Banco Mundial: Chile es el séptimo país más desigual del mundo

Banco Mundial: Chile es el séptimo país más desigual del mundo

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Una particular distinción le dio el Banco Mundial a Chile. En su informe La Pobreza y la Prosperidad Compartida, el organismo situó a nuestro país como el séptimo más desigual del orbe, con un índice Gini de 50,45 en 2013.

Pese a esto, el reporte de la entidad internacional destaca que sólo una pequeña fracción de las personas que se encuentran entre el 40% que recibe menores ingresos en el país está bajo la línea de la pobreza extrema, según la medición internacional,  y una significativa parte de ellos vive con cinco o más veces el ingreso que marca la línea de la pobreza.

Además, cerca del 70% de la población nacional vive con, al menos, más de cinco veces el ingreso que marca la línea de la pobreza, o US$1,9 al día, algo así como $1.300 (poco más de $40 mil mensuales).

En el estudio del Banco Mundial, entre 2008 y 2013, el número de países que han experimentado una disminución de la desigualdad fue el doble que aquellos que vieron un aumento en esta materia.  

Según la medición, Haití y Sudáfrica son los países más desiguales del mundo (para los cuales se dispone de datos), con un Gini superior a 60 puntos en 2013.

Más abajo, pero aún en zona de alta desigualdad están países del África subsahariana como Ruanda y otros siete de América Latina y el Caribe, entre los que se cuentan Brasil, Colombia, Costa Rica, Honduras, México, y Panamá.

REFORMA REGRESIVA

En Chile, durante el período estudiado por el Banco Mundial -entre 2008 y 2013- el 40% de la población que recibe menos recursos sumó un avance anual promedio en sus ingresos de 5,57%, lo que es 1,4 puntos más alto que el promedio total del país, pero esto se tradujo en un avance de sólo US$1,49 para los más pobres, mientras que el promedio de la población recibió un ingreso adicional promedio de US$3,54 al día en el mismo período. 

¿Cómo igualar esto? El informe del Banco Mundial señala muchos caminos, entre los que destaca el crecimiento económico. 

Según el reporte hay otras vías de mejorar la distribución del ingreso, como las reformas tributarias. Aquí el informe destaca el caso de la reforma tributaria de 1990 en Chile que, dice, es un ejemplo histórico de reforma “destinada a compartir los beneficios del crecimiento económico y la mejora de la equidad”.

En ese sentido, el informe  compara en al menos dos oportunidades la reforma tributaria de 2014 con la de México en 2010.

Y es que, según señala el organismo multilateral, ambas reformas tenían como objetivo promover la equidad, pero usaron fórmulas distintas y terminaron obteniendo resultados diferentes.

Aunque las dos fueron aplicadas de manera progresiva, “en Chile, el 3% de la población con mayores ingresos se llevó el peso de la reforma del impuesto sobre la renta. En México, en tanto, los efectos de los cambios en el impuesto sobre la renta afectó al 40% de la población con mayores ingresos”.

Sin embargo, en los impuestos especiales sobre algunos productos -como el tabaco, el alcohol y las bebidas con azúcar- los efectos resultantes fueron opuestos: “los impactos fueron progresivos en México, pero regresivos en Chile”.  O sea, dice el Banco Mundial, en “México, los deciles más ricos terminaron pagando más en términos absolutos y relativos que los pobres. En Chile, el 40% de la población que recibe menos ingresos contribuyó una mayor parte de sus gastos”.

El informe La Pobreza y la Prosperidad Compartida  es parte de la estrategia del organismo con miras a cumplir la meta de reducir la pobreza extrema a 2030. Por eso es que el organismo, además, anunció que comenzará a reportar anualmente estas cifras, para lograr una serie de estudios sobre la pobreza mundial.  (Pulso Reuters)

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