De la crisis y la reactivación económica

De la crisis y la reactivación económica

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La evolución a la baja del número de contagios y fallecimientos por el Covid – 19 en el país ha abierto la discusión respecto de la profundidad que alcanzará la crisis económica y social como de los escenarios y rápidez con que se logrará la pretendida reactivación económica. Una revisión de los antecedentes deja en evidencia que, al contrario de los esperado, la reactivación tendrá que esperar al cuarto trimestre.

Los escenarios del FMI.

A mediados de abril del presente año, el Fondo Monetario Internacional, junto con sostener que la crisis sería mucho más grave que lo que anunciaban gobiernos y bancos centrales (el chileno incluido) identificó varios escenarios posibles. En lo referido al presente año proyectó una caída de -3% del PIB mundial; un -7,5% para la Euro Zona, un – 5,9% para el PIB de los Estados Estados Unidos y un -4,5% para Chile. Estas proyecciones estaban basadas en el supuesto de que los efectos disruptivos de la pandemia estarían concentrados en el segundo trimestre del presente año de manera que a partir del tercer trimestre la economía mundial se encaminaría hacia la reactivación lográndose en el 2021 un crecimiento del producto global de 5,8%.

No obstante, el FMI no descartaba tres escenarios más negativos. El primero determinado por una duración más prolongada de la pandemia y las medidas de contención correspondientes; el segundo, caracterizado por una reaparición más suave de la pandemia en el 2021 y; un tercer escenario en que tenía lugar tanto una prolongación de la pandemia en el 2020 y su reaparición en el 2021. En estos escenarios, la caída del PIB global en el presenta año podría alcanzar caídas mayores y la recuperación sería mucho más lenta, pudiéndose extender la recesión hasta el 2021.

En la revisión de junio de las proyecciones, el FMI señalaba que la economía mundial caería en el presente año en -4,9%; los EEUU en -8%, la Zona Euro en -10,2%, lo cual apuntaba a escenarios más negativos. Una breve mirada a la evolución de la pandemia muestra que China ha logrado mantener el control y la Euro Zona logró acotar los efectos más graves de la crisis en el segundo semestre. Por el contrario, en julio Estados Unidos está alcanzando el peak en el número de contagios (4 millones) y el de fallecimientos (que alcanza una cifra de 141 mil fallecidos) los cuales están alcanzado una cifra diaria de 1000. Fuentes oficiales señalaron el 21 de julio que el número real de contagios en los EEUU, podría ser superior entre 2 y 13 veces a los informados y que el número de fallecidos podría ser mayor debido a  que los sistemas de conteo están operando deficientemente. Situaciones crecientemente graves enfrentan también, Brasil (más de 2 millones de contagios y 80 mil fallecidos), México (350 mil contagios y 40 mil fallecidos), India (un millón doscientos mil contagios y 28 mil muertos). Estas informaciones sugieren que la pandemia y las medidas restrictivas se extenderán al menos hasta el tercer trimestre con lo que el escenario alternativo número 1 esbozado por el FMI en abril ganaría preminencia. Para Chile un país orientado fuertemente hacia las exportaciones, implica que los estímulos a favor de una recuperación serán mucho más débiles en el presente año.

El escenario sanitario en Chile.

Tuvo que salir Mañalich para que terminara la discusión planteada por algunos empresarios y personeros de la derecha y  entender que la condición sine qua non para emprender la reapertura estaba determinada por el virus y la suerte del plan de contención. Recién los último informes respecto de la pandemia en el país, permiten abrir el debate sobre la reapertura y la reactivación. Efectivamente después de haber alcanzado cifras en torno a los 6 mil nuevos contagios y casi 300 fallecidos diarios, el martes 21 de julio se informó que los nuevos contagios alcanzaron una cifra de 1656 casos y y 44 fallecimientos, lo que confirma una clara tendencia a la baja. Es de esperar que esto se compruebe en los próximos días y semanas.

En este contexto, el Gobierno ha formulado un programa de apertura que incluye 5 fases. (Para un detalle del plan ver https://www.gob.cl/coronavirus/pasoapaso/). Naturalmente el elemento central que caracteriza cada una de ellas es la intensidad de las restricciones de la movilidad personal: Toque de Queda, aduanas y cordones sanitarios, cuarentenas especiales para lo mayores de 75 años y prohibición de traslado a segunda vivienda. En la segunda etapa disminuirá el grado de confinamiento; en la tercera se levanta la cuarentena para la población en general; en la cuarta se retoman actividades de menor riesgo de contagio y en la quinta se permite el aumento de la cantidad de gente en actividades permitidas en la fase anterior. El paso de una a otra dependera del desempeño de los indicadores epidemiológicos, la situación de la red asistencial y el grado de trazabilidad.

El Secretario General del Colegio Médico señaló que el Plan retoma varias de la medidas presentadas por la organización gremial, que va en la línea correcta pero que se le pueden realizar mejoras. Según el personero, existen condiciones para entrar en la primera fase de desconfinamiento, lo que probablemente podría partir la presente semana. Ha enfatizado eso si el especialista, que no cabe descartar la prosibilidad de retomar cuarentenas si suben los contagios.

Aunque no es claro, la velocidad en que se avanzará parece posible concluir que el tercer trimestre estará todavía concentrado en la contención de la pandema y que la reactivación debería, si todo va bien, comenzar en el cuarto trimestre. Cabe sin embargo considerar que como muestra la experiencia internacional la gravedad de la enfermedad ha tenido como consecuencia que una vez que se relajan las restricciones, las personas retoman su vida normal con mucha cautela.

Y ¿qué pasa con la economía nacional?

Parece ya claro que Chile se encuentra entre los países en los cuales la crisis se está extendiendo con fuerza hacia el tercer trimestre, De hecho el mes de julio presenta  restricciones similares a las que estuvo sometido el país en el segundo trimestre. La fuerza con que la crisis ha golpeado a la economía queda en evidencia con la caída que experimentó el IMACEC en los meses de abril y mayo (-14,1 y -15,3% respectivamente). Las proyecciones para los meses de junio y julio son aún peores ya que se esperan caídas de -15,5% y -16,1% en comparación con los mismo meses del año anterior.

Como ya decíamos es aún difícil precisar cómo avanzará el programa de apertura. Sin embargo, cabe esperar que con suerte la quinta fase termine de instalarse durante el mes de septiembre lo que significaría que el tercer trimestre presentaría caídas en el IMACEC muy importantes. Para el cuarto semestre, desde el punto de vista estadístico la evolución del IMACEC respecto del año 2019 se verá favorecido porque en los meses de octubre, noviembre y diciembre, el desempeño económico presentó caídas importantes. No obstante, al contrario de lo que se preveía, es probable que las cifras de esos meses no indiquen una recuperación significativa. Ello principalmente porque la la actividad económica partirá de base muy negativa lo que determina una puesta en marcha muy lenta en el cuarto trimestre. Es por ello que, como se observa en el cuadro número 2, las expectativas respecto del comportamiento del PIB en el año 2020 se han venido deteriorando sistemáticamente. Mientras que los encuestados en el mes de mayo esperaban una caída del -2,7% en julio se espera una caída de -6,1%. Cabe recordar que el IPOM de junio del Banco Central anticipó una caída de entre -5,5 y – 7,5%.

En este contexto, la evolución del desempleo ha sido muy preocupante. Como se observa en el cuadro número 3, el desempleo a nivel nacional pasó de 7,8% en el trimestre móvil diciembre – febrero a 11,2% en el trimestre móvil marzo – mayo. Recién la cifra del trimestre móvil abril – junio que debe darse a conocer en los próximos días, dará un visión más precisa y plena del impacto de la crisis sobre el desempleo. Como se observa en el mismo cuadro algunas regiones presenta niveles de desempleo, bastante superiores al promedio nacional.

Pese a la grave situación que trasluce el cuadro número 3, ello no da una descripción cabal del problema que enfrentamos.

En efecto, al observar el cuadro número 4 queda en evidencia que al aumento de los desocupados (desde 767 mil personas en el trimestre móvil diciembre – febrero a 940 mil en el trimestre móvil marzo – mayo) es necesario sumar la caída de la fuerza de trabajo total. Ésta cayó que  desde 9 millones 831 mil personas en el primer trimestre móvil indicado a 8 millones 390 mil personas(esto es en torno a un millón cuatrocientos mil personas). Esto significa que para calibrar el impacto global de la crisis es necesario sumar a la cantidad de desocupados el aumento del número de inactivos, lo que lleva la tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial a un 28,1%.

Estas cifras permiten dimensionar el real impacto de la crisis económica, evaluar la irresponsabilidad del Gobierno al aplicar una política mezquina de sustitución de ingresos y analizar las dificultades que se enfrentarán en la reactivación. Dar empleo a las personas actualmente marginadas no será ni fácil ni rápido lo que acentuará las dificultades para incrementar la demanda global en la economía y con ello la posibilidad de que las PYMES más afectadas por la crisis retomen sus actividades. (lamiradasemanal.cl)

Eugenio Rivera

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