Taiwán eligió por primera vez a una mujer como presidenta

Taiwán eligió por primera vez a una mujer como presidenta

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Tsai Ing-wen, líder del principal partido  de oposición en Taiwán se convertirá en la primera mujer presidenta de la isla  después de que la formación en el poder, Kuomintang (KMT), reconociera su  derrota en la elección presidencial del sábado.

«Lo siento. Hemos perdido. El KMT ha sufrido una derrota electoral» admitió  el candidato presidencial del KMT, Eric Chu, en una alocución ante seguidores  en la sede del partido en Taipéi.

Tsai Ing-wen, líder del Partido  Democrático Progresista (PDP), será así la primera mujer en acceder a la  jefatura del Estado en Taiwán, y podría poner fin a ocho años de acercamiento  con China.

Esta antigua profesora universitaria de 59 años sucederá al actual  presidente, Ma Jing-jeou (KMT), quien puso en marcha una inédita política de  acercamiento con Pekín.

Según un recuento difundido previamente por la televisión taiwanesa FTV  sobre más del 50% de los votos, Tsai encabezaba claramente el recuento con  58,1% de los votos. El candidato oficialista Eric Chu, de 54 años, quedaba muy  distanciado, con 32,5% de votos, según esta fuente.

Tsai, que ya era favorita de los sondeos, pudo beneficiarse de la  desconfianza de una parte de los electores taiwaneses hacia China y de su  frustración con el estancamiento de la economía.

Las relaciones con Pekín mejoraron desde la llegada al poder en Taiwán de  Ma en 2008, alcanzando su momento más alto a finales de noviembre en una  reunión histórica en la isla con el presidente chino, Xi Jinping, la primera  desde la separación de ambos territorios hace más de 60 años.

Aunque este acercamiento permitió la firma de acuerdos comerciales y un  boom turístico en Taiwán, muchos habitantes temen que la isla se vuelva  dependiente de Pekín, perdiendo así su identidad y soberanía.

ADVERTENCIA DE PEKÍN

La líder del PDP defiende que Taipéi debe abandonar la dependencia  económica de Pekín y asegura que ella escuchará a la opinión pública en lo que  respecta a las relaciones bilaterales con China.

Como muestra de este pragmatismo, Tsai subrayó que se mantendrá el statu quo actual, diluyendo así el discurso tradicionalmente independentista del PDP.

En 1992, se alcanzó un consenso entre las dos partes que establecía el  concepto de «una sola China», una formulación suficientemente equívoca para  poder ser interpretada de manera diferente de un lado y del otro del estrecho  de Taiwán.

El objetivo de Tsai es tranquilizar a Pekín, pero también a Estados Unidos, principal aliado de Taipéi, que teme por la estabilidad en la región.

China descartó mantener relaciones con un dirigente que no reconociera que  Taiwán forma parte de «una sola China».

La mayoría de expertos consideran inevitable una cierta degradación de las  relaciones entre ambos territorios.

La victoria de Tsai supone la segunda presidencia de su formación desde los  dos mandatos consecutivos de Chen Shui-bian (2000-2008).

El PDP espera también poder obtener la mayoría de los 113 escaños del  parlamento monocameral en las legislativas, que también se celebran este  sábado, gracias al voto de los taiwaneses descontentos con sus condiciones de  vida.

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