Mujeres jóvenes superaron la votación de hombres en 2017

Mujeres jóvenes superaron la votación de hombres en 2017

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A partir de los datos liberados por el Servel sobre participación electoral en la pasada elección presidencial, el académico Paulo Cox Puga, de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Talca, realizó un cruce de información con foco en la perspectiva de género.

De esa forma, el execonomista senior del Banco Central concluyó que la mayor participación de las mujeres no es reflejo solo de las diferencias demográficas en la población entre hombres y mujeres: por cada 100 hombres que votaron en el grupo etario «más joven» (de entre 18 y 39 años), cerca de 124 mujeres del mismo grupo lo hicieron.

Para mostrar esas diferencias se consideraron tres grupos etarios: el primero incluyó a los más jóvenes del electorado, compuesto por todos aquellos inscritos con edad de entre 18 y 39 años (con poco menos de 6 millones de inscritos); un segundo grupo, intermedio, con edades de entre los 40 y 70 años (con cerca de 6,6 millones de inscritos), y un tercer grupo con edad sobre los 70 años (de un total de 1,6 millones de inscritos).

Sobre el grupo más joven del electorado -explica Cox-, con edades de entre 18 y 39 años, la participación entre las mujeres fue de 42%, muy superior al 34% de los hombres en dicho grupo. Si a eso se le agrega que las mujeres constituyen una población de inscritos más numerosa, la diferencia implica que por cada 4 hombres jóvenes que participan, cerca de 5 mujeres del mismo grupo lo hacen.

A juicio del también doctorado en Economía en la Toulouse School of Economics de Francia, «esta considerable brecha se reduce en los grupos etarios de mayor edad e incluso se revierte en el tercer grupo de mayor edad. La participación de las mujeres de entre 40 y 70 años fue de 58%, mientras que la de los hombres, un 50%. En el grupo de mayor edad, esto es con edades sobre los 70 años, la participación de las mujeres fue de 48% en la primera vuelta, inferior al 52% entre los hombres del grupo».

Al profundizar en las diferencias porcentuales descritas, el economista señala que ellas pueden parecer similares entre el primer grupo y el segundo (de cerca de 8 puntos porcentuales en favor de las mujeres).

Sin embargo, esa lectura no reconoce las bases distintas sobre las que se calculan estas diferencias porcentuales. En el segundo grupo, la participación electoral es mucho mayor, y por lo tanto en volumen de votantes la diferencia entre mujeres y hombres es significativamente menor que la misma diferencia porcentual en el primer grupo, que tiene una base de participación menor, comentó Cox sobre lo que considera un hallazgo relevante que deberá tener en consideración la clase política en las próximas elecciones.

«Un análisis como el descrito muestra resultados sorprendentemente similares para la elección municipal de 2016 y la elección presidencial de 2013, sugiriendo que se trata de un patrón o hecho estilizado del electorado chileno desde la instauración del voto voluntario e inscripción automática», precisó Cox. (El Mercurio)

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