Cuando China se resfría, muchos en Occidente sienten de inmediato los efectos del contagio. Durante los años de sorprendente crecimiento de China, el conjunto delos commodities estuvo estrechamente ligado a la salud económica de China. El petróleo, sin embargo, es una excepción, y los recientes movimientos del crudo, impulsados en gran parte por potenciales cambios en la oferta, pueden estar afectando la percepción sobre lo que está ocurriendo en China.
Estos son los índices de commodities de Bloomberg, incluyendo el índice del petróleo y el de todos los commodities excluyendo el petróleo:
Gran parte del conjunto de los commodities, entonces, está dando claras señales de alarma. Esto es más evidente si miramos al cobre, para el cual, China ha sido desde hace tiempo el «comprador marginal» (el que está dispuesto a pagar los precios más altos del mercado). La relación entre los precios del cobre y del oro acaba de colapsar:
Eso implica nuevas preocupaciones sobre el crecimiento global, particularmente el de China. Es preocupante porque el oro en sí mismo viene exhibiendo un pobre desempeño. La caída en los precios de los metales preciosos implica confianza en que los bancos centrales podrán mantener la inflación bajo control, lo que es alentador, pero también implica falta de confianza en que la economía va a crecer con suficiente fuerza como para generar presiones inflacionarias. Así es como se ha desempeñado el índice de metales preciosos desde la última elección en EEUU:
Una última señal más bien preocupante surge del mercado de futuros de madera, frecuentemente un buen indicador de la actividad en la industria de la construcción en EEUU. Tras lanzarse en un loco ascenso, los futuros de la madera acaban de sufrir una abrupta corrección:
Así que los mercados de commodities sugieren que podría venir ahora una desaceleración en el crucial sector de la construcción en EEUU, al igual que en China. Si se excluye el petróleo se hace aún más evidente.
(Por John Authers-FT-DF)
