El actual presidente francés y candidato a la reelección, Emmanuel Macron, ha sido el más votado (28,6%) en la primera vuelta de las elecciones francesas celebrada este domingo 10 de abril.
El próximo 24 de abril disputará la presidencia con la candidata ultraderechista, Marine Le Pen (24,4%), según el sondeo a pie de urna de Ifop-Fiducial.
El tercer candidato más votado fue Jean-Luc Mélencho, de izquierda, quien ha obtenido un 20,2% de las papeletas, según este estudio.
Muy por detrás quedan el otro candidato de extrema derecha, Éric Zemmour (6,8%); el candidato ecologista, Yannick Jadot (4,8%) y la candidata conservadora, Valérie Pécresse (4,6%). Jean Lassalle, Fabien Roussel, Anne Hidalgo, Nicolas Dupont-Aignan, Philippe Poutou y Nathalie Arthaud no superan el 4%.
Las encuestas a pie de urna de OpinionWay, Ipsos-Steria, Harris Interactive y Elabe también sitúan a Macron y a Le Pen en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
MACRON AGRADECE PERO ADVIERTE: «NADA ESTÁ DECIDIDO»
El Presidente francés, Emmanuel Macron, que encabezó la primera vuelta de las presidenciales de este domingo, tendió la mano a todos los electores y se dijo dispuesto a «inventar algo nuevo para unir convicciones y sensibilidades diversas» de cara a la segunda vuelta.
«Su confianza me honra y me compromete (…) No nos equivoquemos. Nada está decidido. Y el debate que tendremos en los próximos quince días es decisivo para nuestro país y para Europa», afirmó Macron, que ronda el 28% de los votos de la primera ronda, según las estimaciones, cinco puntos más que Marine Le Pen, con quien se jugará la presidencia el 24 de abril.
En la Puerta de Versalles, el mismo lugar en el que celebró en 2017 su paso a la segunda vuelta, también ante Le Pen, el jefe de Estado pidió no escatimar esfuerzos y se comprometió a hacer lo mismo para renovar su mandato.
Su proyecto, dijo, es «el único» que puede responder en favor del poder adquisitivo y de los trabajadores y en contra de la pobreza. «Quiero tender la mano a todos aquellos que quieren trabajar por Francia (…) Quiero convencerles en los próximos días de que nuestro proyecto responde con mayor solidez que el de la extrema derecha a los miedos y los desafíos de la época«, añadió.
Macron, que acudió a la celebración de la noche electoral con su esposa, Brigitte, dijo querer una Francia «que supere el reto climático y ecológico» y que se oponga «al separatismo islamista» y a quienes prescriben a los musulmanes y a los judíos «comer como lo prescribe su religión».
Su discurso, sin aires triunfalistas, agradeció que la mayor parte de los aspirantes derrotados hayan pedido el voto a su favor, y dijo ser consciente de que ese respaldo no supone un apoyo directo a su programa.
«Algunos me votarán para detener a la extrema derecha. Sé que no será un apoyo al proyecto que represento y lo respeto», recalcó el Presidente saliente, que admitió que cuando la extrema derecha tiene tanto peso en el país «no se puede considerar que las cosas van bien» y hay que convencer a esa parte de la población «con mucha humildad y respeto».
LE PEN: «SE JUEGAN DOS VISIONES DE SOCIEDAD»
En tanto, Marine Le Pen, que rondó el 25 % de los sufragios según las estimaciones, señaló que «el próximo día 24 se juegan dos visiones de la sociedad, la de la división y el desorden o la de la unión de los franceses en la justicia social y la protección. Todos los que no han votado a Macron están invitados a sumarse a esta unificación».
Además, aseguró que asume «la responsabilidad de levantar el país» y se puso «al servicio de todos los franceses» para defender su visión del país, basada en la tradición, la lucha contra la inmigración y la seguridad.
«Veo la esperanza de las fuerzas que quieren levantar el país», dijo Le Pen, que consideró que Francia se divide entre «dos visiones diferentes de la sociedad» y que lo que elijan los franceses «no marcará solo los cinco años siguientes, sino los próximos cincuenta».
Pero prometió «poner orden en Francia en cinco años» y repitió algunos de los puntos esenciales de su programa, como la introducción de la iniciativa popular para celebrar referendos o «un sistema sanitario accesible a todos y una vivienda decente«.
«Quiero crear un Estado protector que garantice la libertad de todos. Mi ambición es unir a los franceses, convertir a Francia en una potencia de paz, un país que vuelva a tener grandeza», afirmó, aclamada por sus partidarios que gritaban «Marine presidenta».
MAYORÍA DE CANDIDATOS DERROTADOS LLAMAN A FRENAR A LE PEN
El paso a la segunda vuelta de la candidata ultraderechista a las presidenciales francesas, Marine Le Pen, fue recibido este domingo con un llamado generalizado de los aspirantes derrotados para frenar su candidatura en favor del actual jefe de Estado, Emmanuel Macron.
«No hay que darle ni un solo voto a Le Pen», dijo el líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon, que según las primeras estimaciones de voto quedó en tercera posición con el 21,2%, por detrás de Macron (28,3 %) y Le Pen (23,3 %).
En esa misma línea se expresó la conservadora Valérie Pécresse, empatada con el ecologista Yannick Jadot con el 4,8 %. «Votaré por Macron para impedir la llegada al poder de Le Pen y el caos resultante», afirmó.
«No soy la dueña de los sufragios recibidos, pero pido a mis electores que me han honrado con su confianza que sopesen en los próximos días las consecuencias potencialmente desastrosas para nuestro país y las generaciones futuras de cualquier decisión diferente a la mía», agregó.
La socialista Anne Hidalgo, que encabezó una derrota histórica para su partido, con apenas el 1,7 %, admitió su propia derrota y solicitó igualmente apoyo para Macron.
Estos resultados y la elevada abstención, en su opinión, muestran una Francia dividida y con la extrema derecha en las puertas del poder: «Les pido votar contra la ultraderecha de Le Pen», apuntó la alcaldesa parisina, de origen español. Esa necesidad de unión contra la representante de Agrupación Nacional fue compartida por el ecologista Jadot y por el comunista Fabien Roussel (2,4 %).
El único que se pronunció de forma clara en favor de Le Pen fue el también ultraderechista Éric Zemmour, que según las primeras estimaciones del instituto Ifop recabó el 7,2 % de los sufragios de esta primera vuelta. «Hay frente a ella un hombre que ha hecho entrar a dos millones de inmigrantes, que no ha dicho una sola palabra de seguridad e inmigración en la campaña. Yo no me equivocaré de adversario», concluyó ante su militancia. También anunció su apoyo a Le Pen el soberanista Nicolas Dupont-Aignan (2,1 %). (La Tercera-Emol Europa Press EFE)