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Quiebra de empresas sube 56% en septiembre, el mes con mayor registro

La advertencia de las distintas autoridades económicas y expertos era que la crisis sanitaria iba a provocar un importante impacto en la solvencia de las empresas y personas. Por ello se aplicó un plan de ayuda para entregarles liquidez y así evitar las quiebras.

Si bien durante los meses más duros del confinamiento, la crisis no se tradujo en mayores incrementos en las cifras de quiebras, en agosto ya hubo un cambio acelerando dicho fenómeno. Dicha tendencia fue ratificada en septiembre.

De acuerdo con la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento, en el noveno mes del año las empresas que solicitaron iniciar su proceso de liquidación llegaron a 178, lo que significa un alza de 56,1% en comparación al mismo mes del año pasado. Además, es el mayor número de solicitudes de liquidaciones de empresas para un mes desde que comenzó la nueva ley a fines de 2014. Ahora bien, en comparación a agosto el alza fue de 14,8%, y es el mayor salto en lo que va del año. (Ver infografía)

Entre enero y septiembre se contabilizaron 1.320 firmas que iniciaron procesos de liquidación, frente a las 1.246 del año pasado, lo que se traduce en un alza de 5,9%.

Los procesos de liquidación de activos de personas también registraron un fuerte aumento quebrando la tendencia de meses previos. En septiembre fueron 474, el mayor número en el año y representa un alza de 39,8% en comparación al mismo mes del año pasado.

Desde el gobierno, el superintendente de Insolvencia y Reemprendimiento, Hugo Sánchez, explica que el desconfinamiento ha jugado un factor relevante para todo el proceso de trámites que se deben hacer para iniciar los procesos de liquidaciones. “Estamos ante un fenómeno en curso, que cambia diariamente, que depende de múltiples factores, muchos de los cuales aún no se pueden conocer o levantar a completitud, por lo que es muy complejo hacer proyecciones en este escenario”, puntualiza la autoridad.

Asimismo, destaca que el alza acumulada entre enero y septiembre es acotada y que se debe principalmente a las medidas que el Ejecutivo ha impulsado para hacer frente a la crisis. “El gobierno ha implementado un potente paquete económico para que la iliquidez de personas y empresas no se transformen en insolvencia, logrando contener un aumento masivo de solicitudes de procedimientos”. Esto para Sánchez “ha permitido que muchas empresas estén logrando salir adelante”.

Los expertos afirman que la cifra está comenzando a reflejar los efectos de la crisis. Si bien en los meses previos concuerdan con el análisis del gobierno de que las distintas medidas permitieron que las empresas y personas lograran sortear los efectos de la caída en los ingresos, ahora a medida que ese estímulo se vaya retirando comenzará a afectar la liquidez de empresas y personas.

Esto, sumado a que se espera que la recuperación del mercado laboral sea lento, afectará los ingresos permanentes.

“Los efectos del estallido social unido a la pandemia comienzan a reflejarse en estos tiempos. Las empresas que intentaron sobrevivir financieramente a este período y no pudieron sostener su mantención económica, debieron someterse a procedimientos como estos. Probablemente, en los meses siguientes el aumento seguirá en alza, considerando que las consecuencias de la pandemia no han cesado”, sostiene Diego Messen, abogado y socio de Moraga & Cía.

Tomás Flores, economista de LyD, comenta que “a pesar de las transferencias fiscales y postergación de pagos, es muy difícil neutralizar todo el shock recesivo, por lo cual no es inusual que un creciente número de empresas y personas finalmente, y a pesar de la ayuda, no logren sobrevivir a la falta de liquidez. Tal vez, entre otras causas, porque ya tenían fragilidades financieras importantes antes de la pandemia”.

Ricardo Ibáñez, abogado de Defensa Deudores añade que “la brusca alza de septiembre se debe a que los números de los procedimientos concursales estuvieron contenidos durante la pandemia. Hubo una falsa situación de liquidez producto de los créditos Covid”.

En este contexto, los expertos anticipan un alza en los próximos meses. “Es muy probable, porque a pesar de que los indicadores de producción y empleo están mostrado que ya pasamos o peor, serán varias las personas y empresas que no lograrán sobrevivir a este largo período sin ventas”.

BALANCE

Seis años cumplió el viernes recién pasado la Ley de Insolvencia y Reemprendimiento. Y de acuerdo con el superintendente, se ha cumplido con la meta de agilizar los procedimientos.

Según describe, con la antigua Ley de Quiebras, se registraron 5.300 procedimientos en 34 años, y mayoritariamente empresas, porque las personas tenían escasa posibilidad de acogerse a la normativa.

En cambio, ahora, menciona que “ya tenemos más de 28 mil procedimientos, ( entre liquidaciones y reorganizaciones) a través de las cuales las empresas, y también las personas naturales, han podido hacer frente a la situación de insolvencia, reestructurar sus pasivos y sus deudas de manera mucho más efectiva, así como también acceder a una liquidación de menor duración, en aquellos casos donde no hay viabilidad”.

Los derechos humanos tuertos-Pilar Molina

Una y otra vez se repite lo mismo. Un incidente se convierte en la mecha para prenderle fuego a la pradera y que arda como pasto seco, con nefastas consecuencias para mantener el orden público y, consecuentemente, la democracia. Sin lo primero no hay segundo.

Esta vez fue el incidente en el Puente Pío Nono el viernes 2 de este mes. El adolescente de Bajos de Mena, que cursa 8º básico a sus 16 años, iba arrancando por el puente luego de tirar piedras a carabineros y pegar con un palo a un carro judicial, como acredita Carabineros. En su mochila llevaba una máscara antigas y un pasamontañas.

Al otro lado, un carabinero de los cerros de Valparaíso, de 22 años, recibió la orden de arremeter contra los manifestantes que se negaban a dejar de hacer destrozos y a abandonar Plaza Baquedano, a pesar que ya se habían usado las herramientas de solicitárselo, usar el carro lanza aguas y los gases. Se estaba ensayando un nuevo protocolo, como reconoció el ministro del Interior, Víctor Pérez, denominado de infantería. Es decir, obligaba a la policía a renunciar al uso de escopetas antidisturbios y a usar sus propios cuerpos para intimidar y restablecer el orden público. Estaban ensayando una manera más inocua de aplicar la fuerza para detener la violencia, sin generar los riesgos de la coerción, como un chorro de agua que hace caer mal, un balín de goma que llega al ojo, golpes críticos, etc. O sea, se buscó, atajar la violencia sin fuerza o con el solo cuerpo de los funcionarios.

Pero el peso corporal y correr también produce fuerza, según las reglas de la física, y en el puente estaban corriendo los dos jóvenes el viernes 2. El adolescente arrancaba y cuando se le dio la orden al escuadrón de arremeter contra los protestantes violentos, el policía porteño corrió en diagonal hacia el manifestante que, producto del choque, pierde el equilibrio y cae al lecho del río Mapocho por encima de la baranda de protección. Esta fue la versión inmediata de otros dos compañeros del escuadrón y también la posterior del reporte de la PDI, a quien se pidió investigar los hechos. Este último concluye: “lo intercepta y producto de esta acción, el afectado cae a la ribera del río a una altura de 7,4 metros”.

Y la situación explotó como polvorín en los medios y las redes sociales. El joven carabinero fue detenido de inmediato y puesto en prisión preventiva, hasta ahora. Según la página de Gobierno Transparente, tiene un sueldo imponible de 258 mil pesos que sube a 668 mil con rancho y movilización, turnos de 8 horas rotativos que se repiten si la situación lo amerita. Sus jornadas no tienen límite de horas, no tiene feriados irrenunciables ni bonos de gestión como reciben casi todos los funcionarios públicos.

La fiscal a cargo Ximena Chong fue eficiente: el domingo lo formalizaba por el delito de homicidio frustrado, asegurando antes que el imputado “toma por las extremidades a un menor agarrándolo de sus pies, lanzándolo por la baranda, resultando con múltiples fracturas”. Y rauda, la persecutora abre una segunda arista, por obstrucción a la justicia, por versiones iniciales contradictorias de la institución, que después corrige. Todos se hacen parte, también el INDH, y la inefable Defensora de la Niñez Patricia Muñoz. La fiscal de alta complejidad, Chong, recibe una carta de amenaza y el Ministerio Público abre una investigación, ordenan protegerla y el Fiscal Nacional llama muy preocupado a La Moneda.

La oposición pide la renuncia del general director de Carabineros y advierte que si no rueda su cabeza, caerá la del ministro del Interior, contra quien presentan una acusación constitucional. Tampoco aprobarán el Presupuesto, amenazan. Beatriz Sánchez, Carmen Hertz, Maya Fernández y Carmen Frei, unidas al Frente Amplio, el PC, el PS y la DC, escriben una carta al Mercurio denunciado las miles de causas contra los derechos humanos post 18 O. El ex candidato a Presidente y periodista Alejandro Guillier acusa al actual Mandatario de ser “el responsable final” de esos atropellos.

Desde la Multigremial, en otra carta en el mismo matutino, replican cuántos más tienen que agregarse a la lista de 19 personas “acribillados a balazos o calcinados en La Araucanía y Biobío” para que los dirigentes de izquierda los incluyan entre las víctimas de los derechos humanos y condenen la violencia sin el antifaz ideológico que sólo les permite ver un tipo de víctimas. Entre las que mencionaban las dirigentas ni siquiera estaba el trabajador Pedro Cabrera, que fue baleado el sábado 2 en Collipulli.  También omitían los 4.817 funcionarios de carabineros lesionados en el último año, 126 de ellos con impactos de bala.

El fact checking de La Tercera sentencia como falsa la acusación reiterada de Beatriz Sánchez que “en cantidad de casos, hay 8.500 casos abiertos en la justicia por abusos policiales por casos de derechos humanos”. Ese es el número total de denuncias por abusos de todos los agentes o funcionarios públicos, de los cuales poco más de la mitad está abierta, precisa la Fiscalía Nacional. Incluso cuando cometen un error al aplicar la fuerza contra la violencia, en nombre de la ley para asegurar el Estado de Derecho, los acusan de dolo. Y cuando los manifestantes violentos arrementen con artefactos en su contra, para infligirle daño por estar cumpliendo con sus deberes,  son imputados por “desórdenes públicos”, como señaló la abogada del joven Zamora. El Fiscal Nacional, Jorge Abott, se molestó, incluso, porque el general Rozas se atrevió a decir en la Cámara que a casi un año, todavía no le piden declarar a las dos carabineras quemadas con una molotov.

Pero las denuncias falsas van quedando, como la misma que repitió Sánchez, que había un centro de torturas en la estación Metro Baquedano, o la desaparición de 29 personan al inicio del estallido de violencia.

Carabineros informó en la Cámara que ha instruido 1.270 procesos administrativos por cuestionamientos durante el estallido, el 90% de los cuales son autodenuncia. Como resultado, formuló cargos a 170 funcionarios, a 35 de los cuales dio de baja. No hay ninguna duda que la institución puede seguir mejorando sus procedimientos y que está al debe en muchos aspectos (el fraude, Operación Huracán, caso Catrillanca), a pesar de lo cual tiene una valoración varias veces superior a la de sus propios denunciantes. En ese sentido va la reforma para su modernización que el Presidente ha solicitado a la oposición apoyar.

Lo que no puede continuar ocurriendo es que algunos pretendan apreciar o continuar viviendo en democracia y no condenen más que la represión de la violencia por parte de las personas encomendadas por la Constitución y la ley a mantener el orden público, viendo siempre dolo en su accionar. ¿O no quieren democracia? (El Líbero)

Pilar Molina

Negacionismo

Avanza el proyecto de ley que sanciona penalmente el negacionismo. Dicho texto considera como tal toda justificación, aprobación o negación de las violaciones a los derechos humanos durante el Gobierno Militar. En la práctica significará impedir toda explicación de su advenimiento, su desarrollo a través de los años y la represión que sufrieron algunos de sus opositores en razón de su violencia o, a veces también, sin motivo fundado. Se trata de acallar toda posibilidad de estudiar serenamente dicho gobierno, sus sombras, a veces muy oscuras, y su búsqueda de una nueva institucionalidad y de políticas públicas para beneficio del país y de los chilenos todos, claramente orientadas hacia el futuro.

El negacionismo es uno de los planteamientos con que se destruye a las sociedades, porque mutila toda dignidad e integridad de las personas al impedirles pensar con libertad y comunicar sus conclusiones. Desde ahora explicar lo sucedido en aquel gobierno y situarlo en su contexto histórico será penado porque se lo considerará una justificación que relativizará o negará esas violaciones a los derechos humanos.

Se afirma que este proyecto está completando la transición. Luego de las cinco presidencias de izquierda que se han sucedido, esto suena tan ridículo como el afán del actual gobierno de volver a los consensos de aquellos años. La izquierda nunca ha querido salir de ese pasado de dictadura a pesar de las décadas transcurridas. Ese quedarse en el tiempo esconde la incapacidad que la caracteriza de proponer orientaciones hacia el futuro. Y al señalar que el proyecto profundiza el repudio y el rechazo a esos años, solo expresa la nueva forma en que se manifiesta el odio. Se trata de arremeter contra los enemigos que señala la ideología, para ocultar la destrucción con que la revolución ha aniquilado a todos los países que ha conquistado.

Detrás de la prohibición de estudiar razonadamente un período de tiempo, cualquiera que sea, queda trunca toda la historia de Chile, pues será imposible entender lo que pasó antes y por qué sucedió lo posterior. Seremos un país sin historia: una sociedad comprendida como pura materia y nada de espíritu. Es lo máximo a que puede aspirar un régimen totalitario: personas en el aquí y en el ahora que solo responderán a la voz ubicua e incontrastable del “hermano mayor” y su lenguaje políticamente correcto. Si los derechos humanos no conviven con la libertad, se atenta gravemente contra la humanidad de las personas. (El Mercurio)

Adolfo Ibáñez

Teillier sobre violencia callejera: «No diré que no salgan a manifestarse»

Un análisis positivo sobre la situación de su partido hace el presidente del PC, Guillermo Teillier. Según cuenta, la estrategia que ha seguido la colectividad tras diferenciarse del resto de las fuerzas de oposición que firmaron el acuerdo por una nueva Constitución, le ha dado buenos resultados e, incluso, a su principal figura presidencial, Daniel Jadue. En ese sentido, reconoce que es favorable no estar junto al sector que hoy se agrupó en la “Unidad Constituyente”, tras las fallidas negociaciones para las primarias y que él llama “antigua Concertación”. Añade que le gustaría acercarse al Frente Amplio.

Además, se niega a hacer un llamado, como otros sectores, a que no haya violencia en las protestas.

Algunos culparon al PC por las fallidas negociaciones de gobernadores. ¿Asume las críticas?

Fuimos invitados a conversar respecto de un acuerdo por omisión y de primarias para gobernadores. Ese era el molde y lo vimos con interés, aceptamos conversar y cada partido empezó a establecer cuáles eran las regiones donde querían tener un trato de cierto privilegio. Y eso estuvo así hasta poco antes de cerrar la discusión.

¿Por qué no se sumaron a la Unidad Constituyente?

Curiosamente nos llamó el PRO, no el PS, el PR, el PPD ni la DC. Lo que dijo el presidente del PRO es que había que sumarse y yo dije conversemos, pero dijo que ya iba al Servel y se iba a integrar pase lo que pase. Así no se hacen las cosas.

¿El PRO los traicionó?

No quiero objetivar, pero cualquiera puede decir qué significa eso, cuando no hay ni siquiera la decencia de ir a conversar. Unidad por el Cambio sigue existiendo y vamos a llevar lista de concejales.

¿Cómo ve la posición “aislada” en que quedó el PC?

El FA también quedó aislado. Hay un pacto que es la Concertación, la antigua Concertación que reaparece con algunos que se habían ido como ME-O. No nos sentimos aislados.

¿Qué le parece que reaparezca la “antigua Concertación”?

Se juntaron de nuevo, pero no sé si están en una tendencia de renacimiento. Más bien, van en decadencia y eso lo van a decir las urnas. No era cómodo estar ahí, no quiere decir que no podamos conversar ni llegar a acuerdos, pero los 30 años es algo que pesa.

¿O sea, les incomoda?

Aunque la mona se vista de seda, mona se queda.

¿Es favorable para el PC diferenciarse de ese sector, entonces?

Tras habernos diferenciado a partir del pacto por la Paz, al partido le ha ido bien y se nota con su posible candidato presidencial. Entonces, sí. La gente quiere tener claridad de que no van a ser engañados y el PC en eso se mantiene con cierta consecuencia.

¿Les acomoda la posición?

Cuando apareció Daniel Jadue como posible candidato, varios de la nueva Concertación salieron a chaquetearlo. Y mientras más criticaban, Jadue más subía en las encuestas. También da la casualidad que después que no se produjo el acuerdo de las primarias, Jadue volvió a subir. Algo está diciendo eso.

Tras el fracaso en las negociaciones se empezó a hablar de un acercamiento con el FA. ¿Le gustaría?

Desde luego que me gustaría. Ahora, eso está en un proceso. Hay en ambos sectores la disposición a llegar a acuerdos políticos, pactos son más complejos. En la Concertación pueden hacerlo porque casi todos piensan igual. Con ellos era difícil llegar a acuerdos, nos dejaba amarrados y no es nuestro propósito.

¿Crearán un “polo de izquierda”?

Lo que hemos propuesto es un polo antineoliberal. No estamos diciendo que con el FA haremos un núcleo de izquierda.

¿Jadue puede ir a primera vuelta?

No sé si exista voluntad de las otras fuerzas a primarias. Si no existe, tendríamos que ir a primera vuelta.

¿Y ahora ve probable tener una primaria de todos?

A lo mejor es difícil, pero nada está escrito en piedra.

¿Jadue genera incomodidad?

A personas que son anticomunistas les genera incomodidad indudablemente. También porque es un síntoma de que algo nuevo está pasando Chile.

Para tener claridad, ¿el PC condena las violaciones a los derechos humanos en Venezuela?

Las hemos cuestionado desde que apareció el primer informe de Bachelet. Dijimos claro que condenamos las violaciones a los derechos humanos. Lo que hicimos fue tener una mirada distinta sobre el informe, porque no consideraba suficientemente las agresiones para desestabilizar a ese gobierno. Pero condenar la violencia a los derechos humanos y que se siga un proceso para desarraigar eso, está bien. Me gustaría que fuera así en Chile.

¿Hacer esa crítica no es dar espacio para que califiquen al PC como “ambiguo” sobre los DD.HH.?

No. Lo que tiene que verse es la conducta aquí en Chile, porque no respondemos por los derechos humanos en Venezuela, ¡perdóneme! El que tiene que responder es el gobierno venezolano.

Han vuelto las protestas a casi un año del 18-O. ¿Tiene sentido manifestarse tan cerca del plebiscito?

Eso depende de voluntades de millones que salen a las calles. Decir que alguien se propone siniestramente ir violentamente a la calle, creo que eso no existe. Se producen las confrontaciones entre el deseo de manifestarse y la represión. ¿Cree que me gusta que se produzcan incendios en supermercados, en estaciones de Metro? No, pero esas cosas se dan.

¿Los hechos de violencia podrían afectar al plebiscito?

No. Lo único que les queda a quienes están en contra del proceso constituyente es decir que hay una violencia generalizada y que, por lo tanto, no están las condiciones. Tampoco ha habido ninguna manifestación tan grande en la Plaza Italia, a lo mejor el 18, no sé, pero hasta ahora es muy menor respecto de lo anterior.

¿Haría un llamado a que no haya violencia en las manifestaciones tan cerca del plebiscito?

Es que eso puede tomarse como un doble discurso. Porque si el gobierno y las fuerzas represivas como Carabineros consideran que son violentistas los manifestantes, entonces si digo que no debe haber violencia, quiere decir que digo no salgan a manifestarse y eso no lo diré, porque tiene que progresar el derecho a manifestarse. Lo que sí podría decir es que traten por todos los medios de hacerlo pacíficamente, eso es.

¿Pero condena la violencia que ha ocurrido en Plaza Italia?

Es bien rara esa violencia. Aquí se quiere connotar un estado de violencia que no creo que exista. Entonces, cómo voy a condenar una cosa que fue tan menor. Me dicen ‘mire los destrozos que hicieron algunos’, pero digo: fíjese, Ponce Lerou le rebajaron como 60 millones de dólares la multa. Esos sí que son destrozos. Antes de ponerse a condenar así como así digamos todas las causas de las cosas.

La Convergencia Progresista condenó la violencia ¿Por qué el PC no?

Porque así como se hace un sinónimo de violencia con manifestación social, nosotros no podemos condenar la manifestación social. (La Tercera)

La OMS y las cuarentenas-Axel Kaiser

El delegado especial de la OMS para el covid-19, el doctor David Nabarro, ha declarado lo siguiente sobre las cuarentenas en una entrevista publicada por Spectator TV el día 9 de este mes:

“En la OMS no proponemos cuarentenas como medio principal para controlar el virus. La única ocasión en que creemos es justificable es para comprar tiempo para reorganizar, reagrupar y rebalancear los recursos… pero esencialmente no lo haríamos…

«Apelamos a todos los líderes globales para que dejen de utilizar cuarentenas como formas de control y desarrollen mejores sistemas para lidiar con esto…

«Las cuarentenas tienen una consecuencia que no puede minimizarse, que es hacer a la gente pobre muchísimo más pobre”. (El Mercurio Cartas)

Axel Kaiser

¿Qué país latinoamericano será el próximo Djibuti chino?

Djibuti es un antiguo protectorado francés donde apenas un millón de personas habitan un territorio árido, de poco más de 20 mil kilómetros cuadrados, ubicado en una posición geopolítica absolutamente privilegiada de cara al océano Indico. Esas características, más una pobreza paupérrima, fueron aprovechadas por Pekín para convenir una relación asimétrica y de dependencia a largo plazo. Fue allí donde estableció en 2017 su primera base militar en el extranjero. Desde ese año, sus marinos y aviadores utilizan a Djibuti para juegos de guerra con cazabombarderos, destructores y misiles. Es lo que observan militares de Japón, EE.UU. y Francia apostados en las cercanías. Los soldados de Xi Jingping hablan de inocuos ejercicios anti-piratería con balas de goma.

Como sea, Djibuti sintetiza un peculiar mecanismo mixto, compuesto por multilateralismo, bilateralismo y manejo sutil de los términos asimétricos, utilizado por la China de Xi para penetrar en el resto del mundo. Es un híbrido capaz de traslapar lo inofensivo con lo indescifrable, y de combinar ingeniosamente inversiones en infraestructura con préstamos en condiciones tan generosas, que hasta los más estoicos terminan rendidos. Es el llamado modelo Shekou, el verdadero núcleo de la Ruta de la Franja y la Seda.

Hay quienes creen prematuro suponer el emplazamiento de una base tipo Djibuti en suelo latinoamericano. Sin embargo, numerosas señales indican que el camino ya empezó a ser pavimentado y que es cosa de tiempo para terminar enlazando a esta región con un collar de perlas a nivel global, que ni Mao y Deng lograron siquiera soñar.

En esta línea, son muy sugerentes los avances sobre el apremiado gobierno de los Fernández. Por eso, la idea que la administración K lleve a su país a convertirse en el gran eslabón estratégico de la penetración en América Latina es más que una simple conjetura. Dichos avances son mega-proyectos concretos y millonarios (en curso y agendados). Y son sugerentes porque no se observan grandes diferencias, ni en montos ni en procedimientos, con aquellos impulsados por los lobos-guerreros de Xi en África. Son proyectos perfectamente homologables a todos los componentes del modelo Shekou.

Veamos algunos. El primero de todos es, sin duda, esa Base Espacial en Neuquén, bajo administración militar y cuyas misteriosas actividades siembran razonables dudas. Luego, hay otros, en fase de negociación, cuya lógica de cluster recuerda indefectiblemente a Djibuti. Por ejemplo, la línea férrea de 650 kilómetros de extensión que unirá la localidad de Añelo, donde se ubica el colosal yacimiento de gas y petróleo Vaca Muerta, con el Puerto Ingeniero White en el Atlántico. Entregada a PowerChina, la obra ferroviaria costará más de mil millones de dólares y será vital para llevar esa riqueza energética argentina hacia centros industriales chinos. De manera anexa a esa enorme obra, una subsidiaria de PowerChina, la SinoHydro, construirá una central hidroeléctrica en Malargüe, también de dimensiones importantes, por otros mil millones de dólares. Con esto, y las múltiples otras obras “menores” ya en funcionamiento, PowerChina podría ser pronto el mayor inversionista extranjero en el vecino país.

Otro emblema es el acuerdo de producción porcina, que prevé la construcción de gigantescas granjas a instalarse próximamente en varias provincias. Pekín, que perdió hace algunos años gran parte de su stock de cerdos producto de la fiebre porcina, invertirá en esas granjas la friolera de US$ 4 mil millones, pues contempla granjas adicionales, igualmente de grandes dimensiones, para asegurar el forraje para los 6 millones de cerdos anuales a ser enviados al imperio celestial. Y desde luego, fábricas de faenamiento, de mantención del frío y de empaque. Además de necesarias plantas procesadoras de agua. Las advertencias de Greenpeace y otras ONG ecologistas sobre las nocivas consecuencias para el medioambiente son vistas hasta ahora como simples nimiedades. Es demasiado lo que está en juego.

Enseguida, hay un tercer mega-proyecto chino en Argentina, extraordinariamente ilustrativo. Se trata de su cuarta central nuclear. Como se sabe, el país ya dispone de tres (Atucha I, Atucha II y Embalse). También se sabe que Cristina Fernández intentó entusiasmar a Xi en su primer gobierno, pero chocó con la fuerte oposición de los científicos argentinos, quienes vieron en peligro su orgullo tecnológico. Y es que las tres centrales en funcionamiento utilizan una tecnología doméstica, denominada Candu, con uranio natural como combustible, del cual Argentina dispone a raudales. Sin embargo, Xi pone una condición sine qua non. El involucramiento sólo es posible si se utiliza la tecnología Hualong, la cual requiere uranio enriquecido, a ser adquirido en China continental (algo más que obvio). Diestros en ablandar espíritus, los emisarios de Xi pusieron sobre la mesa un crédito de US$ 8 mil millones.

Desde luego que también hay proyectos de envergadura algo menor, pero posados sobre puntos estratégicos del país. Por ejemplo, la Shanghai Dredging operará la ruta Paraná-Paraguay de más de 1.200 kilómetros (vital para el gobierno, pues Argentina ya prácticamente no dispone de barcos mercantes para operaciones domésticas). Además, Pekín aseguró el aumento del swap a US$ 18 mil millones, con lo cual el gobierno de los Fernández recibió algo de oxígeno monetario. La mano amiga de Xi también se dejó ver en momentos de pandemia y la prensa informó de la llegada de 36 vuelos y 4 buques con materiales sanitarios. En passant, se ha escrito algo sobre el apoyo político de Pekín para que la misión del FMI, que estuvo esta semana en Buenos Aires renegociando más de 44 mil millones de deudas, se mostrase compasiva con los Fernández.

Estamos en presencia, por lo tanto, de una estrategia híbrida rumbo al modelo Shekou, ya en fase de despliegue por suelo latinoamericano. Aquí, los estrategas de Xi están demostrando una cierta maestría en el arte de buscar áreas donde hacer match con intereses concretos de Xi, de identificar actores claves y de elaborar sutiles aproximaciones a los blancos seleccionados. Si algo enseña Djibuti, es que jamás pierden el hilo conductor de la operación.

A vuelo de pájaro se pueden concluir cuatro cosas. Uno, que la famosa Ruta de la Franja y la Seda es más bien la gran máscara de una estrategia híbrida. Dos, que uno de sus grandes pilares es el modelo Shekou. Tres, que a final de cuentas lo que se busca en el país seleccionado es ir armando un entramado de bases militares, puertos multipropósito y zonas económicas especiales. Cuatro, que los grandes beneficiarios son (únicamente) empresas chinas.

La pregunta obvia es, ¿cuánto falta para el ascenso de algún país latinoamericano al imperio celestial? (El Líbero)

Iván Witker

Nueva Zelandia como ejemplo de desarrollo

El debate acerca del modelo económico que debería seguir nuestro país parece converger, tanto en la opinión pública como entre los técnicos, hacia Nueva Zelandia. En efecto, al consultar a los chilenos sobre el modelo político y económico que les gustaría para nuestro país, la mayoría responde —por amplia distancia— Nueva Zelandia. Según la encuesta Cadem, esta preferencia se manifiesta tanto entre personas de derecha como de izquierda y supera por varios puntos de distancia a otras opciones, entre las que destacan Suecia, Australia y Estados Unidos.

Una columna reciente de Sebastián Edwards destaca que Chile comparte con Nueva Zelandia y Australia el no tener una estructura económica compleja y señala los factores estructurales comunes a estos países que explicarían esta similitud: su lejanía de los grandes mercados, su ubicación al sur del Ecuador y la abundancia de recursos naturales. Argumenta que el aislamiento geográfico de estos tres países haría que no sea una buena idea impulsar políticas industriales para nuestro país.

En un estudio reciente publicado en Estudios Públicos (“Diversificación de Exportaciones: ¿es Chile diferente a Australia y Nueva Zelanda?”), expuesto hace algunas semanas en este medio, abordamos precisamente esta temática. Utilizando datos de exportaciones desagregados y distintas medidas de concentración, comparamos a Chile con Australia y Nueva Zelandia. ¿Por qué usamos estos países como referencia? Porque se desarrollaron en un tiempo reciente, comparten características estructurales con la economía chilena y porque, cuando tenían el nivel de ingreso de Chile, mostraban mayores similitudes con nuestra economía que otros países avanzados que podrían usarse como modelos.

En particular, Nueva Zelandia y Chile son economías pequeñas que comparten el marco de política macroeconómica, la apertura comercial y la abundancia de recursos naturales. Ambos tienen una política monetaria de metas de inflación y un régimen cambiario flexible. También cuentan con reglas fiscales: Chile estableció un Consejo Fiscal autónomo en 2019, mientras que Nueva Zelandia está impulsando su creación. En exportaciones, predominan los productos vinculados a los recursos naturales, como es la minería en Chile y los productos lácteos y carnes en el caso de Nueva Zelandia. En apertura comercial, este último país ocupa el cuarto lugar y Chile el quinto (Global Competitiveness Report 2019).

En cuanto a la lejanía de los grandes mercados, nuestro estudio construye un índice que considera la distancia de cada país con los principales centros de consumo (China, Estados Unidos y la Unión Europea), ponderada por el tamaño de estas economías. De acuerdo con este indicador, en que 0 significa estar ubicado en un centro de consumo y 1 es la máxima distancia posible para un país, Chile alcanza un valor de 0,65 y Nueva Zelandia de 0,74, mientras que Corea del Sur alcanza un valor de 0,35. En pocas palabras, la lejanía de Chile y Nueva Zelandia de los grandes mercados es similar y en torno al doble que el caso de Corea del Sur, otro país que suele citarse como posible modelo de desarrollo. Si bien es cierto que los avances tecnológicos han disminuido los costos de transporte, estudios recientes muestran que la distancia geográfica continúa determinando significativamente los flujos de comercio internacional y los patrones de concentración de exportaciones.

Todas estas características comunes muestran que la opinión pública tiene buenos argumentos para mirar a Nueva Zelandia como ejemplo de modelo económico. ¿Qué significa esto para la estrategia económica que debe seguir Chile en los próximos años?

La experiencia de Nueva Zelandia (y de Australia) sugiere que la diversificación hacia bienes de mayor sofisticación económica, o la industrialización, no son condiciones necesarias para alcanzar el desarrollo. En cambio, la evidencia sugiere que la política comercial se debe enfocar hacia potenciar al sector exportador. En consecuencia, proponemos promover la diversificación de exportaciones dentro de cada sector productivo, lo que potenciaría a los sectores que cuentan con ventajas comparativas, al tiempo que aumentan las variedades exportadas. A su vez, consideramos necesario explotar las fortalezas institucionales que tiene Chile para diversificar la matriz hacia la exportación de servicios, donde nuestro país ya ha mostrado ser competitivo —por ejemplo, en los servicios financieros— y que son una muy buena fuente de empleos formales. Todo esto debe ir acompañado de una estrategia comercial de segunda generación centrada en la modernización de los procesos logísticos de exportación, que permitan a nuestro país fortalecer su competitividad internacional.

Hermann González B.
Coordinador Macroeconómico Clapes UC

Felipe Larraín B.
Profesor Titular PUC, Facultad de Economía y Administración y Clapes UC Exministro de Hacienda

Óscar Perelló P.
Estudiante Phd en Economía UCL e Investigador Externo Clapes UC

La política y las lecciones del tiempo

Preguntaron el otro día a un amigo astrónomo en un coloquio virtual sobre una definición del tiempo, y su respuesta fue franca y a la vez desconcertante: no sabemos. Por eso resulta algo alambicada la preocupación de los filósofos medievales sobre la eternidad del universo. Como diría Sócrates, frente a estas cuestiones fundamentales, sólo sé que nada sé, lo que significa que nos acercamos a ellas no por la vía de la afirmación, sino descartando las respuestas simples. Pero nuestra experiencia existencial es que vivimos en el tiempo. Se suceden los días y los años. Los procesos nacen y se agotan, y nuestro propio ciclo vital tiene fecha de término.

Estas divagaciones son a propósito de la importancia del tiempo en la política. Quienes entran a la actividad política lo hacen con la pretensión de contribuir a aliviar sufrimientos, crear condiciones mejores de vida y, en general, realizar ciertos principios a través del ejercicio del poder. Pero a poco andar caen en la cuenta de que tales propósitos no dependen de su mera voluntad, ni siquiera de la de las mayorías. Existen múltiples factores que influyen en los acontecimientos y que escapan a nuestro control. Los pensadores clásicos hablaban de la Fortuna, que representaban como una diosa con los ojos vendados y que hacía girar una rueda. Los pensadores modernos se remiten a “las condiciones objetivas” que condicionan la libertad humana, a las estructuras, a los procesos de larga duración, etc.

El arte de la política requiere comprender esa realidad exterior –por ejemplo, la economía y sus leyes– y calcular de qué manera cada cual puede influir en su evolución. Es que la política transcurre en la coyuntura, en los escenarios cambiantes. “Una semana es una eternidad en política”, afirmaba el ex Primer Ministro inglés Harold Wilson. Al político no le basta con sortear los desafíos, ni flotar en las arenas movedizas, debe ser capaz de prever los acontecimientos, de intuir el sentido de los procesos, de aunar voluntades para torcer el rumbo de los acontecimientos.

La acción política se basa en la inteligencia y el conocimiento, pero se proyecta gracias a la intuición y la voluntad. Y como no se trata nunca de una empresa solitaria, debe integrarse en procesos colectivos, sea mediante los partidos políticos o las múltiples organizaciones de la sociedad civil. La política es comunicación y tiene una dimensión de convocatoria que traspasa los niveles de la razón. Así se va construyendo el liderazgo.

Al político lo tensionan dos abismos: la complejidad de los fenómenos que lo puede llevar al pesimismo y la inacción (por eso normalmente los intelectuales no tienen éxito en política) o el vértigo del voluntarismo, la impaciencia ante la resistencia de la realidad frente a la realización de sus ideales. El técnico debe ser un buen asesor, pero no un conductor.

Humberto Eco afirmó una vez que el extremismo y el autoritarismo nacen de la prisa y de la pureza, o sea, de la decisión infundada de eliminar la opacidad de la penumbra con la luz del idealismo. El técnico cree tener la solución a un problema porque es capaz de explicarlo y proponer una solución que todos deben aceptar. Pero como señaló el gran sicoanalista chileno Matte Blanco, el actuar humano está atravesado por la lógica del inconsciente y la política hunde sus raíces en un universo donde no se distingue con facilidad lo individual de lo colectivo y donde se difumina la secuencia temporal de los acontecimientos. No se encuadra fácilmente en los parámetros de la lógica formal. El debate actual entre tecnocracia y populismo da cuenta de esta tensión.

En su versión más radical, el extremista busca resolver la resistencia por las armas, como lo hemos visto a lo largo de la historia en el anarquismo o últimamente con el terrorismo de corte religioso o los crímenes del Estado. El extremista o bien añora un pasado perdido y quiere retrotraer la historia un tiempo donde imperaban los valores o bien quiere apurar el tranco para alcanzar un futuro utópico. Escapa del presente y de sus duras exigencias apelando a un sueño ideológico: imagina que “otro mundo es posible”, sin preocuparse ni de sus características, ni cómo construirlo para que no se transforme en pesadilla.

El político, en cambio, vive en el aquí y el ahora, percibe la ocasión propicia para actuar, cuando no la crea con inteligencia y astucia. Y en la coyuntura, entonces, actúa con decisión calculando las consecuencias de sus actos.

En democracia este entrecruce de acciones y reacciones en la esfera pública se da en un ambiente de libertad, donde los actores pueden desplegar sus discursos y llevar adelante sus acciones sin correr riesgos inmediatos y con un grado razonable de seguridad, al amparo del derecho. Por eso mismo están sometidos a un escrutinio más riguroso de los ciudadanos. Quienes buscan la popularidad fácil, los que dejan trasparentar sus ambiciones personales y más aún quienes incurren en actos irregulares, el apoyo que puedan alcanzar será efímero y la desilusión tan fuerte como el rápido ascenso que tuvieron.

Escribo pensando en el proceso constituyente que será sometido al parecer de los ciudadanos dentro de dos semanas. Pienso en la enorme responsabilidad que la ocasión exige para no defraudar las aspiraciones de la gente y dar forma a una nueva arquitectura política, acorde con nuestra historia constitucional, capaz de abrir una nueva etapa de nuestro desarrollo.

Tan necesario como mirar nuestra historia al momento de debatir una nueva Constitución es contribuir a crear un clima favorable al entendimiento entre las principales corrientes de nuestro país, abandonando la política de trinchera, sin pretender imponer los propios puntos de vista, sino buscando mediante el diálogo un consenso entrecruzado (en términos de Rawls) aunque se adhieran a doctrinas en parte contrapuestas. Si se deja pasar esta ocasión, tal vez no se vuelva a repetir en décadas.

Concluyo con una cita de La República de Cicerón que se podría aplicar a Chile, y me parece oportuna: “El Estado romano no ha sido constituido por un ingenio solo, sino por el consenso de muchos; ni se consolidó en una sola época, sino por el transcurso de muchas generaciones… No es posible encontrar un ingenio tan grande que todo lo abarque; y el concurso de todas las personas esclarecidas de una época no conseguiría, en materia de previsión y prudencia, suplir las lecciones de la experiencia del tiempo”. (El Líbero)

José Antonio Viera-Gallo

Figueroa: “Donde más va a pegar esta crisis es en la educación pública”

Un escenario que ningún ministro había enfrentado le tocó al abogado Raúl Figueroa, al mando de Educación desde febrero pasado: 3,6 millones de alumnos sin clases en 11.462 colegios durante meses. Todo debido a la pandemia de Covid-19, que aún tiene un fuerte impacto sanitario y económico en todo el mundo. Pero ya con el desconfinamiento gradual de las ciudades, el secretario de Estado explica a La Tercera que se duplicaron las solicitudes de colegios que quieren reabrir a nivel nacional (pasaron de 136 el 22 de septiembre a 209, el jueves pasado). También aborda la relevancia de que los sostenedores hagan esfuerzos para reabrir en zonas ya en desescalada.

Ya volvieron 86 colegios a clases, ¿cuál es su evaluación, tomando en cuenta que son 11.500 a nivel nacional?

Los efectos de la prolongada suspensión de clases presenciales son dramáticos, así lo recoge la evidencia nacional e internacional. Las brechas de aprendizaje se van a incrementar, el deterioro en ellos es evidente y el riesgo de deserción se multiplica. Podríamos tener tasas de deserción casi tres veces más altas que después del terremoto de 2010. Ante ese escenario, el Ministerio de Educación ha hecho todos los esfuerzos por acompañar el proceso de educación a distancia y mitigar estos efectos. Pero también ha quedado en evidencia que en la medida de que las condiciones lo permitan, recuperar la experiencia escolar es fundamental y debe ser prioritario. En ese contexto, evaluamos positivamente que diversos establecimientos pongan a disposición de los alumnos sus establecimientos. En las últimas dos semanas se duplicó el número de solicitudes para abrir escuelas a nivel nacional y en la Región Metropolitana se quintuplicó esa cifra. Por supuesto que estamos recién empezando y es un número acotado en relación al universo de colegios.

¿La mayoría son particulares y subvencionados?

A la fecha, un 30% de las peticiones para reabrir corresponden a colegios municipales. Lo que es complejo, porque donde más va a golpear esta crisis es en la educación pública, que también es la que se ha visto más perjudicada por la interrupción de las clases en periodos anteriores. Hay un dato: si no se vuelve a clases presenciales de aquí a marzo, un alumno del sector público va a llevar, en promedio, 15 meses sin ir a la sala de clases. Esto, tomando en cuenta la pandemia y que después de octubre de 2019, los alumnos dejaron de tener actividades, a lo que se sumó el paro docente.

Algunos plantean que el empresariado ha empujado a reabrir escuelas para que los padres puedan ir a trabajar. ¿Qué piensa?

Desde el punto de vista del deterioro de los aprendizajes, del desarrollo socioemocional de los jóvenes e incluso de la salud, las consecuencias de mantener las escuelas cerradas son evidentes. Me parece que bordea en el insulto pretender que las escuelas se deben abrir por razones distintas a las pedagógicas, teniendo evidencia tan fuerte en Chile y el mundo de lo negativo que es la suspensión de clases. El secretario general de la ONU (António Guterres) calificó la situación educacional como una catástrofe generacional, y, por lo tanto, pensar que los esfuerzos que las comunidades están haciendo para reabrir las escuelas tienen un objetivo distinto de entregar lo mejor a sus alumnos significa desconocer la realidad. Es ofensivo para quienes hacen ese esfuerzo.

¿Qué sucederá si hay un brote de Covid-19 en las escuelas?

El plan para abrir las escuelas se basa en los pilares de la seguridad, voluntariedad y gradualidad. Todos los establecimientos deben cumplir con exigentes protocolos sanitarios y solo pueden hacerlo en territorios donde las condiciones lo permiten. En la medida que se cumplan las exigencias, los riesgos están controlados.

Si hay un brote, ¿se deberían suspender las clases?

El criterio lo fijó el Ministerio de Salud: todos los que tuvieron contacto estrecho con un caso deben ser aislados y se toman las medidas necesarias: cerrar un curso, cerrar varios o bien el establecimiento. Lo importante es tener claro que se toman las medidas de manera acotada, para combinar la seguridad con la necesidad de que la mayor cantidad de alumnos posibles accedan a la escuela.

Algunos alcaldes plantearon que no volverán a la actividad presencial este año…

Es fundamental que no les neguemos a los alumnos la posibilidad de reencontrarse en la escuela. Pensemos en los alumnos de cuarto medio: necesitan los aprendizajes para acceder a la educación superior y, sobre todo, cerrar un ciclo. Todos los sostenedores tienen una obligación: hacer el máximo esfuerzo para, cumpliendo las condiciones sanitarias, volver a estar a disposición de sus comunidades y permitir que sean los padres los que elijan si quieren o no recuperar la experiencia escolar. Cualquier sostenedor que por razones distintas de las pedagógicas o socioemocionales decida mantener cerrada una escuela, dándose las condiciones necesarias, creo que comete un tremendo error y perjudica el derecho a la educación.

El Colegio de Profesores es muy crítico de esta decisión.

La autoridad sanitaria ha señalado que en determinados territorios se dan las condiciones para abrir las escuelas. En esa línea, los establecimientos deben cumplir exigentes protocolos para dar seguridad a los alumnos. Así se ha hecho en los colegios que han abierto y en la gran mayoría de los países, que poniendo el interés superior de los niños, han decidido volver a abrir las escuelas.

¿El Mineduc podría obligar a la apertura de los colegios?

Nuestro plan tiene como ejes la seguridad, voluntariedad y gradualidad, y así vamos a seguir trabajando. Quiero destacar que hoy existe consenso respecto de lo importante que es recuperar la experiencia presencial y la necesidad de hacer el máximo esfuerzo para que los establecimientos estén disponibles.

¿Cuándo se cierra el año escolar?

El año escolar sigue su curso y hay que aprovechar al máximo el tiempo que queda para evaluar adecuadamente a los alumnos, desde el punto de vista de sus aprendizajes y en lo socioemocional. Y nivelar los aprendizajes en la lógica de la priorización curricular. Hemos dado orientaciones respecto de la forma en que deben hacerse las evaluaciones. Recomendamos hacerlo basado en la retroalimentación con los alumnos y eso debe verse reflejado en una nota.

¿Cómo se aprecia el 2021?

Nuestros esfuerzos están puestos en aprovechar al máximo este año escolar, para reforzar aprendizajes y centrarse en áreas fundamentales. El próximo año será distinto: deberemos dedicarle, sobre todo la primera parte del año, a reforzar los aprendizajes y cumplir con lo que se espera en cada nivel. El sistema ha aprendido a usar herramientas tecnológicas que son un complemento, pero el foco deberá estar en recuperar, reforzar y seguir avanzando.

¿Qué rescata de los países que han regresado a clases?

Existen diversas maneras de enfrentar el Covid-19, pero hay algo común, que es que la educación volvió a ser una prioridad. En esas naciones se puso la continuidad del sistema como elemento central en su política, al punto de que la regla general es que las escuelas deben estar abiertas y que las medidas restrictivas son específicas, llegando a la lógica de que si se restringen ciertas actividades, los establecimientos son la última opción para un cierre.

¿Se podría ordenar un regreso presencial aunque sea solo algunos días a la semana?

Estamos trabajando este año en el plan anunciado. Nos parece fundamental que, dado que la educación es central para cerrar brechas, el país tenga una mirada de Estado.

Según estudios, la conectividad de alumnos con sus escuelas no es buena, siendo más baja en sectores pobres. ¿Qué análisis hace?

La conectividad es útil para que los alumnos mantengan la educación a distancia, pero no todos tienen el mismo acceso. Nos preocupa que cada día que pasa son más los alumnos que pueden abandonar el sistema por la pérdida del vínculo con la escuela. En agosto pasado, el 10% de los alumnos no tuvo ningún tipo de contacto con su establecimiento y el 20% que le sigue tuvo un contacto bajo. La educación a distancia se ha llevado adelante con distintos mecanismos: plataformas online, mensajes de texto, entrega de guías y otros. Por eso, la suspensión de clases amplifica las brechas de aprendizaje. La escuela es, por definición, un lugar donde las brechas disminuyen y lo que vemos hoy es que un factor que primó este año es el capital cultural de las familias, que se transmite a los alumnos. Uno de los riesgos más grandes es que las brechas se amplifiquen. Esto es significativo, que en un momento en que la equidad está en el centro del debate público, aún existan ciertas resistencias a volver a abrir las escuelas, que es un mecanismo para combatir la desigualdad. (La Tercera)

Bea la realidad

En una entrevista publicada en este medio, la excandidata presidencial del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, vuelve a actuar a contrapelo de su coalición y plantea que el camino de su coalición ya no es la identidad, sino la participación en mayorías para gobernar. Su planteamiento, razonable a todas luces, contrasta con los comunicados altisonantes, redactados en esa especie de neolengua que tienen varios dirigentes de izquierda para decir que prefieren quedarse en su propia identidad. También en la praxis, pues es incompatible dicha posición, con la fuga a media tarde que hizo el Frente Amplio para tener un espacio cómodo de donde culpar a otros del fracaso de las negociaciones.

No es la primera vez que Sánchez tiene vuelo propio más allá del espíritu asambleísta de su coalición. Hay que recordar que mientras el Frente Amplio se debatía en una de sus tantas contorsiones ideológicas y no apoyaba al contrincante del actual Presidente Sebastián Piñera, la excandidata rompió completamente el protocolo y fue a Plaza Italia a apoyar al senador Alejandro Guillier.

Cuando partió el gobierno de Piñera, los nuevos diputados, casi todos elegidos gracias a la marca paraguas que les proporcionó Sánchez desde su candidatura, tomaron la batuta mediática, desplazándola y así aparecieron varios nuevos rostros que prometían aire fresco a la política. Mucho más rápido de lo que pensaban incluso sus críticos más ácidos, la marca se depreció y donde había deseos de cambio, hoy hay solo comunicados enrevesados. La promesa de partidos más participativos terminó en elecciones con muy pocos votantes, y varias bajo sospechas de operaciones políticas de baja calidad. También la idea de una administración de los recursos fiscales más limpia queda bajo toneladas de basura tras el monumental desfalco en Providencia, y el gasto excesivo en tortas de Valparaíso, que tiene un tufo a aquel famoso desmalezamiento de Concón. Incluso las diatribas por un mejor financiamiento de la política quedaron en nada ante la llamada autodonación del más importante diputado de la coalición. Es cierto que no hay nada ilegal en ello, pero quedó la sensación que las reglas morales que predicaron durante años, eran sólo para el resto.

En este escenario sombrío, vuelve a aparecer Sánchez, que mientras el Frente Amplio se debatía en múltiples asambleas de identidad, se dedicó a construir redes propias con otras mujeres de distintos partidos e historias, en el esfuerzo más exitoso de unidad que se ha logrado hasta ahora. En la propia entrevista, muy en su estilo, declara estar disponible para candidaturas. Tendrá que verse entonces si la coalición a la que sigue perteneciendo prefiere apostar por ella de nuevo, bajo sus condiciones; o seguir en el rincón rezando mantras contra la Concertación, que como Freddy Krueger, los amenaza sólo en sus sueños.

La atomización de la oposición está llevando las cosas al increíble escenario que el Presidente Piñera logre lo que nadie ha hecho desde el Presidente Lagos: pasarle la banda presidencial a uno de los suyos. La prueba de ello son las encuestas presidenciales, donde los candidatos afines al gobierno tienen buen posicionamiento, pues aparecen concretos frente a las diatribas teológicas de la izquierda y dando sentido de gobernanza. (La Tercera)

Carlos Correa