Anécdotas, banalidad y frivolidad-Luis Larraín

Anécdotas, banalidad y frivolidad-Luis Larraín

Compartir

El Presidente Piñera regresa a Chile y destaca las buenas noticias para la economía chilena: el FMI aumenta las proyecciones de crecimiento para el país, poniéndonos en el primer lugar de Latinoamérica; el desempleo baja en el Gran Santiago, llegando a 7%, la tasa más baja desde fines de 2016; tras cuatro años de caída de la inversión, la inversión extranjera crece un 400% durante los primeros cinco meses del año, alcanzando 8.800 millones de dólares. Pero nada de eso parece importarle a gran parte de la prensa, que insiste en que lo más importante de esta semana es lo que dijo el Ministro de Educación acerca de la reparación de los techos de los liceos o el Ministro de Economía sobre la importancia de diversificar las inversiones hacia el exterior, así como pareció entender que la semana pasada la noticia más relevante fue que un experto asistió a una sesión de la Cámara de Diputados sin corbata y chaqueta, provocando ridículas reacciones de algunos. Incluso, parte de quienes tienen pretensiones más intelectuales aventuran sesudas tesis sociológicas acerca de los dichos de los ministros, como si ellos tuvieran alguna importancia frente a la obra del Gobierno.

Ante la insistencia de la prensa sobre las declaraciones de los Ministros Varela y Valente, el Presidente dice que si vamos al fondo del asunto, el compromiso es llevar adelante la reforma educacional aprobada y que sigue pendiente mejorar la calidad de la educación. Agregó que para tener éxito en esta tarea era necesaria la participación de la sociedad civil, que somos partidarios de una sociedad docente, ese es el norte de nuestro gobierno y lo demás son anécdotas. En economía, destacó las cifras de empleo, y la confianza de los consumidores y los inversionistas.

Esto viene a poner en su lugar la importancia que estos temas, profusamente tratados en los medios de comunicación, tienen para el país. El Presidente Piñera acaba de entregar los acuerdos logrados por una comisión transversal en materia de Seguridad Pública. Los acuerdos alcanzados incluyen la necesidad de modernización de las policías, el fortalecimiento de nuestro sistema de inteligencia, la aplicación de un control más estricto a la posesión de armas de fuego, el potenciamiento del rol de las municipalidades en materias de seguridad y la necesidad de una mayor coordinación entre los actores del sistema de persecución penal. Son todos temas relevantes y el acuerdo propone una serie de medidas en cada uno de ellos. Si bien obviamente aún no hay resultados de este trabajo que la ciudadanía pueda observar, se aprecia el esfuerzo del gobierno por abordar los temas que la afectan. El gobierno, por otra parte, continúa en su tarea por recuperar la economía desolada por el gobierno de Michelle Bachelet y los chilenos esperan frutos concretos de esta acción, que pese a señales promisorias aún no se refleja en una mejor calidad de vida. La mayoría de la gente también aprecia el espíritu de unidad que tiene el Presidente y que lo lleva a buscar acuerdos en temas relevantes para el país.

Pero una minoría frívola insiste en la pequeña anécdota. Si nuestros problemas como país fueran tan graves, no estaríamos hablando de esto. La oposición política insiste en hablar de ello, revelando de esta manera que no tiene nada que proponer al país. Es más, es tal su debilidad e inoperancia, que el ruido causado ni siquiera alcanza para provocar problemas reales al gobierno, que continúa con su tarea. Las tímidas insinuaciones de que estas anécdotas podían dar origen a la salida del gabinete de algún ministro han sido acalladas por la mayoría de los analistas, que opina que el gobierno no debe dar un triunfo a una oposición que no lo merece.

Quienes sueñan con que los tiempos mejores no lleguen a Chile e incluso se aventuran a señalar algún desencanto de los chilenos por ello no tienen evidencia para sostenerlo. Según varias fuentes, incluyendo CADEM, las expectativas de los chilenos mejoran y más gente cree que el país va por buen camino que hace un año atrás.

Luis Larraín

Dejar una respuesta