Parece que algo no anda bien-Jaime Jankelevich

Parece que algo no anda bien-Jaime Jankelevich

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Sin duda que el Imacec dado a conocer esta semana, sumado a la caída en las exportaciones y la disminución de la inversión extranjera fueron malas noticias para el país, porque el crecimiento es la llave maestra para el desarrollo. Pienso que más allá de la coyuntura, hay un tema más profundo que puede explicar esta situación.

Sin crecimiento, el futuro se torna incierto porque las necesidades insatisfechas de la población no se pueden solucionar. Sin crecimiento surgen los miedos, las frustraciones, la convivencia se polariza, se alimenta la intranquilidad social, y las sinergias negativas que se derivan de aquello terminan generando un círculo vicioso que redunda en una baja en las expectativas de los agentes económicos, en menor inversión, menor empleo, y como resultado, se entra en una espiral de pesimismo contagioso de la que cuesta mucho salir.

Pero para que haya crecimiento, a mi parecer, tiene que existir como condición básica un ecosistema país robusto, donde exista confianza ciudadana, certidumbre jurídica, reglas del juego claras en lo económico, en lo político y en lo laboral, todo lo cual debe estar sustentado en instituciones sólidas y respetadas y bajo el alero de un Estado ágil, liviano, moderno, que sea facilitador y esté al servicio del país.

Si pasamos revista a nuestro ecosistema, en varios ámbitos estamos bien al debe. La justicia, el Ministerio Público, los partidos políticos, los propios políticos, el Congreso, Carabineros, Ejército, Gendarmería y también la Iglesia, sufren un deterioro en la confianza ciudadana que es muy dañino, porque sin instituciones sólidas y respetadas, los países no progresan.

Siguiendo con el análisis, la incertidumbre política en nada ayuda, porque si no hay certeza de cuáles serán las reglas tributarias, laborales, de pensiones y de salud que nos regirán, es muy difícil tomar decisiones de inversión de largo plazo, porque no se sabe si los supuestos con los que se desarrollan los escenarios serán o no realidad. Cuando esto ocurre, a nadie se le puede pedir lo imposible. Esto que pasa en las empresas, ocurre diariamente en los hogares, porque cuando existe incertidumbre laboral, la gente no gasta ni invierte, porque no logra visualizar si les alcanzarán sus ingresos para cubrir sus costos.

Y en cuanto al Estado, éste requiere una modernización urgente, de la cuál muchos hablan, pero no hay acción que se oriente a modernizarlo, agilizarlo y ponerlo definitivamente al servicio del país y que deje de ser un coto de caza al servicio de los partidos políticos y sus clientelismos.

Para revertir las malas noticias de la semana, lo primero y urgente es terminar con la incertidumbre que genera la tramitación de las reformas tributaria, laboral y de pensiones. En esto le cabe una enorme responsabilidad a la oposición, y particularmente a la izquierda, desde el PS hasta el FA, porque no se puede jugar con las expectativas y seguir negándose a todo para obstruir la acción del gobierno.

Junto con lo anterior, urge que cada una de las instituciones cuestionadas, hagan todo lo necesario para recuperar la confianza y el respeto de la ciudadanía, lo que ocurrirá cuando puedan demostrar que cumplen con los máximos estándares de probidad, ética y transparencia.

Chile puede y debe desarrollar un ecosistema país robusto, con instituciones sólidas y respetables que le den confianza a la ciudadanía, con reglas del juego claras para que los agentes económicos decidan invertir y desarrollar proyectos con certidumbre jurídica, económica y política. De lo contrario, difícil será mantener una senda de crecimiento virtuosa, que nos permita alcanzar el desarrollo. (El Líbero)

Jaime Jankelevich

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