Los nortinos quieren emigrar

Los nortinos quieren emigrar

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La ciudad de Diego de Almagro, casi a mitad de camino entre Chañaral, en la costa, y el campamento minero de El Salvador, en la precordillera, también es llamada «Pueblo Hundido» por sus nueve mil habitantes debido a su ubicación geográfica.

La localidad, una de las más devastadas de la Región de Atacama, recibió ayer la visita de la Presidenta, Michelle Bachelet, con mil 500 casas dañadas y otras 793 destruidas por la crecida del río Salado. El alcantarillado quedó destruido y tampoco hay suministro de agua potable.

Pese a que el 40% de la ciudad quedó sepultado bajo el barro, ayer sus calles e inmuebles estaban más despejados. Pero el polvo se mete por todas partes y recuerda que siguen vigentes los efectos de la catástrofe.

Con ese escenario se encontró la Mandataria al descender de un helicóptero y ser recibida por el alcalde Isaías Zavala, quien le informó que existen 26 hectáreas de terrenos disponibles del Servicio de Vivienda y Urbanismo, junto a la villa 4 de Octubre, para instalar barrios de emergencia.

La Presidenta también se reunió con vecinos y visitó un puesto de atención médica especializado que levantó el Ejército. En todo momento, los damnificados se le acercaron para plantearle sus demandas más urgentes: agua potable y soluciones habitacionales para quienes perdieron todos sus bienes. «Nuestra prioridad ha sido asegurarles un lugar donde comer. Ahora empieza la transición a la reconstrucción», señaló Bachelet.

«Sabemos que hay que levantar de nuevo a Diego de Almagro. Por eso el Ministerio de Vivienda está trabajando con el alcalde, el gobernador y la Intendencia para definir el terreno donde se va a construir el barrio de emergencia», añadió.

«Mi hija, que va en segundo medio, me pide que la saque de aquí para que no pierda el año escolar», señaló Blanca Rodríguez, dueña del restorán Las Brisas.

«La mayor parte de sus compañeros se fue a otras ciudades por esa razón. Pero sin clientes no tengo recursos para hacerlo», añadió.

El alcalde Zavala, que acusó que la visita de la Mandataria fue muy corta para la magnitud de problemas que tiene su comuna, dijo que «la gente está sufriendo mucho por la falta de agua» y denunció que «los restaurantes no pueden abrir porque no tienen autorización sanitaria y no pueden atender a los trabajadores de empresas contratistas que llegaron para colaborar en la emergencia».

La posibilidad de emigrar también es evaluada por otros vecinos que sufren incomodidades como usar baños químicos instalados en la calle para evitar el colapso de alcantarillas, aunque sin ninguna condición de privacidad.

«Sabemos que reponer el servicio de agua potable tomará meses», dijo Bernardita Morales, quien al menos tiene un estanque frente a su domicilio.

La ministra de Vivienda, Paulina Saball, explicó que se elabora un catastro para definir la asistencia de emergencia y diseñar obras de reconstrucción en zonas que no sean riesgosas.

«La ventaja de Diego de Almagro, que también tenemos en Chañaral, es que hay terrenos públicos disponibles», indicó.

Saball agregó que la idea es que el mismo sitio donde se instalarán las viviendas de emergencia sean urbanizados y acojan las viviendas definitivas. (El Mercurio)

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