No hay mejor bono o ayuda que un empleo digno

No hay mejor bono o ayuda que un empleo digno

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Los difíciles momentos por los que atraviesa el país exigen el férreo compromiso de todos con los trabajadores y sus familias.

Hemos atravesado uno de los años más complejos debido a la pandemia del covid-19 y son muchos los compatriotas que ven el futuro con temor e incertidumbre. Por eso, como gobierno, planteamos este Día del Trabajador con un sentido de redoblada urgencia y responsabilidad en la búsqueda de medidas que nos permitan mantener los actuales empleos y recuperar los perdidos lo más pronto posible.

La preocupación del Gobierno —y en particular del Presidente de la República, Sebastián Piñera— fue generar, desde el comienzo de la pandemia, un mecanismo de protección del empleo que permitiera a trabajadores y empleadores, especialmente de pymes, sortear este período de confinamiento forzado, manteniendo los puestos de trabajo.

Luego avanzamos en la construcción de una red de protección social ampliada hasta el 80% de la población, incluyendo a la clase media que hasta ahora no formaba parte de la focalización para los planes de ayuda social, centrados —hasta antes de la pandemia— en el 40% y luego en el 60% más vulnerable. Gracias a ello, hoy podemos decir que las transferencias directas de todas las medidas de apoyo (IFE, Bono Clase Media y el Bono para jubilados, entre otros) totalizan un monto inédito de 15.700 millones de dólares, equivalentes al 5% del Producto Interno Bruto y beneficiando a más del 76% de la población.

Pero tenemos la convicción de que debemos continuar complementando el esfuerzo de cada trabajador. Por ello, con los subsidios Contrata y Regresa hemos logrado impulsar el retorno y contratación de 661.107 trabajadores, especialmente de pymes.

En el caso de las mujeres, las más afectadas en su participación laboral por la pandemia, hicimos esfuerzos especiales. Primero, con la Ley de Crianza Protegida, luego con la licencia médica preventiva Covid-19 para las que estuvieran a punto de terminar su posnatal y, a inicios de este año, con el subsidio Protege, que ha dado un bono de $200 mil a 22.466 mujeres madres de menores de dos años, todavía imposibilitadas de trabajar.

Durante 2020 aprendimos del valor de lo que somos capaces de hacer con unidad y en comunidad. Fuimos testigos del esfuerzo de los trabajadores de la salud, cuyo sacrificio significó para muchos de ellos entregar, incluso, la propia vida. Vaya para ellos nuestro especial reconocimiento por la abnegada labor que realizan.

También experimentamos la libertad individual y la vida familiar, revaloramos el teletrabajo, el trabajo a distancia y la dignidad que estos proveen a nuestras vidas.

Este año debemos mirar también hacia el futuro, reconociendo que hay cosas buenas que debemos mantener y otras que tenemos que corregir y mejorar.

Todo lo que hoy hacemos por proteger e impulsar los empleos de personas en edad de trabajar, lo hacemos también por su futura jubilación y la de quienes, ya pensionados, no han visto debidamente recompensada una vida de trabajo.

La reforma previsional sigue siendo una tarea de magnitud e impostergable. Ya cumplió su primera etapa al mejorar las pensiones de Pilar Solidario en un 50%, y nos queda el desafío de mejorar el Pilar Contributivo, para elevar los montos de las pensiones y mejorar la situación que enfrentan miles de jubilados.

Pero como ministerio debemos advertir, además, que mientras no pongamos más pasión en aumentar esos fondos que en disminuirlos, el camino para mejorar las pensiones actuales y futuras solo irá cuesta arriba. Así como la política presta a las políticas públicas la sensibilidad para sintonizar con las necesidades de las personas, el saber técnico aporta la racionalidad necesaria para dar con la solución más eficiente y sostenible. Por ello, necesitamos superar el divorcio entre lo político y lo técnico, que nos está llevando a tomar decisiones cuyas consecuencias vislumbraremos solo en el mediano y largo plazo.

A las trabajadoras y trabajadores de Chile queremos decirles en su día que no están solos. Que entendemos el valor que tiene contar con un trabajo y que este gobierno no cejará en su empeño por recuperar sus fuentes laborales, porque tenemos la convicción de que no hay mejor bono, subsidio o ayuda que tener un empleo digno, estable y bien remunerado. Esta es nuestra más urgente preocupación y nuestro firme compromiso.

Patricio Melero Abaroa
Ministro del Trabajo y Previsión Social

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