¡Felices Fiestas Patrias! Es el primer mensaje que todos nos tenemos que dar. Ha sido un año especial, lleno de cambios y desafíos. Además, luego de seis años, a la mayoría le tocan cinco días de festividades, por lo que ha podido celebrar con alegría en sus hogares o lugares de descanso. Por eso, nuestro segundo pensamiento debe ser para aquellos que no han parado de trabajar. Los Carabineros, Bomberos, Policías, Gendarmes y miembros de las Fuerzas Armadas que a lo largo de todo Chile no tienen esos cinco días y que siguen cumpliendo su fiel labor de protección a la Patria. También a los fonderos, a los cajeros de los peajes, al personal de las Municipalidades y a todos los chilenos que, por alguna u otra razón, no tienen el privilegio de descansar en estos días. Vaya a ellos nuestro reconocimiento y agradecimiento por la labor que realizan y que es indispensable para que el resto de nosotros pueda celebrar.
En la intimidad de nuestro hogar no solo es tiempo de celebración, sino de reflexión. Junto a nuestras familias y a los más cercanos, tenemos que darnos el tiempo para recordar hacia atrás lo que ha sido este año y proyectar hacia delante, cómo vienen los desafíos que enfrentamos hacia el futuro. Yo, al menos, en estas celebraciones, recupero la confianza en nuestro país al ver cómo la inmensa mayoría de los chilenos se olvida de las divisiones y de las ideologías, y se centra en lo fundamental: recuperar el sentido de familia y fortalecer el espíritu de comunidad. Son días para compartir y para olvidarse de las preocupaciones. Es tiempo de calidad para conversar y para ponerse al día con las realidades de los más cercanos y del entorno que nos rodea.
¿Por qué no podemos vivir el resto del año como vivimos Fiestas Patrias? ¿Qué nos impide, como país, ser felices y vivir en comunidad durante el resto del año? Por cierto no propongo un feriado permanente (aunque muchos lo quisieran), pero sí el que sigamos, a la vuelta de nuestras breves vacaciones, con una mentalidad mucho más dispuesta a pensar en el otro, a compartir con los demás de manera fraterna y republicana.
Los chilenos queremos a nuestro país y nos gusta vivir en comunidad, compartiendo tradiciones y un espíritu colaborativo. Sin embargo, durante el resto del año no lo podemos ver por las presiones del día a día, las dificultades del trabajo o simplemente porque nuestro espíritu se viene abajo cuando tomamos el Transantiago colapsado o nos asaltan al regreso a nuestros hogares. También puede ser que prendemos la televisión y vemos muchas noticias que nos desalientan o cuando observamos que la agenda pública está llena de problemas que sólo le importan a los políticos y que éstos pierden el tiempo discutiendo entre sí.
Crear comunidad y recuperar nuestra Patria debe ser nuestro objetivo de cara al futuro y es de esperar que sea también el del Gobierno que, reenfocando sus prioridades, nos ayude a fortalecer nuestra comunidad. Si ponemos el foco en más seguridad para combatir la delincuencia; mejores condiciones de transporte, vivienda, educación y salud; junto con un llamado a centrarnos en los problemas y prioridades de las personas, por sobre la agenda política, estaremos dando pasos ciertos en esa dirección.
No esperemos el 18 de Septiembre para hacer Patria por un par de días. Hagamos de cada día un momento para hacer Patria y para contribuir a nuestro deseo de fortalecer nuestra comunidad. Con ese espíritu unitario y el sentido de misión, estoy convencido que podemos seguir haciendo grandes cosas por Chile. (El Líbero)
José Antonio Kast
