Continúa la depreciación de la moneda argentina, luego que ayer cerrara en su mínimo histórico con 29,22 pesos por cada dólar estadounidense. Esto representó una baja de 3,84% respecto de los 28,09 pesos del jueves y fue la mayor caída diaria desde el 14 de junio de este año, cuando disminuyó en un 5,5%. El descenso estuvo en línea con la fuerte baja de la lira turca y de las monedas de otros mercados emergentes.
Matías Boli, economista jefe de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), explicó que la devaluación de las monedas emergentes es «principalmente por el movimiento de tasas de la Reserva Federal de EE.UU., pero que en Argentina esta fue mayor por la dependencia que tiene del financiamiento exterior. Especialmente por el déficit fiscal y el de cuenta corriente que tiene que financiar. Evidentemente, los mercados han visto eso como una cierta fragilidad de la economía».
Ramiro Castiñeira, economista de la consultora Econométrica, en la misma línea que Boli, dijo que «el gobierno de Macri en dos años y medio casi agotó la capacidad de financiamiento externo que tenía Argentina. En consecuencia, el mercado está anticipándose a que, como no tiene respaldo adicional a lo que le está dando el FMI, tendrá que financiarse con un ajuste fuerte de la economía y, en cierta medida, esa devaluación de la moneda es parte de este».
Por su parte, Javier Okseniuk, economista de la consultora LCG, señaló que la devaluación pasa porque «hay una mayor incertidumbre por los últimos indicadores económicos y políticos, que incluso subieron levemente las primas de riesgo del país. Esto hizo que muchos inversores estén posicionándose en dólares y yéndose de los pesos». El último índice de actividad económica entregado por el Banco Central mostró una caída de 5,8% en mayo.
Para los expertos, este escenario con un menor valor del peso argentino es propicio para que los turistas de países vecinos como Chile ingresen a Argentina para adquirir bienes. Esto, pese a que la inflación en junio, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), aumentó en un 29,5% anual.
Boli dijo que esto se debe a que «hay una variable, el tipo de cambio real, que todavía no absorbió la subida de los precios».
En relación con las ventajas de los turistas extranjeros, Castiñeira afirmó que «la moneda argentina cayó de manera significativa y cualquier extranjero que venga con divisas va a tener un poder de compra que se duplicó en el lapso de 4 meses». Los rubros que menos han aumentado sus precios según el INDEC son vestuario y calzado, y las bebidas alcohólicas.
Hacia adelante, sin embargo, los expertos concuerdan en que la contracción económica podría extenderse hasta finales de año. (El Mercurio)
