División e incertidumbre ante próximo Consejo General de la UDI

División e incertidumbre ante próximo Consejo General de la UDI

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El panorama del próximo Consejo General de la UDI es incierto. Hasta ayer Javier Macaya, tras su decisión de no integrar la lista de consenso que proponía el senador Hernán Larraín y que era su condición para asumir, iba a correr solo y  probablemente, ante la ausencia de otras listas, sería confirmado como próximo presidente de la UDI.  Sin embargo y en medio de las negociaciones, que en el entorno de Larraín se resistían a dar por perdidas, surgió un nuevo antecedente que modificó el escenario y obligará a Javier Macaya a sentarse nuevamente a conversar.

Según consignó The Clinic online, la esposa del actual presidente interino, Constanza Farías, emitió una boleta en el año 2012 por $5 millones de pesos a SQM, que corresponderían a cinco auditorías realizadas por la abogada de la Universidad Católica durante tres meses. “Se trata de servicios prestados por ella como abogada. Es una buena profesional y yo nunca he interferido en sus decisiones laborales”, explicó Macaya a ese portal.

Si bien es probable que ahora las reglas de juego cambien y deba negociar con Larraín, el actual presidente de la UDI cuenta con  importantes respaldos. Tiene el apoyo de la gran mayoría de la bancada de diputados, 20 aproximadamente, quienes controlan los votos de los consejeros regionales y, por si fuera poco, también cuenta con el respaldo de tres de los coroneles: Jovino Novoa, Andrés Chadwick y Juan Antonio Coloma, que sonaba como su vicepresidente.

En la última comisión política, los senadores y el sector de los alcaldes, liderados por Mario Olavarría, habían pedido más tiempo para hacer campaña y levantar alguna alternativa que compitiera con Macaya, pero la mesa directiva no cedió y la fecha fijada para el Consejo se mantuvo el 10 de abril. Frente a ese escenario, la disidencia ante la actual directiva declinó llevar candidato.

La negativa de Macaya de integrar una mesa junto a Larraín, provocó bastante molestia entre sus disidentes. El diputado Celso Morales aseguró que, hasta ayer, se les estaba “imponiendo” su candidatura. “Lo importante era lograr una lista de consenso, lo peor es forzar una elección en el Consejo, eso le haría muy mal a la UDI. Quieren forzar una elección sabiendo que Larraín no está en esa posición, al final es para correr solo. Es bastante irresponsable”, argumentó el diputado.

Otros diputados que están a favor de Larraín son Iván Norambuena, Sergio Gahona, David Sandoval, Osvaldo Urrutia y Romilio Gutiérrez, este último afirmó que queda tiempo y están insistiendo en que “lo mejor es una lista de unidad, que represente a todos los sectores”.

Más duro fue el alcalde de Colina, quien aseguró que la mesa directiva tenía todo planeado desde la renuncia de Silva y calificó de “golpe blanco y dictadura” a la candidatura de Macaya. “Lamentable. Es una vergüenza, queda claro que desde la renuncia de Silva este era el plan original. Nunca han pensado en una lista de consenso ni en una elección”, sostuvo.

Además, sobre la invitación a competir y levantar otras listas, Olavarría afirmó que “es una locura que nos pidan llevar una lista en dos semanas, es una treta, esta gente no tiene dignidad. Que los históricos y los coroneles no denuncien esta situación que está destruyendo el partido es grave”.

De todos modos, ayer en la tarde, antes que se conociera la boleta de su esposa, Javier Macaya comentó que la situación aún no está zanjada y que se están analizando distintas opciones y emplazó a los que no están de acuerdo con su opción a levantar sus propias candidaturas: “Sería una irresponsabilidad no preparar algún otro escenario o una alternativa. Los demás tienen que levantar sus propias listas y tenemos que analizar cuál es la mejor opción”. También comentó que en los próximos días el resto de la mesa, compuesta por José Antonio Kast, Domingo Arteaga, Pablo Terrazas y Loreto Seguel, dejarán sus cargos.(El Mostrador)

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