La banca china en Chile

La banca china en Chile

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La apertura del Banco Chino de la Construcción (BChC) en Chile no ha merecido la atención que merece. Mal que mal estamos hablando del segundo banco más grande de China, ahora instalado y funcionando con una treintena de empleados en cuatro pisos del Edificio Titanium en Vitacura. Una banco más, dirán algunos, ¿qué diferencia hace?

Mucha. El BChC es el “clearing bank” para todas las operaciones de RMB en América Latina, acercando a Santiago a convertirse en el centro de servicios financieros para América Latina. Con el RMB ya aceptado como una de las monedas de reserva del FMI (junto al dólar, el euro, la libra esterlina y el yen), realizar más de nuestro comercio internacional en RMBs es imperativo para un país en que el 28% de sus exportaciones va a China. Los costos de transacción de peso a dólar a RMB y viceversa no son menores.

En adición al BCCH, el Banco de China también desea abrir operaciones en Chile, y vendrán otros, como el ICBC, ya presentes en Argentina, Brasil y México. Esta ofensiva bancaria china en Chile y en la región no es producto del azar. En contra de los que dicen que a China sólo le interesan los recursos naturales de América Latina, China hoy está impulsando tanto la cooperación financiera como la inversión en numerosos sectores. Es ése el mensaje que trasmitió el Primer Ministro Li Keqiang en su reciente visita a Cuba, el Canciller Wang Yi en su gira por Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia y el que trajo el Presidente Xi Jinping a la Cumbre de APEC en Lima.

En la última década los bancos de desarrollo chinos -esto es, el Banco Chino de Desarrollo, y el Eximbank China-, han prestado US$ 125 mil millones a países latinoamericanos. Además, hay un fondo chino de US$ 35 mil millones para proyectos en la región. Se estima que empresas chinas tienen inversiones por US$ 125 mil millones en América Latina, cifra que el gobierno chino ha prometido doblar para 2025.

En 2015, la inversión china en el extranjero superó la IED que ingresó a China. Las empresas chinas, con amplia liquidez, están de compras por el mundo, para ampliar los US$ 700 mil millones se estima ya tienen como activos en el extranjero. Para ello, el contar con bancos chinos en los países donde invierten es clave.

En Chile, en que hemos tenido una brecha entre nuestro enorme comercio con China (US$ 31 mil millones en 2015) y la baja inversión china, esto también es así. En el sector energía, ya aterrizó en Chile State Power Investment Corporation (SPIC), con mil millones de dólares en activos en centrales hidroeléctricas, y la promesa de invertir dos mil millones más. En minería, las dos empresas que han expresado mayor interés por adquirir SQM, Tianqi y Ganfeng, son chinas. En telecomunicaciones, Huawei está pisando fuerte. En infraestructura, China Harbor ya tiene proyectos en curso.
En breve, la banca y la inversión chinas están viniendo de la mano, una buena noticia para darle un nuevo ímpetu al crecimiento que Chile tanto necesita. (La Tercera)

Jorge Heine

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