Se comienza a definir la reforma tributaria, proyecto que lleva más de seis meses de debate en el Congreso y que ha enfrentado al gobierno con la oposición, principalmente por el impacto de la reintegración del sistema tributario, la que –acorde a la exNueva Mayoría- sería una rebaja de impuestos a los más ricos.
Luego de una reunión en La Moneda entre el ministro de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), Gonzalo Blumel, el titular de Hacienda, Felipe Larraín, y el presidente de la comisión de Hacienda de la Cámara, Pablo Lorenzini (DC), el Ejecutivo por primera vez mostró una apertura a modificar el corazón de la reforma impositiva: la reintegración.
En simple, la reintegración implica que los socios de una empresa podrán descontar de sus impuestos personales el 100% de lo que canceló su sociedad. Hoy, la tasa de impuesto corporativo está en 27%. Con la reforma del 2014, se estableció una integración parcial entre el gravamen a las utilidades empresariales y el de las personas (conocido como Global Complementario). Esto implica que los socios de las empresas solo podrían descontar de sus impuestos personales hasta un 65% de lo que pagó la sociedad.
Los parlamentarios opositores en la comisión de Hacienda han criticado la medida por considerarla regresiva, ya que beneficiaría a los contribuyentes personas naturales de mayores ingresos del país.
En la reunión en Palacio, el Ejecutivo manifestó su disposición a revisar el diseño de la integración del sistema tributario, abriéndose a mantener la progresividad: o sea, que no se reduzca la carga tributaria de los contribuyentes de mayor tamaño. Eso sí, se mantendría el 100% de integración.
En la cita, que se desarrolló en paralelo a la reunión entre los equipos técnicos de Hacienda y la oposición, Larraín mostró a Lorenzini nuevos cálculos respecto a la integración, cuyo impacto se reduciría desde US$ 840 millones por año en régimen a alrededor de US$ 600 millones.
«Veo un buen ánimo para alcanzar un acuerdo. Ha sido una señal positiva que el ministro se haya abierto a revisar la integración. Tengo que conversar esto con los parlamentarios de la comisión de Hacienda y la idea es que firmemos un protocolo de acuerdo con el gobierno, que todo quede por escrito», aseguró Lorenzini tras la reunión.
De esta forma, el titular de la comisión se reunirá en los próximos días con sus pares opositores y el grupo de técnicos para analizar el nuevo escenario y tomar una decisión respecto a aprobar o no la idea de legislar. Lorenzini volverá a reunirse con Larraín el próximo jueves y, en caso de haber acuerdo, la idea de legislar se votaría la semana del 18 de marzo, justo antes de la semana distrital. (DF)
