Página 7462

Fiscalía realizaría primera formalización de carabinero por daño ocular

La Fiscalía se encuentra en trámites para realizar la primera formalización de un carabinero por su presunta responsabilidad en el daño ocular generado en un joven en el marco de las manifestaciones desencadenadas desde el 18 de octubre.

De acuerdo a lo consignado por La Tercera, el acusado correspondería al capitán de Fuerzas Especiales de Carabineros, Pablo Carvajal Díaz, quien fue registrado en las cámaras de seguridad, ubicadas en la intersección de Alameda con calle San Antonio, cuando disparó su escopeta antidisturbios e hirió a un manifestante la noche del 28 de octubre.

El caso está siendo investigado por la fiscal Ximena Chong, quien presentará cargos contra el funcionario por el delito de apremios ilegítimos a raíz del trauma ocular provocado contra el afectado, identificado como Brandon González, de 18 años.

Asimismo, se detalló que el Ministerio Público indaga 80 causas de personas que sufrieron daños en sus ojos durante las protestas, siendo funcionarios de Carabineros los principales sospechosos.

El mencionado medio consignó que la investigación se complementó con un informe de la Policía de Investigaciones (PDI),  el que analizó la única cámara de seguridad ubicada en el sector, pudiendo “apreciar el minuto exacto del momento cuando ocurre el hecho, logrando establecer la veracidad de la denuncia” por daño ocular. (El Dínamo-La Tercera)

BCE mantiene sin cambios las tasas y lanza revisión de su estrategia

Sin cambios a la vista, tal y como se esperaba, quedó saldada la primera reunión del Banco Central Europeo (BCE) del año y la segunda de Christine Lagarde, en la que el foco está puesto en el calendario de la revisión de su política monetaria, que comenzará este mismo mes.

El costo del depósito -considerado actualmente como el instrumento monetario esencial del BCE- quedó en mínimos récord de -0,50% y se anunció que la compra de activos se mantendrá por el tiempo que sea necesario.

«La tasa de interés de las principales operaciones de refinanciación, las tasas de interés de la facilidad marginal de crédito y la facilidad de depósito se mantendrán sin cambios en 0,00%, 0,25% y -0,50% respectivamente. El Consejo de Gobierno espera que las tasas de interés clave del BCE se mantengan en sus niveles actuales o más bajos hasta que haya visto que la perspectiva de inflación converge de manera sólida a un nivel suficientemente cercano, pero inferior, del 2% dentro de su horizonte de proyección, y dicha convergencia se ha reflejado constantemente en la dinámica subyacente de la inflación», apuntó la entidad en el comunicado.

Además, se planteó el inicio de la revisión estratégica de la política monetaria. «El directorio (…) ha decidido lanzar una revisión de la estrategia de política monetaria del BCE. Los detalles sobre el alcance y los plazos de esta revisión serán publicados en un comunicado» más tarde, indicó el organismo.

Una revisión que la propia Lagarde reconoció en la reunión de diciembre que comenzaría en enero, y teniendo en cuenta que será la primera en 16 años, será «amplia» y terminará a finales de 2020. Pero esas pistas más detalladas, son muy esperadas por los inversionistas que no creen que habrá ningún tipo de cambio, al menos, hasta su reunión del 12 de marzo.

Dentro de esta revisión no sólo se espera que esté el omnipresente objetivo del BCE que es mantener la inflación cerca, pero por debajo del 2%, sino también cambios tecnológicos, de cambio climático, temas de igualdad y moneda digital, según avanzó la propia presidenta del BCE en la reunión de diciembre.

La autoridad monetaria europea está estudiando las ventajas e inconvenientes de crear una moneda de euro digital ante la aparición de rivales como la criptomoneda creada por Facebook. De hecho esta semana el BCE junto con otros cinco bancos centrales han formado un grupo de trabajo para valorar la creación de divisas digitales y compartir experiencias. Los otros bancos centrales son el Banco de Inglaterra, el Banco de Japón, el Banco de Suecia, el Banco Nacional de Suiza y el de Canadá, con la coordinación del Banco de Pagos Internacionales (BIS).

Además, Benoit Coeuré -miembro del Comité Ejecutivo del BCE- propuso justo antes de que acabara su mandato que los ciudadanos puedan abrir una cuenta en el BCE para garantizar que funciona la transmisión de la política monetaria. Una medida no exenta de polémica que entraña desafíos políticos, en relación a la estabilidad financiera y al futuro de la intermediación crediticia. (DF)

Nuevos detenidos en investigación por destrozos a estaciones del Metro

Nuevos detenidos sumaron las causas por daños en estaciones de Metro, ocurridos tras el estallido de la crisis social. Se trata de dos hermanos, de 18 y 22 años, quienes, según la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (Bipe) de la PDI, ocasionaron una serie de destrozos en la estación Del Sol e ingresaron a la oficina del guardia, desde donde habrían sustraído chalecos antibalas, uniformes y zapatos de seguridad. Todo ello, el pasado 21 de octubre.

Sobre estos casos se refirió el director general de la PDI, Héctor Espinosa, señalando que en marco de estas indagatorias se han revisado más de 10 mil horas de grabaciones de cámaras de seguridad, y que hay «varios identificados«.

«Son investigaciones de largo aliento, hay que utilizar una metodología reconstructiva, que significa reconstituir lo que ocurrió y poder posicionar a estos autores en los sitios del suceso con los medios de prueba correspondientes», acotó.

Por ello, siguen las pesquisas para concretar la detención de más involucrados, especialmente aquellos que serían los responsables del incendio en la estación.

Por su parte, Juan Francisco Galli, subsecretario del Interior, valoró el trabajo de lo investigadores, sosteniendo que este «ha llevado al resultado de dos personas detenidas con antecedentes específicos de su participación en delitos gravísimos, en que el Ministerio del Interior es parte como querellante y que se le imputa un delito contra la Ley de Seguridad del Estado».

Galli también señaló la necesidad de dilucidar «el nivel de organización y si es que hay una motivación delictual detrás» de esta: «Lo que claramente arrojan los antecedentes preliminares que se pueden ver hoy es que hubo preparación, elementos incendiarios, hubo algún tipo de conocimiento del lugar donde estaban los elementos de seguridad de la estación de Metro y hubo algún elemento de intencionalidad de vulnerar esos elementos de seguridad».

Ambos aprehendidos se suman al joven que a mediados de noviembre fue capturado por incendio, daños y robos en el terminal, y que se mantiene bajo la medida cautelar de prisión preventiva.

«Él junto a otros sujetos ingresan a la estación, proceden a forjar diferentes dependencias de la estación y en una de ellas sustraen elementos corporativos de los guardias del Metro, además de chalecos antibalas que estos utilizan. Luego de unos minutos la estación aparece incendiada», relató en su oportunidad el comisario Juan Pardo del Bipe. (Emol)

A los 86 años, muere poeta y Premio Nacional de Literatura, Armando Uribe

El poeta Armando Uribe Arce, Premio Nacional de Literatura (2004) y ex embajador del gobierno de Salvador Allende en China, falleció a los 86 años.

Uribe, nacido el 28 de octubre de 1933, egresó de la Universidad de Chile y fue académico de la Facultad de Derecho de esa casa de estudios. El poeta se caracterizó por escribir contra la hipocresía y la injusticia. Asimismo, la rabia, el dolor, la muerte y el asombro ante la divinidad son motivos líricos recurrentes del autor.

Algunas de sus obras más famosas son «El accidente Pinochet», un diálogo entre él y el filósofo Miguel Vicuña; «Transeúnte pálido»(1954); «El engañoso laúd» (1956); «No hay lugar» (1970); «Odio lo que odio, rabio como rabio» (1998), «Contra la voluntad» (2000); «Las críticas de Chile» (1999) y «El fantasma de la sinrazón & El secreto de la poesía» (2001); entre otras.

Ante la muerte del poeta, la ministra de las Culturas, Consuelo Valdés, publicó en su cuenta de Twitter: «Premio Nacional de Literatura 2004, abogado, ensayista y ante todo uno de los grandes intelectuales contemporáneos, que sin temor traspasó la crítica literaria para ahondar en la política. Mis condolencias para su familia y cercanos».

Y luego añadió: «La muerte siempre atravesó su obra, pero hoy, que se hace presente no podemos más que lamentar profundamente su partida. Un poeta telúrico, como Chile, fue Armando Uribe». (Emol)

Mayores de 45 años y del segmento D y E, los más pesimistas sobre economía

Una de las principales conclusiones de la última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), dada a conocer la semana pasada, fue el deterioro de la percepción del estado de la economía, en medio del impacto de la crisis social que se inició el 18 de octubre.

Ante la consulta sobre el estado de la actividad a nivel país, un 56% de los encuestados la calificó como “mala o muy mala”, disparándose 24 puntos porcentuales en relación a mayo pasado. Esto marca un hito en el nivel de pesimismo no visto desde al menos 2006. Asimismo, quienes la describen como “ni buena ni mala” se desplomaron a 35% -15 unidades de caída-, en cambio apenas el 9% la valora como “buena o muy buena”.

Un zoom a la base de datos del sondeo permite dibujar un panorama más preciso del pesimismo económico, el que está concentrado principalmente en los adultos de los segmentos de ingresos más bajos.

Imagen foto_00000001

Ante la consulta sobre la situación económica del país, quienes tienen entre 45 y 54 años y más de 55 son los que mayoritariamente la califican como “mala o muy mala”, con 59% y 60% de las respuestas, respectivamente.

Imagen foto_00000007

Aquello dista levemente de los jóvenes en los rangos entre 18 y 24 años y entre 25 y 34, cuya respuesta negativa ante dicha consulta oscila entre 46% y 52%. Lo opuesto ocurre entre quienes contestan que ven como “buena o muy buena” la situación macro, ya que el segmento joven es mucho más optimista que los adultos (ver gráficos).

La percepción se torna menos negativa cuando se les consulta sobre la situación económica particular. Allí, el 30% de los mayores de 55 años califican como “malo o muy malo” el estado de sus finanzas, mientras dicha valoración en los jóvenes entre 18 y 24 años desciende a 18%. Solo el 17% de los adultos ad portas de la tercera edad valoran como “buena o muy buena” la situación de su bolsillo, mientras que dicha percepción se empina a 29% entre los adultos hasta los 24 años.

Las visiones son más parejas ante la pregunta sobre la situación de la economía del país en los próximos 12 meses, tanto en las respuestas de que “no cambiará” como de “empeorará” (ver gráficos).

EL ENOJO POR LA CRISIS SOCIAL

El coordinador de Opinión Pública del CEP, Ricardo González, explica que en general las personas mayores de 45 años tienden a ser más optimistas respecto de la situación económica. Sin embargo, en el sondeo de diciembre se observó lo contrario.

“Posiblemente, la percepción más negativa asociada a la situación actual de la economía nacional de las personas mayores de 45 años está relacionada con el enojo que ellas tendieron a reportar en mayor medida que la declarada por los jóvenes. Ese enojo, por cierto, tiene relación con la crisis social”, sostiene.

NIVEL DE INGRESOS

Las bases de datos revelan que a menor nivel de ingresos, mayor es el pesimismo tanto sobre la situación futura de la economía del país como de la personal.

Así, un 63% del segmento D y E califica como “mala o muy mala” la economía general, pesimismo que se reduce a 33% ante la consulta sobre la situación de sus finanzas domésticas. Solo el 19% de los consultados en este segmento cree que a un año la actividad mejorará. El nivel de desánimo supera al resto de los segmentos, en especial al ABC1.

Por afiliación política, en tanto, el escenario da cuenta de que quienes se identifican con la izquierda son por lejos más pesimistas que sus pares de la derecha, tanto en su visión actual como futura de la situación económica del país y personal. Destaca que un 31% de los simpatizantes de izquierda califican como “mala o muy mala” el estado de su economía personal actual, versus apenas el 9% en la derecha (ver gráficos). (DF)

El momento de los acuerdos

Después de leer los resultados de la última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), cuyo trabajo de campo se realizó entre el 28 de noviembre y el 6 de enero, pareciera que no queda títere con cabeza. Aunque hace ya tiempo que se observaba la tendencia de la ciudadanía a confiar cada vez menos en nuestras instituciones, la magnitud de la caída mostrada por los datos que se dieron a conocer la semana pasada es impactante. Todas las instituciones descienden. La confianza en el Gobierno baja de un 10% a un 5%, y la confianza en el Congreso y los partidos se reduce de un 6% a un 3% y un 2%, respectivamente.

Las expectativas respecto de la economía también se desploman. Asimismo, el golpe de la crisis ha generado un desencuentro generacional: un 57% de los encuestados considera que esta situación ha gatillado tensiones entre las personas de mayor edad y los jóvenes. Es inevitable una sensación de desaliento y pesimismo.

De cara al futuro, la gran pregunta tras los resultados de la última encuesta CEP es cómo recuperar la confianza en las instituciones. Es evidente que tenemos un generalizado problema institucional. Y hace ya tiempo sabemos que el Estado no está a la altura.

En el plano político no surgen liderazgos. Todos los personajes políticos bajan en su evaluación positiva, y nadie se salva de aumentar sus niveles de rechazo. Las élites políticas se perciben alejadas de lo que demanda la ciudadanía, y toda la clase dirigente no ha estado a la altura. El 81% sostiene que el Gobierno ha gestionado mal el estallido; el 80% aduce lo mismo del Congreso; el 72% lo dice de la oposición; el 67% lo afirma respecto de Carabineros, y el 61% lo expresa en relación a los militares. Incluso el 50% también considera que ni siquiera los alcaldes han dado el ancho.

No cabe duda que este escenario es desolador. Sin embargo, hay señales esperanzadoras que nos muestran que los chilenos quieren una salida institucional de esta crisis. El porcentaje de apoyo a la democracia es alto y ha subido desde 2017. De hecho, un 64% considera que la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno. Y este apoyo es transversal a todos los grupos etarios. En esta misma línea, es notable que, pese al desprestigio de los partidos políticos, un 37% prefiriera que la nueva Constitución sea elaborada por un grupo de parlamentarios y personas elegidas específicamente para ello, es decir, por una convención mixta.

Sin lugar a dudas, lo más importante de esta encuesta es que un 78% espera que se privilegien los acuerdos entre líderes políticos. Este es un llamado fuerte y potente que debe hacernos reaccionar a todos, en especial a la clase dirigente. No parece ser el momento para discursos disruptivos, sino para apoyar a nuestra institucionalidad democrática. La ciudadanía ahora exige acción en todos los estamentos que tienen responsabilidad en la dirección de nuestro país. Y hoy, tras el estallido social, las prioridades para la ciudadanía son pensiones, salud, educación y sueldos.

Es decir, a pesar de la desconfianza generalizada, hay una gran esperanza. Quizás es esa esperanza la que hace que la mitad de quienes consideran que la democracia hoy en día funciona mal o muy mal crean que funcionará mejor en cinco años más. Para ello, resulta fundamental que los políticos sigan trabajando y buscando fórmulas que hagan posible una salida institucional a la crisis en la que estamos estancados desde hace tres meses. La propia gente nos indica la salida: que se privilegien los acuerdos. Y que se respete la democracia. (El Mercurio)

Leonidas Montes

«Hidrógeno verde»: Chile podría transformarse en potencia energética limpia

Hace décadas que el hidrógeno se ha promocionado en el mercado energético mundial como «el combustible del futuro», y hoy ese potencial podría convertirse en realidad, pero en su versión sustentable: el denominado hidrógeno verde.

Una opción que especialistas ven con buenos ojos para ser el reemplazo definitivo, por ejemplo, del diésel en un contexto donde el mundo busca hacer frente a la crisis climática y en el que Chile apunta para 2050 su meta de descarbonización total.

Pese a ser uno de los elementos más abundantes de la Tierra, el hidrógeno no es fácil de obtener: no se encuentra de forma aislada en la naturaleza, por lo que se extrae a partir de otras sustancias que lo contienen, como el agua, el carbón o el gas natural. Y actualmente se utilizan dos maneras masivas para producirlo.

La primera -y más barata y utilizada- es extraerlo a través de hidrocarburos, a lo que se le llama hidrógeno gris. Método poco amigable con el medioambiente ya que su generación continúa requiriendo combustibles fósiles.

Y la segunda es obtenerlo directamente del agua a través de un proceso llamado electrolisis, el cual rompe la molécula del agua y separa el oxígeno y el hidrógeno, lo que necesita altas cantidades de electricidad que si es producida en base a energías renovables como la solar o eólica, genera el hidrógeno en su versión verde.

En ese último escenario, Chile podría jugar un rol clave a nivel mundial. «Cuando uno mira el ranking de los países que están mejor posicionados para ser productores y exportadores de hidrógeno (verde), Chile está entre los mejores, dentro del top tres«, sostuvo ayer el ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, quien dio cuenta del potencial que tiene el país para convertirse en un actor importante en la producción y exportación de este combustible, el cual, afirmó, podría tener el alcance de la mitad de lo que es el mercado del petróleo en el mundo.

CAPACIDAD «INCONMENSURABLE»

Según expuso a Emol el presidente ejecutivo de Generadoras de Chile, Claudio Seebach, el hidrógeno «es un energético antiguo, pero cuando es verde quiere decir que la forma en que lo producimos se hace con energía eléctrica que en su origen no está producida con combustibles fósiles y tiene muchas virtudes».

Una de ellas, es la capacidad que tiene reemplazar al diésel en transporte pesado en el que la electricidad es difícil que entre, como en la minería o buques de carga.

«Reemplazar grandes camiones de la minería por electricidad es técnicamente difícil porque las baterías pesarían tanto como el camión, por lo tanto una alternativa es reemplazarlo por hidrógeno«, dijo, agregando que aquello podría dar pie a la creación de «industria del hidrógeno verde en Chile» y así hacer que, por ejemplo, la producción de cobre «sea cero emisiones»

Y es que, según subrayó a este mismo medio el experto en energía y académico de ingeniería de la U. Católica, Patricio Lillo, Chile cuenta con condiciones privilegiadas para explotar el hidrógeno verde y convertirse en una potencia en materia energética sustentable.

«Estoy parado en un país que es capaz de por sí solo abastecer toda la demanda energética del mundo con radiación solar (…), en uno de los lugares con mayores recursos eólicos del mundo. Entonces la viabilidad técnica en recursos para producir hidrógeno verde en Chile es simplemente inconmensurable. El potencial de recursos de que tiene Chile es impresionante», aseguró.

«Aquí se abre una ventana para producir un combustible cuya base es el sol. Si uno hiciera una torta, un catastro de todas las maneras en que consumimos energía, más o menos un 55% es energía eléctrica y el otro 45% es petróleo para motores a combustión interna, y ahí hoy en Chile y el mundo hay pocas alternativas, a diferencia de la energía eléctrica. En el mundo no existen alternativas competitivas del diésel», añadió Lillo.

LA TRABA DE LOS COSTOS

Pero el problema, subrayan tanto desde el Gobierno como del mundo académico, tiene que ver con los altos costos que hoy tiene la producción y transporte del hidrógeno líquido, lo que hace que aún no pueda ser competitivo en relación a los combustibles fósiles.

«Si yo quisiera cargar un vehículo con hidrógeno en vez de diésel, hoy día me cuesta entre tres o cuatro veces más», dijo el académico de la UC. Mientras que Seebach expuso que «en la medida que el proceso de electrólisis, que es la forma en que se produce nitrógeno verde, sea más barato y pueda competirle a los fósiles, lo va a desplazar. Eso no se produce hoy día porque todavía los costos para su producción son altos».

Algo, en todo caso, que podría cambiar en los próximos años. Esa al menos fue la conclusión de un análisis realizado por Bloomberg. Según el informe dado a conocer el agosto de 2019, durante décadas se ha establecido que este gas es una fuente de energía libre de carbono, pero su costo y la dificultad para fabricarlo lo limitaban principalmente a servir de combustible para cohetes y a mejorar mezclas de petróleo.

Sin embargo, una vez se amplíe la industria en base a la producción a través de energía eólica o solar harían «que el gas verde sea asequible, permitiendo perspectivas de una economía verdaderamente limpia«.

Así, de acuerdo al análisis, un hidrógeno verde verdaderamente competitivo podría instalarse en las próximas décadas para alimentar industrias como el transporte de larga distancia y la fabricación de acero y cemento. «El hidrógeno también se puede almacenar, enviar y utilizar para producir electricidad o alimentar celdas de combustible que aparecen cada vez más en automóviles y centrales eléctricas».

Según Bloomberg, los costos del hidrógeno verde podrían caer hasta US$1,40 por kilogramo para 2030 desde el rango actual que oscila entre US$2,50 y US$6,80. Y este precio podría caer aún más hasta 80 centavos en 2050.

Para Lillo, «esto es muy parecido a lo que ocurría con la tecnología fotovoltaica hace 15 años. Estamos en el mismo estado, con proyecciones de costos tan prometedoras como esa. Entonces, probablemente estamos entre 10 y 15 años a que haya un sector en Chile que tenga el hidrógeno como combustible ya de manera formal y normal a costo competitivo», dijo.

DESAFÍO TECNOLÓGICO

Para ello, añadió, el desafío es principalmente tecnológico. «Hoy día lo que estamos haciendo es trabajar para que ese costo baje vía desarrollo de nuevas tecnologías en su producción, almacenamiento y transporte. Ahí es donde la parte tecnológica está poniendo el énfasis y el foco: cómo hago para que el hidrógeno sea más barato«.

No obstante, recalcó, «si hoy día quisiera usar el hidrógeno verde, lo puedo hacer (…), es una tecnología madura que lleva varias décadas«.

Por eso último, llamó a que «el mercado no sea el que resuelva» los tiempos para comenzar a utilizar este combustible sustentable en el país. «Estamos de nuevo parados esperando que el mercado a través de la proyección del costo solucione el problema ¿Por qué no lo hacemos al revés? Estableciendo cuotas o generando incentivos para empujar la implementación y desarrollo de este combustible. Imagínate lo que significa que en vez de todos los miles de millones de dólares que son para comprar e importar petróleo, los utilicemos comprando combustible hecho en Chile. Imagínate el cambio en la economía», apuntó.

Una vez la industria del hidrógeno verde sea creada en Chile, para Seebach comenzar a exportar este combustible «es solo un paso». En esa línea, complementó Lillo, «esto es un tremendo producto para la exportación. Chile podría ser una potencia energética para toda América Latina, pero es cierto que hay algunos aspectos tecnológicos asociados al transporte que tienen que ser resueltos». (Emol)

¿Acelerar la reforma constitucional?

En el editorial del Financial Times titulado “Chile needs to speed up constitutional reform” se presenta una equilibrada evaluación de la situación en Chile.

Sin embargo, me parece justo advertir que una proporción del país, cuya dimensión está por determinarse, no estamos a favor de acelerar una reforma constitucional.

Todo análisis y cambio constitucional debe ser un proceso muy reflexivo y respetuoso, que efectivamente produzca un consenso en torno a una renovada aspiración e identidad nacional.

Actualmente no están dadas las condiciones para una revisión constitucional honesta, respetuosa y con mirada de futuro. Las expectativas en torno a este tema son engañosas, como si un nuevo borrador de un documento significara automáticamente una solución mágica para todos los males.

Afortunadamente, hay un procedimiento serio que está avanzando, y contempla un referéndum en abril. Al votar “Rechazo” a la refundación constitucional en el próximo referéndum, no estamos abogando por quedarnos inmóviles. Las reformas son siempre necesarias y uno nunca debe tener miedo a ser desafiado. De hecho, estas son oportunidades para que las convicciones se aclaren y pongamos la cara por las ideas correctas.

La opción “Rechazo” es una señal clara de que primero necesitamos estabilidad, orden y una atmósfera decente y respetuosa. El voto de rechazo funcionará como una advertencia y, aunque no gane, será un potente llamado para darle un mejor cauce a los trastornos actuales.

Chile no está perdido. Los lamentables hechos que hemos sufrido, aunque muchos sean injustificables, podrían calificarse como los dolores de crecimiento de un país adolescente que ha llegado muy lejos y que continuará avanzando para convertirse en una nación más inclusiva y desarrollada.

Los trastornos son una potente llamada de atención que debe usarse como una fuerza para el bien, y no para reiniciar todo a partir de una hoja en blanco.

Nicolás Ibáñez Scott

¡Que viva el capitalismo! Pero, ¿cuál?-Javier Pinto

El capitalismo no es un sistema ideológico específico. A diferencia del marxismo, que razonablemente puede asociarse casi del todo a las ideas del filósofo alemán, el capitalismo es más bien una descripción de la tendencia natural a intercambiar bienes y servicios. No hay “un capitalismo”, sino diversas teorías y distintos sistemas capitalistas. El marxismo, por ejemplo, traslada el control de los medios de producción al Estado con el fin de terminar con la alienación del trabajo, pero no termina con el uso de bienes de capital. Más aún, las ideas expuestas por Marx nacen de su lectura crítica de Adam Smith y otros autores de la Ilustración Escocesa que, como el mismo Marx, proponen ideas originales acerca de la ordenación de los recursos productivos de un país. Lenin, por su parte, al querer concretar las ideas de Marx, no terminó con el uso de capitales, sino que sólo modificó la regulación del uso de los recursos económicos. Los rublos soviéticos eran una forma de capitalismo que, luego de 70 años, no dio otro resultado que la quiebra económica, social, moral y política de todo el orbe soviético tras la caída del muro. Pero, al fin y al cabo, la URSS fue una forma de capitalismo: un capitalismo soviético.

De este modo, el capitalismo como sistema de intercambio de bienes y servicios es connatural a la sociedad, así como es natural para cualquier persona la necesidad de alimentarse. El asunto está en que, tal como unos se alimentan bien o mal, las sociedades desarrollan formas de capitalismo más o menos saludables (y algunas derechamente intoxicantes o famélicas, como es el caso de Venezuela o Cuba).

Con todo, ante todos los cambios sociales que eventualmente se avecinan en Chile, cabe preguntarse qué tipo de capitalismo queremos para nuestro país. Aquí algunas ideas.

Un capitalismo no es sólo un mercado resguardado por el Estado y la legislación, sino una comprensión y valorización social del tipo ideal de propiedad privada, consumo, trabajo y empresa; y quisiera quedarme en este último punto. Un tipo de capitalismo empresarial no se refiere sólo a industrias estratégicas para el país (como es la minería en Chile o el carbón en Australia), sino a un tipo de empresa que puede caracterizarse por su tamaño, complejidad y cultura financiera, entre otros aspectos. El capitalismo alemán (impulsado por los ordo-liberales de los años 50 que influyeron sustantivamente en las ideas de Jaime Guzmán), estimuló el desarrollo de un tipo de empresa más bien pequeña o mediana, orientada al desarrollo tecnológico, abierta a mercados internacionales y partícipe de un complejo sistema productivo nacional (no debemos olvidar que Industry 4.0 es originalmente un proyecto del gobierno alemán que busca sostener la ventaja productiva en el escenario europeo). Algo parecido ha ocurrido con la industria de Israel o el norte de Italia.

Para el caso chileno -y dicho en términos muy generales- nuestra versión de capitalismo empresarial avanzó en otra dirección: desde los años 90 destacaron empresas altamente integradas, orientadas al aumento del volumen para conseguir economías de escala, y muy poco atentas al desarrollo tecnológico. El retail es un claro ejemplo de ello.

Si esta descripción del capitalismo empresarial chileno es aceptable, podemos hacernos tres preguntas para enfrentar los cambios sociales que se nos vienen: ¿hubiésemos tenido esta crisis social si el modelo empresarial hubiese sido otro (más cercano al alemán o al lombardo)? Si cambiamos nuestro modelo empresarial, ¿no valdrá la pena desarrollar un sistema desintegrado y estimular el desarrollo de pequeñas empresas altamente tecnologizadas? Y, de ser así, ¿cómo se reformula un capitalismo empresarial conforme a las nuevas exigencias sociales?

En el marco de la defensa de un mejor y más completo sistema capitalista (defensa a la que me sumo), la reformulación de un capitalismo empresarial atento al bien social no debe nunca ejecutarse -como espera gran parte de la extrema izquierda- por medio de prohibiciones sistemáticas o políticas de expropiación radicales, sino a través de un cambio en la cultura empresarial – quizás tal como vemos en el ecosistema de startups nacionales, que son un síntoma muy positivo de cambios en la cultura en la empresa chilena.

En fin, Chile se merece no sólo ser un país que pone el capitalismo al servicio de la sociedad, sino una sociedad caracterizada por un capitalismo empresarial saludable que permite distribuir los bienes de la economía por medio de la industria. Para ello, se hace urgente un cambio en el relato y la cultura empresarial. Es de esperar que, ante la coyuntura de la crisis social, podamos abordar este desafío con inteligencia y sentido de largo plazo. (El Líbero)

Javier Pinto

Desafíos y mitos sobre el agua en Chile

Desde hace años, algunos políticos y líderes de opinión han criticado duramente el régimen de propiedad y administración del agua en Chile, sosteniendo que es el único país en el mundo en que el agua es privada y los derechos de aprovechamiento de aguas (DAA) se transan en un mercado. Se cuestiona que la propiedad de los DAA esté separada de la tierra, y que estos puedan ser libremente transferidos.

Pero la extendida creencia de que nuestra legislación es única en el mundo carece de fundamento. La evidencia internacional muestra que el modelo chileno —propiedad sobre DAA y la transferibilidad de estos— existe en diversos países, en especial en aquellos que han sido exitosos en el uso y conservación de este valioso recurso.

Para despejar mitos y falsedades, cabe tener presente que el Código de Aguas (CA) se promulgó en 1981 con el fin de mejorar la gestión y crear condiciones para revertir la falta de aprovechamiento del agua producto del proceso de reforma agraria de fines de los sesenta. Esta nueva legislación, contrario a lo que muchos señalan, no privatizó el agua ni tampoco creó los DAA, ni, menos aún, la propiedad sobre ellos. Además, a esa fecha cerca del 90% de los DAA consuntivos ya estaban constituidos por la DGA.

Fue Bernardo O’Higgins quien dispuso expresamente en 1819 que los “regadores” (hoy DAA) podían ser vendidos y no estaban ligados al dominio de la tierra. En 1857 se reconoció y reguló el agua como un bien nacional de uso público (BNUP), y los DAA (antes mercedes) de propiedad de titulares se inscriben en los registros de propiedad de los Conservadores de Bienes Raíces desde 1908.

Lo que ocurrió el año 81 es que el derecho de propiedad sobre el DAA, ya existente, fue elevado a rango constitucional. El objetivo, según el exministro Büchi, fue crear “(…) derechos sólidos de propiedad, no sobre el agua misma sino sobre el uso de las aguas, y facilitar por todos los medios el funcionamiento ordenado del mercado”.

En esto Chile no está solo. En el trabajo titulado “Are Water Markets Global Applicable?” (Osaka Prefecture University, Tokyo Institute of Technology, Columbia University y NASA, 2018) se hizo un análisis comparado de 296 regulaciones del recurso hídrico a nivel mundial, utilizando las bases de datos de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Dicho estudio concluyó que en 58 de los casos analizados, entre los cuales está Chile, sus legislaciones contemplan los tres elementos esenciales para que exista un mercado de aguas (legalidad de la reasignación del agua entre diferentes usos; separación de la propiedad del agua y la tierra; penalización por el no uso del recurso). Entre las legislaciones similares a la chilena, se encuentran las de EE.UU. (15 estados), Australia (6 provincias), Canadá (6 provincias), Gran Bretaña, Nueva Zelandia, Alemania, Suecia, India, Indonesia, Corea del Sur y Corea del Norte, Japón, Rusia, Sudáfrica, Filipinas y Jordania; concentrando el 40% de la población mundial.

Digno de destacar es el giro de China, que está modificando su legislación para establecer un sistema de mercado y transacción de DAA, utilizando el modelo de Chile, Australia, EE.UU. y México (“The Practice of Water Rights in China”, 2018).

Chile ha sido objeto de análisis por expertos y organismos internacionales (Diagnóstico de la Gestión de los Recursos Hídricos, Banco Mundial, 2011) reafirmando que el CA de 1981 generó las condiciones apropiadas para el desarrollo de inversión en agricultura, minería, sanitarias e industrias, contribuyendo al crecimiento económico y desarrollo de los últimos 30 años.

En cualquier caso, nuestra institucionalidad y legislación requieren un fortalecimiento en materias como priorización del consumo humano, fomento de nuevas fuentes (desalación, reúso), mejor gestión del agua subterránea, preservación y gestión sustentable del recurso, fortalecimiento de la institucionalidad pública, entre otras.

En esto no nos podemos perder. Se nos acabó el tiempo de las consignas y de las discusiones puramente ideológicas, de lado y lado. La megasequía que vive nuestro país nos puso en un pie forzado, especialmente al Ejecutivo y Congreso, para actuar con pragmatismo y urgencia, y así tomar decisiones concretas y lograr los acuerdos necesarios que den solución a los problemas y desafíos que tenemos.

Matías Desmadryl L.
Abogado y profesor LLM-UC
Ex director general de Aguas