Asumió hace pocos días como jefe de la bancada de Renovación Nacional, la más numerosa del Congreso, con una diversidad de posturas que significó varios roces durante 2018. En esta entrevista, el diputado Alejandro Santana se refiere a los desafíos que este cargo supone, y apunta a generar mayor complicidad entre sus pares, para que sus ideas sean recogidas por el gobierno.
¿Cómo buscará conciliar las distintas sensibilidades que hay en su bancada?
Socializando más los temas, trabajando los distintos matices que muestran los parlamentarios por las distintas visiones que existen. Pero tenemos una responsabilidad, primero, de ser el partido más grande de gobierno y, segundo, de palanquear las iniciativas del Ejecutivo.
¿Faltó diálogo el 2018?
Este primer año fue de conocimiento y el segundo año va a ser de consolidación. Eso se da en función de que todas las visiones sean respetadas y socializadas para que sean instaladas en el gobierno. Una bancada como la nuestra, con mejor comunicación, es un gran activo que tiene el gobierno.
A fines de 2018, un aspecto que generó conflictos en RN fue el debate por el pinochetismo. ¿Usted va a delinear ciertos límites en la discusión interna?
Nuestro primer objetivo es mirar hacia el futuro y cómo hacemos que al gobierno le vaya bien. Creo que la polarización, que puede ser legítima en materia de visiones, no construye en ese objetivo que tenemos todos, y que es lograr que el gobierno sea exitoso.
¿Ese principio lo expondrá entre sus pares para evitar que se tomen la agenda temas como el pinochetismo?
Nos hemos comprometido como bancada a socializar los temas donde se genere impacto en nosotros como diputados o al gobierno. Y también esperamos que el gobierno tenga reciprocidad, que la visión de la bancada no pase a cuarto o quinto lugar, sino que sea la primera que el gobierno explore para poder sacar adelante sus proyectos e iniciativas.
¿Qué acciones espera del gobierno para dar cuenta de esa mayor disposición?
No hay que confundirse, el éxito legislativo del gobierno no pasa solo por los acuerdos con la oposición; primero pasa por la convicción que tienen que lograr los parlamentarios oficialistas.
La cercanía de un grupo de diputados RN con José Antonio Kast generó varias polémicas. ¿Cómo va a abordar el tema presidencial para evitar conflictos y dar garantías a todos?
Nuestra primera obligación es apoyar a un candidato RN en una eventual primaria, y también tenemos la obligación de respetar y tener buenas relaciones con José Antonio Kast. Él representa a una parte de la derecha que no es excluyente, es complementaria; no lo podemos ver como un adversario sino como un actor más dentro de la derecha que, en la sumatoria, nos tiene que permitir lograr seguir gobernando.
Usted ha expresado su cercanía con Manuel José Ossandón, pero también participó en una consulta ciudadana que impulsó J. A. Kast. ¿Le gustaría que todos los eventuales presidenciables se acercaran a RN?
Tenemos que construir un trabajo en equipo al interior del partido para nuestros posibles precandidatos presidenciales. Ese es el objetivo y lo conversamos como bancada, inclusive con aquellos que han tenido más cercanía con J. A. Kast. Ellos han dicho con mucha claridad que su cercanía, simpatía o amistad con Kast no significa, por ningún motivo, que a priori no van a apoyar al candidato que RN instale en una eventual primaria. Y creo que eso también se puede mejorar con más conversación; de repente las reacciones han sido muy impulsivas, no ha existido diálogo, capacidad de ver por qué existe ese acercamiento. Hay temas que lidera José Antonio que, obviamente, generan simpatía entre nosotros. Las buenas ideas hay que observarlas, no asumir que, si es así, no hay apoyo a los posibles candidatos RN.
Hace pocos días se hicieron públicas gestiones que, en privado, estaban impulsando algunos senadores para aplazar la elección de gobernadores regionales. ¿Cuál es su postura al respecto?
Primero, tener claridad sobre las atribuciones y la delegación de competencias que va a tener el gobernador regional. Las delegaciones tienen que estar asociadas a una real descentralización en la toma de decisiones y en las políticas públicas. Ese es el primer objetivo y en el que el gobierno está trabajando. Si eso no se supera, el cuándo se elijan, si es el 2020 o se aplaza, es lo menos relevante.
Entre las prioridades legislativas del Ejecutivo están las reformas tributaria, de pensiones y laboral. ¿Cómo va a enfrentar ese desafío y la coordinación con el gobierno?
La modernización tributaria, el mejoramiento de las pensiones, entre otras, son prioritarias para una gran mayoría de los chilenos, y lo que ha propuesto el gobierno va en la línea correcta. Sabemos que la posibilidad de mejorar las pensiones con una propuesta distinta a la que hizo Michelle Bachelet genera grandes expectativas; ahora, esto requiere acelerar el tranco legislativo y que la oposición, sus matices y visión, las exponga pensando en generar reformas que sean las mejores para Chile y no llegar a reformas que, por trancar la pelota, no cumplan con las expectativas de todos los chilenos.
La Tercera/Agencias
