Costo para el Estado por cierre de la U. del Mar alcanzaría...

Costo para el Estado por cierre de la U. del Mar alcanzaría a $ 46.000 millones

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Han pasado cinco años desde que se decretó el cierre de la U. del Mar (UDM) y entre 2013 y 2016 el Estado ha destinado más de $ 40.000 millones a dicho proceso. A esto se suman otros $ 5.189 millones, gasto incluido en el presupuesto de este año para becas y otras ayudas financieras destinada a los alumnos que siguen ligados al plantel. En total, y de acuerdo a la información obtenida vía Transparencia por La Tercera, el Estado invertirá más de $ 46.000 millones en subsidios hasta que se produzca el cierre del plantel, programado para febrero de 2018.

La clausura de la institución, que se decretó luego de que una investigación del Mineduc confirmara la existencia de irregularidades que ponían en riesgo la formación de sus alumnos, llevó a un largo proceso de reubicación. Según la información del Mineduc, en 2012 existían más de 16.000 matriculados en 86 carreras a lo largo de Chile.

De todos los fondos que el Fisco ha destinado al cierre, lidera el gasto la Beca de Reubicación, que alcanza los $ 24.422 millones, mientras que la Beca de Apoyo involucra otros $ 5.739 millones. Además, se entregaron $ 10 mil millones en aportes para nivelación de estudiantes y a través del Fondo de Desarrollo Institucional. Esta última línea de financiamiento, en el caso de la U. del Mar, se destinó a las instituciones que recibieron a los alumnos para apoyar la contratación de profesores y la nivelación de los alumnos para poder acoger a los estudiantes de la UDM.

Para este año se presupuestó un gasto de otros $ 5 mil millones, tanto en becas de arancel como de apoyo. El Mineduc explicó que “con el objetivo de evitar la deserción académica de los estudiantes de la UDM, desde el momento en que se decretó el cierre de esta institución, el Ministerio inició un plan de apoyo, acompañamiento y convenios con otras instituciones que pudieran asegurar su continuidad de estudios”.

En ese contexto, la cartera añadió que el plan -que sigue en curso- “permitió que más de siete mil jóvenes pudieran matricularse en otras 26 instituciones”. El ministerio advirtió que el presupuesto 2017 de la UDM incluye exclusivamente los montos para las becas de reubicación y es el máximo proyectado en la Ley de Presupuestos, por lo que se podría gastar menos de esa cifra. “Este monto no está aún ejecutado por lo que no puede sumarse a los años anteriores”, precisan el Mineduc.

A la UC del Maule llegaron más de 1.400 alumnos y 200 aún cursan sus estudios allí. En tanto, a la UC Silva Henríquez llegaron 318 jóvenes, de los cuales quedan siete por titularse. Según el rector de este último plantel, Jorge Baeza, la experiencia “ha tenido aspectos positivos y negativos. Valoro cómo se les integró. Lo negativo es el prejuicio contra estos estudiantes, que terminó convirtiéndolos en culpables cuando eran víctimas”.

El rector de la UC del Maule, Diego Durán, reconoció que el plan de reubicación “no fue simple. Hay alumnos del área de la salud que nunca lograron reubicarse, ya que ningún plantel se podía hacer cargo de la formación que traían”.

Casos

Una de ellas fue Carolina Nieto, quien alcanzó a estudiar tres años Enfermería. “Nos llamaron de la U. de Viña del Mar diciendo que nos podíamos reubicar ahí, pero no nos dieron la Beca de Reubicación. Me convalidaron 11 ramos de 22 que había hecho”, dijo Nieto, quien, luego de un semestre en la U. de Viña del Mar, tuvo que abandonar sus estudios: “No tenía cómo pagar las mensualidades ni la deuda que tenía”, dijo Nieto. La joven hoy trabaja en la bodega de una cadena de farmacias y tiene dos hijos. “Espero algún día volver a estudiar”, comentó.

Pero hubo otros alumnos que sí lograron titularse, como lo hizo Raúl Soto, en la U. de Playa Ancha, en la carrera de Kinesiología. “Hice mi internado en un consultorio, luego en el Instituto de Seguridad del Trabajo. Ahora soy independiente y estoy haciendo un diplomado”.

Hasta diciembre de 2015 se habían titulado 5.684 alumnos y la mayoría de ellos obtuvo el certificado de la UDM.

Según Pedro Montt, presidente del Consejo Nacional de Educación (CNED), el amplio presupuesto que ha destinado al Estado a este grupo de estudiantes se debe a que “muchos alumnos fueron reubicados y para eso se crearon becas y ayudas estudiantiles especiales, ya que necesitaban apoyo adicional”.

Originalmente, el cierre de la U. del Mar estaba contemplado para 2015, pero se tuvo que prorrogar, “porque había situaciones no resueltas”, explicó Montt, quien agregó que, “en teoría, no se debiese postergar nuevamente el término. En algún momento tienes que cerrar los casos de todos los estudiantes que quedan pendientes y esto partió en 2012, ya son varios años”.

¿Puede replicarse este gasto en los procesos de cierre de otras instituciones, como en el caso de la Universidad Arcis? Según Montt, “cada plan de cierre tiene que contemplar un cronograma ordenado de la conclusión de estudios de todos los alumnos, y las correspondientes ayudas que se les tenga que entregar para eso. Lo que pasa es que la escala de estudiantes es distinta, la U. del Mar tenía muchísimos alumnos, más que los que ahora tiene la U. Arcis”.

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La Tercera/Agencias

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