“El traidor más grande de la historia ecuatoriana y latinoamericana, Lenín Moreno, permitió que la policía británica entre a nuestra embajada en Londres para arrestar a (Julian) Assange”. A través de Twitter, el expresidente ecuatoriano Rafael Correa criticó así el jueves la decisión de su sucesor de despojar de asilo al fundador de WikiLeaks, quien permanecía refugiado hace casi siete años en esa misión diplomática en la capital británica. Pero la entrega del hacker australiano a Reino Unido, según algunos analistas, supuso también la “ruptura definitiva” de Moreno con la herencia política de Correa.
En conversación telefónica con La Tercera desde Bélgica, el exmandatario ecuatoriano (2007-2017) reitera los calificativos de “traidor” hacia su exvicepresidente y otrora heredero político, al mismo al que ahora acusa de estar involucrado en un “caso de corrupción muy grave”.
Aunque WikiLeaks advirtió que podía suceder, el arresto de Assange tomó a muchos por sorpresa. ¿Esperaba que esto aconteciera?
Sí, aunque no de forma tan brutal, no creí que se iban a arriesgar a eso. Pero yo le explico por qué se arriesgaron. Yo lo vengo diciendo desde hace meses, Assange ya estaba condenado. Primero, porque Lenín Moreno ha traicionado todo, todo. Tiene una obsesión patológica, que todo lo que yo haya hecho él tiene que deshacerlo. Pero, además, hay pruebas, no son hipótesis. El 24 de mayo de 2017 él asume como Presidente y el 30 de mayo recibe a Paul Manafort, exjefe de campaña de Donald Trump, hoy preso por corrupto, y le ofrece entregar a Assange a cambio de ayuda financiera de EE.UU. Entonces, desde el inicio ya Moreno, que no es un tipo inmoral, sino amoral, el tipo no tiene moral, juega con todo, jugó con la vida de Assange, lo ofreció para obtener apoyo financiero y le resultó, porque firmó un acuerdo con el FMI y usted sabe que EE.UU. es el que aprueba o desaprueba eso. Luego eso lo ratificó con la visita de (el vicepresidente) Mike Pence el año pasado a Ecuador, donde se comprometió a aislar a Venezuela y a entregar a Assange. Y la gota que derramó el vaso, lo que ya descontroló a Moreno, es el caso de corrupción muy grave que él tiene, por el que se va a ir preso, el caso INA Papers. Es la empresa INA Investment Corporation, que abrió su familia en 2012, en un paraíso fiscal, en Belice, mientras era mi vicepresidente y yo luchaba contra los paraísos fiscales. Abrió la cuenta 100-4-1071378 del Balboa Bank, cerrado por lavado de dinero, en Panamá a nombre de INA Investment. Ahí está depositado dinero sucio, ha servido para lavar dinero y comprarse departamentos en el Mediterráneo, muebles de lujo, darse una vida de reyes. El escándalo se conocía a nivel regional y WikiLeaks lo publicó a nivel mundial.
Eso fue a finales de marzo. De ahí el tipo, repleto de odio y sed de venganza, quiso sacar a Assange.
Pero Moreno dijo que retirar el asilo a Assange era una decisión “soberana”. ¿Por eso usted sale a decir por Twitter que el mandatario era un “traidor”?
O sea, es una decisión soberanamente idiota, soberanamente baja. Que no me vengan con esos cuentos. La soberanía fue otorgarle el asilo a Assange. La institución del asilo, que es uno de los pilares de la civilización, es un principio fundamental, jamás entregar al asilado a aquellos que lo requieren, porque es traicionar la figura del asilo. Expresamente lo dice la Constitución, o sea que no me diga que es una decisión soberana. Es una traición, es rompimiento del derecho internacional, del fundamento mismo de la institución del asilo, atentado a los derechos humanos de Assange, ultraje a la soberanía ecuatoriana y claro rompimiento de la Constitución.
¿Y qué lo llevó a usted a otorgar el asilo a Assange en 2012?
Usted sabe que yo no conozco a Assange, jamás lo he visto. Una vez hablé con él por Skype, porque me hizo una entrevista para Russia Today antes de que fuera asilado. Pero cuando presenta su solicitud de asilo, él entra a la embajada en junio, y en agosto le otorgamos el asilo, porque nos pasamos casi dos meses estudiando el caso. Lo requería la justicia sueca para interrogarlo, no estaba acusado de nada, no tenía ningún juicio, pero estudiamos el caso y había claro riesgo de derechos básicos, humanos de Assange. Pedía la extradición EE.UU., allá había un linchamiento mediático impresionante, no había la más mínima oportunidad de que tuviera un juicio justo y los halcones gringos querían juzgarlo con leyes que implicaban la pena de muerte. Lo que se ha defendido aquí son los derechos fundamentales de Assange y por eso se le otorgó el asilo. No porque estemos de acuerdo con lo hecho por Assange, yo no estoy de acuerdo con muchas de las cosas que hizo, no estoy de acuerdo con todo lo que hace WikiLeaks.
El laborismo está presionando a la primera ministra Theresa May para que no acceda a la extradición de Assange a EE.UU. ¿Qué le diría al gobierno británico?
Molesta mucho la doble moral internacional. Por un instante imagínese si nosotros tuviéramos un refugiado siete años en una embajada en Quito, en Santiago, sin dejarlo salir. Ya nos hubieran hasta invadido y estaríamos ante la Corte Penal Internacional, porque aquí hacen lo que les da la gana. Por un instante imagine que Assange fuera un refugiado, pero no por haber develado crímenes de guerra de EE.UU., sino crímenes de guerra de Rusia o de China, ya le hubieran hecho hasta un monumento. Pero como reveló crímenes de guerra de EE.UU. no hay que darle salida, hay que aplastarlo, destrozarlo. May dijo que nadie está sobre la ley en Inglaterra, pero a Pinochet sí lo dejaron salir en 2000. Entonces no nos engañemos. Están cortando por lo más débil. Hay mucha hipocresía en todo esto.
Si EE.UU. obtiene la extradición de Assange, ¿usted considera que le brindará un juicio justo?
De ninguna manera, incluso ya ha habido una investigación secreta, eso se supo hace algunos meses. Yo creo que con Assange van a hacer un efecto de demostración para que a nadie más se le ocurra revelar los crímenes de guerra de EE.UU.
Al margen de la sentencia judicial, ¿qué efectos considera que tiene el caso Assange a nivel mundial? Muchos hablan del tema de la libre expresión.
No, yo no creo que tenga que ver mucho con la libre expresión. Algunas veces en nombre de la libertad de expresión se han cometido excesos muy graves. Insisto, yo no estoy de acuerdo con todo lo que ha hecho Assange, yo creo que hay que respetar la ley. Creo que aquí más que un atentado contra la libertad de expresión hay un atentado contra los derechos humanos fundamentales, el derecho a un juicio justo, el derecho a una pena proporcional a la infracción y hay un atentado al derecho de asilo. Usted cree que alguien más va a volver a pedir asilo al Estado ecuatoriano u otro latinoamericano para que pase lo que acaba de pasar. Esto ha humillado a Ecuador y a toda América Latina, pasará a la historia de la humanidad y las futuras generaciones lo estudiarán como un caso imperdonable, increíble. Nos ha hecho mucho daño a todos, no solo a Assange.
El gobierno de Moreno ha dicho que se gastaron más de US$ 6 millones en mantener a Assange en la embajada. ¿Cree que Ecuador se puede dar el lujo de gastar ese monto manteniendo a un asilado?
Esas son justificaciones bobas, la idea es buscar cualquier excusa. No estamos hablando de un negocio, estamos hablando de DD.HH. Ecuador se fundamenta en principios y valores como Chile, como América Latina, no en un estado de pérdidas y ganancias, esas son justificaciones tontas para tratar de justificar lo injustificable.
¿Cómo cree que queda la imagen de Moreno ante los ecuatorianos después de este episodio?
Moreno está destrozado a nivel nacional, él va a acabar en la cárcel en pocas semanas. Acuérdese de lo que hizo en Chile, su odio es patológico, está desequilibrado. Fue a una cumbre en Chile a hablar mal de mí, a decir que me financiaba Rusia y Venezuela, o sea, está loco. El tipo no tendrá paz, se ha ganado enemigos enormes y eternos, acaba de cometer el error más grande de su vida.
Creyó que sacando a Assange de la embajada terminaban sus problemas, pero solo empiezan. Tratan de romper mi honra y la de mi gobierno y vamos a demostrar que el corrupto siempre fue él. (Por Fernando Fuentes, La Tercera-Foto: Reuters)
