A propósito del ingrato episodio de la remoción del general Hermes Soto , el Presidente Sebastián Piñera anunció una reforma constitucional para recuperar la facultad del mandatario para remover libremente a los comandantes en jefe de las FF. AA. y al general director de Carabineros.
Corresponde apoyar dicha reforma en consonancia con la normativa vigente en las democracias constitucionales en el mundo democrático y terminar con los nudos autoritarios que aún conserva la Constitución de 1980. Debe primar el principio de la soberanía popular y la expresión de la voluntad de la mayoría expresada libremente en las urnas y en el marco del sistema presidencialista imperante, que subordina a los Cuerpos Armados y Policía a la máxima autoridad civil.
Debe considerarse, asimismo, conforme al artículo 101 de la Constitución, que se trata de instituciones “esencialmente obedientes , no deliberantes y que son además profesionales, jerarquizadas y disciplinadas.”
Por ello urge la reforma al artículo 104 de la Constitución, eliminando la inamovilidad de los comandantes en jefe de los cuerpos castrenses y del general director de Carabineros, estableciendo su libre designación por parte del jefe de estado, los que permanecerán en sus cargos mientras cuenten con su confianza, permitiendo así su remoción pura y simplemente, sin requerir de un decreto fundado para justificar la pérdida de confianza, ni menos informar a las cámaras legislativas.
Creo que la democracia chilena está lo suficientemente madura y consolidada para asegurar el pleno funcionamiento de la institucionalidad democrática en un estado de derecho y preservar así las prerrogativas propias de la autoridad presidencial. (La Tercera)
Nelson Haddad
