En la Intendencia Metropolitana fue presentado el cuarto informe de percepción y opinión pública de la Región Metropolitana, el cual expone que el 47% de los encuestados cree que los problemas de transporte son una de las peores cosas de la capital.
En este contexto, el 64% de los entrevistados respaldó la restricción vehicular permanente para automóviles catalíticos, plan que busca controlar la congestión y la contaminación ambiental a partir de mayo de este año. No obstante, la medida obtuvo 7 puntos menos que en el sondeo 2015, cuando registró 71% de aprobación.
El seremi de Transportes metropolitano, Matías Salazar, mencionó al respecto que “existe una creciente conciencia respecto de la necesidad de adoptar medidas para combatir estos problemas. Me parece muy importante que el gobierno adopte medidas como el futuro plan de descontaminación, que establece restricción permanente para los vehículos fabricados antes de 2011”.
Por su parte, el especialista en transporte y docente de la Universidad Diego Portales, Louis de Grange, opinó “no debemos implementar políticas públicas por su popularidad, sino que por el impacto que tengan. En un año la gente se comprará un segundo auto, por eso la congestión y la contaminación se deben tratar de forma independiente, porque son problemas distintos”. Detalla que hay que atacar las principales fuentes contaminantes, “que no son los autos, sino los camiones, las empresas y la calefacción a leña, y generar alternativas a los automovilistas, como ampliar las redes de metro y la política de estacionamientos”.
En tanto, el director del movimiento Ciudad Emergente, señaló: “Apoyamos cualquier medida que se tome para desincentivar el uso del auto, porque la tasa de motorización es muy alta y cada día los santiaguinos compramos más autos, lo que es un problema, porque nuestras calles no crecen al mismo ritmo de esta tendencia”. (La Tercera)
