Polarización política mundial crece en pandemia: Chile sería la excepción

Polarización política mundial crece en pandemia: Chile sería la excepción

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No hay dudas de que la pandemia del covid-19 ha dejado consecuencias no solo sanitarias, sino que también económicas y políticas en la gran mayoría del planeta. Y en este último punto la situación se ha tornado complicada en varios países, sobre todo en aquellos donde ya existía una polarización, la cual ha crecido durante la emergencia.

Así lo demuestra un informe publicado por la Fundación Carnegie Endowment for International Peace, que estudió la situación en diez países donde ya existía una polarización política y social antes del brote de la pandemia o bien estaban en un momento incipiente. Estos son: Polonia, Sri Lanka, Indonesia, Turquía, Estados Unidos, Brasil, Kenia, India, Tailandia y Chile.

«En la mayoría de los casos, la pandemia ha amplificado los ya de por sí peligrosos efectos de la polarización, con serias consecuencias para la salud pública, la gobernanza democrática y la cohesión social», dice el informe de Carnegie.

Los expertos de la fundación aseguran que, aunque la crisis global ha creado «algunos espacios de oportunidad para que los actores políticos y sociales levanten puentes sobre las divisiones existentes, en general, el panorama es problemático».

Así, sostiene que mientras en algunos países la llegada del virus ha rebajado la tensión y en otros ha aumentado los problemas dentro del propio Gobierno, en lugar de entre las partes enfrentadas, en otros ha reforzado «la espiral viciosa de polarización y la crisis democrática».

LA ESPECIAL SITUACIÓN DE CHILE

La fundación pone a Chile precisamente como ejemplo de los pocos países donde el coronavirus «ha interrumpido la polarización y ha rebajado las divisiones en la esfera política», aunque se hayan mantenido las tensiones sociales.

«Después de que el Gobierno introdujo medidas de distanciamiento social, las protestas disminuyeron rápidamente, permitiendo lo que un astuto observador describió como una ‘nueva y frágil tregua social’.

Sin embargo, la calma parece deberse mucho más al miedo de la población a contraer el virus y al agotamiento colectivo después de meses de agitación que a la satisfacción con la forma en que el Gobierno ha manejado la crisis y abordado las quejas de la sociedad», sostiene el analista Andreas Feldmann.

En la actualidad, aún es demasiado pronto para evaluar el manejo de la crisis por parte del Gobierno, pero hasta ahora su respuesta parece haber sido efectiva», Para el académico, entonces, «la tregua actual, por lo tanto, parece ser una fase transitoria, y muchos chilenos temen que una vez que el efecto actual de la manifestación alrededor de la bandera se haya debilitado, la polarización dividirá al público una vez más«.

«La crisis de salud le ha dado a la asediada administración de Sebastián Piñera una valiosa oportunidad para recuperar la confianza del público y aliviar las divisiones políticas. En la actualidad, aún es demasiado pronto para evaluar el manejo de la crisis por parte del Gobierno, pero hasta ahora su respuesta parece haber sido efectiva», asegura Feldmann.

El experto, de todos modos, advierte que, en medio de su gestión ante la pandemia, La Moneda ha generado controversia por sus medidas económicas para paliar la crisis. «Aunque los partidarios del Gobierno elogiaron este paquete económico, sus detractores argumentaron que poderosos grupos de interés moldearon indebidamente la legislación de manera que favorezca a la élite empresarial y no protejan a las poblaciones vulnerables», asegura.

Donde la polarización sí ha crecido Más allá del caso de Chile, y las excepciones de Kenia, India y Tailandia, donde, según la fundación Carnegie la pandemia «ha interrumpido la división binaria existente en el corazón de la polarización, aunque las semillas de futuros conflictos siguen presentes», en los otros seis países estudiados el coronavirus ha exacerbado la situación. Se trata de Brasil, Indonesia, Polonia, Sri Lanka, Turquía y Estados Unidos, donde «el liderazgo político divisivo es el factor principal que intensifica la polarización».

«Los líderes nacionales no han respondido a la pandemia intentando superar las divisiones de largo recorrido, sino más bien duplicando su uso en la polarización como una estrategia central de gobernanza», dice el centro.

Sobre Estados Unidos, el analista Thomas Carothers ha destacado cómo a su entender el Presidente Donald Trump «ha creado su narrativa sobre el coronavirus en torno a sus objetivos partidistas favoritos», desde los medios de comunicación hasta China, pasando por los expertos y los científicos.

«Su liderazgo divisivo ha ampliado la división partidista entre los norteamericanos de a pie en términos de cómo ven la crisis y cómo el Gobierno responde a ella», dice el informe.

A pesar del obscuro panorama, este think tank asegura que «no es demasiado tarde para que las élites políticas y los actores de la sociedad civil de todo el mundo encuentren oportunidades en la crisis para reducir las divisiones y romper con los viejos patrones de partidismo».  (Emol EFE)

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