Y si vas para Chile-Pilar Lizana

Y si vas para Chile-Pilar Lizana

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El “orden, quietud y tranquilidad pública” que se definían como objetivo del gobierno en el acta del Primer Cabildo el 18 de septiembre de 1810 siguen siendo los elementos centrales para el desarrollo de nuestro país, un estado que desde principios del siglo XIX se ha consolidado como una de las democracias más estables de América Latina. Hoy, más de dos siglos después, Chile, originado de un proceso de colonización e independencia donde confluyeron diversas culturas, es lugar de destino de quienes buscan un futuro mejor.

“Y verás cómo quieren en Chile al amigo cuando es forastero”, decía una famosa canción. El cariño al extranjero podrán cuestionarlo, pero, lo que sí es claro, es que a nuestro país llegan muchos buscando progreso y desarrollo. Que no siempre lo persigan a través de emprendimientos legales, es otra cosa.

Hace dos semanas nos enterábamos de que los carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación llegaron a Chile buscando ampliar su negocio. Días después nos informaban de la mafia china Bang de Fujian que traficaba marihuana, contaba con armas de fuego y cuyos líderes fueron detenidos en un local en Recoleta dedicado a la explotación sexual. ¿Qué tienen que ver los mexicanos, los chinos y nuestro aniversario patrio?

Hoy se conmemora el comienzo de un proyecto común que tuvo como resultado la creación del Chile independiente. País que a lo largo de los años ha buscado proteger y avanzar en su idea de estado, llegando a destacar en importantes indicadores a nivel regional. Sin embargo, de nada sirven los debates y esfuerzos políticos de consolidación estatal si forasteros como esos mexicanos o chinos se instalan en el país. El orden, la quietud y tranquilidad pública que guiaron a la Primera Junta de Gobierno podrían terminarse.

Que mexicanos y chinos estén dedicados a negocios ilegales no es nuevo. De hecho, a principios de año la DEA advertía que las mafias chinas que operaban en los chinatowns lavaban los millones que ganaba el cartel de Sinaloa con la venta de drogas en Estados Unidos. Los chinos tienen redes en Europa, los mexicanos tienen a europeos y asiáticos como mercados principales; Chile, además de consumir, es un importante centro de distribución. Estamos a un paso de la integración entre chinos y mexicanos que se observa en Estados Unidos.

Actualmente, existen varias similitudes entre lo que sucede en el gigante norteamericano y en Chile. Las dinámicas de frontera son una de ellas: tráfico y trata de personas, narcotráfico y migración irregular conviven y se relacionan en un territorio altamente poroso y difícil de controlar. La integración entre chinos y mexicanos podría ser otra. La buena noticia: estamos a tiempo para combatirla.

Actividades ilícitas como el lavado de activos y el narcotráfico amenazan directamente a la democracia, poniendo en riesgo la confianza que los ciudadanos tienen en sus instituciones. En el Contrato Social que da origen al estado, las instituciones tienen un rol clave. A través de ellas se mantiene la seguridad, se avanza en bienestar y se alcanza el desarrollo. La confianza es la piedra angular que sostiene la democracia y permite su consolidación.

Vivimos en un Chile muy distinto al de 1810, pero la idea de construir un país seguro y estable que mire al progreso y al desarrollo se ha mantenido todos estos años. Es ese país y lo que queremos de él para el futuro lo que debemos proteger. Enfrentar las amenazas que puedan poner en riesgo nuestro estado es clave para que los esfuerzos de más de dos siglos sigan prosperando y que, si vas para Chile, nuestro ejemplo sirva como referente de confianza y democracia en otras latitudes. (El Líbero)

Pilar Lizana

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