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UMCE pide a «Dr. File» bajar video crítico de la Convención de sus redes

La Universidad Metropolitana de la Educación (UMCE) le pidió a Cristián Contreras, más conocido como Dr. File, y candidato a senador por la Región Metropolitana, que bajara de sus redes un video en el que criticaba a la Convención Constitucional el cual grabó en las dependencias del recinto académico.

Mediante un comunicado, la casa de estudios, indicó: “Solicitamos al Sr. Contreras borrar a la brevedad el video en todas las plataformas publicadas y aclarar de forma pública que no tiene ningún vínculo con nuestra Universidad”.

En el video, Contreras afirma que “la Convención Constituyente no puede pretender que exista solo un tipo de educación en nuestro país. Esperamos que el rechazo a la indicación 205 no sea la primera piedra de un totalitarismo que más huele a Nuevo Orden Mundial que a la libertad que anhelamos”.

“El video fue grabado sin autorización y transgrediendo los protocolos sanitarios establecidos. Desmentimos también los rumores de que haya existido un pago a nuestra Institución por acceder a nuestras dependencias”, indican.

Además, muestran su oposición a lo expresado por “Dr. File” y declaran su total apoyo a la Convención.

“No compartimos en absoluto los planteamientos expresados. No forman parte de los principios de la UMCE, a partir de los cuales se busca construir una educación pública que entregue garantías de acceso a todos y todas, como un derecho fundamental”, indican.

“Apoyamos de forma enérgica a la Convención Constitucional y el trabajo que realizan sus constituyentes. Creemos que en una nueva Constitución está la posibilidad de pensar el derecho a una educación pública de calidad”, añaden. (La Nación)

CLC: controladora pide junta para revocar directorio y realizar nuevas elecciones

Las diferencias entre los accionistas de la Clínica Las Condes no acaban. Este martes, Cecilia Karlezi, quien controla la firma a través de las sociedades Lucec Tres e Inversiones Santa Filomena, pidió convocar a una junta extraordinaria, la que fue citada para el próximo 19 de octubre ¿El motivo? Revocar a la totalidad del actual directorio.

La actual mesa está presidida por Alejandro Gil, pareja de Karlezi, también accionista de Falabella. La vicepresidenta es Paola Bruzzone y al resto de los miembros son Juan Gamper, Herbert Spencer, Carlos Lizana, Juan José Suban y Renata Harasic; además de dos directores independientes, el abogado Juan Enrique Allard y el ingeniero Christian Traeger.

La junta deberá renovar a los nueve integrantes de la mesa y según varias personas consultadas, la controladora, que tiene el 50,05% de las acciones, pretendería con esto cambiar algunos directores que no son del agrado de la actual administración.

Cecilia Karlezi

A mediados de julio de este año, los directores de los minoritarios pidieron la renuncia a Gil debido a la tercera inoculación contra el Covid-19 que el presidente del directorio protagonizó de manera irregular. En aquella oportunidad, el ahora exmiembro de la junta, Jonás Gómez Pacheco, renunció a su cargo y fue reemplazado por Herbert Spencer. Trascendió que Spencer -quien apoya la gestión de Gil, pero desde que llegó hace dos meses a la mesa ha tenido varias diferencias con él- no repostulará al directorio porque no tiene los apoyos necesarios.

Según algunas fuentes, el abogado Allard tampoco querría continuar en CLC, a la que llegó con los votos de los médicos que protagonizaron un mediático conflicto con la actual administración. Además, el controlador aspira a conseguir apoyos de otros minoritarios, respaldado por la gestión de CLC, que ha revertido pérdidas y conseguido cuantiosas ganancias en 2021.

En 2020 un grupo de más de 400 médicos interpusó un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Santiago en contra de la CLC y acusaron “la sorpresiva decisión de poner término unilateral a 559 contratos a partir del 1 de octubre” por parte de la firma. Lo anterior como parte de la estrategia implementada por Alejandro Gil para mejorar la rentabilidad del negocio y elevar el aporte de los profesionales a CLC. Finalmente, las partes llegaron a un acuerdo, pero Gil consiguió cambiar las condiciones contractuales del cuerpo médico. (La Tercera)

Campaña de Sichel: temen decrecimiento en último tercio de la carrera

La tranquilidad con la que suelen exponer sus puntos de vista ante la prensa desde el comando, e incluso por parte del propio candidato de Chile Podemos +, Sebastián Sichel, hoy por hoy, choca de frente con una realidad que encendió las alarmas a dos meses de la elección presidencial: la tendencia a la baja que ha sido registrada por la encuesta Cadem –que siguen semana a semana– y el crecimiento de la candidatura de José Antonio Kast. Hechos que llevan a varios a concluir que el abanderado oficialista posiblemente se desinfle como el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, quien se enredó en el último tiempo de su campaña.

En este mismo contexto, quienes colaboran con la carta del oficialismo reconocieron estar siguiendo también, paso a paso, los movimientos de la candidata de Nuevo Pacto Social, Yasna Provoste –cuya campaña aún no despega–, ya que estimaron que cualquier grado de crecimiento de la representante DC implica un decrecimiento de Sichel. A esto se suma una creciente desafección de los partidos, los que, si bien no se lo han planteado “a la cara”, reconocieron estar “muy disconformes» con el “despliegue, coordinación y trato” que se está llevando a cabo. En este marco, y debido a la falta de injerencia que tienen en la toma de decisiones, ya constituye un secreto a voces que parte del tiempo se estaría destinando principalmente a evitar una debacle en la elección parlamentaria, más que a poner todas las fichas en la presidencial.

Más allá de los públicos cuestionamientos que recibe constantemente la encuesta Cadem, es un factor de seguimiento obligatorio en los comandos. Se quiera o no, los números que se publican todos los lunes generan confianza o, por el contrario, incertidumbre en el hábitat de trabajo de campaña. “Cuando marcas mal, la crítica es más fácil y el descuelgue más factible”, así lo resume un personero conocedor del trabajo diario de Sebastián Sichel.

Lo cierto es que las últimas nueve encuestas, desde el 3 de julio al 24 de septiembre, marcan una clara tendencia a la baja del representante de Chile Podemos +, quien comenzó con un 24% de las preferencias (al igual que Gabriel Boric), pero que, al día de hoy, solo alcanza el 17% (Boric, en tanto, 23%). A esto se suma que JA Kast partió con un 7% de las preferencias, y hoy su porcentaje marca un 13. De esta manera, no son pocos en el oficialismo los que creen que, a solo un par de meses de la presidencial, esto se habría tornado “casi irreversible”.

El decano de la facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma, Tomás Duval, señaló que “si miro la Cadem, a mí me llama la atención, porque la tendencia de Kast es a crecer, viene creciendo, y Sichel viene bajando. Eso es muy complicado, solo mirando la tendencia. Es muy complicado, porque quiere decir… yo no sé cuál es el techo de Kast, pero sí sé que va creciendo. Con todos los bemoles que tienen las encuestas, pero eso es preocupante”.

En el caso del director de TresQuintos.cl, Kenneth Bunker, se refirió a lo que una tendencia implica para entender o analizar una carrera de largo aliento. En este caso, indicó que “yo creo que aquí la pregunta es tendencia, no es si es que le están apuntando exactamente a los resultados (…). Si todas las encuestas, si consideramos que están midiendo mal pero se mueven más o menos de la misma manera, podemos decir que hay cierta tendencia. Tal vez no sabemos la altura del mar, pero sí sabemos si está más alto o más bajo que ayer”.

Este escenario, que les cuesta sincerar como complejo en las cercanías de Sichel, aunque ligeramente reconocen como un problema, además abrió la puerta a que se instale en la discusión la posibilidad de que su candidato arribe o no a la segunda vuelta. Un tema que parecía no tener asidero semanas atrás, pero que hoy son varios los que se atreven, al menos, a plantearlo. Y más allá del sustento de la premisa, el solo hecho de que se hable de aquello, representa un bache no menor en el camino a noviembre, reconocieron personeros de Chile Vamos.

Algunos lo asocian al ninguneo que el comando de la carta oficialista ha tenido con el representante del Partido Republicano, recordando las palabras de Paola Assael, integrante del comité estratégico, quien señaló –en entrevista a El Mercurio– que «a nosotros nos ha dado siempre el resultado de que Kast tiene un cierto porcentaje que es alrededor del 15%, de la derecha tradicional. Pero más allá de eso, no tiene ninguna relevancia en esta competencia». Algunos se atrevieron a hacer el símil con el ninguneo que sufrió Gabriel Boric de parte de Pamela Jiles, cuando parecía imposible la recolección de las más de treinta mil firmas para inscribirse como candidato.

En opinión de Bunker, “lo que parecía muy claro, que Sichel pasara a segunda vuelta o que va segundo, hoy día se cuestiona». Y añade que «lo que debemos tener en cuenta es que es una carrera de naturaleza incierta, en un contexto muy incierto. Lo que sí parece ser claro, es que el techo que se pensaba que tenía Kast es un poco más alto de lo anticipado y el piso de Sichel es un poco más bajo. Sichel sigue siendo el que más posibilidades tiene de pasar a segunda vuelta, pero la idea ya se está instalando”.

De todas formas, cercanos al abanderado oficialista defienden la posición que ha adoptado y que –estiman– no debiese variar en demasía, argumentando que “si se suelta el centro, esto se acaba”. En tal sentido, agregan que habrá que “asumir los costos de soltar la derecha para amarrar el centro”.

Como guinda de la torta, la imposibilidad de lograr alinear a los suyos frente al cuarto retiro del 10% en la Cámara de Diputadas y Diputados significó un duro golpe para la campaña, como reconocieron en la interna, razón por la cual sus más cercanos estuvieron reunidos hasta altas horas de la noche buscando una salida que morigere lo que, asumieron, puede implicar otra razón más para seguir bajando en las encuestas.

Respecto a la respuesta que dio el candidato cuando se le preguntó si había realizado el retiro del 10%, no existe una sola persona que, fuera de micrófono, no califique la salida de Sichel como una herida autoinfligida. Y si bien el círculo pasó de cerrado a hermético en cuanto a si retiró o no los fondos, hay voces que aseguran que sí lo hizo. De ser así, dan por seguro que se transformará en una carga incontrarrestable en relación con su credibilidad, factor primordial en la última parte de la carrera.

DECRECIMIENTO CON FACTOR PROVOSTE

Si bien al día de hoy el nombre que se encuentra sobre la mesa en el comando de Sebastián Sichel es el de José Antonio Kast, y que con miras a noviembre pareciera ser un nudo difícil de resolver en buenos términos, debajo de su foto aparece otro rostro que, si bien aún nadie quiere “levantarla” mencionándola, sí ocupa un espacio en la cabeza y estrategia de la campaña oficialista. Se trata de la candidata de Nuevo Pacto Social, Yasna Provoste.

Está claro que, por ahora, la preocupación que genera en varios no tiene asidero ni en los números ni en su puesta en escena –ambos indicadores a la baja–, sino más bien en lo que pudiese llegar a suceder en un futuro cercano.

Y es que, más allá de los análisis que le otorgan al centro político un 10 por ciento o, definitivamente, lo consideran inexistente, se sabe que ambas candidaturas van por un bolsón de votos que ha cambiado la historia electoral en las pasadas presidenciales. Le sucedió a Sebastián Piñera en segunda vuelta en la última contienda, y también a Michelle Bachelet de cara a su última estadía en Palacio. Ambos lograron convencer a un mundo difícil de calificar, pero que, cuando se convence de un proyecto, es capaz de “dar vuelta la tortilla”, reconocen en ambos comandos.

De esta manera, y así lo estiman cercanos a Sichel, cualquier evidencia de crecimiento de la militante democratacristiana significa, “sin dobles interpretaciones”, que se perdió espacio en el centro. Todo lo que sume Provoste –agregaron– es resta para el abanderado de Chile Podemos +.

Por ahora Yasna Provoste marcha entre el tercer y cuarto lugar, dependiendo de qué encuesta se mire, sin poder despegar desde el piso en el que se plantó una vez que ganó la consulta ciudadana con 150 mil votos, número muy lejano del millón setecientos mil que salió a votar en la primaria de Apruebo Dignidad o del millón trescientos mil en el caso del oficialismo.

De todas formas, desde el comando del exministro de Desarrollo Social sus movimientos son seguidos paso a paso, y siempre atentos a lo que cada uno de ellos pueda provocar respecto a un electorado que, si bien parece dormido, como es el de la centroizquierda, se está al tanto de que no ha desaparecido del mapa, se encargaron de señalar.

Otro personero, también cercano al trabajo diario del comando oficialista, lo resumió de la siguiente manera: “Si Provoste crece, me asusto. Si crece, significa que Sichel abandonó el centro”.

LA DESAFECCIÓN OFICIALISTA

Uno de los nudos aún no resueltos en la carrera presidencial de Sebastián Sichel, es el del trato con los partidos del oficialismo, los mismos que le pusieron la firma para que compita en el sector y que hoy son los que sustentan políticamente su carrera al sillón presidencial. Y si bien desde el comando del candidato no trepidan en ningunear el apoyo que significa el despliegue y coordinación territorial de las cuatro tiendas del conglomerado en su favor, cada día que pasa están más conscientes de que para correr la carrera completa necesitan de mayores gestos, los que hasta el día de hoy son calificados como “totalmente insuficientes” desde oficialismo.

Si en un principio no se consideraba a los militantes históricos o de alto perfil para integrar el círculo cercano, con el correr del tiempo tuvieron que abrirse, a lo menos, a integrar personeros cercanos al oficialismo de cada tienda, aunque de bajo perfil, como lo hicieron con sus voceros, Katherine Martorell (RN), Isabel Plá (UDI) y Francisco Undurraga (Evópoli). Tampoco en un inicio se quería sentar al candidato con las bancadas y las directivas, “esa foto arruina la estrategia”, se repetía constantemente. Finalmente, también se tuvo que ceder y, durante las últimas semanas, ha sostenido citas con al menos tres de las cuatro directivas: UDI, Evópoli y RN.

Los encontrones con el senador UDI Claudio Alvarado, al que ninguneó, apuntándolo como “designado” y representante “de la vieja política”, o el haber notificado a la diputada RN Paulina Núñez de que ya no forma parte del proyecto y, previo a eso, poner en cuestión el liderazgo del presidente de la tienda, Francisco Chahuán, más que hechos puntuales, son la evidencia de la necesidad de sostener una candidatura que, aseguran, llegó hasta donde llegó debido principalmente a la persona del candidato y no al conglomerado, insisten sus cercanos.

Todos estos «episodios”, han ido profundizando un sentimiento que nace desde que se le nombró como eventual carta de sector y que tiene que ver con su condición de “impostor”, como suelen calificarlo en la interna, sumando a esto lo que califican como “soberbia” y “cero conexión”, tanto con los partidos como con sus bases.

De esta manera, desde las propias directivas, y de militantes que no son de su línea, las críticas han empezado a salir a flote. Si bien todavía hay conciencia de que no se puede salir a “tirar el mantel” públicamente, ya existen consensos transversales en cuanto a la molestia y hasta “hastío”, como califican la relación con su propio candidato presidencial.

Y uno de los principales cuestionamientos apunta a los que califican como una “nula estrategia”, y culpan de esto precisamente a su círculo más cercano, que es el que toma las decisiones, donde los partidos, poco y nada influyen.

El hecho de que haya tenido que recurrir nuevamente a su historia personal en el último debate, evidencia –puntualizaron– la falta de una mirada más profunda de lo que una carrera presidencial significa. “Pudo haber resultado en primarias”, sostuvieron, pero ahora se necesita posicionarse políticamente y entender frente a quién se está, “lo que se nota que no se ha trabajado”, acusaron.

Trasversalmente se han escuchado reclamos, no solo de los candidatos –a los que “no se les pesca”–, sino también de parte de quienes conforman las maquinarias partidistas, es decir, la coordinación nacional para darle sustento a una idea o despliegue. Según detallan, es tan claro el intento de Sichel por escindirse de las colectividades, que la frase a la que más recurren los voluntarios es que esto es “sin los partidos”.

Desde el comando le bajaron el perfil y señalaron estar al tanto de la desafección que se tiene con su figura, pero insistieron en que la fórmula que habría dado pruebas de su eficiencia es la de “lejos de los partidos”. Una lucha que promete tensionar la campaña oficialista, esto debido a que las tiendas –en voz de sus propios representantes– no se van a conformar con solo ser un actor de “tercera categoría”, que es el sentir actual de su rol en medio de la contienda electoral. (Por Hernán Leighton, El Mostrador)

Venezolanos en Iquique rechazan oferta de embajador de «Vuelta a la Patria»

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó el domingo activar el «Plan Vuelta a la Patria» para el retorno de sus ciudadanos que están en Chile, luego de registrase una manifestación en contra de la migración en Iquique, la cual culminó con la quema de pertenencias de algunos venezolanos.

A raíz de esta medida y según consignó T13, el embajador de Venezuela en Chile, Arévalo Méndez, viajó a Iquique y se dirigió hacia un campamento de compatriotas ubicados en una playa Iquique para ofrecerles un vuelo de repatriación.

«Ofrecemos un retorno a Venezuela, ¿cuándo? Es posible en grupo esta misma semana. Si reunimos 50 acá en Iquique que quieran irse, el avión pasaría a recogerlos acá», consigna el audio de T13.

La mayoría de los ciudadanos presentes se mostraron en contra de la medida y rechazaron la oferta, pues aseguraron que se fueron de su país por la crisis humanitaria: «No queremos saber nada de Venezuela hasta que tengamos algo«, «el salario mínimo en Venezuela son 3 dólares y una cubeta de huevos», «que agarre ese avión y se vuelva a su país sólo», fueron alguna de las respuestas que recibió Méndez.

Ante esto, el embajador de Venezuela en Chile sostuvo que «estas son consecuencias del bloqueo, en 2015 la situación era distinta» y recalcó en que existen ánimos de colaborar para solucionar la crisis de migración que se vive en Chile, mediante la repatriación.

Cabe señalar que el «Plan Vuelta a la Patria» es un programa que fue creado en 2018 por el Gobierno de Venezuela con la finalidad de repatriar a aquellos venezolanos en el extranjero que «se encuentran en una situación económica precaria» y desean volver al país con vuelos de la aerolínea estatal Conviasa.

Los ciudadanos que deseen postular a este plan deben tener la nacionalidad venezolana y es necesario que manifiesten su deseo voluntario de volver a su país de origen. (Emol-T13)

P. Núñez (RN): «Campaña de Sichel queda herida, pero no está muerta»

Luego de la aprobación ayer con votos oficialistas del cuarto retiro de fondos de pensiones en la Cámara, la diputada Paulina Núñez (RN), afirmó que si bien la campaña de Sebastián Sichel «queda herida, pero no está muerta», aunque debe dejarse ayudar por el oficialismo.

En entrevista con Radio Universo, la diputada Núñez fue consultada por cómo queda la campaña de Sichel, quien se jugó por una postura contraria al cuarto retiro, señalando que ésta «queda herida, pero no está muerta y creo que cuando alguien tiene una herida entre más ayuda reciba mejor, pero hay que dejarse ayudar. Y lo digo de una posición de mucha humildad y no pretendo ni arrogancia ni estar primera en fila ni mucho menos, simplemente que aquí para sacar adelante esta campaña la tenemos que empujar entre todos».

A su juicio, «lo que no puede ocurrir es estar dejando de lado, castigando lo que sea a los parlamentarios que votamos a favor, al contrario, yo creo que hay que sumar y es una cuestión tan evidente».

«Yo creo que aquí se han cometido varios errores, por ejemplo, yo misma cuando voy al comando, me saco la foto, yo estoy haciendo campaña por Sebastián Sichel, voy a trabajar para que sea el próximo Presidente de Chile y en ningún caso votamos en contra de Sebastián Sichel, nosotros votamos a favor de un cuarto retiro y cada uno responderá de su voto», sostuvo.

Y agregó que «él (Sichel) optó por marcar posición respecto de que estos retiros son malos y producen un daño y la inflación y todo lo que hemos escuchado y por otro lado, dejar el terreno de un candidato presidencial que está para plantear, para proponer, para meterse firme en un nuevo sistema».

Según Núñez, «una cosa es ser independiente y tratar de plantearle al país una mirada distinta alejado de los partidos y otra cosa es no entender que aquí o se gana con todos o se pierde con pocos».

Con ello, recalcó que «muchos terminan tratando de populistas a quienes votamos a favor, tirándonos el tema de la inflación en la cara, como si esas cosas se produjeran con el cuarto retiro, perdón pero las malas decisiones y la incapacidad de tener un sistema de pensiones, más allá de que afectan más y por eso mismo creo que si no vamos a seguir con los retiros es el momento de poder tener un nuevo sistema de pensiones«.

Finalmente, Núñez cree que los dichos del titular de la Segpres, Juan José Ossa, respecto a que tenían los votos para frenar el retiro, provocó que «aquellos parlamentarios que estaban más calladitos les sirvió para decir saben qué más votemos a favor», añadiendo que esto fue «una cadena de errores».

ANÁLISIS DE EX ANTE

Los principales presidenciables se manifestaron contra el cuarto retiro – aprobado este martes- cuando se inició el debate sobre el tema, pero ninguno fue capaz de sostener esa posición o lograr que sus coaliciones los siguieran. Sichel inicialmente se jugó por entero y prometió represalias a quienes tomaran otro camino, pero después se replegó y el tema lo complicó al no responder si él ha efectuado retiros. Boric cambió de posición y ofreció una fórmula paliativa que no llegó a puerto. Provoste se refugió en la ambigüedad hasta casi el momento final. Kast es un caso aparte dado que solo cuenta con 3 parlamentarios, que lo siguieron.

La ilusión de La Moneda y el tropezón de Sichel. Cuando el gobierno sufrió la peor derrota de su período en el Congreso -en abril, con la aprobación del tercer retiro de fondos de la AFP- en el palacio presidencial señalaron que la única forma de poner orden en la coalición oficialista era esperar el resultado de las primarias de Chile Vamos, de la cual emergería un presidenciable empoderado y capaz de poner orden entre los parlamentarios.

  • Tras vencer la interna oficialista, Sebastián Sichel tomó ese desafío y los resultados fueron mucho más adversos que los peores pronósticos de su círculo más cercano. Primero, se jugó su capital político por cuadrar a los parlamentarios oficialistas señalando que no iba a apoyar a quienes respaldaran el cuarto retiro y su vocera, Katherine Martorell, protagonizó un pugna con la diputada Paulina Núñez recriminándole haberse sacado una foto con el candidato y después haberse manifestado a favor de la iniciativa.
  • Acto seguido, el presidenciable conminó en términos duros al presidente de RN a disciplinar a sus parlamentarios. La maniobra salió mal y Sichel terminó marginándose de la tarea de hacer gestiones personales con los parlamentarios, la prueba final de que la esperanza de La Moneda de que se podría restablecer el orden tras las primarias era una ilusión. Nuevamente fueron los ministros de la Segpres, Juan José Ossa, y el de Hacienda, Rodrigo Cerda, quienes se encargaron de la tarea.
  • En total, 18 de 72 diputados oficialistas optaron por la aprobación de la medida, que venció en la Cámara por 94 a favor, 39 en contra y 9 abstenciones.
  • Pero tal vez lo peor ocurrió en vísperas de la votación, cuando Yasna Provoste conminó a Sichel a transparentar si había retirado fondos de la AFP pese a haberse opuesto a esa iniciativa en todas sus etapas. La respuesta de Sichel fue replicar que la pregunta era “una trampa oscura”, con lo que dejó a todos convencidos que sí lo había hecho pero no era capaz de admitirlo.
  • Según integrantes de su círculo cercano, el presidenciable retiró fondos en la primera ocasión que se aprobó la iniciativa. El problema para su liderazgo no es tanto que haya ejercido un derecho, más allá de que estaba en contra, sino que su incapacidad de reconocerlo puede poner un manto de duda sobre su transparencia.

La vuelta de carnero de Boric. Cuando se empezó a discutir el cuarto retiro, el candidato de la coalición FA-PC señaló que era una “irresponsabilidad seguir desangrando los ahorros de los trabajadores”, discurso en línea con las señales de moderación que busca trasmitir tras su triunfo sobre Daniel Jadue.

  • Sin embargo, ante su incapacidad de convencer a su coalición de seguirlo, cambió de discurso y señaló que era una candidato que “sabía escuchar” y por eso había cambiado su postura. En línea con su discurso de moderación, presentó una fórmula para minimizar los efectos adversos del cuarto retiro.
  • En realidad, la fórmula sonaba más como un paliativo destinado a justificar su cambio por presiones de su coalición que una medida contundente: solo afectaba a un 4% de quienes pueden hacer el retiro. Boric, eso sí, logró que su coalición lo siguiera en esa propuesta, que hacía poca diferencia finalmente.

Provoste: De “una mala política” al respaldo. Cuando el gobierno decidió subir el Ingreso Familiar de Emergencia por encima de la línea de la pobreza, la candidata DC señaló que el cuarto retiro era una mala política pública y manifestó reparos por los efectos inflacionarios. De hecho, todos sus técnicos estaban en contra de la medida.

  • Tras semanas de mantenerse indefinida sobre su posición, Provoste tomó una posición a favor del retiro -una postura con respaldo mayoritario en su coalición- en el debate presidencial. Según su círculo cercano, hasta el último día antes de definirse, la candidata tenía dudas sobre qué camino tomar.
  • Su dilema -como reconocen en forma reservada miembros de su comando- era el siguiente: no pagar un costo electoral por el rechazo o dar una señal de gobernabilidad y responsabilidad, lo que de paso le permitía diferenciarse de Boric. Finalmente, tomo la última opción.
  • Aprobado el retiro en la Cámara, Provoste deberá alinear a los senadores de centroizquierda, varios de los cuales han manifestado su rechazo a la iniciativa por sus efectos inflacionarios.

Saldo final: Dado el enorme consenso técnico del costo del cuarto retiro para la economía – y especialmente para los sectores más desfavorecidos- y los problemas de liderazgo que salieron a la luz durante la discusión del cuarto retiro, ningún candidato sale incólume. (Emol-Universo-Ex Ante)

No hay incoherencia-Gerardo Varela

Dichos de Jaime Bassa-Juan Ignacio Correa

Apuestas de Republicanos a las parlamentarias: 6 senadores y 141 diputados

El buen desempeño de José Antonio Kast en el debate televisivo de la semana pasada, junto a su alza en las encuestas, ha llevado al Partido Republicano a subir sus apuestas no sólo en la carrera presidencial, sino que también en la parlamentaria.

Es que junto con sus expectativas de que el ex diputado UDI pase a segunda vuelta, la colectividad además espera conseguir un número importante de legisladores en los comicios de noviembre.

Según la última encuesta Cadem, Kast se ubica en el tercer lugar con un 13% de apoyo, quedando así a sólo cuatro puntos de la carta de Chile Podemos Más, Sebastián Sichel, quien obtuvo un 17%. Mientras que el abanderado de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, consiguió un 23%.

Cifras que en Republicanos ven como un buen precedente para Kast e incluso para sus candidatos al Congreso, cuya votación podría verse influenciada por la de su presidenciable.

En el entorno de Kast también recuerdan que las condiciones son distintas a las del 2017, cuando el ex parlamentario levantó una campaña «más simbólica» y que buscaba promover ciertas ideas.

Hoy, en cambio, cuenta con una estructura partidaria a nivel nacional y con 6 postulantes a senadores y 141 a diputados, a quienes califican como «la primera línea» de la candidatura a La Moneda.

Y si en la presidencial pasada el ex diputado alcanzó casi un 8% de votación, esta vez aspiran a duplicar esa cifra.

¿EFECTO ARRASTRE?

Cuánto de su capital político podrán los presidenciables traspasar a su elenco parlamentario es un tema que genera dudas en más de un sector, aunque varios tienen sus proyecciones.

Consultado al respecto, el secretario general del Partido Republicano, Antonio Barchiesi, dijo a Emol que «el candidato presidencial termina influyendo en el resultado de la lista parlamentaria, y yo lo que espero es que la lista del Frente Social Cristiano, de Republicanos y el Partido Conservador Cristiano, no esté por debajo del 70% de la votación de José Antonio Kast».

De cumplirse ese escenario, Barchiesi señaló que «podríamos elegir unos diez a doce diputados. Eso va a depender mucho del resultado presidencial, de cómo se despliegan los candidatos en la campaña, y de que logremos que las personas que voten por José Antonio lo hagan también por nuestra lista parlamentaria».

Dicha proyección, agregan otras fuentes, podría cumplirse al máximo dependiendo de algunos factores, por ejemplo, el que Kast pase al balotaje de diciembre y el desarrollo del resto de la campaña electoral.

CARTAS AL CONGRESO

En el partido ven como una posibilidad la idea de elegir entre diez a doce diputados, lo cual les permitirá conformar una bancada en el Congreso. Así, el secretario general enfatizó que «tenemos una buena lista parlamentaria, con candidatos competitivos en prácticamente todos los distritos del país, no tengo dudas de que el próximo año Republicanos entrará al Congreso con un buen número de parlamentarios».

Al interior de la colectividad identifican algunas cartas que podrían tener posibilidades de ser elegidas en noviembre, así algunos destacan en el distrito 1 al ingeniero Marcelo Zara; en el distrito 2 en Tarapacá a Leonardo Solari; en el distrito 3 a Marcelo Ruz y en el distrito 5 a Ronald Brant, Andrés Guerra, Cristián Aguirre y Myriam Benítez. Zonas en que el tema de la migración es una preocupación en estos días.

En el caso de la Región de Valparaíso, algunos personeros de la tienda ven posibilidades en el desempeño de la ingeniera agrónoma Chiara Barchiesi y Dan Hormachea en el distrito 6 y del abogado Luis Fernando Sánchez y Paul Sfeir en el distrito 7.

En la Región Metropolitana destacan opciones en el distrito 8 donde compiten candidatos como el abogado Agustín Romero, Luz Espinal y Jean Bonvallet; en el distrito 9 donde están los aspirantes José Carlos Meza y Margarita Garrido y en el distrito 10 de Santiago con sus cartas Johannes Kaiser, Carolina Garate y José Miguel Vallejo.

Emblemático es el distrito 11 -de Vitacura, Las Condes, Lo Barnechea, La Reina y Peñalolén– para la centroderecha y si bien será una competencia reñida allí con los candidatos de Chile Podemos Más, creen que sus ex postulantes a alcalde Cristián Araya y Gonzalo De La Carrera, tienen posibilidades de ser electos.

También se ven con una alternativa en el distrito 12 donde compiten Patricio Muñoz y el abogado Maximiliano Murath y en el distrito 14 con Juan Eduardo Irarrázabal.

Más al sur apuestan por el distrito 15 con Fuad Hamed; el distrito 17 con Benjamín Moreno; el distrito 19 con Freddy Blanc y el distrito 21 donde compite el actual diputado Cristóbal Urruticorchea (ex RN) y Solange Etchepare.

En La Araucanía ven opciones en el distrito 22 con el candidato Enrique Estay y en el distrito 23 con Stephan Shubert y Mauricio Ojeda.

Luego en Los Ríos apuestan por el distrito 24 con Leandro Kunstmann; en el distrito 25 en Los Lagos por el diputado Harry Jürgensen (ex RN) y Marisol Bañares y en el distrito 26 por Jairo Quinteros.

Y en el distrito 28 apuestan por Maximiliano Cárcamo. Y aunque saben que es difícil la competencia senatorial, esperan tener un un buen desempeño en la contienda por la Región Metropolitana donde compite el ex diputado RN Rojo Edwards.(Emol)

La izquierda y la política de la identidad-Eleonora Urrutia

El lunes comenzó la votación de los textos que darán forma al funcionamiento de la Convención Constitucional. Y aunque se pueda pensar que solo es el reglamento y no el fondo de los contenidos, bien se sabe lo trascendente del tema. Para muestra, un botón: en la discusión se rechazó incluir el término “República de Chile” y se lo reemplazó por la “plurinacionalidad”, palabra que recorrió muchos artículos.

El plurinacionalismo hace referencia a la coexistencia de diversos grupos dentro de una misma nación; en él conviven varias naciones que forman un cuerpo dentro de la comunidad. El estado plurinacional implica la existencia de múltiples comunidades políticas y, por lo tanto, no hay un solo país. Un estado plurinacional se forma a través de una descentralización política y administrativa justificada en la heterogeneidad cultural.

¿Cómo se puede entender que la Convención Constituyente niegue a la República? Para interpretar lo que sucede hoy en Chile, hay que ahondar en los procesos históricos que explican la naturaleza de lo que está pasando. Podríamos resumir en que, si bien la derecha acabó militarmente a tiempo con Allende y la izquierda, no logró derrotarla políticamente y, desde entonces, esta se preparó para cambiar el terreno de juego. Hoy se juega con sus reglas.

La revolución molecular

En los últimos años se ha vuelto mucho sobre los mandamientos gramscianos respecto de marxismo cultural y la penetración de sus preceptos en la educación y la cultura. Pero aun cuando el italiano era una mente adelantada para su tiempo, era vieja para explicar las multicausalidades de los 70 y 80 y, como Marx y Engels, se había perdido el convulso y diverso siglo XX y sus dispositivos institucionales. En otras palabras, el paradigama gramsciano ponía un filtro socialista en la cultura capitalista, pero lo hacía dentro del marco institucional “capitalista/patriarcal/heteronormativo”, cuando otro tipo de revolución ya se estaba gestando en el mundo, de forma hiperconectada, polisemántica y “molecular”.

En su Revolución Molecular, Guattari vino a señalar con el diario del lunes -que no tenían Marx, Engels, ni Gramsci- una serie de premisas acerca de las formas de subvertir el poder, una nueva política revolucionaria que, lejos de la política agonal plasmada en partidos o gobiernos, debía organizarse a través de la acción nómade más cercana a la concepción de guerrilla. La característica determinante de su propuesta era la prescindencia de la jerarquía. Ni líderes, ni voceros, ni marcos jerárquicos. La jerarquía sería vista como un resabio patriarcal a combatir o, para ser más exactos, deconstruir. La lucha contra el capitalismo no residiría ahora en la oposición tradicional sino en la creación de una multitud de líneas de fuga y de auténticos sistemas de vida alternativos que detonen las relaciones dominantes heterocentradas y el familiarismo burgués. Es una especie de guía universal de lucha social que se lograría a través de la “micropolítica del deseo” que intervenga en todo: sensibilidades, tensiones, deseos y frustraciones, que construyan múltiples oposiciones a la institucionalización.

Es de esta tradición de pensamiento político que la izquierda chilena entiende que la identidad de los sujetos que harán la revolución no está predefinida, no es siquiera esencial, sino que debe ser construida. No es la clase obrera el mesías de la historia ni la lucha de clases la forma de hacer la revolución. La izquierda debe curarse de esa patología política llamada economicismo, que la derecha nunca deja de padecer, y abrirse a la multiplicidad de antagonismos: hombres/mujeres, heterosexuales/homosexuales, adultos/niños, sanos/enfermos, blancos/negros, nacionales/inmigrantes, colonizadores/indígenas, humanos/animales.

El modelo es “cultural” precisamente en el sentido que desplaza la sustancia del antagonismo de lo económico a lo cultural. Las demandas económicas no desaparecen, pero ceden protagonismo a luchas por significados, formas de vida, interpretaciones, deseos. De ahí que hoy resulte más familiar la palabra “opresión” que la palabra “explotación”. Y el modelo es “molecular”, porque los antagonismos descienden a la vida de todos los días, a las relaciones personales, a la propia experiencia de la intimidad. La politización total de la vida configura vidas atravesadas por conflictos y luchas permanentes contra todo.

En efecto, la naturaleza de lo que está pasando en Chile es más molecular que hegemónica. No aspira a ninguna conducción; no aspira a la conformación de identidades políticas agregadas más o menos estables. Al contrario, su fuerza reside en la multiplicidad inconexa que se amontona en el ataque y se dispersa a continuación, para repetir el proceso una y otra vez. La solidaridad orgánica de la hegemonía es mera yuxtaposición: una molécula al lado de la otra, sin hacer de ellas algo más grande que ellas mismas. Feministas, homosexuales, anarquistas, comunistas, estudiantes, indigenistas, inmigrantes, antiespecistas… no aspiran a ser el Pueblo como en el populismo de Kirchner o Chavez (“Chávez no soy yo, Chávez es el Pueblo”), sino que se encuentran entre sí en la negación de la República de Chile, de su sociedad, sus instituciones, sus tradiciones, su historia. De aquí que la nueva Constitución se vea, paradójicamente, más como final que como inicio. Lo importante no es lo que puede empezar, sino lo que debe terminar. La izquierda gusta más de destruir que de construir. Para construir jamás ha servido.

El relato mató al dato

La centroderecha pensaba que gobernaba el país simplemente porque el modelo económico no sufría grandes alteraciones cuando la centroizquierda se hacía con el poder. Lo que no se entendió es que lo único que gobernaba era la economía, pero el control había sido sustraído por los “hacedores de palabras”, como los llamaba Robert Nozick. Y así, el relato finalmente mató al dato. La forma de ver el mundo se desentendió de la forma de consumir en el mundo. No alcanzó con el televisor más grande, ni con el teléfono celular más ligero. La ideología del centro comercial no tuvo nada que hacer frente a las marchas estudiantiles, las insurrecciones en nombre de indígenas, los himnos feministas y los happenings posporno del LGBT. Más aún, la forma de consumir en el mundo se puso al servicio de la forma de ver el mundo: los centros comerciales vendieron revolución en la forma de camisetas de H&M con estampados feministas.

Guattari se regocijaba que la centroderecha liberal no viera venir este cambio. En Líneas de fuga decía que los tecnócratas liberales “para intentar hacer frente a las mutaciones sociales que algún día podrían hundirlos, se esfuerzan en hacer concesiones sobre asuntos que no cuestionan los fundamentos esenciales de los poderes capitalistas”, volviéndose incluso contra su propio electorado. Ese control en verdad es confusión, es identificación. Lo es en el caso del apoyo a la agenda de género como refuerzo de la libertad individual, y lo es en la negación de la guerrilla terrorista de los ´70 como concesión a la izquierda del monopolio sobre el pasado. Así, la revolución impone su agenda, sus categorías, su lenguaje y sus poses. Saben muy bien que no hay que llegar al gobierno para hacerse del poder, sino más bien hacerse del poder para gobernar, aun cuando otros fantasean que manejan el timón.

¿Por qué el sistema no se alerta respecto de la revolución molecular? Quizás porque la alteración de los parámetros sociales no interfiere con las elites del poder. Las luchas de la nueva izquierda son mucho más digeribles si se contentan con la instalación del lenguaje inclusivo en la educación estatal o el cupo trans en el empleo del estado. Las demandas de revolución molecular comenzaron demandando más intervención y control, en lugar de más libertad, y todos ganaron. Pero la identidad es un término peligroso. Siempre acaba reafirmándose por oposición a alguien o a otro colectivo. El proceso civilizatorio, precisamente, es aceptar al diferente y mirar con curiosidad al que está más allá de mi tribu, no encerrarme en ella, sino tener voluntad de entendimiento y de comunicación con el distinto y diferente. El culto a la identidad suele acabar con dogmas inquisidores y autos de fe. Lo que nos une como personas cede ante lo que nos diferencia, distingue y enfrenta.

Lo que vive hoy Chile es el fruto de un proceso histórico de décadas. Entregar los valores, la historia, el arte, el cine, los medios de comunicación, en una palabra, la cultura y sus instituciones a la izquierda, ha significado un precio muy alto. Esas aglomeraciones de pequeños colectivos identitarios hoy invocan presuntos derechos históricos, singularidades y sentimientos frente a la igualdad ante la ley y la libertad. Pero ser chileno, o por caso ser europeo, o estadounidense o australiano, significa que ni la procedencia, ni el aspecto, ni la religión, ni los sentimientos ni las influencias culturales -es decir, nada de lo que conformaría una supuesta identidad- afectan a los derechos y obligaciones. Existen -y son idénticos a los del vecino- sólo en razón de la pertenencia a una comunidad democrática de derechos y libertades.

Hay que evitar olvidar la lección. Occidente pudo construir un mundo en paz y libertad cuando le ganó la guerra a la identidad. Ahora, por culpa, condescendencia o miedo está permitiendo que la identidad se cuele por la rendija de la corrección política. El desafío de Chile no consiste en casar fuerzas armadas con el PC o a las feministas con el Opus Dei. Consiste en reafirmar la idea de república. Forjar individuos idénticos sólo ante la ley, vinculados por unos valores universales y superiores, libres, democráticos, cosmopolitas y adultos.

Para ello tal vez sea necesario asumir formas más audaces de oponerse al indisimulado objetivo de cambiar, no ya de sistema político, sino de sistema social. El discurso de oponerse a la agenda socialista agota. Hay que presentar una narrativa que desplace los términos del relato político hacia escenarios que le resulten incómodos a la izquierda. La izquierda no se siente cómoda cuando se la confronta con su relación ambivalente con las actuales tiranías, y presenta reacciones despóticas cuando se plebiscitan temas que considera zanjados por la corrección política. Es, sin dudas, en esos pliegues de la cultura cívica donde existen más  subjetividades canalizables que en planteos rancios y que han probado ser poco seductores como la eficiencia de gestión o la institucionalidad jurídica. (El Líbero)

Eleonora Urrutia

Demagogia y populismo

Desde la antigua Grecia que la demagogia es la enfermedad de la democracia. La monarquía deviene en tiranía, la aristocracia en oligarquía y la democracia en demagogia. Eso nos enseñaron los griegos y los clásicos del pensamiento político.

En América Latina, el populismo es el nombre que recibe, históricamente, la demagogia: “Querido amigo: déle al pueblo, especialmente a los trabajadores, todo lo que pueda. Cuando a usted le parezca que les ha dado mucho, déles más. Verá el efecto. Todos tratarán de asustarle con el fantasma de la economía. Es todo mentira. Nada hay más elástico que esa economía que todos temen tanto, porque no la conocen” (carta de Juan Domingo Perón a Carlos Ibáñez, 1953).

Inflación, déficit fiscal crónico, crisis recurrentes de balanza de pagos, inestabilidad macroeconómica, bajo crecimiento y empobrecimiento fueron el legado de tan sui generis concepto sobre la elasticidad de la economía. Argentina nunca pudo recuperarse, hasta el día de hoy, de esa concepción “heterodoxa” de la economía.

No se crea que por casa estuvimos muy alejados de esa realidad. Desde la década de 1940, el dolor de cabeza de todo gobernante fue la inflación, que, como sabemos, golpea especialmente a los trabajadores asalariados. El déficit fiscal, las crisis de balanza de pagos y la inestabilidad macroeconómica fueron parte de nuestro paisaje económico.

La iniciativa exclusiva del Ejecutivo en materia económica fue una manera de contener las presiones políticas desde el Parlamento. Eso ya estuvo presente en la Constitución de 1925 en materia de presupuesto (el desencuentro constitucional en esta materia había sido uno de los factores que condujo a la Guerra Civil de 1891). El Presidente Juan Antonio Ríos dio otro paso en tal sentido, en 1943, y fue el Presidente Eduardo Frei Montalva, en 1970, el que extendió la iniciativa exclusiva al ámbito previsional y de la seguridad social.

Cuando recuperamos la democracia, en 1990, decidimos hacer las cosas bien, bajo el liderazgo de la Concertación y la centroizquierda. Decidimos que era posible avanzar simultáneamente en materia de crecimiento, reducción de la pobreza, apertura externa, responsabilidad fiscal y estabilidad macroeconómica. El resultado de todo lo anterior es que Chile pasó del sexto al primer lugar en América Latina, en materia de ingreso per cápita, y logramos, bajo los 20 años de la Concertación, la más radical reducción de la pobreza en el mundo entero. Por cierto, nadie osó revisar la iniciativa exclusiva en materia económica y menos en el ámbito previsional.

Pues bien, la aprobación por parte de la Cámara de Diputados del cuarto retiro en materia previsional empieza a tirar por la borda todo lo anterior. De nada sirvió extender el IFE y que este beneficie a 7,5 millones de personas, 5,5 millones de las cuales han mantenido el trabajo y el sueldo (para ellas, el IFE es un sobresueldo). De nada sirvieron las reiteradas y fundadas advertencias del presidente del Banco Central en materia inflacionaria (se calcula que la inflación llegará a 5,7% producto de este retiro). De nada sirvieron las advertencias de economistas de gobierno y oposición sobre los perniciosos efectos del cuarto retiro en un contexto de sobrecalentamiento de la economía. Y lo que es peor: los diputados no tuvieron ningún reparo al momento de tener que recurrir a un resquicio constitucional para aprobar el retiro de fondos previsionales, tirando por la borda la reforma constitucional de Frei Montalva en 1970.

Hay una agravante en el caso de los parlamentarios que se dicen “progresistas”: no tuvieron ningún problema en transformar al ahorro obligatorio —que es la esencia de la seguridad social— en ahorro voluntario, y en disminuir las pensiones de los trabajadores en momentos en que se discute cómo subirlas, afectando especialmente a las mujeres. Por algo el diputado Pepe Auth argumentó, desde un principio, que estos retiros eran (y son) un exocet a la seguridad social.

Chile se vuelve a encaminar por una espiral de inflación, déficit fiscal y endeudamiento público, creando una situación completamente artificial en el corto plazo, a la vez que comprometiendo las bases del crecimiento y el desarrollo en el mediano plazo. Es de esperar que el Senado, como cámara revisora, enmiende esta decisión, restableciendo la sensatez y la cordura. (El Mercurio)

Ignacio Walker