Economía chilena se encamina a su mejor resultado en seis años

Economía chilena se encamina a su mejor resultado en seis años

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La publicación de las Cuentas Nacionales correspondientes al segundo trimestre, dadas a conocer ayer por el Banco Central, vino a confirmar que el 2018 será el año de la recuperación económica.

Las buenas noticias no llegaron solo para el Producto Interno Bruto (PIB), que avanzó 5,3% en abril-junio frente a igual lapso de 2017, alcanzando el mejor ritmo para la actividad desde el tercer trimestre de 2012. También hubo señales positivas de la inversión, la que medida por la Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF) anotó un alza de 7,1% anual, su mayor expansión desde el segundo cuarto de 2013, y su tercer avance trimestral consecutivo, confirmando que el componente de la demanda interna adquiere mayor dinamismo desde que inició su recuperación hacia fines del año pasado.

SEGUNDO SEMESTRE

Sin embargo, en el mercado hay consenso de que la segunda mitad del año enfrentará bases de comparación más exigentes, desafiando la magnitud de las expansiones de la economía en los próximos meses.

“Algunos antecedentes sugieren que todavía falta para que la inversión afiance su dinamismo”, planteó el reporte del área de Estudios de Banco Santander.

No obstante, hizo notar que los últimos catastros no incorporan proyectos recientemente aprobados, ante la falta de un cronograma definido. “Una vez que ello ocurra, se debiese observar un aumento relevante en el catastro”, indicaron.

Pese a esto, desde la entidad mejoraron su proyección de crecimiento desde 4% hasta 4,2%. Esta estimación supone que el ritmo de la actividad se desacelerará hasta un 3,6% en la segunda mitad del año.

Una de las principales dudas para el cierre del año es cuánto impactará a nivel de actividad y de inversión el cada vez más incierto panorama para el comercio global.

El economista jefe de Itaú, Miguel Ricaurte, sostuvo que “aunque las tensiones comerciales podrían afectar la demanda externa, limitar los precios del cobre y restringir el proceso de recuperación del crecimiento en Chile, nuestro escenario base para la economía global sigue siendo benigno”.

En este marco, esperan un alza de 3,8% para PIB este año.

La proyección contrasta con la de otros departamentos de estudios, como el de Capital Economics, que en un reporte cifró la expansión del PIB 2018 en 4,5%, aunque admiten que su cálculo se ubica “por encima del consenso”.

Hasta ahora las proyecciones del mercado varían entre 3,8% y 4%. La estimación del gobierno se ubica en el piso de este rango.

En su análisis, la entidad de estudios con sede en Londres remarca que las caídas recientes en el precio del cobre “refuerzan nuestra opinión de que el crecimiento probablemente alcanzó su punto máximo en el segundo semestre y se reducirá gradualmente desde este punto”.

Incluso advirtió que “la disminución en los precios del cobre debería alimentar un crecimiento más débil a través de una menor inversión y demanda interna en los próximos 12 a 18 meses”. Pese a esto, aseguró que “seguimos estando cómodos con nuestro pronóstico” para el cierre del año.

Desde BCI mantuvieron su proyección de 3,8% para el PIB del año, y aunque destacaron el ritmo de la inversión, creen que su alza “sería más bien una respuesta a una demanda por reponer maquinaria no reemplazada con la periodicidad habitual y no a proyectos nuevos y/o de mayor alcance”.

En el segundo trimestre dicho componente avanzó 12,8% anual, una importante aceleración desde el 5,2% del primer cuarto.

Por ello, advierten que “podríamos observar una moderación” hacia los próximos trimestres.

Por su parte, el economista jefe de Scotiabank, Benjamín Sierra, dijo que “da la impresión que estamos frente a un nivel de actividad, y especialmente de gasto, que es altamente sensible al componente de expectativas, por sobre cualquier consideración de otro tipo, aun cuando pareciera que las condiciones financieras son favorables”.

En ello, relevó que “se presume que las expectativas han tendido a moderarse en las últimas semanas, principalmente por un entorno externo más preocupante”.

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REPUNTE DE LA CONSTRUCCIÓN

Su octava alza consecutiva registró el Índice Mensual de Actividad de la Construcción (Imacon) durante junio, cuando se expandió 3,2% en doce meses.
De acuerdo a la medición realizada por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), el empleo sectorial subió 2,5% anual en el período, destacando el componente asalariado (2,9%) por sobre el cuenta propia (0,5%).

A su vez, el índice de ventas de proveedores retrocedió por quinto mes consecutivo, ubicándose en 0,2% en doce meses; mientras que el despacho de materiales aumentó 4% anual, el mayor avance registrado desde agosto de 2016.
Según cifras preliminares, la superficie aprobada para la edificación registró una variación anual de 1,3% anual.

El presidente de la CChC, Sergio Toretti, sostuvo que estas variaciones anticipan un «mejor desempeño del sector construcción para fines de este año e inicios del próximo».

Lo anterior, a raíz de que «han existido importantes anuncios en materia de reactivación de proyectos que impactan directamente en las expectativas de los empresarios como el proyecto de ley para la agenda Pro Inversión, el decreto que establece la Oficina de Gestión de Proyectos Sustentables y, ahora último, la creación de la Dirección General de Concesiones».

DÉFICIT EN CUENTA CORRIENTE

A US$ 1.846 millones o 2,4% del Producto Interno Bruto (PIB) llegó el déficit de la cuenta corriente durante el segundo trimestre del año, según el Banco Central.
Así, al cierre del primer semestre el saldo negativo se ubicó en 1,2% del PIB.
El resultado observado en abril-junio fue consecuencia de un déficit de la renta (US$ 3.607 millones) que no alcanzó a ser compensado por el superávit de la balanza comercial de bienes y servicios (US$ 686 millones) y de las transferencias corrientes (US$ 1.075 millones).

La balanza comercial fue superavitaria en US$ 1.871 millones, monto inferior en US$ 83 millones al obtenido el segundo trimestre de 2017. Las exportaciones crecieron en US$ 2.807 millones (17% anual), incididas por mayores volúmenes y precios del cobre.

Como contraparte, las importaciones aumentaron en US$ 2.890 millones (19,8% anual), impulsadas por el volumen de los bienes intermedios (productos metálicos y químicos).

Por su parte, la cuenta financiera mostró un endeudamiento neto con el resto del mundo, el cual se tradujo en entradas de capital por US$ 787 millones, lideradas por la inversión directa, seguida de una baja en los activos de cartera de las otras sociedades financieras y del gobierno.

A su vez, la deuda externa disminuyó US$ 6.472 millones respecto del trimestre previo, totalizando US$ 177.831 millones a junio, lo que equivale a 61,8% del PIB.
Este resultado se explica, en gran medida, por la baja en la deuda de las empresas de inversión directa en US$ 5.743 millones, asociada a pagos de préstamos.
En el mismo sentido, el gobierno y los bancos disminuyeron sus obligaciones en US$ 898 y U$$ 370 millones, respectivamente, por efecto de la depreciación del peso chileno respecto del dólar.

En cuanto al resto de las empresas, éstas incrementaron su deuda en US$632 millones por emisiones de bonos y nuevos créditos comerciales. Finalmente, la deuda que vence en los próximos doce meses (corto plazo residual) sumó US$ 54.185 millones a junio, explicados principalmente por empresas de inversión directa.

INDUSTRIA Y COMERCIO: APORTE AL PIB

La manufactura y el comercio y, en menor medida, servicios personales y empresariales, fueron las actividades que más aportaron al crecimiento de la economía durante el segundo trimestre, según informó el Banco Central.

En el primer caso, el aumento fue de 7,3% liderada por los alimentos, con una incidencia relevante de la mayor producción de mataderos, en especial carne de aves, de conservas de frutas y de alimento animal. También sobresalió la harina de pescado y elaboración de salmón fresco y congelado.

Otro segmento de notoria alza fue la elaboración de bebidas y tabaco, en particular vinos, reflejo de un aumento en la vendimia de este año.

En el ámbito del comercio, cuyo PIB se expandió 8,1%, el impulso provino del rubro mayorista, donde destacaron las incidencias de maquinarias y equipos. El resto de las líneas también contribuyó, observándose un alto dinamismo en las ventas de combustibles y materiales de la construcción. El comercio automotor fue impulsado por las ventas de vehículos y, en menor medida, por la mantención y venta de repuestos. De la misma forma, el comercio minorista presentó un mayor dinamismo respecto a los trimestres anteriores, explicado por vestuario y calzado y equipamiento doméstico.

Los servicios empresariales crecieron 5,4% gracias al avance en los servicios profesionales –en especial, consultoría arquitectura e ingeniería- y administrativos y de apoyo.

Los servicios personales, con una contribución relevante de la salud pública y privada, avanzó 4,5%.

Una recuperación relevante fue la de pesca, que creció 10,5% tras caer en el primer trimestre, de la mano de la acuicultura.

El rubro agropecuario-silvícola, que mejoró 7,8%, se vio favorecido por la producción de fruta -destacando la uva vinífera y arándanos-; y, en menor medida, por agricultura, que reflejó la mayor producción de hortalizas.

La actividad minera creció 4,8%, completando cuatro trimestres con cifras positivas, como consecuencia del aumento en la actividad cuprífera y, en menor proporción, de una mayor extracción de minerales no metálicos.

La expansión particularmente del cobre se asoció al desempeño de las grandes empresas del sector, en línea con mejoras de procesos y, en menor medida, a mejores leyes del mineral en algunos yacimientos.

Respecto de la actividad de extracción de no metálicos, todos sus componentes crecieron, sobresaliendo en particular de caliche y de carbonato de litio. (DF)

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