Corrían los primeros días de marzo de 2008 y Valeska López acababa de regresar a Chile tras permanecer una semana en Ecuador. Partió su periplo como una completa desconocida, pero a su llegada a Santiago toda la prensa quería conversar con ella. ¿La razón? El 26 de febrero la joven comunista de 25 años había estado en un campamento de las FARC en Ecuador, en donde se fotografió junto a Raúl Reyes, uno de los máximos líderes del grupo terrorista.
Cuatro días después de ese encuentro, tropas del ejército colombiano bombardearon el lugar, dieron muerte a Reyes y en su computador personal encontraron la foto donde aparecía con López vistiendo uniforme de combate. Varios medios colombianos la publicaron y el vicepresidente de ese país acusó que la joven y Manuel Olate –el otro militante del PC que viajó con ella- estaban recibiendo entrenamiento paramilitar.
En una conferencia de prensa en Santiago, ambos desmintieron la acusación, dijeron que la cita fue para hacerle una entrevista a Raúl Reyes, que los uniformes de combate los usaron porque sus ropas estaban mojadas y relataron cómo era la vida de los guerrilleros.
“Yo nunca había estado en un campamento ni había visto una guerrilla. Uno siempre tiene la percepción de que la gente que integra una guerrilla o una organización militar es gente grande, ruda; nunca se imagina que sea gente tan joven y alegre como yo. Eran como 40 ó 50 guerrilleros y el promedio de edad debe haber sido 27 años”, señalaba la joven comunista en esa conferencia.
Pero en 2010 la situación se agravó. En octubre funcionarios de la PDI detuvieron a Olate ante un pedido de extradición enviado por la justicia colombiana, por el intercambio de mails entre “Roque” –su chapa- y Raúl Reyes. Por esos días Valeska López se mostraba preocupada. Decía que era muy probable que estuvieran siguiendo sus pasos, acusaba que todo era un “montaje” y confesaba que no estaba tranquila: “una tarde cualquiera me pueden tomar detenida saliendo del trabajo”. En diciembre de ese año, la justicia la citó a declarar. Y hace un par de semanas, el tema reflotó en el país luego que la revista Qué Pasa publicara el contenido de los mails que intercambiaba el fallecido líder de las Farc con miembros del Partido Comunista.
BARRIO EN PAZ
Siete años después de su encuentro con Raúl Reyes en la selva ecuatoriana, López hoy trabaja como funcionaria pública en la Municipalidad de Cerrillos. Según su perfil en Linkedin lo hace desde el año 2013 como educadora del Programa Barrio en Paz, dependiente del Ministerio del Interior. Entre sus labores –según ella describe- está “apoyar la ejecución de talleres y capacitaciones orientadas a la comunidad con el fin de potenciar la buena convivencia en el barrio y así apropiarse de los espacios públicos antes que los grupos que consumen y/o venden drogas”.
“El Líbero” se comunicó con la Municipalidad de Cerrillos, donde una funcionaria señaló que López había dejado de trabajar hace algún tiempo. Sin embargo, según un decreto fechado el 26 de febrero de 2015, la licenciada de Psicología de la Universidad Arcis tiene contrato vigente hasta el 23 de agosto de este año con el municipio comandado por el alcalde Arturo Aguirre (PS). De acuerdo al documento, a López se le contrató a honorarios para ser Administradora de Sedes Comunitarias Municipales.
