Ya es un lugar común, pero 2020 será, probablemente, el año más complejo en materia económica desde 1982 y así poco a poco lo van reflejando distintos indicadores. Uno de los que permite medir la temperatura de la situación financiera de las personas y las empresas es el reporte mensual sobre los procedimientos de liquidación de activos o de reorganización que solicitan empresas y personas.
De acuerdo al último informe publicado hoy por la Superintendencia de Insolvencia y reemprendimiento muestra que entre enero y abril, los procesos de liquidación o quiebras de empresas subieron 11,5% totalizando 564 solicitudes. En tanto, el procedimiento de reorganización cayó 11,1% pasando de 18 casos en 2019 a 16 en 2020.
Esto tiene relación con los cambios que trabaja el gobierno para simplificar los trámites para acceder a la reorganización antes que la quiebra. Los cambios apuntan a facilitar la reorganización antes que las quiebras o liquidaciones, especialmente para las pequeñas y medianas empresas. Esto, porque actualmente el costo para que las pymes puedan acceder a un proceso de reorganización es elevado, ya que se le exige contar con un informe de un contador y con la presencia de un veedor (síndico).
En tanto, al analizar los procesos de liquidación de personas estos subieron mucho más dando cuenta del complejo escenario que se avecina para los consumidores. Así entre enero y abril de 2020 se elevaron 20,5% totalizando 1.819 casos. (La Tercera)