes coaliciones otro 85% de rechazo, el gobierno 75% de rechazo, el Poder Judicial por ahí. Las soluciones deseadas para los países son políticas, y hoy no hay legitimidad para ello. 

Por lo anterior, hay un claro movimiento de la ex Concertación para hacerse cargo del gobierno en los hechos, y enmendar rumbos cuando aún es tiempo; y lo es. Es una pelea de familia. Es tiempo de tomar posiciones. En ese sentido, yo leo la entrevista de Eyzaguirre como una declaración pública del bando al que pertenece ahora: deja la retroexcavadora y se suma a la Concertación. Por eso no deja el gobierno, ya que es parte del proceso. Todo esto debe ocurrir contra la voluntad de la Presidenta, quien calificó literalmente de “wishful thinking” cualquier posibilidad de moverse un poco al centro. Es decir, si la Concertación logra hacerse cargo de la conducción del gobierno, será contra su voluntad. Por eso se prepara uno de los varios escenarios, probablemente el menos deseado, en que se invocaría de alguna forma problemas de salud en marzo del 2016, de modo que no haya elecciones. Ese escenario no puede ser abrupto, sino irse preparando de a poco.

En esa lógica adquiere sentido el empoderamiento de Burgos sobre Aleuy, las intervenciones de Lagos, de Pérez Yoma, las críticas de Ignacio Walker por los diarios a la reforma educacional, el ingreso de Bitar al tema educación, las movidas de Insulza, las declaraciones de Genaro Arriagada, o Brunner, y las múltiples críticas de ex ministros de la Concertación, y tantas otras cosas curiosas que han pasado en estos tiempos. Es extraño el cambio de Pizarro, y también de Girardi, y lo que se prepara en el PPD para sacar a Quintana.

Todo esto puede verse agravado o acelerado por el curso de los acontecimientos que tome el caso Caval, y la apertura de muchos más casos de boletas políticas y nuevas empresas más asociadas al gobierno.

El atanor está prendido para la primera fase del calcinatio alquímico.

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