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Los puertos no pueden seguir esperando-Claudio Hohmann-Juan E. Errázuriz

Tras la inauguración del puerto de Chancay en Perú, una inversión de origen mayoritariamente chino, se ha generado preocupación sobre la competitividad de los puertos chilenos y, por ende, de nuestras exportaciones.

A pesar de las capacidades del nuevo puerto, todo indica que los productos chilenos de exportación seguirán utilizando los terminales portuarios nacionales. Para lograrlo, la eficiencia de su operación se constituye en un objetivo estratégico que debe ser perseguido con ahínco. El sistema portuario chileno exhibe brechas que deben ser superadas más temprano que tarde, especialmente ahora que se incrementan las opciones de transferencia de carga en la región.

Desde 2014 se viene elaborando un proyecto de ampliación del puerto de San Antonio, el denominado Puerto Exterior, que considera la construcción de un molo de abrigo de, aproximadamente, cuatro kilómetros de longitud, que aumenta a más del doble la capacidad de transferencia del puerto. Este proyecto requiere de la respectiva aprobación ambiental, un desafío no menor en un contexto donde estos permisos tienen un plazo de aprobación casi infinito. En el actual escenario, no parece razonable que la realización de esa importante obra de expansión portuaria, cuya construcción concluiría a mediados de la próxima década, vaya a demorar más de 20 años —posiblemente más— desde la gestación de la idea en la década pasada.

Por otro lado, el acceso ferroviario a los puertos de la zona central no alcanza al 5% de la carga transferida por esos terminales actualmente. En los países desarrollados se aproxima al 50%. En esta materia, la espera de una década para mejorar los accesos del modo ferroviario a los puertos y postergar las mismas, no se justifica ni económica ni socialmente.

A su vez, nuestros servicios portuarios se vuelven relevantes para los países vecinos. Debemos impulsar con ellos la construcción de corredores bioceánicos en el norte del país, para transportar productos del sur de Brasil, norte de Argentina y Paraguay por las bahías de Iquique y Mejillones, así como en la zona de Concepción y Coronel, para los productos del sur de Argentina. Dichos corredores bioceánicos han sido proyectados y son viables económicamente. Solo resta la decisión política y el financiamiento para materializarlos.

Estos proyectos de infraestructura y logística deberían ser parte de las agendas políticas de los candidatos que aspiran a presidir el país en 2026. Son piezas indispensables para recuperar el crecimiento económico que anhelan los chilenos. (Emol)

Claudio Hohmann
Juan Eduardo Errázuriz

Pepe Mujica, de profesión exguerrillero

¿Cuánto queda del otrora comandante Facundo en el político y ex Presidente uruguayo, José Mujica? Probablemente ni él mismo esté en condiciones de contestar dicha pregunta. Será tarea de historiadores del futuro reconstruir con lupa objetiva una vida que él mismo busca presentar como zigzagueante.

Mirado a la distancia, el recorrido hecho por Mujica es tremendamente laberíntico y, sin dudas, doloroso, pero instructivo para entender parte del paisaje político latinoamericano. A la vez, un recorrido algo inútil. Salvo para su ego.

Llega al final de su vida habiendo alcanzado ese necesario reconocimiento existencial, que procuran muchos seres humanos -tal cual lo divisaba Hegel- y que él persiguió desde muy joven. Su azarosa vida, lo muestra como una especie de Zelig de la izquierda latinoamericana; ese personaje camaleón de Woody Allen, que aparecía en cuanto evento existiese. Mujica apareció incluso en la Muestra de Cine de Venecia de hace seis años. Asistió allí a la presentación del documental de Emir Kusturica, El Pepe, una vida suprema. “Yo no soy una estrella, nací estrellado”, dijo, ante el aplauso de centenares, haciendo gala de su típica locuacidad, marcada por el juego de palabras.

El camino a la cima fue tortuoso. En cualquier momento pudo haberse truncado y de manera violenta. En 1970, y cuando llevaba ya varios años jugando a la vía armada, concurrió a una reunión con sus compañeros de correrías -los Tupamaros– en el antiguo bar La Vía, en Montevideo. Tuvo la mala suerte de ser reconocido por la policía y se produjo un enfrentamiento armado que lo dejó con varias balas en su cuerpo y detenido. Apenas pudo, se escapó, pero volvió a ser apresado. Su vida guerrillera llegó a su fin. Las balas le dejaron heridas dolorosas y el corazón roto.

Y es que, paralelo a los atracos a bancos y enfrentamientos armados, había desarrollado una relación sentimental con una alumna de Arquitectura, cuya trayectoria de altibajos como guerrillera terminó siendo muy similar a la de Mujica. Sólo tras 15 años de prisión pudo reencontrarse con Lucía Topolansky.

Ambos militaban en los Tupamaros, el grupo guerrillero de tipo guevarista más conocido de Uruguay. Famoso por sus osados golpes, cinematográficos secuestros de personajes muy connotados, extorsiones, asaltos a bancos y un sinfín de actividades que lo transformaron en ícono de la guerrilla urbana. Uno de los más impactantes fue el secuestro extorsivo de Dan Mitrione, un oficial de seguridad estadounidense adscrito a la embajada en Montevideo, y que fue llevado al cine por Costa-Gavras, con el título de Estado de sitio. Los Tupamaros fueron fuente de inspiración también para numerosos grupos violentistas en Europa, incluyendo la Rote-Armee-Fraktion alemana. Aludiendo a esos peligrosos años, Mujica dice que se le fue la vida tratando de cambiar el mundo.

No lo lograron. El grupo abandonó la lucha armada. Su líder máximo, Raúl Sendic, cayó preso, sus células más operativas fueron desarticuladas, una buena cantidad de guerrilleros murió y otros huyeron al exilio, especialmente a Cuba. Tal cual registra la historia de grupos similares, un número no menor de tupamaros optaron por rehacer sus vidas en otros rubros de la existencia. También hubo unos cuantos decididos a seguir presentes en la vida política y se dedicaron a buscar espacios en lo que llamaban democracia burguesa.

La amnistía general decretada en 1985, tras el retorno a la democracia, facilitó las cosas. Entre los que buscaron seguir actuando en política estaban Mujica y Topolansky. Atrás quedó Punta Carretas, el famoso penal donde estuvo él y parte de sus compañeros. Tan atrás quedó, que, como tremendo simbolismo, Punta Carretas se transformó en un concurrido mall, un shopping center.

Mujica creó un grupo nuevo. Se llamó Movimiento de Participación Popular (MPP). Hacia él confluyeron excompañeros de la lucha armada. Muy pronto se produjo la convergencia con otros grupos afines y surgió el Frente Amplio. Pese a que seguían pensando que los ricos eran parte de los problemas uruguayos, y no de la solución, el cambio pareció sincero. Las secuelas, tanto de la prisión como de una vida llevada al límite, habían doblegado los impulsos de antaño.

Mujica descubrió que en la vida política se podía actuar con la “sabiduría de los años”. Su nuevo refugio fueron los dichos campesinos, las expresiones populares, frases algo sarcásticas y un outfit desgarbado. Los peronistas sintieron en carne propia sus sarcasmos. A la Presidenta Cristina Fernández se refirió en una oportunidad diciendo: “la vieja es peor que el tuerto”.

Cuando un reconocido médico de izquierda, Tabaré Vásquez, alcanzó la presidencia uruguaya en 2005, lo nombró ministro de Ganadería y a la hora de buscar un sucesor de Vásquez, las miradas se volvieran al antiguo guerrillero.

Mujica fue electo en 2010. Desde entonces su vida pasó a ser como un mecanismo de relojería, acompasada, sin estridencias ni excesos. Levantó una nueva manera de ser de izquierda en América Latina. Interpretó a los que tras la caída del Muro de Berlín abandonaban el jacobinismo y el maximalismo, cuidando de aparecer siempre a medio camino entre el comunismo y la socialdemocracia.

Imposible negar el impresionante éxito mediático de su metamorfosis tras abandonar la lucha armada. Fue como ese emblemático personaje de Kafka, Gregor Samsa, pero exactamente al revés. Mujica logró configurar su existencia adulta dejando atrás las monstruosidades de los Tupamaros. Es muy posible que sus cambios hayan partido en el mismo penal de Punta Carretas, agobiado, sin saber el destino de su novia y con la inutilidad de los balazos recibidos.

Ya al final de su vida, debe sentir, una y otra vez, que su metamorfosis lo llevó mucho más lejos de lo que jamás imaginó. Hoy, muchos lo ven como un rockstar. Así lo ovacionó Venecia en 2018, cuando ya tenía 83 años de edad.

Por estos días, Mujica se muestra feliz de haber vencido un doloroso cáncer al esófago. Al menos en su primera etapa. Celebra estar en el otoño de su vida siendo reconocido en muchas partes del mundo como un progre cool. Un desgreñado viejo, algo loco.

También le fascina mostrar sobriedad. Dice ser feliz en su chacra, manejando su tractor y su antiguo escarabajo. Probablemente vaya a ser recordado por sus esfuerzos por convencer a los revolucionarios de que es mejor no seguir viviendo de recuerdos estériles y admitir que “las cosas no se pueden cambiar”, tal cual lo reconoció hace unos días a un diario español. Ha comprobado, finalmente, que fue mejor llamarse José Mujica que comandante Facundo. (El Líbero)

Iván Witker

La política camaleónica-Iris Boeninger

El Presidente Boric acusó a los empresarios de pesimismo ideológico. ¿Por qué no vinieron los inversionistas a Chile a construir un puerto como el de Chancay? El Presidente tiene mucha razón cuando pide “visión de largo plazo”.  Claro que el invertir a largo plazo exige algunas condiciones… que al parecer no están claras.

Luego, cambió y dijo: “El mundo privado y el mundo público somos necesariamente aliados estratégicos, no tenemos que vernos ni como adversarios ni como obstáculos. Somos aliados estratégicos». Curioso haber pensado que quienes dan empleo, pagan impuestos y contribuyen al desarrollo puedan ser considerados “adversarios”.

Una empresa ética es un activo no sólo porque remunera el capital invertido, sino por lo que le da a la sociedad. Chile tiene una economía de mercado regulada que no se corresponde con la definición de “neoliberal” que se le dio en el “octubrismo”. Una economía que quiere ser competitiva debe apoyarse en empresas éticas, que crean puestos de trabajo, ofrecen un buen producto, a un precio justo, pagan sus impuestos y remuneran bien a sus trabajadores. Un cambio veloz a la primera afirmación realizada por el Presidente.

La ministra Vallejo anticipaba en junio pasado: “Chile está creciendo, a pesar de que los agoreros del pesimismo afirmaban lo contrario. Hoy, nuestro país avanza hacia una economía más productiva, justa y sostenible”. La vocera le dice a los ciudadanos, académicos, políticos, empresarios en una carta a El Mercurio del reciente 5 de octubre: “Hoy podemos decir que controlamos la inflación y que nuestra economía crece”.

Octubre de este año mostró 0% de crecimiento; inflación del 1% mensual. Como dicen, dato mata relato.

El Presidente Boric se rebela contra los pronósticos. ¿Sabrá qué un 2% anual no alcanza? “Todos están en mi contra, menos yo”, sería la interpretación de estas declaraciones.

El auto engaño, es lo que no permite resolver los escollos que presenta el desarrollo y la atracción de inversiones. Esto aplica para toda la clase política, no sólo en economía, por cierto.

¿Qué se necesita para invertir? ¿Qué se necesita para salir del “pesimismo ideológico”? Se necesitan reglas claras tributarias, políticas y sociales. Requiere de un país seguro, buena institucionalidad y gobernabilidad. Necesita que los proyectos sean aprobados en un término razonable que no exceda el año, porque el costo de oportunidad es alto. ¿Se cumple esto en Chile? No. La permisología en este burocrático Chile tiene demoras promedio de seis años.

Las reformas tributarias del segundo gobierno de Bachelet: la compleja reforma educacional y la modificación al sistema electoral fueron el inicio de un estancamiento que lleva más de diez años. El sistema político vigente en Chile es enemigo de la gobernabilidad y de una democracia eficaz.

Después de 30 años de avances, los que apoyaron el octubrismo, es decir, quienes gobiernan hoy Chile, hace casi tres años, decían: No son treinta pesos, son treinta años. Denostaron los mejores años de Chile, lo que les impide ver qué fue lo virtuoso que se hizo en ese entonces para obtener los grandes logros, reconocidos en el mundo entero. Ceguera o ideología extrema.

La violencia desatada en todo Chile. Sumado un proceso constituyente caracterizado por mentiras, superioridad moral, que además desarmaba a Chile, su gobernabilidad, su situación económica y fiscal. Por cierto, el “Apruebo para reformar” era una falacia, porque la misma Constitución que se proponía no lo hacía viable. La incertidumbre fue total. Se suma un segundo proceso constituyente fallido en diciembre de 2023. Ambos procesos fallidos fueron un tremendo costo para los ciudadanos y sus legítimas aspiraciones de progreso.

Desde el mundo se preguntaban: ¿Qué pasó con Chile? Factores de incertidumbre que alejan a los interesados en invertir en un país que estaba en camino al desarrollo. Se coquetea con reformas o pactos tributarios con un Estado ineficiente, que ha estado lejos de priorizar gastos en estos últimos tres años.

La ambigüedad puede ser aplicable a los camaleones, seres fascinantes que cambian de color. Ellos lo usan como forma de vida, como método de defensa para poder cambiar de color y así pasar desapercibido a ojos de sus depredadores. Si algo debe cambiar es justamente el comportamiento camaleónico, en que el político de los errores o malas decisiones casi nada quiere recordar y a través de una mentira adornada señalan verdades crudas y duras. La ambigüedad es un arma de doble filo que se permite dar varias versiones de un solo significado, jugando con la verdad que necesita la sociedad.

Lo más evidente de lo que hace el gobierno, es la búsqueda de aprobación y apoyo, falseando la realidad optimista, o acudiendo al sentir optimista personal, que lamentablemente no se acerca a la realidad.  Esto es a costa de los ciudadanos gobernados a quienes no se les habla con la verdad.

¿Algunos independientes que se han ido de un partido político que responde a cierta ideología, lo hacen para cambia su color de piel, como los camaleones?

Comienza ya la carrera presidencial, al haber terminado las elecciones municipales. Algunas cuentas alegres, otras no tanto deben llamar a toda la clase política a ubicarse tras el objetivo de sacar a Chile adelante.

En la elección de gobernadores de la Región Metropolitana triunfó Claudio Orrego para ejercer su segundo período como gobernador hasta el final, que es el mandato que le dan los ciudadanos que lo eligieron. Ex Demócrata Cristiano, apoyado por el oficialismo, competía como independiente. Como a todos quienes han triunfado este domingo, la gente reclama buenas y sanas gestiones. En democracia es deseable un imperio de la ley, sólido e inquebrantable y políticos comprometidos, frente al cambiante signo de la voluntad de los gobernantes.

Todo político que aspire a dirigir los destinos del país debe comprometerse desde hoy en un proyecto para todos los chilenos con honestidad, ética política, sin actos camaleónicos que sólo confunden a los ciudadanos. Nada compondrá cantos que borren las marcas de decisiones pasadas. Es deseable tenerlo claro.

La carrera hacia la presidencia ha empezado. Sólo la unidad y el compromiso de sacar a Chile de esta decadencia, podrá transformar el ánimo pesimista de los ciudadanos que observan atónitos el actuar camaleónico de los políticos. (El Líbero)

Iris Boeninger

Vivir con miedo

Los últimos años hemos vivido bajo un clima delictual permanente. No hay día, semana y mes sin que hayan ocurrido graves hechos criminales: encerronas, portonazos, turbazos, enfrentamiento de bandas, robos a casas con violencia excesiva hacia sus moradores, lanzazos y ajusticiamientos a manos de sicarios. A veces, conjuntamente en un día se reportan dos o más casos de ese catálogo, dejando una secuela de muertes, incluso de niños. Situación extrema, única históricamente, que urge finiquitarla. Pasa en algunas ciudades de regiones y de manera superlativa en Santiago.

El Gobierno no ha sido proactivo. Al parecer, está convencido de que va en disminución, según se sostiene desde el Ministerio del Interior. A menudo, sus autoridades dan explicaciones en tono grandilocuente sobre hechos que ya han ocurrido, señalando con manidas frases que adoptarán medidas (delegado presidencial dixit) y perseguirán a los delincuentes incansablemente hasta encarcelarlos. No hace mucho, el señor Presidente de la República, sobre un caso que implicó una muerte trágica, dijo que situaciones como esa “lo violentan y movilizan”, pero no se constatan movilizaciones eficaces. Aumentar el número de carabineros, dotarlos de medios de transporte, armamento y mayor presupuesto, puede haber ayudado. De hecho, se han desbaratado algunas bandas, pero es insuficiente; todo sigue igual porque las policías no dan abasto. Este tipo de agrupaciones, no se sabe cómo, se rearticulan o surgen nuevas. Así, el asunto es que siguen operando en forma desenvuelta y hasta más desafiante. Crear un Ministerio de Seguridad puede tener efectos positivos, pero su instalación y funcionamiento demorarán años; mientras tanto, los ciudadanos seguiremos soportando el clima aterrador. Alcaldes, gobernadores y otras entidades han propuesto que miembros de instituciones armadas colaboren, no con poder de fuego, sino con presencia en lugares estudiados previamente. Disponen de sistemas de inteligencia y tecnología pertinente, saben localizar los objetivos que interesan y pueden alertar a policías. Su contribución podría ser muy útil, pero el Gobierno ha sido renuente.

Bajo la palabra “inseguridad”, que se repite, está la sensación de miedo a ser víctima de la delincuencia. Eso siente predominantemente la población. Gente que transita con intranquilidad —aun en auto— en estado de alerta. Oscureciendo, se refugia en sus casas, evita salir de noche. Obviamente es nocivo vivir bajo este clima normalizado. Tiene consecuencias sicológicas; para qué decir quienes han sido víctimas, pueden sufrir trastornos mentales. Hay textos de especialistas que así lo indican. Además, los noticieros de TV abordan los varios casos ocurridos en el día —franja de casi 15 minutos o más— no solo informando, no; relatan los dramas que viven las víctimas, con detalle, como si fuera una serie. Se entrevista a los afectados comenzando con la pregunta: ¿Cómo se siente?; lo mismo con los testigos y personal policial. Todo eso ciertamente exalta el temor y, de paso, comprueba que el miedo es verdadero.

¿Es sensato gobernar tranquilamente un país, a sabiendas que prevalece el miedo en los ciudadanos? (El Mercurio)

Álvaro Góngora

Irrelevancia electoral del gobierno y su incapacidad de liderar

Los diarios del fin de semana destacaron las noticias más leídas en portales de internet durante la semana. Claramente, el tema no eran las elecciones ni las iniciativas del gobierno. El tema fue Monsalve, los supuestos delitos de exsubsecretario y el desastroso actuar del Presidente y su equipo ante este caso. Ha pasado ya un mes desde que se conocieron los hechos y el gobierno está simplemente en el suelo, inhabilitado de conducir políticamente el país y enfrentar los temas que importan a los chilenos. La incapacidad de La Moneda para enfrentar su auto crisis hizo que todos los candidatos a gobernadores regionales -incluidos los partidarios del gobierno- quisieran estar lo más lejos posible del Presidente y de su mensaje.

A pesar de todo esto, el gobierno llegaba a la elección de gobernadores con una línea base muy favorable: todos los gobernadores salvo el de La Araucanía eran afines a las coaliciones de gobierno. Ahora, después de la segunda vuelta electoral, sólo ocho son afines al gobierno, dos son independientes (René Saffirio y Claudio Orrego), y seis pertenecen a la oposición. El progreso es significativo para las oposiciones, especialmente para Chile Vamos, pues todos los gobernadores elegidos pertenecen a sus filas, y ninguno al Partido Republicano.

Si bien algunos esperaban disputas más estrechas en la Región Metropolitana y en la Región de Valparaíso, esta elección no presenta ninguna sorpresa para quienes han seguido con atención la dinámica electoral.

De esta forma, se cierra el ciclo electoral que se inició hace un mes con el reconocido triunfo de la oposición en las batallas emblemáticas de la elección de alcaldes, y un progreso significativo en concejales y consejeros regionales. Al analizar esa elección, yo señalaba en esta misma tribuna que ello era un primer paso para avanzar hacia un cambio de coalición de gobierno. Creo que con el resultado de segunda vuelta se confirma ese camino, pues se equilibra a nivel nacional los ciudadanos gobernados por la coalición de gobierno y las coaliciones de oposición.

Un segundo tema que se consolida es la derrota política a aquellos que promovían la violencia, el decrecimiento y que culpaban a los últimos 30 años de todos los males del país. La revisión de los elegidos -tanto de izquierda como de derecha- muestran un perfil diferente, menos radicalizado y probablemente con una mayor disposición a gobernar para todos los chilenos. En ese sentido, no sólo importa la cantidad de elegidos por coalición, sino por los posicionamientos políticos de los candidatos que asumirán las gobernaciones. Nuestro país no sólo necesita alternancia en el poder, sino líderes y coaliciones que permitan gobernabilidad a partir de una convicción básica de que el progreso surge de la libertad, el crecimiento económico, la igualdad ante la ley y el respeto del estado de derecho.

¿Y el gobierno? Irrelevante, yo diría demasiado irrelevante. Quedan 12 meses para la primera vuelta presidencial y la elección parlamentaria. Salvo que el gobierno del Presidente Boric asuma sus errores, pague los costos y cambie radicalmente de equipo, lo más probable es que el gobierno llegue a la próxima elección siendo aún un actor irrelevante. (El Líbero)

Ernesto Silva

PAIG: deber de los padres de no dañar a sus hijos-Roberto Astaburuaga

El PAIG (Programa de Apoyo a la Identidad de Género) para niños entre 3 a 17 años puede quedar sin financiamiento, si es que la Cámara rechaza la decisión del Senado que repuso los recursos. Y hay buenas razones para guardar este programa en el cajón. El daño que le produce a los niños es la principal razón.

Históricamente, la derecha ha reclamado el derecho preferente de los padres de educar a sus hijos como una de sus banderas de lucha. Así fue durante la Convención y fue una de las grandes razones de la victoria del Rechazo. Pero es necesario revisar un par de cosas sobre este derecho, para entender bien qué es lo que se defiende.

Es evidente que, por regla general, todos los padres buscan el bien de sus hijos. Les enseñan desde sus primeros años, los corrigen, los acompañan, los orientan. Buscan su bien. Los protegen, los cuidan. Se sacrifican por ellos. Pero, lamentablemente, los padres también se equivocan. Algunas veces voluntariamente y otras no. Todos los padres cometen errores y pueden enmendarlos. La crianza y educación de un hijo es un desafío constante, diario. Algunos de esos errores les causan un daño a sus hijos. No todo lo que enseñan los padres es, necesariamente, correcto o bueno solo por el hecho de que sean los padres quienes lo hagan. En términos jurídicos, hay que revisar tanto al sujeto del derecho (los padres), como el objeto del derecho (la educación), para saber si es que al destinatario (los hijos), se le está generando un daño o un beneficio.

Enseñarle a un hijo a robar, a mentir o cualquier acto que consideramos reprochable no está amparado por el derecho. Un padre no puede defenderse de que le enseña a su hijo a mentir porque es su padre. En ese caso, no está ejerciendo su derecho como padre. Al revés, le está causando un daño. Lo mismo ocurre si es que autoriza que otro le enseñe a estafar o matar. De hecho, los padres antes de alegar el respeto a su derecho a educar a sus hijos, que se ejerce cuando el Estado u otros lo vulneran, tienen un deber, un deber de educarlos y criarlos.

Los padres buscan lo mejor a sus hijos, no porque tengan un derecho a hacerlo, sino porque tienen un deber de hacerlo,están obligados a velar por ellos. Es ineludible y es algo natural o instintivo. Cuando alguien impide que los padres puedan cumplir con ese deber, es que pueden alegar la existencia de un derecho. El deber precede al derecho. Porque tienen el deber de criar, tienen el derecho a que se respete el cumplimiento de ese deber.

Como parte de ese deber, los padres cuidan a sus hijos, especialmente en lo que se refiere a su salud y bienestar. A los padres no les gusta ver a sus hijos sufrir, les duele el dolor de sus hijos, se lamentan con y por ellos, y buscan las vías para aliviar ese sufrimiento. Como quieren que no sufran más, siempre buscarán la vía más segura, la idónea, la que les dé las mejores garantías de que sus hijos estarán bien. ¿Qué padres elegirían para el dolor de sus hijos una opción mediocre o directamente mala? ¡Ninguno! No estarían cumpliendo su deber de cuidar a sus hijos. Elegirán siempre lo mejor, aun cuando los hijos no lo entiendan o no quieran. Los padres llevan a sus hijos al doctor, aun cuando ellos no quieran y tratan de llevarlos al mejor doctor.

¿Qué padre llevaría a su hijo a un doctor, si sabe que no es seguro o que no es recomendable? ¿Un padre le daría a su hijo un remedio, si se ha alertado sobre sus peligrosos y dañinos efectos secundarios? ¿Acaso permitiría que su hijo reciba un tratamiento, en apariencia novedoso y seguro, cuando desde otras partes del mundo, doctores que partieron con ese tratamiento están alertando que no es seguro o que no es efectivo? Supongamos que ese tratamiento, en realidad, no tiene un respaldo científico y que los países que partieron ocupándolo, ahora están retrocediendo. Supongamos que se han levantado alertas, ya no solo en el extranjero, sino que también en Chile, sobre lo que está sucediendo. Supongamos que lo cierto es que este tratamiento causa un daño a los niños. ¿Podríamos decir que los padres están cumpliendo su deber de criar y cuidar a sus hijos, si es que los someten a ese tratamiento, a un tratamiento que los daña? Probablemente no. Y por ende, tampoco podríamos decir que si lo hacen se amparan en su derecho a educar a sus hijos. Porque los padres tienen el deber de cuidar a sus hijos y no tienen el derecho a dañarlos.

La pregunta que queda es: ¿el PAIG daña a los niños? Sí. Definitivamente, sí. Daña a los niños. Les mete una idea que no existía en su cabeza. Imagínese que un día llega su hijo y le pregunta si él es una mujer. Es como si llegara y le preguntara si es adoptado, si usted es su verdadero padre. Evidentemente, es algo que impacta en el niño. La Dra. Ugarte, endocrinóloga pediátrica que expuso ante la Comisión Investigadora de la Cámara que revisó este programa, señaló que con la transición social, que es lo que hace el PAIG, se “modifica la experiencia de vida del niño, el curso espontáneo del proceso de desarrollo psicosexual y la maduración cerebral”. Señaló que los documentos normativos chilenos que respaldan al PAIG tienen un respaldo científico extremadamente pobre y de mala calidad. Por último, dijo que los trabajos en los que se basan las instituciones internacionales que recomiendan la transición social, como la del PAIG, son en poblaciones de estudio muy chicas, con seguimientos a muy corto plazo, de muy mala calidad y con fallas metodológicas importantes.

¿Acaso es recomendable que el Estado siga financiando el PAIG, con todos estos antecedentes? Como se ve, el problema no es solo sobre el derecho de los padres a que autoricen a sus hijos a que ingresen a un programa que les genera un daño, que impacta directamente, por ejemplo, en su maduración cerebral. Difícilmente se puede argumentar que un padre, si supiera realmente lo que le hará el PAIG a su hijo, estaría dispuesto a que ingrese a él. Lo más probable es que no.

Los padres no tienen derecho a dañar a sus hijos, sino que tienen el deber de criarlos y educarlos. Y el PAIG es un programa estatal que les causa un daño y debe dejar de ser financiado, por el bien de los niños. (El Líbero)

Roberto Astaburuaga

Entre esta y la próxima elección

Salvo que hubiera habido sorpresas, la elección de ayer importaba más por los datos que entrega para otros eventos de la política que por la relevancia del cargo de gobernador: ¿Cuánto se recuperó la derecha de su mal momento postestallido?; ¿cómo pesa la mala gestión del gobierno y la crisis Monsalve?; ¿emerge Claudio Orrego como presidenciable?

Sí, el resultado de mayor trascendencia es el holgado triunfo de Claudio Orrego, que lo instala como presidenciable posible del oficialismo. Llena el vacío dejado por el desistimiento de Bachelet, la impopularidad que afecta a Carolina Tohá por la crisis de inseguridad ciudadana y la torpe reacción gubernamental en el “affaire Monsalve”, y la inviabilidad para PC y Frente Amplio de levantar un candidato competitivo después de lo que ha sido este gobierno.

Claudio Orrego apostó a lo que ya se había demostrado preferible para la ciudadanía a lo largo de todo el país: moderación, trabajo con todos, distante del insulto y la descalificación. Parte de su éxito ha sido eludir el ser identificado como candidato oficialista, desembarazándose de la pesada mochila que dejan estos cuatro años de sello refundacional y malas políticas públicas. Se promocionó como el hombre de la sonrisa, no de la descalificación; del saber hacer las cosas a diferencia del gobierno y de su adversario Francisco Orrego; de trabajar con todos. Su gran desafío es prolongar esa identidad, si es que asume un rol de presidenciable.

No es poco lo que debería hacer. No hay centro ni centroizquierda creíble sin ruptura con los sellos del actual gobierno. Esta vez debe correrse hacia el centro para disputarle votos a Matthei. Pero eso dependerá de la distancia que tome del Frente Amplio y el PC, enemigos declarados del “concertacionismo”, al que algunos de sus partidarios comienzan a sugerir como identidad. El recuerdo de que defendió públicamente el voto Apruebo en el plebiscito se le hará presente y el fantasma de este gobierno le penará.

Es distinto postular a gobernador que a Presidente. Y es urgente construir con visión de futuro, no de jurar amor a pasados, sean los recientes, para el olvido, o los distantes, hasta hace poco renegados y denigrados. La historia no transcurre en vano. Comienza otra etapa política con las próximas elecciones de Presidente y parlamentaria.

Gastar energías en el actual gobierno lo veo de dudosa utilidad. No ha tenido respuesta para la crisis multifacética que ha precipitado. Tampoco tiene tiempo para rectificar; menos, enmarañado como está en la mala gestión de sus sucesivas crisis.

La suerte electoral de cada presidenciable es de difícil pronóstico; no así la de quien sea futuro gobernante. Gobernará alguna o algún moderado. Pero, ante todo, su éxito dependerá de su capacidad para anticipar acuerdos entre moderados de ambas coaliciones que hagan viable el próximo gobierno. (La Tercera)

Óscar Guillermo Garretón

Prevén apertura del naipe presidencial aún sin candidato de izquierda

Triunfos para uno y otro sector dejó este domingo la segunda vuelta de gobernadores regionales. Mientras en la oposición celebran las victorias obtenidas en Coquimbo y Biobío, entre otras regiones, el oficialismo destaca las reelecciones de Claudio Orrego en la RM y Rodrigo Mundaca (FA) en Valparaíso, pese a la distancia que ambos expresaron con La Moneda.

Pero más allá de la renovación parcial del elenco de gores -algunas autoridades lograron su reelección-, para muchos los comicios de ayer son también leídos en clave presidencial y un indicador del panorama para quienes asumirán el liderazgo el 2025 en cada bloque.

Sobre el escenario global, el académico de Faro Universidad del Desarrollo, Miguel Ángel Fernández, explicó a Emol que «en términos comparativos, Chile Vamos siguió cosechando los buenos resultados que obtuvieron en la elección de hace cuatro semanas atrás. Pasar de una región a seis será un elemento para celebrar para la coalición, especialmente por los triunfos en Biobío y Coquimbo. En el oficialismo, por su parte tendrán un respiro, especialmente por el resultado en Valparaíso y el despliegue que las figuras oficialistas realizaron por Claudio Orrego».

Con ello, Fernández puntualizó que «los resultados de primera y segunda vuelta muestran diferencias relevantes, demostrando que el apoyo de uno u otro candidato no depende de partidos o endosos, sino más bien de la figura misma de quien compite. En términos generales, la comparación muestra un buen resultado para la oposición y la instalación de que Valparaíso es el gran bastión electoral del Frente Amplio. A pesar de ello, las variaciones mostrarían que esta elección tiene poca proyección para las futuras elecciones presidenciales en término de apoyo electoral».

Para el director del Centro Democracia y Opinión Pública de la Universidad Central, Marco Moreno, con estos resultados «se confirma la señal de moderación como pasó en la RM, donde parece que los candidatos disruptivos parecen no contar con el apoyo de la opinión pública (…) No hay una derrota total del oficialismo, logra retener 10 regiones (de las 15 que tenía), nueve, más una independiente, entre ellas la RM y Valparaíso que en términos de población son las más significativas por población gobernada. La población gobernada por el oficialismo es mucho mayor que la que va a gobernar la oposición con las seis regiones que logró conquistar».

Esto, a su juicio, muestra que el tema presidencial «no es una cuestión cerrada y por lo tanto, la elección presidencial está abierta con un resultado no definitivo», añadiendo que hubo «un fracaso de la oposición de capitalizar esta idea de Plebiscito al Gobierno».

Una opinión distinta expresó el director del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), Claudio Alvarado, quien cree que los comicios «en el caso de la oposición, confirma que la izquierda es competitiva incluso en su peor momento y por tanto que no hay carrera ganada ni para Evelyn Matthei ni para nadie. En el caso del oficialismo ciertamente existirán presiones para Claudio Orrego y Tomás Vodanovic. Falta aún mucho paño por cortar». Con esto, Alvarado sostuvo que «las elecciones de octubre mostraron que la oposición crece, pero la izquierda no se desploma. El balotaje de ayer ratifica ese escenario».

El académico de la Universidad Autónoma, Tomás Duval, apuntó que «la elección de gobernadores es un buen resultado que le va dar un mejor estado de ánimo al oficialismo teniendo en cuenta el momento adverso que se ha instalado en el Gobierno desde hace tiempo. Y la oposición si bien crece respecto de la última elección, ahora obtiene seis gobernaciones, tenia una, sufre dos grandes derrotas en las regiones Metropolitana y Valparaíso que son relevantes y duras para este sector político».

«Creo que estas elecciones a gobernadores regionales quedó finalmente desacoplada a los fenómenos políticos nacionales y por eso sería un error extrapolar esta elección como a una evaluación del Gobierno o también como un eventual antesala para las elecciones presidenciales. Es decir, lo que aquí primó principalmente fue el carácter local o particular de cada elección de gobernadores regionales con sus bemoles y énfasis distintos, más allá de fenómenos nacionales o de estar preparando candidatos a las presidenciales», sostuvo el director ejecutivo del Instituto Res Publica, José Francisco Lagos.

Y agregó que «sin duda la oposición partía con una base de comparación bastante baja porque tenía solo un gobernador regional en La Araucanía, con esto sube a seis, y ahí hay un par de reflexiones que son importantes e interesantes que si la oposición hubiese ido unida a la elección de gobernadores, hoy día tendría ocho gobernadores, es decir la mitad de los que fueron a la elección y no seis como ahora. En ese sentido, el escenario político general queda más o menos como está porque las elecciones se dieron con particularidades en cada región, vemos lo que pasó en Valparaíso y Biobío, que confirman eso, más que abrir escenarios para los partidos políticos y sus posibles liderazgos nacionales».

IMPACTO PARA MATTHEI Y KAST

Al pensar en la presidencial, el académico de la Universidad Mayor, Alejandro Olivares, consideró que como «el oficialismo no tiene candidatos claros y por lo tanto, no hay quien pueda capitalizar la derrota o el triunfo. En el caso de la derecha uno podría asumir que Matthei que apostó podría sufrir impacto, pero el relato que están planteando de una derrota con épica, podría ser que ese impacto no sea negativo».

Además, indicó que «no era real que solo una región estuviera gobernada por la derecha. Con resultado de hoy se presenta una diversidad que se acerca mucho más a la realidad política». Aun así, Moreno cree lo ocurrido en la elección, «impacta en la percepción de un triunfo o de una posibilidad importante de triunfo que se había ido instalado de Evelyn Matthei respecto de esta idea de alternancia. Esto también afecta a José Antonio Kast, porque no tiene el rendimiento a nivel de regiones que ellos esperaban donde intentaron competir con la marca republicanos y no lo consiguieron».

«El resultado es un revés para la estrategia de Matthei, complica la viabilidad de su opción presidencial y va a permitir que otros nombres puedan salir a competir», acotó Moreno.

De hecho, el ex timonel de RN Carlos Larraín, levantó un nuevo presidenciable para su partido, el cual hasta ahora no tenía candidatos. Y como idea lanzó el nombre de Francisco Orrego, quien hoy perdió la gobernación Metropolitana, pero consiguió 2.055.959 votos.

«Lo digo de todo corazón, porque es un tipo que a partir de 0 experiencia política llegó a sacar más 2 millones de votos en una región complicada como es la Metropolitana», expresó Larraín.

Otro factor a analizar es el desempeño de republicanos, quienes perdieron frente a Chile Vamos la gobernación de Los Lagos, así como también la de la Región de O’Higgins que perdieron ante el PS. Por ello, Duval cree que «en esta segunda vuelta el Partido Republicano es uno de los perdedores ya que perdió contra el oficialismo y con Chile Vamos. Eso mirado en clave presidencial puede reforzar la estrategia de Evelyn Matthei como carta presidencial y también podría instalar la idea que podrían haber dos primarias presidenciales en la oposición una de Chile Vamos y otra republicanos».

Fernández, en tanto, precisó que «la región de los Lagos era la primera confrontación directa entre Chile Vamos y Republicanos, y el triunfo de la coalición de centro-derecha será un golpe para el proyecto presidencial del partido liderado por José Antonio Kast. A esto se suma la derrota que sufrieron en O’Higgins, mostrando un efecto que ya se comenzaba a olfatear desde la segunda vuelta Kast-Boric: Es complejo para los Republicanos aumentar su apoyo electoral desde primera a segunda vuelta es un puzzle que aún no logran descifrar».

Sobre republicanos, Olivares apuntó que «la elección no fue una buena para los republicanos (…) Pero considerando el número de votos y que es un partido muy joven, no es una mala elección». «Efectivamente el Partido Republicano, pese a que creció mucho en concejales y triunfo en cores, tiene un desafío pendiente: no logra imponerse en elecciones donde se requiere el 50%+1. Hay ahí una reflexión y una autocrítica pendiente para ese mundo», recalcó Alvarado.

Lagos, en cambio, manifestó que en la X Región, «se dio una situación bastante particular también, porque los dos de oposición pasaron a segunda vuelta, pero uno a priori diría que el candidato de Chile Vamos tenía todo el escenario hacia la izquierda para crecer y la candidata republicana no. Y al revés, fue una elección bastante estrecha y peleada, y no se produjo ese escenario como político, de geografía política, lo que quiere decir que es una elección donde importa muchísimo el candidato (…) no creo que sea el peor escenario para José Antonio Kast, ni el mejor escenario para Evelyn Matthei por haberse dado ese resultado como se dio».

¿ORREGO PRESIDENCIABLE?

Por otra parte, hay quienes creen que los más de 2.516.097 votos alcanzados por Claudio Orrego en la RM, lo dejan en un buen pie para ser eventualmente presidenciable. Al respecto, Lagos sentenció que «hoy día el oficialismo está ávido de candidatos presidenciales, porque básicamente no tiene ninguno y por tanto, alguien que tiene un caudal importante de votos como Claudio Orrego puede perfilarse como una opción presidenciable aunque quedó con una cicatriz importante de no haber ganado en la primera vuelta de gobernador regional».

No obstante, precisó que el gobernador metropolitano «va ser la segunda persona con más votos en el país y eso evidentemente tiene un peso, y habrá que ver si esos votos los tendría para otra aventura electoral o simplemente en su rol de gobernador. Pero eso es parte del juego y evidentemente queda como una de las figuras mejores posicionadas del oficialismo».

En la misma línea, Moreno cree que «la opción de Claudio Orrego vuelve a cobrar fuerza si es que decidiera ser una carta del sector oficialista que con esta importante victoria lo deja bien posicionado si quisiera buscar una opción presidencial. La elección presidencial a un año no está cerrada, sino completamente abierta».

Incluso Fernández cree que «Claudio Orrego es la única figura del oficialismo con un apoyo electoral relevante. Eso, lógicamente, lo instalará en el centro de la opinión pública cómo un posible presidenciable. Ello es fruto de su resultado y de la falta de liderazgos presidenciales en el sector. Sin embargo, esa aventura tendría un costó muy alto: Entregarle a la derecha la gobernación metropolitana por la minoría que tiene Claudio Orrego en el consejo regional».

Olivares complementó que «un candidato electo con 2.5 millones de votos es potencialmente un candidato a presidente. Eso no quiere decir que automáticamente se perfile como uno».

Finalmente, Duval concluyó que «en el oficialismo hay un vacío en materia presidencial que complica a sus fuerzas políticas lo cual podría implicar la conversión de Claudio Orrego como alternativa, pero el panorama todavía está muy abierto en esta materia». (Emol)

Solitaria reflexión de Boric en La Moneda tras balotaje de gobernadores

Durante la tarde, tras la segunda vuelta de las elecciones de gobernadores regionales, el Presidente Gabriel Boric se refirió a la jornada electoral desde un solitario escenario en el Palacio de La Moneda, destacando la relevancia del proceso de votación y la eficiencia del sistema electoral.

“El resultado de esta jornada electoral es una muy buena noticia para Chile y como gobierno y como Presidente estamos muy satisfechos por ello. Primero, porque como es habitual en nuestro país, la jornada electoral se ha desarrollado en completa tranquilidad, seguridad y normalidad”, comenzó señalando el mandatario.

En esa línea, aseguró que “los votantes tomaron una elección importante el día de hoy. Ganó la unidad, ganaron los acuerdos, ganó el diálogo como forma de hacer avanzar las regiones. Y perdió la política de la agresividad, de la polarización y de los discursos de odio”, afirmó.

“El resultado de hoy es un impulso que da esperanza, porque el trabajo en conjunto y en unidad de las fuerzas progresistas nos muestra que hay una capacidad probada de que cuando actuamos juntos es posible crear proyectos más grandes para nuestro país”.

Además, finalizó enfatizando en que esto “constituye un claro llamado a seguir trabajando en la agenda que hemos venido impulsando en beneficio para Chile y su gente, aumentar los salarios, estabilizar la economía, mejorar la calidad de vida frente a las deudas que se generaron, por ejemplo, con el crédito con aval del Estado o pagando deudas históricas como la que se tenía con los profesores jubilados”. (ADN Radio)


Claudio Orrego: «Fue una elección regional, no plebiscito ni primaria»

Con el 54,51% de los votos, Claudio Orrego (IND) se impuso en la segunda vuelta de la elección de gobernadores regionales por sobre el candidato Francisco Orrego (RN), quien obtuvo el 45,49% de los sufragios. Esto tras de una intensa campaña, marcada por polémicas y roces entre ambos postulantes.

De este modo, el actual gobernador consiguió su reelección y estará al mando de la Gobernación de la Región Metropolitana por cuatro años más. De acuerdo, al 55,64% de las mesas escrutadas.

«Esta fue una elección de la región, no un plebiscito ni del Gobierno, ni de otra primaria presidencial, fue una elección para los santiaguinos, los habitantes de la Región Metropolitana», recalcó.

Con ello, sostuvo que hoy «triunfó una visión de ciudad y región que sea más justa», agregando además que «hoy ha ganado la moderación por sobre la polarización, la cooperación por sobre la confrontación y el diálogo por sobre el insulto. Tenemos que aprender a trabajar entre todos».

Además, el gobernador indicó que el candidato RN lo llamó para felicitarlo por su triunfo: «Agradezco este acto democrático, porque así tienen que ser las campañas. El pueblo habla, los candidatos escuchamos y después seguimos mirando hacia adelante por una mejor ciudad, mejor región y mejor país»

Si bien Claudio compitió como independiente, contó en su campaña con el apoyo de los partidos del oficialismo y de los alcaldes del sector que lograron su triunfo en las municipales de octubre pasado.

Por ello, agradeció a los alcaldes de la región, que lo apoyaron antes que los partidos y las personas que le dieron su firma para inscribir su postulación como independiente. «Quiero agradecer a las fuerzas políticas que nos apoyaron, porque si bien yo soy independiente, siempre he creído en la importancia de las fuerzas políticas en la construcción de un mejor país», precisó.

Además, agradeció a las «personas del otro lado de la línea política, la gente más bien de la oposición, teniendo muchas veces el coraje de recibir la crítica de los suyos». Mencionando personas de Amarillos por Chile, Demócratas, entre otros como el ex candidato a gobernador Rodrigo Logan y sus otros ex contendores.

Sin embargo, el propio Orrego ha señalado que buscará trabajar con todos los jefes comunales de la región de manera transversal y sin importar su color político.

Incluso usó dicho argumento para explicar sus motivos para incluir a alcaldes de Chile Vamos en publicidades pagadas de su campaña. «Voy a trabajar con los alcaldes y alcaldesas que me apoyaron, pero también por quienes votaron por mi contrincante», remató.(Emol)