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Arabia Saudi bombardea aeropuerto tomado por rebeldes hutíes en Yemen

Una coalición liderada por Arabia Saudita atacó desde el aire el aeropuerto yemení de Hodeida para apoyar a las fuerzas gubernamentales que intentan recuperar el recinto.

Lo anterior, luego que combatientes hutís, respaldados por Irán, se lo tomaran durante esta madrugada. Según medios locales, aviones de combate llevaron a cabo cinco ataques contra la ciudad portuaria, incluido el aeropuerto.

En tanto, las tropas terrestres, que incluyen a emiratíes, sudaneses y yemeníes de varias facciones, rodearon el principal recinto aeroportuario con el fin de derrotar a los hutís en Hodeida, el único puerto del Mar Rojo bajo su control y así cortar las líneas de suministro a la capital, Saná.

«Hemos vivido en un estado de terror durante tres días porque estamos en un barrio cercano al aeropuerto», dijo Khaled Ateeq, residente de la zona. La coalición liderada por Arabia Saudita ha dependido en gran medida de los ataques aéreos contra los hutís, quienes tienen mucha experiencia en la guerra de montaña.

El grupo, que se apoderó de Saná en 2014, ha librado una serie de guerrillas contra el ejército nacional de Yemen y una breve confrontación en la frontera con Arabia Saudita. (Emol Agencias)

EE.UU: al menos 20 heridos en tiroteo en festival de arte

Al menos 20 personas resultaron heridas la madrugada del domingo durante un tiroteo en un festival de artes nocturno en Trenton, la capital del estado de Nueva Jersey, que también dejó un sospechoso muerto, dijo un fiscal local.

“Varias personas abrieron fuego” dentro del recinto del festival poco antes de las 3:00 locales (misma hora en Chile), informó el fiscal jefe del condado de Mercer, Angelo Onofri, a los periodistas.

Un hombre de 33 años, uno de los sospechosos, fue abatido y otro fue detenido, agregó. Varias armas fueron recuperadas en la escena. 

Una televisora local informó que 22 personas resultaron heridas y que cuatro de ellas se encontraban en estado crítico. Entre los lesionados más graves hay un niño de 13 años.

Las autoridades no ofrecieron una teoría inmediata sobre qué provocó el tiroteo.

Art All-Night Trenton es un evento anual en esta ciudad de 85.000 habitantes y que está ubicada a unos 100 kilómetros al sur de Nueva York. Estaba previsto que durara 24 horas, desde las 3:00 locales del domingo.

“Es con gran pesar que anunciamos que el resto de Art All-Night ha sido cancelado debido a un incidente trágico que ocurrió durante la noche”, dijeron los organizadores en la página de Facebook del evento.

“Todavía estamos procesando gran parte de esto y no tenemos muchas respuestas en este momento”, agregaron en el comunicado. “Nuestras simpatías sinceras y sentidas están con aquellos que resultaron heridos”. (La Nación AFP)

«Movimientismo»: ¿Una reacción a la decadencia de los partidos?

Esta semana, liderado por el exprecandidato presidencial Fernando Atria (PS), surgió un nuevo referente: Fundación Casa Común, que es descrito por sus creadores, tal como señaló La Tercera PM, como una instancia política y ciudadana que busca contribuir al rearme de la oposición. En la organización hay figuras de distintos partidos, pero también de la denominada sociedad civil. No obstante, este grupo es solo uno más de los muchos que han surgido en el último tiempo, en lo que se podría denominar la primera etapa del Chile posbinominal.

Así, Acción Republicana, liderada por el exdiputado y exprecandidato presidencial José Antonio Kast; el Progresismo con Progreso, de la exministra Mariana Aylwin; el movimiento que impulsan los exlíderes democratacristianos Soledad Alvear y Gutenberg Martínez; los esfuerzos del senador Francisco Chahuán con su Federación Social Cristiana; las ocho organizaciones -excluyendo a los partidos- que forman parte del Frente Amplio, completa un nuevo escenario político nacional.

¿El surgimiento del movimientismo en Chile?, se preguntó esta semana el decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Central, Marco Moreno. Para el analista político, algo de esto existe cuando tantas figuras están buscando canalizar la vida política por fuera de estructuras partidarias.

Según Moreno, “lo que observamos es que el modo de participación política parece estar comenzado a expresarse a través de movimientos”.

El académico añadió que “estos movimientos tienen una lógica antiinstitucional. Su razón de ser pareciera ser la alteración de un determinado contexto institucional (el sistema de partidos) cuyas fuerza políticas de sustento los excluyen”.

El movimientismo ha sido asociado, mayoritariamente, a experiencias negativas en otros países, señala Moreno, quien apunta a que “normalmente los movimientos se identifican con un líder carismático que otorga unidad a una pluralidad de intereses diferenciados que encuentran un denominador común”.

Para el exprecandidato presidencial Alberto Mayol, quien encabeza el Movimiento Democrático Popular, su impresión es que “efectivamente hay una tendencia a ciertos niveles de emergencia de movimientos, de ciertos esfuerzos de articulación política, con tamaños reducidos”, agregando que son “una reacción y un esfuerzo de articulación en medio de una sociedad que tiene niveles de desarticulación muy grandes”.

Asimismo, Mayol explica que “fundamos el MDP básicamente porque nos parecía que había una cierta fragilidad con respecto a las ideas originarias del Frente Amplio (…) Siempre tuve la idea de que el Frente Amplio debía ser un solo partido, pero mi tesis no se impuso”, puntualiza.

El cambio al sistema electoral, la crisis de representación, los nuevos requisitos para colectividades -con refichajes que hicieron reducirse a los partidos-, son parte de los elementos que pueden haber sido el caldo de cultivo para la situación actual. No obstante, si bien todos coinciden con que ha habido un boom de movimientos, algunos son optimistas respecto de sus verdaderos alcances.

El movimientismo nunca ha logrado reemplazar ni debe reemplazar a los partidos porque, finalmente, lo que estructura una corriente de pensamiento coherente es un partido político”, sostiene el actual timonel del PPD, Gonzalo Navarrete.

Los movimientos no tienen una visión sistémica, esa es la diferencia”, añade el timonel PPD.

Para el expresidente de la Democracia Cristiana, Ignacio Walker, en Chile no hay sustituto para los partidos. Si bien sostiene que es cierto que hay una crisis de representación, asegura que “eso ha llevado, y está bien que así sea, a una reconfiguración de partidos y del sistema de partidos. El fin del binominal y la representación proporcional han conducido a un Parlamento mucho más representativo y diverso”.

Para Walker, quienes encabezan o aspiran a encabezar “movimientos” son militantes de partidos como el propio Atria o Chahuán, y otros son derechamente partidos como el Movimiento Autonomista de Gabriel Boric, Jorge Sharp, y otros. Es decir existe una vinculación con las colectividades. “Hay un espacio amplio para los movimientos sociales pero no así para movimientos políticos, salvo como transición o trampolín hacia una forma de organización partidaria”, sostiene el exministro Walker. (La Tercera)

Transparencia: Partidos aprueban con nota mínima cumplimiento de la ley

El índice de transparencia de partidos políticos 2018 elaborado por Chile Transparente arrojó en promedio una nota de 4,28 (en una escala de 0 a 7) para las 22 agrupaciones que componen el indicador.

De acuerdo a los resultados del reporte, ocho de los 22 partidos legalmente constituidos superan el 5,5 en el índice. Sin embargo, el estudio mostró un incremento de 1,89 en la nota promedio respecto al año pasado, cuando las colectividades alcanzaron una nota media de 2,39.

«Se ve un cambio importante, la mayoría de los partidos políticos hoy por lo menos pasaría de curso con un cuatro», señaló Alberto Precht, director ejecutivo de Chile Transparente.

En opinión del experto, la entrada en vigencia de la Ley 20.915 de modernización de partidos políticos fue uno de los factores relevantes en el incremento de la calificación.

Sin embargo, Precht puntualiza que, de acuerdo al nivel de inversión en nuestro sistema de partidos, «el cumplimiento debería ser lo más cercano al 100%».

Entre los partidos que cuentan con mayor información disponible para sus militantes y ciudadanía están la Federación Regionalista Verde Social (FRVS) y el Partido por la Democracia (PPD), ambos con nota 6,43. Posteriormente, se encuentran el Partido Socialista, el Partido Radical, Partido Comunista, Renovación Nacional y la Democracia Cristiana, todos con nota superior al 5,5.

El informe señala que «dichos partidos han logrado incorporar una cultura de la transparencia al interior de su gestión, lo cual no implica, en ningún caso, ausencia de todo tipo de corrupción en sus filas».

En contraposición, existen diez agrupaciones que no superaron el umbral de los cuatro puntos, dentro de los que cuentan con representación parlamentaria Revolución Democrática (3,84), Poder (3,56), Unión Demócrata Independiente (3,18), PAÍS (3,18) e Igualdad (2,85).

INFORMACIÓN NO PUBLICADA

De acuerdo a Precht, de Chile Transparente, la información disponible que se encuentra con mayor facilidad es el nombre completo de la agrupación, sigla, símbolo y lema del partido. También las sanciones que las colectividades aplican y los ingresos que estas reciben.

Por el contrario, hay aspectos que, al no ser requisitos que la Ley 20.915 exige a las agrupaciones, no son activamente publicados, como la agenda del presidente del partido, las actividades públicas de la colectividad y la remuneración de sus funcionarios.

Al respecto, Alberto Precht señaló que «se avanza en lo que es fácil de cumplir, y se avanza menos en lo que es difícil de cumplir, como por ejemplo mostrar las relaciones con terceros, el tema financiero».

Para el director ejecutivo de Transparencia Internacional Chile es importante que los partidos cumplan a la brevedad posible al menos con publicar los 21 aspectos que la ley promulgada en abril del 2016 les exige. En ese sentido, el informe elaborado por la ONG muestra que solamente considerando los 21 aspectos que la ley demanda a los partidos publicar, la nota promedio se eleva de 4,28 a 4,9. Esto también representa un aumento con respecto al 2016, cuando en este otro índice los partidos lograron como media un 2,65. (El Mercurio)

Mario Desbordes (RN): “El Gbno. aún no entiende cultura de coalición”

Un contraste en su evaluación de los primeros tres meses del gobierno transmite el presidente de RN, Mario Desbordes. Por un lado, el diputado destaca las propuestas e iniciativas que ha impulsado La Moneda, pero, al mismo tiempo, cuestiona la actitud del Ejecutivo frente a Chile Vamos. “Yo traería a los Genaro Arriagada o a los Ernesto Ottone para que nos hagan una clase de cómo se construye una lógica de coalición desde los partidos y desde el gobierno”, dice.

¿Qué balance hace de estos primeros tres meses?

Hago un balance muy positivo. Los errores no forzados quizás, de repente, han impedido que se note todo lo que está haciendo este gobierno, que es mucho. En tres meses se han hecho grandes cosas como la ley antiterrorista, el consejo de política fiscal, que son reformas de fondo, como también cosas que pueden parecer menos contundentes pero que para la ciudadanía son muy importantes, como la ley de migración o la ley que rebaja los precios de los medicamentos y la gratuidad en la educación técnico-profesional. Este gobierno ha hecho mucho en estos tres meses y mi balance es muy positivo. Yo estoy orgulloso de nuestro gobierno y muy contento de lo que hemos logrado en apenas tres meses.

El senador Francisco Chahuán acusó una lenta instalación. ¿Cómo lo ve usted?

La instalación hasta el nivel de seremis ha estado bien, pero a nivel de jefes nacionales y jefaturas regionales de servicios, y de ahí hacia abajo, ha estado más lenta de lo que uno quisiera. Hay varios factores: el cambio de opinión, ahora que estamos nosotros en el gobierno, de la Contraloría y el Poder Judicial respecto de las personas que están a contrata, un criterio que no le impusieron a la presidenta Bachelet; luego, que los procesos de ADP no se pueden hacer todos en paralelo, y otras demoras que yo la verdad es que no entiendo. Efectivamente, es legítima la crítica de que ha habido un proceso lento, pero entiendo que el gobierno está haciendo su mejor esfuerzo.

¿Está satisfecho con el peso que debería tener RN en el gobierno, al ser el partido más grande?

Nunca hemos planteado que haya cuoteo. No es la idea nuestra. Creo que hay regiones donde ha habido problemas evidentes. Hay regiones donde la situación no ha funcionado, donde los intendentes, lamentablemente, se han puesto la camiseta de un partido específico. Y eso se lo hemos hecho ver al gobierno. Queremos que al gobierno le vaya bien, que funcione, que las cosas se hagan bien y que la gente note que llegó el nuevo gobierno, y eso no se ha notado, por un lado. Y en otros casos ha habido gestiones que no han andado bien. Pero, bueno, espero que esto se corrija. Ya pasamos el primer trimestre y hay que ir corriendo estas cosas.

¿Cree que se han cumplido los acuerdos de Cerro Castillo y de otras instancias que han tenido con el Presidente Piñera, respecto a mantener un diálogo directo e informarse mutuamente para tener una buena relación?

Uno de los acuerdos era no criticarnos por los medios, y eso creo que, en general, se ha cumplido. Hemos tenido una actitud como coalición muy distinta a la que hubo en el primer gobierno del Presidente Piñera. No sé si eso se valora bien desde el gobierno, pero hemos mantenido un tono y un trato con el gobierno siempre en el marco de lo que se acordó en Cerro Castillo. Se acordó también que iba a haber un proceso prelegislativo para que hubiera un poquito más de complicidad con los parlamentarios de Chile Vamos a la hora de legislar. Y eso no se ha cumplido. Nada. Cero. Entiendo que hay un cambio de criterio, por lo tanto, y que vamos a conversar una vez que los proyectos se ingresen. Eso tiene un riesgo: que una vez ingresado el proyecto va a ser público cuando parlamentarios de Chile Vamos no estemos de acuerdo si es que una parte de un proyecto no nos parece adecuada. Vamos a hacer todo lo posible para que se converse entre nosotros y con la mayor cantidad de diálogo posible, pero como se tomó la decisión en el gobierno de que ahora la conversación es ex post, bueno, lamentablemente eso hace más complejo el proceso.

¿Y eso lo han conversado con el gobierno?

Se lo hemos planteado en los comités políticos y se lo hemos planteado al Presidente. Pero hay una decisión distinta, y vamos a adaptarnos a ese nuevo escenario.

¿A qué atribuye que el gobierno esté actuando con ese criterio?

No lo sé. Es una decisión del gobierno, y tendremos que ajustarnos a eso. Yo no sé cuál es la razón.

¿Qué le parece la decisión del gobierno de aplicar recortes presupuestarios? Estos días, desde la oposición, particularmente el PS, han lanzado acusaciones…

El recorte es a todos los servicios públicos, un recorte fuerte. Quizás a lo mejor hubiera sido mejor que en vez de ajustarnos en cuatro años, ajustarnos en ocho. Este gobierno heredó una mala condición fiscal, pero no creo que estemos obligados como gobierno a solucionar todo el desbarajuste fiscal nosotros en cuatro años. Ahora, supimos de estos ajustes por los diarios. También nos hubiera gustado saber antes para poder conversarlo, porque hemos tenido que tratar de dar explicaciones o tratar de que la ciudadanía entienda por qué son los recortes, cómo afectan a programas determinados. Pero hasta ahora no podemos explicarlo porque no tenemos la información. Al revés: la Nueva Mayoría circula por el Congreso con extensos documentos donde tienen hasta el más mínimo detalle, y no hemos podido tener los datos necesarios para contrarrestar esta ofensiva comunicacional de la oposición. Lamentablemente, eso es un error que comete probablemente la Dirección de Presupuestos, que no tiene una lógica política.

Hay un diagnóstico más global que usted plantea. ¿Este problema que se está generando entre Chile Vamos y el gobierno es político o es algo comunicacional que se les puede atribuir a los equipos de los ministerios?

Hay varias cosas, y entiendo que se van a ir corrigiendo. Creo que la gente no ha logrado dimensionar, en estos tres meses, todo lo que este gobierno ha comenzado a hacer. Y me preocupa, porque podría suceder lo mismo que en el gobierno anterior: que nos acusen de no comunicar bien. No sé si la gente sabe que tenemos en trámite una ley antiterrorista; un proyecto para bajar el precio de los medicamentos; no sé si la gente tiene claro que estamos haciendo un esfuerzo por la gratuidad en la educación técnico-profesional. No sé si nos van a atribuir a nosotros todas esas cosas. Creo que por ahora la gente no tiene idea y no asocia todavía esos buenos proyectos a la gestión nuestra. Hay que hacer un esfuerzo comunicacional para que los huevos que pone este gobierno se los adjudiquen a quien los ha puesto. En paralelo, creo que al gobierno le falta cultura de coalición y no entiende la cultura de coalición. Tenemos que aprender las buenas cosas que tuvo la Concertación en su minuto. Con todo el respeto y el cariño por él, este no puede ser solo el segundo gobierno de Sebastián Piñera, este tiene que ser el primer gobierno de Chile Vamos. Esta coalición se construye desde los partidos, no es una coalición instrumental para ganar la elección. Es una coalición que busca proyectar una idea de futuro del país sólida, que viene desde nuestros ideales de centroderecha. Por lo tanto, tenemos que empezar a instalar en el gobierno -y eso les ha costado mucho a todos- que este es el primer gobierno de Chile Vamos, que Chile Vamos va más allá de la figura presidencial, que este no es solo un gobierno de centroderecha, sino que es el primer gobierno de Chile Vamos, y que la coalición se debe proyectar más allá de estos cuatro años. Esa es una cosa de suma importancia que no ha sido entendida desde el gobierno.

Usted dice que no puede ser solo el “segundo gobierno de Piñera”. ¿Ve a un Presidente personalista, como algunos lo calificaron en su primera administración?

No, no. No es una crítica al Presidente, pero el gobierno, en general, todavía no internaliza que somos un gobierno de coalición. Las coaliciones son muy útiles en las elecciones, y cuando uno asume el gobierno está la tentación de que la coalición pasa a ser entre un estorbo o un complemento al gobierno, en circunstancias que tenemos que tener la misma lógica. Y en eso yo traería a los Genaro Arriagada o a los Ernesto Ottone para que nos hagan una clase de cómo se construye una lógica de coalición desde los partidos y desde el gobierno, construyendo un cimiento común.

¿En qué otros hechos nota esta falta de cultura de coalición de parte del gobierno?

Mira, ya cuesta que las autoridades de gobierno nombren al Presidente en sus discursos. Eso ha sido muy difícil. No logran entender que no están ahí por obra y gracia del espíritu santo. Pero me parece que es importante que, además, empiecen a entender que los partidos no somos adversarios del gobierno… Se ganaron las elecciones municipales con nuestro esfuerzo. Nadie ayudó desde afuera. Y vamos a avanzar a un futuro gobierno en la medida en que seamos capaces de aumentar la solidez que tiene esta coalición, que está bien evaluada en todas las encuestas.

En el caso de la agenda valórica también se podría vislumbrar ese diagnóstico que usted tiene. El gobierno ingresó una indicación que varios en el sector califican como “ambigua” y que, en el fondo, se terminará resolviendo en el Congreso…

En esto estoy de acuerdo con el Presidente: en este caso y en el de identidad de género. Pese a que no son propuestas nuestras, hay que tomar una posición. Y lo que ha hecho el Presidente en ambos proyectos es tomar una posición razonable. Primero, centrar el énfasis en el niño, en qué es lo mejor para el niño y no en esa otra discusión, que pierde el foco, que es si el que adopta es homosexual o heterosexual. Lo importante es dónde está mejor el niño. Y eso es lo que ha enviado como proyecto el Presidente, y yo lo comparto.
En el caso de adopción el gobierno primero les pidió unidad, que no hubiera un quiebre frente a este tema en la coalición, pero presentan una propuesta que evidentemente iba a generar que surjan, al interior de Chile Vamos, indicaciones en direcciones contrapuestas, que es justamente lo que ya se ha estado anunciado por parte de los parlamentarios…
Y que son legítimas.

¿Pero no se puede resolver eso?

Nosotros como coalición también tenemos que profundizar la cultura de coalición y ser capaces de entender que las diferencias no solo son aceptables y tolerables, sino que, además, debemos promoverlas. Es bueno que haya diferencias, diversidad, posiciones distintas, en la medida en que se hagan con respeto, con altura y que se hagan comprendiendo que lo que plantea el otro es completamente legítimo. “No lo comparto, pero lo respeto”. Y que se note que lo respeto. Y ahí también nosotros, como Chile Vamos, hemos estado relativamente bien, pero creo que nos falta todavía dar con el tono adecuado.

En el caso de RN hay un ejemplo paradigmático…

Este partido está volviendo a sus orígenes: un partido diverso. Este partido lo construye gente que venía del Partido Liberal, del Partido Conservador, del Partido Radical, gente que eran nacionales populares… Renovación Nacional es un partido diverso en su origen, y estamos volviendo a eso. Y hay que respetar y promover esa diversidad. Yo creo que esa es la principal virtud de este partido: una diversidad dentro de un abanico de centroderecha. Lo que tenemos que ir viendo como bancada y con los dirigentes es cómo se trabaja para que estas diferencias se planteen en términos positivos.

¿Cómo ve el rol que ha jugado la oposición en estos primeros tres meses?

Tenemos a una oposición muy disgregada. Tenemos también, lamentablemente, un sector de la oposición que niega la sal y el agua al gobierno: el bacheletismo, por un lado, liderado por la exministra Narváez, que están tratando de torpedear todo lo que este gobierno hace; se niegan a sentarse a la mesa incluso para solucionar los temas de la infancia, y eso demuestra un ánimo belicoso permanente; y al mismo tiempo tenemos un Frente Amplio que se tira más hacia la izquierda, con una inconsecuencia supina, donde vemos a Boric criticando la dieta parlamentaria acá y, al mismo tiempo, defendiendo que el diputado y líder del Podemos de España se compre una mansión. Entonces, uno dice “bueno, dónde está la consecuencia aquí”. Pero lo que más me preocupa, a diferencia de lo que piensan otros en mi sector, es el desmoronamiento de la Democracia Cristiana. Y me preocupa mucho que haya perdido gravitación la socialdemocracia en Chile. El espacio que deja la socialdemocracia lo van tomando sectores extremos que no son, necesariamente, democráticos. Por lo tanto, me encantaría ver una DC fuerte, una socialdemocracia fuerte, y espero que esto lo lidere Heraldo Muñoz, porque necesitamos una oposición constructiva, una oposición democrática con la que se pueda dialogar en serio el Chile que queremos en los próximos 20 años.

Hay quienes creen que mientras la DC más se disgregue, mejor para el gobierno y para el sector de ustedes, porque pueden copar ese centro. Y así leyeron algunos la jugada de contratar a Jorge Burgos y Jorge Correa Sutil -ambos militantes DC- para defender al ministro de Salud, Emilio Santelices, ante la acusación constitucional…

He escuchado esa opinión. A mí no me gusta jugar a la destrucción de un partido que, con luces y sombras, ha contribuido al Chile que hoy tenemos. Valoro a Mariana Aylwin, y ojalá construya ella un partido y lidere la construcción de un referente que se integre a Chile Vamos. Yo la invitaría feliz. Pero eso no significa que al mismo tiempo esté buscando o queriendo que la DC termine destruida. No me gusta. (La Tercera)

Los impuestos bajo la lupa de Hacienda para aumentar recaudación

El puzzle tributario sigue abierto. Si bien en la cuenta pública del 1 de junio el Presidente Sebastián Piñera cerró la puerta a la rebaja del impuesto de primera categoría de 27% a 25% que señalaba el programa de gobierno, el proyecto se encuentra aún lejos de estar listo, ni mucho menos cerrada la discusión sobre la ingeniería de detalles que contendrá una de las iniciativas estructurales que impulsará la actual administración.

Todo este cambio respecto de lo presupuestado originalmente se debió a la necesidad de mayores recursos que tiene el Fisco para hacer frente a los gastos de su programa y a los de arrastre, que suman US$ 26.500 millones. Por lo anterior, hoy todo está en fase de definición y con varias alternativas sobre la mesa.

La primera de esas definiciones es el avanzar o no hacia la integración total del sistema a la renta. Al interior del gobierno cuentan que hasta antes del 1 de junio se daba por sentado que se mantendría el hecho de reducir el gravamen de primera categoría y que se buscaría la fórmula para llevarlo adelante a través de una gradualidad en el tiempo. Sin embargo, la decisión del Presidente cambió el esquema, por lo que ahora, si bien se mantiene el objetivo de avanzar hacia la integración, solo se tendrá la certeza de que eso será así una vez que el proyecto esté redactado y listo para ser presentado. Dicha medida tendría un impacto fiscal del orden de US$ 300 millones menos por año. Dado ello y la necesidad de gastos públicos, Hacienda puso la lupa sobre algunos productos donde existe espacio para subir sus gravámenes, e incluso se está analizando establecer tributos a otros sectores productivos. En este último punto, una opción que el gobierno baraja es la aplicación de impuestos a las plataformas de Uber y Cabify. Una pista al respecto la entregó el propio Presidente Piñera el jueves, al señalar que en la ley que se presentará para regularizar estas aplicaciones se considerará el pago de impuestos.

De acuerdo a un reciente estudio de la Comisión Nacional de Productividad, la regularización de Uber le habría permitido al Fisco recaudar unos US$ 50 millones en 2017.

Según fuentes del gobierno, lo que aún no está claro es si este cambio tributario se incorporará dentro de la reforma o bien será una ley aparte que luego se complementará con la modernización impositiva que hará el Ejecutivo.

Otro alto personero del gobierno señala que pese a que todavía no hay definiciones, los equipos técnicos están realizando los cálculos de factibilidad de subir algunos impuestos y de esa manera ir avanzando en la discusión interna en Hacienda y luego en las bilaterales que la cartera que dirige Felipe Larraín sostiene con el Presidente de la República. De hecho, mañana habrá una nueva reunión donde asistirán, junto al ministro Larraín, la coordinadora de Reforma Tributaria, Carolina Fuensalida; el coordinador de Política Tributaria, Manuel Alcalde, y el director de Presupuestos, Rodrigo Cerda. Otro foco donde Hacienda puso hincapié durante la última semana es en la reducción de la evasión y por esa vía mejorar la recaudación, tal como sucedió con el IVA, en donde la primera bajó de 20,68% a 19,95% en 2017.

LA LISTA

La lista de gravámenes que la autoridad está revisando la encabezan los llamados impuestos verdes a las fuentes fijas. Desde el gobierno señalan que si bien en la reforma de Bachelet se aplicó un alza en este tributo, todavía queda espacio para subirlo, aunque precisan que podría tener algún impacto en la actividad. No obstante, forma parte del análisis del Ejecutivo.

Hoy, dicho impuesto grava las emisiones por cada tonelada emitida al aire de material particulado con US$ 0,9; al dióxido de azufre con US$ 0,01; al dióxido de carbono con US$ 5 y a óxidos de nitrógeno con US$ 0,025 producidas por establecimientos cuyas fuentes fijas conformadas por calderas o turbinas, individualmente o en su conjunto, suman una potencia térmica igual o mayor a 50 MWt (megavatios térmicos). En 2017 se recaudaron US$ 182 millones. De ese total, el 90% correspondió a las generadoras.

El abogado de Guerrero Valle Garcés, Sebastián Guerrero, sostiene que junto con evaluar un alza del tributo a las emisiones de fuentes fijas, “lo que me parece correcto es analizar si este impuesto está gravando a todos los emisores por igual o privilegiando a algunas industrias por sobre otras, igualmente contaminantes”. Dentro de los impuestos verdes, la opción que cuenta con respaldo técnico es subir gradualmente el gravamen al diésel, acercándose a lo que paga la bencina. Sin embargo, en el gobierno afirman que políticamente es poco viable.

Otra de las opciones en estudio tiene relación con aplicar impuestos a los alimentos con altos contenidos de azúcar y altos en grasas saturadas. Una fuente que sigue de cerca este proceso señala que lo anterior no tendría un mayor impacto sobre la actividad del sector y que sería menor al de los impuestos verdes, además de que se estaría combatiendo un mal para la salud. Como base señalan que se podría mirar el informe que hicieron académicos de la Universidad Adolfo Ibáñez y de la Universidad de Chile, donde se propone implementar impuestos específicos de $ 1,9 por gramo de azúcares, $ 23 por gramo de sodio y $ 31 por gramo de grasa saturada. Con ello se podrían recaudar entre US$ 350 millones y US$ 400 millones al año.

Este gravamen afectaría, por ejemplo, adicionalmente a la producción de bebidas azucaradas. Hoy, este tipo de productos ya paga un impuesto específico de 10% como tasa general, a la cual se le suma una tasa de 18% cuando tengan más de 15 gramos por cada 240 mililitros o porción equivalente. “Esta es una discusión que tenemos que tener. Dinamarca, Noruega, Finlandia, Hungría y México ya han avanzado en la implementación de impuestos de este tipo y es un debate que ya empezó en muchos países”, afirma el académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, Claudio Agostini. Mientras que para el académico del Departamento Control de Gestión y Sistemas de Información de la Universidad de Chile, Javier Jaque, “este tipo de proyectos necesita elevar los estándares de la fiscalización al interior de los procesos productivos. Se requiere una legislación sólida al respecto, que más que tener un incentivo recaudador tenga un objeto desincentivador”.

También dentro del puzzle de alternativas aparece el incrementar el impuesto a las bebidas alcohólicas. Aunque hoy dicho tributo es de los más altos dentro de los países de la OCDE, con una tasa de 31,5% que se aplica sobre el precio neto del producto, es decir, antes del IVA. Agostini señala que una forma de avanzar para corregir esta externalidad negativa es modificar la base del impuesto, aplicándola sobre la cantidad y no el precio, por lo que se podría modificar el tributo a uno en base al contenido de alcohol puro medido en gramos.

RENTA PRESUNTA

Un beneficio que cada cierto tiempo aparece como posible de ser revisado, e incluso en la reforma de Bachelet se limitó su margen de acción, es la renta presunta. Hoy existiría un acuerdo a nivel técnico de que no se justifica mantener este régimen tal como está, ya que existen varios mecanismos tecnológicos, como la factura electrónica, que permiten que las pequeñas empresas puedan pagar sus tributos por la totalidad de sus utilidades sin demasiada sofisticación. De eliminarse, se generarían unos US$ 350 millones anuales para el Fisco. “Si bien más limitado que antes, en la práctica la renta presunta sigue siendo fundamentalmente un mecanismo para que contribuyentes de ingresos altos eludan impuestos y hay que eliminarla”, comenta Agostini. Guerrero se muestra partidario de lo mismo, pero recomienda que esta eliminación “debe hacerse gradualmente en un trabajo conjunto con el SII, de manera que todos aquellos pequeños contribuyentes que se encuentran actualmente acogidos a dicho sistema se incorporen al régimen del 14 ter que regula a las pymes, norma que también debe, en mi opinión, modificarse”. Desde el gobierno indicaron que todos estos productos son variables que están sobre la mesa, pero aún no hay una decisión tomada, la cual será finalmente resorte del Primer Mandatario. (Pulso)

El Señor de los individuos-Pablo Ortúzar

El orden social moderno se sostiene sobre una ficción: la idea de que vivimos en sociedad en virtud de un contrato mediante el cual cedimos parte de nuestra libertad individual natural, a cambio de ciertas seguridades. La libertad, en este mito, es la no limitación al despliegue de nuestra voluntad. Y la ley, sostenida por el monopolio legítimo de la violencia, es el nexo común que nos une, fijando límites a nuestra interacción recíproca.

Este mito ha sido muy útil. La idea de un vínculo social mínimo pacificó la violencia entre las distintas facciones portadoras de visiones integrales e incompatibles del “bien común”. También permitió la exploración de la individualidad, la imputación de responsabilidades y el fortalecimiento de los derechos de las minorías. Sin embargo, su sustentabilidad práctica siempre dependió fuertemente de estructuras sociales no liberales, como la familia, las iglesias, los clubes y otras organizaciones civiles. Sólo un tejido social no liberal nos permitía jugar al liberalismo, y beneficiarnos de ese juego. Pero el juego parece estar llegando a su fin.

Tal como plantea Patrick Deneen en su libro “Why Liberalism Failed” (publicado como “¿Por qué ha fracasado el liberalismo?”), el liberalismo colapsa al realizarse, porque su eficacia dependía de una integración social que es incapaz de crear, pero que sus políticas socavan sistemáticamente. Una sociedad liberal, compuesta por individuos aislados y egoístas, ansiosos de expandir la soberanía de su voluntad e incapaces de lidiar con la otredad de los otros por mecanismos distintos a la regulación estatal, es una sociedad imposible. Y, sin embargo, es la sociedad que parecemos estar comenzando a habitar.

En parte, el juego llega a su fin porque se hace evidente que la oposición entre individuo y Estado que mantiene en intenso conflicto a las pandillas liberales de izquierda y derecha es, en realidad, falsa: un mundo de individuos liberados de todo vínculo involuntario, y capaces sólo de vínculos contingentes, requiere de un mega-Estado que intente reemplazar las estructuras sociales borradas. El Estado de bienestar europeo nos lo confirmó, Tocqueville nos lo regaló.

El problema es que seguimos atrapados en esta forma y nuestra imaginación institucional y política se encuentra secuestrada por ella. Mientras tanto, los conflictos sociales aumentan, y nuestra única reacción parece ser aumentar sanciones penales, crear leyes con nombre, poner cámaras en todos lados, juridificar nuestros vínculos, expandir las atribuciones policiales y exigir derechos individuales colectivos (¿sociales?) para tratar de no hundirnos.

Pero si seguimos el argumento de Deneen, nada de esto nos sacará a flote, pues son medidas que operan sobre los meros síntomas del verdadero mal, que es una falsa imagen del mundo y del ser humano. Ese sería el lastre que tendríamos que soltar para subir por aire, pero hacerlo parece tan difícil como devolver el Anillo Único a las entrañas del Monte del Destino. (La Tercera)

Pablo Ortúzar

CChC: lista disidente presenta propuestas y se despliega en regiones

Todavía no está definida la sede donde se realizará la primera elección competitiva de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), en una década. En ella se definirá la lista que tomará las riendas de la entidad y el presidente que la encabezará por los próximos dos años.

Lo que sí está claro es que la lista disidente, liderada por Fernando García-Huidobro e integrada por Bernardo Echeverría, Jacqueline Gálvez e Iñaki Otegui, inscribió su candidatura y los cuatro miembros decidieron renunciar a sus cargos directivos o de gerencias que ocupaban en el gremio, como una muestra de transparencia del proceso.

Quedaron denominados como Lista A e hicieron extensiva a todos los socios consejeros que ejercen derecho a voto (más de 300) su propuesta formal. En la misiva, la lista llama a los consejeros nacionales, directores y miembros de mesa directiva nacional a “mirar el presente y las preocupaciones actuales con el fin de construir un futuro más sólido, sobre la base de los cambios que no pueden esperar”.

En este contexto, uno de los puntos que más recalcan es separar los roles gremiales de aquellos vinculados a las empresas CChC con fines de lucro, “atendiendo y cuidando ambos”, con cargos, funciones y responsabilidades acordes a los objetivos de cada uno. La idea es que quienes ocupan cargos gremiales no estén en los directorios de las empresas vinculadas a la cámara.

“Las instituciones que permanecen en el tiempo son aquellas que se adaptan y son capaces de innovar, por lo que es necesario mejorar y profundizar los gobiernos corporativos gremiales y empresariales”, dice el documento.

Además, en la propuesta de la lista A se hace un repaso a las anteriores designaciones de presidentes, ya que aseguran que “las elecciones competitivas fortalecen la vida gremial, generando más diálogo y apertura; las designaciones la debilitan”.

INTEGRANTES Y «PADRINOS»

La tarea que tiene la lista disidente es ardua. El trabajo recién comienza, les quedan dos meses para las elecciones (23 de agosto), por eso el compromiso en regiones se vuelve primordial. De ello estará encargada Jacqueline Gálvez, la primera mujer en la historia del gremio que integra una lista.

Gálvez, que es de San Fernando, impulsó el diálogo con la comunidad y ha sido una de las promotoras de los campamentos sociales al interior de la CChC, tanto así que la temática fue discutida y aprobada en el consejo nacional del gremio y se sumó a la fundación Techo-Chile.

En tanto, Bernardo Echeverría, integrante del comité inmobiliario y la comisión de urbanismo, ha contribuido a impulsar iniciativas para fortalecer la política de suelos y el acceso a la vivienda.

La labor de Iñaki Otegui, que es miembro del comité de industriales, estará enfocada en fortalecer la innovación de productos y materiales para la construcción.

Fernando García-Huidobro, socio fundador de la constructora Inarco, hace 31 años se unió a la CChC. Ha participado activamente del trabajo gremial, ha integrado el comité de contratistas generales y es consejero nacional por 12 años.

Todos ellos cuentan con el apoyo de un grupo de socios que tienen un historial importante dentro de la entidad: Juan Ignacio Silva, expresidente de la CChC y socio de Desco; Cristián Armas, presidente ejecutivo de la inmobiliaria que lleva su apellido; Fernando Echeverría, expresidente de CChC; Horacio Pavez, socio de Sigdo Koppers; Ramón Yávar, presidente de Moller & Pérez-Cotapos; Raúl Gardilicic, socio fundador de la constructora que lleva su apellido; Andrés Arriagada, de empresas Altué, y Robert Sommerhoff, gerente general de grupo Maestra.

LAS PROPUESTAS

Cinco son las propuestas de la lista que tiene entre sus prioridades devolverles el “espíritu cámara” a los socios, del que tanto se habla al interior del gremio y que, según ellos, se está perdiendo.

Precisamente el primer punto aborda el trabajo gremial. En él, el foco principal se pone sobre el esfuerzo de la Mesa Directiva Nacional (MDN) que “debe estar en los intereses y problemas presentes de los socios”. Resaltan que los grupos de trabajo son fundamentales y esenciales para abordar temas de interés de comités y cámaras regionales.

El segundo tema hace alusión al gobierno corporativo. Aseguran que los consejeros nacionales, directores y miembros de la MDN “deben ser los primeros en trabajar por y para los socios”. Detallan que es urgente y prioritario separar el rol gremial del brazo empresarial de la CChC, “tanto por transparencia como para que los miembros de la MDN y directorio puedan velar exclusivamente por las necesidades de sus socios y consejeros”. Aseguran que dichos organismos deben promover el acceso a la información, la transparencia y los más altos estándares de rendición de cuentas tanto de gestión como de gastos.

A su vez, enfatizan que para ellos es primordial que “el patrimonio alcanzado en estos 70 años sea cuidado y administrado para asegurar su crecimiento y sustentabilidad, con la finalidad de financiar los objetivos gremiales y sociales”. En este punto, la lista hace alusión al “endowment” que tiene la Cámara, que es la fuente de ahorro al que llegan todas las utilidades de ILC, el brazo inversor del gremio.

La tercera propuesta aborda las cámaras regionales. “Queremos promover el acceso a la información, la transparencia y los más altos estándares de rendición de cuentas”, dice el documento.

El penúltimo punto dice relación a la “red social”. Ahí establecen la búsqueda de nuevas soluciones en materia de pensiones, inclusión social e integración de la mujer a la industria.

Finalmente, la quinta propuesta se refiere a los emprendedores e innovadores. En este tema, pretenden ampliar los horizontes, ya que reconocen que su mercado ha crecido en forma sostenida en las últimas décadas, “y es crucial hacer partícipes a las nuevas generaciones que aporten con su mirada de futuro, energía e innovación y le den sustentabilidad en el tiempo al gremio”.

El hecho de que existan dos listas, salga quién salga, ya genera un precedente de cambio, “pero también muestra el nivel de conservadurismo dentro de la cámara”, dice un conocedor del gremio. (Pulso)

Abuso constitucional-Sylvia Eyzaguirre

La clase política no deja de sorprendernos. El Frente Amplio no titubeó para caer en las mismas malas prácticas que tanto criticaba. La acusación constitucional es un recurso excepcionalísimo que tiene el Parlamento para destituir a un ministro cuando este ha comprometido gravemente el honor o la seguridad de la nación, infringido la Constitución o las leyes, dejado las leyes sin ejecución o cometido delitos de traición, concusión, malversación de fondos y soborno. ¿Hay mérito para acusar al ministro?

La respuesta es no. En primer lugar, se lo acusa de regular la objeción de conciencia institucional en un protocolo, cuando lo que correspondía era que se norme a través de un reglamento. Efectivamente, Contraloría determinó que la objeción de conciencia debe quedar normada en un reglamento y no en un protocolo. Pero resulta que este error proviene de la administración anterior, cuya responsable no está siendo acusada constitucionalmente, y los causantes de este error son los propios parlamentarios, que establecieron en la ley que esta materia quedara normada en un protocolo.

En segundo lugar, se acusa al ministro de haber vulnerado el derecho a la salud de las mujeres y de haber privado a mujeres el acceso a estas prestaciones médicas, al haber permitido a centros de salud con convenio con el Estado hacer objeción de conciencia. Sin embargo, esto también es falso. Mientras rigió el protocolo, no se autorizó a ningún centro de salud con convenio con el Estado a hacer objeción de conciencia. Por lo tanto, es imposible que por razón del nuevo protocolo alguna mujer que pidió atención para irrumpir su embarazo haya dejado de ser atendida.

En tercer lugar, la acusación cuestiona al ministro por no dar una interpretación restrictiva a la objeción de conciencia institucional. ¿Pero no dar una interpretación restrictiva es dejar sin ejecución la ley? En absoluto, la ley se ejecutó y las mujeres que solicitaron abortar pudieron hacerlo. Es importante destacar que la objeción de conciencia institucional no es un invento chileno, como algunos han afirmado, sino que se encuentra en varios países desarrollados del mundo. Son muchos los países que teniendo clínicas con objeción de conciencia institucional, el Estado establece convenios con ellas para todo tipo de prestaciones de salud, incluidas las de obstetricia y ginecología. Precisamente por seguir esta línea está siendo acusado el ministro.

Recordemos que el protocolo del gobierno de Bachelet también establecía que el Estado podía comprar todas las prestaciones a las clínicas con objeción de conciencia que tuvieran convenio con el Estado, con excepción de las prestaciones de ginecología y obstetricia. La modificación del ministro consistió en eliminar esta discriminación contra las mujeres, lo que conlleva por otra parte eliminar el “costo” de ser objetor de conciencia. Contraloría objetó esta modificación, al igual que el protocolo de Bachelet, y estableció que los centros de salud privados que tengan convenio con el Estado no pueden acogerse a la objeción de conciencia, pues como establece el decreto con fuerza de ley (DFL) 36, dictado en 1980, al recibir financiamiento público se entiende que pasan a ser parte de la red pública de salud.

Pero lo más lamentable ha sido la postura de algunos parlamentarios de la Democracia Cristiana, que impúdicamente han declarado que su voto depende más de quienes sean los abogados defensores que de los argumentos. ¡Y después se quejan del desprestigio de la política! (La Tercera)

Sylvia Eyzaguirre

Gobierno y partidos

Invariablemente, los nexos de un gobierno con su coalición nunca son fáciles. Y en un sistema político tan presidencialista como el chileno, donde la tentación suprapartidaria del Mandatario es pan de cada día, las disputas por cargos y espacios de poder, los desacuerdos sobre prioridades programáticas y legislativas, tienden a hacerse presente con relativa celeridad.

La Concertación estuvo veinte años ininterrumpidos en el gobierno y su cultura de coalición sólo fue debilitándose con el paso del tiempo. Salvo en la administración Aylwin, cuando el delicado desafío de consolidar la democracia hizo casi inexistente este tipo de tensiones, en los siguientes gobiernos ellas sólo se incrementaron. Al final, fue el desgaste de ese originario sentido de responsabilidad común lo que en buena medida determinó la derrota de la centroizquierda en 2010.

Como era esperable, el primer gobierno de Sebastián Piñera hizo honor a su inexperiencia en labores ejecutivas, descubriendo muy temprano que no es lo mismo funcionar como coalición opositora, que estar a cargo del poder. Dicha inexperiencia, la incapacidad de asumirla y enmendarla a tiempo, fue a la larga uno de los factores centrales del fracaso político de esa administración.

Esta semana, el día de furia del senador Francisco Chahuán vino recordarle a La Moneda que no hay manera de evitar el fuego amigo, y que sólo se puede aspirar a un diseño que permita atenuar y encausar sus alcances. Chile Vamos no es hoy la misma coalición que gobernó con Piñera la vez anterior: tiene dos partidos nuevos, uno de los cuales –Evópoli- posee una bancada de diputados relevante y una vocación de disputa por las posiciones de centro y el control de la agenda liberal. Ello implica un desafío evidente para un sector de RN, e inevitablemente genera roces con los segmentos más conservadores de la UDI. En suma, sólo cabe esperar que esas realidades vayan acentuándose con el tiempo y el dilema es que el gobierno no puede ser árbitro de ellas, pero tampoco puede resignarse a un rol de simple espectador.

Al final del día, no quedó claro si el senador Chahuán se quejaba por problemas en el proceso de instalación del Ejecutivo, por frustradas expectativas de cargos para sus cercanos, o simplemente decidió iniciar temprano su posicionamiento para la próxima presidencial. O todas las anteriores. Pero al margen de las razones, hay un aspecto políticamente relevante: sus expresiones de malestar parecen tener eco en sectores de RN y más allá de dicha colectividad, lo que obliga al gobierno a hacerse cargo de sus causas.

La centroderecha y sus opositores comparten hoy una singular debilidad: no poseen liderazgos bien definidos para encabezar los desafíos presidenciales futuros. Dicha ausencia provoca desorden y ansiedades anticipadas de manera transversal. Resulta paradójico entonces que, en este escenario, el gobierno invite públicamente a “Ciudadanos” a integrarse a Chile Vamos. Y más extraño todavía que el Presidente Piñera decida respaldar una iniciativa del Frente Amplio para reducir la dieta parlamentaria, dejando a su coalición descolocada y sin piso político en esta materia. Son síntomas de que no hay todavía capacidad de vislumbrar lo que está empezando a agitarse. (La Tercera)

Max Colodro