Más que el comercio: EEUU sale a golpear aspiraciones globales de China

Más que el comercio: EEUU sale a golpear aspiraciones globales de China

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Una compañía de ropa deportiva fue una de las únicas fuentes de titulares mundiales positivos para China el jueves. Un consorcio liderado por el grupo chino de ropa deportiva Anta acordó pagar 4.600 millones de euros por la empresa deportiva finlandesa Amer, dueña de las marcas de esquís Atomic, artículos de montaña Salomon, bates de béisbol Louisville Slugger y raquetas de tenis Wilson. Esa es una sólida colección de marcas globales que caen en manos de una compañía casi desconocida fuera de China y una victoria importante para el país.

La historia de Anta compensa un poco por las sombrías noticias del jueves sobre China en el escenario mundial, cuando Canadá anunció el arresto de la directora de finanzas y heredera del fundador de Huawei por un pedido de extradición de EEUU, que la acusa de violar las sanciones a Irán. Huawei, uno de los fabricantes de equipos de telecomunicaciones más grandes del mundo, durante años ha recibido acusaciones de que sus productos podrían ofrecer una puerta trasera para que el gobierno chino espíe a Estados Unidos. ZTE enfrentó problemas similares y casi colapsó cuando Washington lo golpeó con una prohibición punitiva de comprar componentes vitales en ese país. El arresto de Meng es uno de los mensajes más fuertes hasta la fecha de que EEUU habla en serio en la batalla por el comercio y la alta tecnología.

Pero las malas noticias no se detuvieron ahí. En Nueva York, el exsecretario del Interior de Hong Kong, Patrick Ho Chi-ping fue declarado culpable de planear pagar millones de dólares en sobornos a altos funcionarios de Uganda y Chad para beneficiar al conglomerado energético chino CEFC. Los lectores de DD pueden recordar cuando su presidente, Ye Jianming, desapareció misteriosamente el año pasado. En un plan por el cual Ho fue condenado, los empresarios ofrecieron US$ 2 millones en sobornos en efectivo «escondidos dentro de cajas de regalo» a Idriss Déby, presidente de Chad, con la esperanza de obtener derechos petroleros, según un comunicado de la Fiscalía del distrito sur de Nueva York.

Fue un golpe brutal a los esfuerzos de China para construir infraestructura y asegurar acuerdos de recursos en África. También fue otro signo de la fortaleza estadounidense frente a las aspiraciones globales de China. «El gobierno de EEUU no teme actuar en las áreas de conflicto con el gobierno chino», dijo Clay Porter, exjefe de la unidad de integridad bancaria del Departamento de Justicia. (FT-DF)

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