Necesitamos TV digital

Necesitamos TV digital

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Desde que se iniciaran, hace 60 años, las transmisiones estables de televisión en el país, este medio de comunicación ha transformado las vidas de chilenos y chilenas. Se ha analizado su impacto desde el punto de vista cultural, económico y social, pero la televisión también es un fenómeno tecnológico, una dimensión que se vuelve extremadamente relevante hoy, cuando estamos ad portas de la transformación de la televisión analógica a digital. Este es el mayor desafío tecnológico que enfrenta la industria en sus seis décadas de historia. El futuro lo estamos creando hoy.

¿Por qué es necesaria la televisión digital (TVD)? Primero, porque conlleva un sinnúmero de beneficios. Todos los habitantes de este país tendrán una mayor oferta de canales, con la más alta definición de imagen y sonido, independientemente de su nivel de ingresos o su ubicación geográfica, pues en Chile -y a diferencia de lo que acontece en otras latitudes- la radiodifusión televisiva es de libre recepción y gratuita.

Una de las bondades de la TVD es el sistema de alerta temprana de desastres, tan necesario en Chile. Los televidentes recibirán alertas de temblores, tsunamis , incendios o lluvias torrenciales aun si el televisor está apagado. Ante el peligro, el aparato se encenderá para advertirnos de un potencial daño.

Por otro lado, la TVD es la base de un desarrollo tecnológico que no podemos aún siquiera dimensionar. La digitalización libera espectro radioeléctrico, logrando así un uso más eficiente del mismo y favoreciendo el desarrollo de la industria de las telecomunicaciones. Los países que ya tienen TVD disfrutan de una nueva evolución en la emisión de datos y sonidos, como son el 4K y el 8K, la televisión del futuro.

La Ley N° 20.750 de Televisión Digital le asigna al Consejo Nacional de Televisión (CNTV) múltiples y muy importantes funciones, como aprobar la migración de la señal analógica a la digital y entregar concesiones televisivas regionales, locales y locales comunitarias.

El CNTV debe velar también para que los beneficios de la TVD se extiendan a todos. Esto significa apoyar el cumplimiento de las llamadas «soluciones complementarias», es decir, que en zonas aisladas y de difícil recepción la televisión abierta llegue a través de la señal satelital. La ley dispone que los canales deben proveer de un dispositivo decodificador por hogar en esas zonas hoy cubiertas por la televisión analógica. Como CNTV hemos propiciado alianzas con los municipios para lograr una distribución eficiente y oportuna de estos decodificadores.

Aunque el avance de la televisión digital no ha sido el previsto por la autoridad, no podemos bajar los brazos. Los habitantes del país merecen, sin importar qué ingresos tengan o dónde estén, acceder a televisión de calidad.

 

Catalina Parot/El Mercurio

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