A gritos terminó la llamada telefónica que hace unos días sostuvo un senador PS con uno de los 15 convencionales de ese colectivo que buscaba explicaciones tras la decisión que tomó la Convención de avanzar en el reemplazo del Senado por un Consejo Territorial. Un emplazamiento que terminó con el constituyente representando en duros términos la autonomía con que debe operar el órgano, independientemente de la militancia de sus integrantes.
La escena da cuenta de cómo ha ido cambiando la relación entre los convencionales que militan con sus respectivas coaliciones a medida que avanzan las reformas impulsadas por el órgano constituyente. Mientras en la izquierda, particularmente en el PS, se evidencia la distancia entre los convencionales y sus colectividades, en la derecha crecen los puentes entre los constituyentes y Chile Vamos que buscan hacer un frente común ante el hecho de que el sector no cuenta con votos necesarios para impulsar sus propuestas.
Antes de que la Convención empezara su tarea en julio del año pasado, la directiva del Partido Socialista ofreció el apoyo del Instituto Igualdad a sus convencionales. Luego de eso se volvió habitual el diálogo entre la institucionalidad partidaria con los coordinadores del colectivo, entre los que destaca Ricardo Montero, César Valenzuela y Pedro Muñoz. Esa relación en las últimas semanas se ha visto evidentemente deteriorada, sobre todo a raíz de la iniciativa de terminar con el Senado.
“¿Quién es Montero?”, dijo hace unos días con evidente ironía el senador PS Rabindranath Quinteros aludiendo al convencional que integra la Comisión de Sistema Político, a quien se le atribuyó ser parte del acuerdo que selló el destino del Senado.
Sus palabras generaron incomodidad entre los constituyentes PS como Muñoz. “No me gustó del tono de algunos senadores, como Espinoza o Quinteros, que, sin conocer las propuestas, se lanzaron a un debate público no en torno a las ideas, sino en torno a defensas corporativas”, respondió.
Muñoz acusa que en muchos casos los senadores no comprenden las dinámicas internas de la Convención, por lo que las críticas son, a su juicio, infundadas. “Los senadores no entienden la interna de la Convención, porque el funcionamiento del Congreso tiene otros códigos”, declara.
Desde la directiva del PS señalan que la idea de que los militantes responden a órdenes de sus partidos es más un mito que una realidad, y aseguran que son respetuosos con la autonomía de los convencionales.
En el Frente Amplio las relaciones son mejores. La responsabilidad de las comunicaciones entre los partidos y los convencionales recae en Tatiana Urrutia (militante de Revolución Democrática y una de las fundadoras del partido) y Constanza Schonhaut (Convergencia Social). Urrutia señala que entre las cuatro militantes del partido que hay en la Convención hay un diálogo constante con las directivas.
En estas instancias reciben un feedback, pero asegura que siempre se mantiene un margen de autonomía. “De ninguna manera nos dan lineamientos. Entiendo que con el PS no ha sido así, lo hemos visto, pero nosotras ni siquiera tenemos contacto con los diputados o el senador (del partido) respecto a lo que estamos debatiendo”, afirma Urrutia.
Schonhaut agrega: “Hay confianza en el trabajo que hacemos, porque hemos trabajado representando el proyecto político del Frente Amplio. En la medida en que uno llegara a salirse de esos márgenes, podría llegar a ser algo que generara alguna discusión, pero hasta ahora hemos seguido con nuestro programa”.
En el PC el puente principal sigue siendo el exministro Marcos Barraza (PC), quien es cercano a la dirección del diputado y presidente de partido, Guillermo Teillier, por lo que se desempeña como el puente entre la directiva del PC y la Convención.
Desde la DC, el extimonel Fuad Chahin afirma que le gustaría que desde la directiva se involucren más. “Con la mesa directiva y con el consejo la verdad es que no ha existido mayor relación. (…) Lamento que la directiva del partido se haya olvidado completamente del proceso constituyente”, acusa.
En RN en estos días buscan mejorar la coordinación con los convencionales del sector. Ese fue el mensaje que transmitió el diputado Diego Schalper (RN): “Creo que hay que quitarle fuerza moral a la Convención”. Tras ese dicho, algunos convencionales en privado manifestaron sus aprensiones.
Desde entonces, según afirman los constituyentes, la directiva ha respetado sus decisiones, aunque mantienen una comunicación activa. De hecho, el convencional Raúl Celis (RN) apunta a que esta coordinación es fundamental, en consideración de que el sector es minoría dentro de la Convención.
Dentro de RN quienes mantienen las relaciones más activas con el partido son Cristián Monckeberg, quien fue presidente del conglomerado entre 2014 y 2018, y Manuel José Ossandón, quien no milita en el partido.
En el caso de la UDI, son los convencionales Carol Bown y Rodrigo Álvarez. Al respecto, Bown, cercana a Javier Macaya y María José Hoffmann -presidente y secretaria general UDI, respectivamente-, señala: “Es una relación de información y preocupación respecto del proceso. No hay órdenes de partido, se mantiene la independencia”.
Desde la directiva del partido reconocen que tienen una coordinación activa hace meses y que, incluso, varios convencionales asisten a trabajar a la sede del partido ubicada en calle Suecia.
En Evópoli, en tanto, quien mantiene informada a la directiva es Hernán Larraín, expresidente del partido. La secretaria general de la tienda, Luz Poblete, dice que la coordinación es prácticamente diaria. De hecho, se reúnen semanalmente con Larraín, su equipo, la directiva y los jefes de bancada para “ver lo que está pasando y cómo difundirlo”.
Para lograr mayores acercamientos entre Chile Vamos y sus convencionales, los partidos han generado instancias para estrechar los lazos. Por ejemplo, el domingo pasado hubo un encuentro en la casa de Poblete, en el que participaron los constituyentes líderes de los colectivos, como Larraín, Monckeberg y Álvarez.
Ahí, junto a los jefes de bancadas de la Cámara de Diputados de la UDI, RN y Evópoli, compartieron el crítico diagnóstico que tienen de la Convención. Además, se espera que la próxima semana haya un encuentro entre convencionales y diputados y otro con los comités de senadores. (La Tercera)
