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F. Undurraga (Evópoli) e I. Plá (UDI) se suman a las vocerías de Sichel

Este sábado a las 11:00 Sebatián Sichel tiene previsto anunciar en su comando la incorporación de dos nuevos voceros a su campaña: el diputado Francisco Undurraga y la ex ministra Isabel Plá, que se sumarán a Katherine Martorell, quien desempeñaba sola esa labor.

La incorporación de un representante de Evópoli y uno de la UDI como voceros, además de su experiencia política y comunicacional, obedece a los cambios que está implementando el candidato de Chile Podemos Más, que tienen como eje central incorporar a sus equipos de campaña a representantes de los principales partidos y mejorar su sintonía con la coalición.

Los cambios en los equipos de campaña estaban previstos desde hace algunas semanas, pero se aceleraron tras una leve baja del candidato en las encuestas y tras el desempeño de José Antonio Kast en el debate presidencial. (Ex Ante)

Un acierto y un error

Voy a comentar en estas líneas dos proyectos de ley en curso en el Parlamento desde la perspectiva de una política de izquierda. Defino política de izquierda como aquella que siempre busca una mayor justicia social en la sociedad y que debiera privilegiar a los trabajadores y a los sectores medios y populares.

Dicho lo anterior, quiero en primer lugar destacar un acierto. El proyecto de ley enviado por el Presidente de la República para ampliar el pilar solidario. Como suele ocurrir en este Gobierno que tiene una demanda de años desde los partidos y las comisiones técnicas, finalmente ha iniciado su trámite parlamentario.

El pilar solidario creado por Michelle Bachelet en el año 2008 buscaba avanzar hacia una pensión básica universal lo más digna posible. De esa manera se crearon dos instrumentos dentro de este pilar: la pensión básica solidaria para aquellas personas que no habían cotizado nunca dado su empleo informal o bien su condición de dueñas de casa; hoy en día la pensión básica solidaria llega a más de medio millón de personas, la mayoría mujeres.

El otro pilar es el aporte previsional solidario cuyo objetivo es mejorar las pensiones de los que cotizaron pero que por sus bajos sueldos y/o lagunas viven con una pensión autofinanciada muy baja. Como ejemplo, voy a colocar tres situaciones: el aporte previsional solidario para una pensión autofinanciada de $75.000 es de $151.000, lo que implica una pensión final de 226.000; una pensión autofinanciada de $250.000 recibe un aporte de $92.000 y alcanza a $342.000; una pensión autofinanciada de $350.000 recibe un aporte de 58.000 y termina en $408.000. Es decir, una política pública cuyo objetivo es mejorar las pensiones más bajas y con un sistema de aporte progresivo. La limitante de este pilar son dos requisitos; pertenecer al 60% más pobre y tener más de 65 años.

El proyecto en curso amplía el pilar solidario al 80% más pobre, lo que implicará más de 100.000 nuevas pensiones básicas solidarias y más de 400.000 nuevos aportes previsionales solidarios, lo que dejaría a más de dos millones de pensionados bajo esta protección y ayuda estatal. El costo total del pilar solidario quedará, en consecuencia, en alrededor de US$ 3.000 millones, los primeros 2 mil financiados con impuestos generales y los últimos mil serán financiados con la eliminación de a lo menos 5 exenciones tributarias normalmente utilizadas por el 10% de mayores ingresos. Hasta ahí el acierto.

El error está en el cuarto retiro. Personalmente apoyé el primero, segundo y el tercer retiro, mientras el Gobierno no aplicara un ingreso familiar de emergencia universal, los retiros eran legítimos. Cabe recordar que hace un año y medio, al inicio de la pandemia y en medio de una abrumadora crisis social, el Gobierno planteó una ayuda por persona de $65.000 y, al mismo tiempo, la oposición le solicitábamos por persona $171.000. La derecha se demoró un año y medio en encontrarnos la razón y hoy día tenemos un IFE universal que cubre más de 7 millones de hogares y los 16 millones de personas cuyo per cápita es de $177.000; para una familia de 3 personas, de $400.000, y para una familia de 4 personas es de $500.000 mensuales. Con la cobertura y el monto, en mi opinión, no es necesario seguir retirando la plata de los trabajadores en esta oportunidad. Cabe destacar además que de los US$ 30.000 millones, el quintil más pobre ha retirado el 3% del total y el quintil más rico el 41% del total. Además, de ocurrir el cuarto retiro, el quintil más pobre podría retirar US$ 454.000 millones mientras el quintil más rico podría retirar US$ 7.156. millones; es decir, la regresividad misma.

Estimado lector, he descrito dos proyectos de ley: el primero, la ampliación del pilar solidario, en la dirección correcta hacia una sociedad más justa y solidaria; y el segundo, en una dirección incorrecta, porque aumenta la desigualdad en nuestra sociedad. (El Mercurio)

Francisco Vidal

TPP11, puntal para la recuperación pospandemia

Como una grata sorpresa recibimos hace unos días la noticia sobre el interés de China de ingresar al TPP11 para aprovechar las enormes oportunidades de comercio, integración y progreso que ofrecen los países del Asia Pacífico. Reino Unido también ha mostrado su disposición a sumarse y es posible que Uruguay igualmente lo haga. Esto demuestra con nitidez que las naciones que quieren seguir desarrollándose de manera integral y sostenible para generar mayor bienestar para sus habitantes no pueden aislarse en materia económico-comercial, sino todo lo contrario.

El TPP11 ofrece una serie de oportunidades y beneficios para nuestro país. En primer lugar, aumenta nuestro acceso a mercados, mejorando las condiciones arancelarias para más de 3.000 productos forestales, agrícolas e industriales en destinos como Canadá, Japón y Malasia. En segundo lugar, mejora el sistema de acumulación de origen, pues permitirá considerar como propios insumos originarios provenientes de otras naciones del bloque, ampliando la oferta de insumos que pueden ser incorporados en la elaboración de bienes en Chile para ser exportados con ventajas arancelarias a los otros miembros. En tercer lugar, mejora las condiciones de estadía de exportadores e inversionistas en los mercados socios. En cuarto lugar, facilita el acceso de pequeñas empresas a compras públicas de otros países del tratado. El área de libre comercio que comprende este acuerdo constituye un mercado de 500 millones de personas. Los once países suman un PIB de 10,6 billones de dólares, correspondiente al 13,3% de la economía mundial.

Por todo ello, no ratificar el TPP11 significa inevitablemente perder competitividad. Significa renunciar a ser potencia agrícola, a crear más y mejores empleos y aumentar nuestras inversiones. Además, quedaríamos fuera del acuerdo más inclusivo que Chile haya firmado, ya que considera en forma prioritaria materias medioambientales, asuntos laborales, de género y un capítulo especial sobre pymes.

Lo más grave de dilatar su ratificación es que mientras algunos políticos mantienen en compás de espera a millones de chilenos que serían beneficiados con este acuerdo, nuestros competidores avanzan decididamente. De hecho, en Perú entró en vigencia la semana pasada, haciendo que su aprobación en Chile sea más urgente que nunca, considerando que el 68% de nuestra oferta exportable a países del TPP11 enfrenta directamente la competencia peruana, con quien compartimos una oferta exportable muy similar en sectores como el minero, pesquero y agropecuario. Y en materia de inversiones, el TPP11 entrega a Perú un marco jurídico moderno y balanceado que le permitirá atraer y retener inversión extranjera, con las debidas garantías para el Estado, dejando nuevamente a Chile en desventaja.

Los argumentos a favor son contundentes. Por eso cuesta entender por qué pasados tres años desde su suscripción, la iniciativa sigue estancada. Estamos perplejos frente a un Senado que aparentemente ni siquiera quiere discutir —pues todavía no se pone en tabla— lo que la Cámara de Diputados ya aprobó. Sorprende que personas que trabajaron para que este proyecto fuera realidad, hoy lo rechacen siendo oposición, tiñendo la discusión con creencias injustificadas sobre eventuales riesgos, que han instalado algunos mitos que desinforman a la ciudadanía.

Cabe señalar que desde su puesta en marcha, el TPP11 ha dejado en claro que la soberanía y autonomía de los Estados miembros para implementar, perfeccionar y modificar sus leyes se mantiene intacta. Tampoco ha representado un obstáculo en la política regulatoria de cada país, no vulnera los derechos laborales y ambientales, ni dañará la privacidad en internet. Y en materia de medicamentos, no afecta su precio ni acceso, pues mantiene los plazos de protección de las patentes farmacéuticas establecidos en la legislación vigente.

En el escenario pospandemia, una economía pequeña como la nuestra, que depende del comercio internacional y de la inversión extranjera, que necesita recuperar medio millón de empleos y ofrecer más oportunidades de desarrollo y bienestar a dos millones de compatriotas que hoy viven en pobreza, no puede darse el lujo de postergar aún más la aprobación del TPP11. El comercio internacional de bienes y servicios ha mostrado una mayor resiliencia para la economía chilena, siendo un pilar de desarrollo para las regiones del país. Este acuerdo revitalizará nuestro comercio exterior y será fundamental para profundizar nuestra relación e integración con las economías del Asia Pacífico, que están empujando el carro de la recuperación global. Esperamos que nuestros parlamentarios no dejen a Chile abajo de este carro. (El Mercurio)

Juan Sutil S.
Presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio, CPC
Richard von Appen
Presidente de la Sociedad de Fomento Fabril, Sofofa

Decisión electoral: Platón y la selección adversa-Manuel Bengolea

Entramos de lleno en la campaña electoral, donde elegiremos al presidente, diputados y senadores. Y la pregunta que surge es cómo tomar la decisión con la mejor información disponible. Nada fácil si se toma en cuenta que en la última encuesta CEP, las instituciones con menor adhesión ciudadana eran los partidos políticos y el Congreso. Definitivamente los políticos han hecho poco y nada por prestigiarse. ¿Por qué? Con el concepto económico de teoría de señales y selección adversa, que cuenta con varios premios Nobel a su haber, lo voy a explicar.

El proceso que conduce a tomar la decisión por quién votar es igual al que llevamos a cabo cuando compramos un bien o un servicio; por lo tanto, los servicios políticos que adquirimos cuando votamos (comprar) hacen que, como en cualquier mercado, el de los políticos lleva asociado una selección, que podría ser adversa. La teoría de selección adversa sostiene que la falta de información (señales) hace que los compradores (los votantes) no puedan distinguir entre los diferentes servicios que ofrecen los vendedores en el mercado (oferta de los políticos) y, por tanto, los tratan a todos como iguales y no los discriminan. En este sentido, el concepto de «selección adversa» significa que, ante un precio que se corresponde con la calidad promedio, los políticos que ofrecen soluciones de alta calidad se ven obligados a salir del mercado, debido a la falta de demanda de su oferta. Un hecho que, a la vez, provoca que baje la calidad de las ofertas de los políticos que van quedando. Llevada al extremo, esta situación puede llegar a destruir un mercado, o en nuestro caso, la buena política.

Lo anterior explica por qué la política chilena se ha deteriorado tanto últimamente y, lo que es peor, de no mediar reformas que permitan a los votantes discriminar la oferta política, el daño continuará, y el deterioro económico adjunto al empeoramiento de las políticas públicas agudizará aún más el problema. Un ejemplo de lo anterior es que la calidad de las políticas públicas ya casi no importa, pues lo esencial en la actualidad es si las propuestas me hacen o no popular antes de una elección. Es el caso de los retiros de los fondos de las AFP y del IFE universal que, a pesar de que los técnicos de casi todo el espectro partidario se han manifestado en contra, los “candidatos” las apoyan porque son populares. Todo lo anterior ha llevado a que el nivel de endeudamiento del fisco se acerque al 40% en el corto plazo, y la mayor preocupación es que este desenfreno fiscal no se detenga y nos conduzca a una crisis de deuda, lo que terminaría con un peso muy depreciado, aumento importante en la pobreza y debilidad significativa en el mercado laboral.

Sin ir más lejos, el resultado electoral de la Convención Constituyente refleja bastante bien el concepto de selección adversa. Es más, la Lista el Pueblo es un ejemplo de la oferta de baja calidad, y no es casualidad que en dicho conglomerado exista un estafador, otros que aparecen disfrazados, y otros embelecos. Demás está decir que el incremento en la popularidad del Partido Comunista, cuya historia es utilizar la institucionalidad democrática para acceder al poder, y una vez alcanzado, capturarlo para perpetuarse en él, con los ya más que reconocidos efectos en el deterioro en la calidad de vida y restricción a la libertad de la población, es otra muestra de la selección adversa. Por lo tanto, un demócrata de verdad debería propiciar una mayor competencia en el mercado de las elecciones y estar a favor de propulsar medidas para que la calidad suba, de manera de revertir el proceso de selección adversa. Lamentablemente, el Frente Amplio, que podría asumir ese rol, ha optado por aliarse con los comunistas a quienes no les gusta la competencia, y que abogan abiertamente por bajar los estándares de la política.

Como la decisión de mejorar la calidad de la política no provendrá de los profesionales de dicha actividad, pues no les conviene, la opción de cambio radica en los votantes, para que demandemos una oferta política de mejor calidad. Eso es simple y no pasa por votar por un “forastero”, alguien externo a la política, sino que por los que prometen que el anhelado desarrollo lo conseguiremos trabajando todos, no unos contra otros, y que las propuestas sean consecuentes con fortalecer el vínculo existente entre trabajo duro y recompensa, pues hasta ahora la solución estatal solo les sirve a los políticos que quieren capturar las instituciones para su beneficio electoral. Solo recordar a Platón que sostuvo: “En política suponemos que todos los que saben cómo obtener votos saben cómo administrar una ciudad o un estado.  Cuando estamos enfermos… no pedimos el medico más guapo o el más elocuente”.(El Líbero)

Manuel Bengolea

Estrategia minera de Chile 2050

Un grupo de 200 expertos, convocados por el Gobierno, está elaborando una propuesta de Estrategia Minera 2050, con la participación de más de mil personas de instituciones, regiones, empresas y organizaciones sociales. Definir una nueva estrategia minera es una iniciativa destacable, como lo fue el documento Energía 2050 en el gobierno anterior. En los sectores clave es imprescindible contar con una estrategia nacional de largo plazo para progresar y gobernar bien.

El Ministerio de Minería adelantó recién algunos objetivos. La revista Latin American Advisor, del Diálogo Interamericano, de Washington, preguntó si los lineamientos anunciados responden a los desafíos futuros, y si se puede garantizar su aplicación por los distintos gobiernos, y su aceptación por las compañías extranjeras. Lo primero es preguntarnos: ¿es necesaria una nueva estrategia, y a qué nuevos desafíos debe responder? Sin duda es urgente, por una razón principal: el cambio climático abre una tremenda oportunidad para la minería chilena y, por lo tanto, se impone un cambio de estrategia para avanzar a tiempo.

Me referiré al cobre. La demanda mundial de cobre crecerá por la acelerada electrificación, electromovilidad, internet de las cosas, digitalización, energías renovables, y reducción de las emisiones de gases invernadero. El objetivo estratégico propuesto en la nueva estrategia minera es mantener el primer lugar que Chile posee actualmente, con 28% de la producción internacional. Es una meta mayor, pues hemos ido reduciendo nuestra participación desde el 36% que teníamos 15 años atrás. Sostener el 28% implicaría aumentar la producción actual de 5,7 a 9 millones de toneladas anuales en 2050.

Cumplir este objetivo exige superar dos desafíos medioambientales principales: reducir el consumo de agua continental de la minería (y no dañar glaciares) y expandir la energía renovable. Para reducir el consumo de agua, además del reciclaje y de cambios en los procesos productivos, se deberá desalar mucha agua de mar. Si bien la desalación para la minería ha crecido 10 veces, de 0,2 m{+3}/s en 2010 a 2 m{+3}/s en 2020, el 75% del consumo de agua en minería es aún continental, insostenible con sequía; los volúmenes desalados deberán crecer otras 10 veces para 2050.

Asimismo, para producir “cobre verde” es preciso reducir el uso de energía generada con combustibles fósiles. La potencia solar y eólica instalada ha crecido 11 veces entre 2014 y 2021, de 540 a 6.100 MW. En minería de cobre, sin embargo, solo el 10% de la energía empleada es de fuentes renovables. Se necesitarán nuevas plantas solares y producción de hidrógeno verde (electrólisis con energía renovable) y volver a multiplicar varias veces la potencia instalada con energía renovable en 2050. Son grandes desafíos que a la vez abren magníficas oportunidades.

La nueva estrategia minera requerirá grandes inversiones, elevar la productividad para compensar la caída de la ley de los minerales, acrecentar la digitalización y trazabilidad, reducir la emisión de CO{-2} evitando la aplicación de aranceles verdes a nuestras exportaciones. Las empresas deberán trabajar con las comunidades. Además, se deberán aplicar nuevos impuestos para una mejor distribución de los excedentes, y crear actividades de mayor valor agregado en servicios tecnológicos e industriales.

Conseguirlo exigirá acrecentar la acción del Estado y aumentar la capacidad nacional de especialización e innovación tecnológica. Debemos encontrar fórmulas mixtas público-privadas que refuercen la capacidad nacional y conseguir que las nuevas políticas públicas sean convenidas y acatadas por las empresas extranjeras para concretar nuestro objetivo nacional de elevar el nivel productivo y tecnológico.

El éxito no está asegurado. Habrá cambio de gobierno y una nueva Constitución. Chile requiere una nueva política industrial, uno de cuyos pilares es el cobre. Y necesita sostener una estrategia respaldada por los sucesivos gobiernos. Es imperioso un acuerdo político y social de largo plazo. Es nuestro deber lograrlo. (El Mercurio)

Sergio Bitar

¿Por qué Sichel?

Equivocadamente, algunos de la derecha más dura postulan que votar por JAK es actuar por convicciones, mientras que hacerlo por Sichel sería optar por el pragmatismo o el mal menor. Algo así como morir con las “botas puestas”. Sin embargo, cometen un grave error en dos dimensiones.

Primero, Sichel es el único que puede evitar que la izquierda refundacional llegue al poder. Por algo Boric no ataca a JAK, por el contrario, le es funcional para obtener las llaves de La Moneda en diciembre.

En segundo lugar y tan importante como lo anterior, votar por Sichel es hacerlo por un proyecto que enarbola un valor esencial para la centroderecha: la libertad y dignidad de la persona humana.

Por tanto, votar por Sichel es:

1) Votar por las PYMES y los emprendedores que se han visto asfixiados por la violencia irracional desde el 18-0 y luego por la pandemia.

2) Votar por un Estado ágil, moderno y que pone a las personas en el centro, y no a la burocracia. Es decir, terminar con el ensanchamiento del aparato estatal.

3) Votar por la diversidad, por la tolerancia, el respeto y, por sobre todo, por nuestra libertad.

4) Votar por un proyecto que defiende a nuestras instituciones y nuestras policías frente al intento de la izquierda por destruirlas. Votar por Sichel, es votar por restaurar el Estado de derecho en la Macrozona sur y por una justicia eficiente.

5) Votar por superar tanto la polarización que producen el extremismo radical e identitario de la izquierda que pretende refundarlo todo.

6) Votar por el único proyecto que ofrece GOBERNABILIDAD para Chile. Para salir de la crisis política el único camino es una gran coalición del centro y la centroderecha. Votar por Sichel es hacerlo por la única candidatura que ofrece esa GRAN COALICIÓN.

7) Votar por la renovación de la política y la movilidad social.

8) Votar por superar la división del Sí y el No, y recuperar el valor de los acuerdos y el diálogo como base de la política.

9) Votar por Sichel es votar por Chile. (El Líbero)

Tomás Fuentes

Nombramiento del nuevo jefe del Ejército: cinco favoritos y tensión judicial

La mañana del viernes 15 de septiembre el comandante en jefe, Ricardo Martínez, y el ministro de Defensa, Baldo Prokurica, tenían que afinar más de un asunto. Quedaban cuatro días para la Parada Militar y junto con conversar algunos temas protocolares había un punto fundamental en tabla: la reciente citación a declarar de dos generales activos que había cursado la ministra en visita Romy Rutherford, quien investiga el denominado caso fraude en el Ejército.

Lo que preocupaba no era el hecho mismo del interrogatorio -es algo procesal y no implica necesariamente la culpabilidad de quien es citado-, sino que el sistema antiguo de justicia, y como ha pasado otras veces, la jueza tenía la facultad de dejar a los generales en prisión. Habían sido requeridos el jefe de la División Educación, Hugo Lo Presti, y el jefe de Personal, el general Guillermo Paiva.

Ambos altos oficiales son investigados por el presunto delito de fraude al Fisco, el que se habría cometido en el ya conocido cuaderno judicial “empresas de turismo”, una de las 45 aristas que lleva Rutherford en la causa. Esta es especialmente delicada para el mundo militar, reconocen, dado que el sistema de devolución de dinero por pasajes y fletes habría involucrado a gran parte de los funcionarios del Ejército y otras ramas de las Fuerzas Armadas (FF.AA.).

De los dos nombres, el que más preocupaba era Paiva, dado que hace un tiempo era uno de los posibles escogidos para integrar la quina que el general Martínez tiene que proponer al gobierno para la elección de su sucesor.

La selección para la quina es algo que ya ronda en el Ejército. Si bien nada es oficial aún, al interior del Ministerio de Defensa y la entidad castrense se manejan algunos nombres para integrar la lista de candidatos, desde donde saldrá el comandante en jefe número 61 de la institución.

Todo se oficializará entre la segunda y tercera semana de noviembre, dado que es ahí cuando Martínez liderará la junta de generales, donde se propondrá al gobierno quiénes deberían pasar a retiro, ascender e integrar la mencionada quina.

El general Ricardo Martínez junto a la Presidenta Bachelet, en La Moneda, además del general Humberto Oviedo y el ministro de Defensa, José Antonio Gómez.
El general Ricardo Martínez junto a la ex Presidenta Michelle Bachelet quien no nombró en noviembre de 2017.

Una de las interrogantes que había al interior del Ejército era si el Presidente Sebastián Piñera designaría al nuevo comandante en jefe o, como gesto, dejaría eso en manos del próximo gobierno que asume en marzo. En La Moneda despejan esa duda y explican que replicarán lo que hizo la expresidenta Michelle Bachelet, quien nombró a Martínez tres meses antes de dejar su segundo mandato, en marzo de 2018.

LOS FAVORITOS

De los 10 generales de división que integran el Alto Mando del Ejército, cinco serán parte de la quina. Al consultar distintas fuentes del mundo castrense y Defensa, el panorama se reduce al ya mencionado Guillermo Paiva; Javier Iturriaga, actual jefe del Estado Mayor Conjunto (Emco) y recordado por su rol tras el estallido social como jefe de la Defensa Nacional de la Región Metropolitana; Osvaldo Vallejos, comandante de Educación y Doctrina, y Cristóbal de la Cerda, jefe de la Guarnición y de Industria Militar e Ingeniería.

El quinto nombre, en tanto, podría salir entre cuatro generales, aunque advierten que este grupo no cuenta con los años suficientes de experiencia para asumir, eventualmente, la máxima autoridad de la institución. El cupo saldría de los generales Rodrigo Ventura, Carlos Castillo, Rodrigo Pino y Claudio Weber.

Quienes han recorrido el Edificio Bicentenario del Ejército -enclave de la comandancia en jefe- circunscriben la sucesión en tres candidatos que son quienes contarían con mayores posibilidades: Iturriaga, Vallejos y De la Cerda.

Javier Iturriaga decreto toque de QuedaEl general Javier Iturriaga.

El general Iturriaga es, probablemente, el más conocido por la opinión pública. Como jefe de la Defensa Nacional en la RM, cargo que ocupó por nueve días, luego de las protestas del 18 de octubre de 2019, protagonizó una de las escenas más recordadas de esa época. Consultado por las palabras del Presidente Piñera, quien había dicho horas antes que “estamos en guerra contra un enemigo poderoso”, el uniformado se limitó a contestar: “Yo soy un hombre feliz, la verdad es que no estoy en guerra con nadie”.

Hay quienes piensan al interior de las FF.AA. que esto podría jugarle en contra a Iturriaga, dado que, para algunos, “contradijo” al Presidente de la República. Sin embargo, otras fuentes consultadas le bajan el perfil a lo que califican “una controversia artificial” y añaden que el alto oficial al ser nombrado Emco pasó a ocupar un cargo clave de confianza para el actual gobierno.

A Iturriaga se le ve cercano al ministro Prokurica, está en prácticamente todas las reuniones estratégicas y fue designado para posesionar al Ejército en La Araucanía. En febrero de este año, agregan, fue quien viajó junto a los jefes policiales para acordar un trabajo en conjunto con Carabineros y la PDI en la zona.

Vallejos, en tanto, acumula credenciales internas como el encargado de trabajar en las mallas curriculares de la institución, siendo fundamental en el proceso formativo de los oficiales. Además, agregan, tiene una buena relación con el general Martínez, quien tendría una alta valoración de su persona, pues en diciembre de 2020 lo ascendió al escalafón de generales de división.

El otro nombre que corre con fuerza -y que “pelea” con Iturriaga el favoritismo en La Moneda- es el general De la Cerda. Encargado de la Guarnición de la Región Metropolitana, ha estado en la primera línea del trabajo de los militares en el estado de excepción decretado a propósito de la pandemia del Covid-19.

Además, ha liderado el mando de distribución de los funcionarios durante las últimas elecciones de los constituyentes y las primarias presidenciales. También, advierten los consultados, fue quien pidió el permiso oficial al Jefe de Estado para dar inicio a la más reciente Parada Militar la mañana del 19 de septiembre en la elipse del Parque O’Higgins.

La ministra Romy Rutherford.

Pero los generales favoritos, dicen al interior de la institución, podrían ser afectados por la situación coyuntural de la investigación del fraude en el Ejército. En el caso del general Vallejos, esta semana fue citado a declarar en calidad de inculpado por la ministra Rutherford. La semana pasada le tocó a Paiva, y durante los próximos días podría haber más diligencias en las que podría ser llamado a testificar el general Iturriaga, también en la arista “empresas de turismo”.

Entre quienes conocen el proceso de selección del nuevo alto mando miran con preocupación las citaciones de Rutherford. Esto, luego de que la Corte Marcial acogiera el sobreseimiento del general Pablo Onetto, luego de estimar que el delito que se le imputaba había prescrito.

Ahí, una de las aprensiones en cercanos a Defensa y las FF.AA. es que no sean las pesquisas de la ministra las que terminen por “quemar” ante la opinión pública a alguno de los aspirantes a suceder al general Martínez, dado que, consideran, sería una diligencia más dentro de una investigación, lejos aún de zanjar una condena definitiva.

Otros intervinientes en la causa agregan que las citaciones responderían a la posibilidad de interrumpir el periodo de prescripción de los casos investigados, tomando en consideración el fallo de la Corte Marcial en favor de Onetto, el que podría marcar el camino a seguir por varios oficiales investigados. (La Tercera)

Marcela Cubillos: “Un mal resultado electoral, obligará a partidos a reagruparse”

Tiene una visión crítica de los partidos políticos y hace un duro diagnóstico del rol que está jugando Chile Podemos Más. La convencional por el distrito 11 Marcela Cubillos asegura que las colectividades, como se conocen hoy día, están en “fase terminal”. Además, cuestiona que los partidos oficialistas no hayan realizado una autocrítica o cambios tras la derrota electoral de mayo pasado y plantea que ahora es el momento de hacerlo de forma voluntaria, de lo contrario, se verán obligados a reagruparse de una manera distinta si es que tienen un mal desempeño electoral en noviembre. La fórmula que más le conviene, asegura, es una especie de movimiento o fuerzas políticas ciudadanas.

Con el debate del reglamento, la Convención se ha ido tensionando por estos días. ¿Cuál es su diagnóstico?

Creo que han pasado distintas cosas. Primero, la Convención partió con un mesianismo muy grande, que se estrelló contra la realidad rápidamente. En eso, el caso, por así decirlo, Rojas Vade fue el gran choque con la realidad de este mesianismo de quienes venían desde una categoría moral superior a refundarlo todo desde cero. Lo segundo que ha pasado, que creo que es positivo, es el avance en el tema de los reglamentos de la Convención. Se creía que nos podíamos demorar meses y se han ido sacando rápido.

¿Y cómo cree que ha respondido el sector de Vamos por Chile? En un contexto en que se habla de “dos almas”.

Esa es una pelea en general más de consigna y chica para el desafío que tenemos, que por lo demás no tiene correlato adentro de la Convención. De hecho, funcionamos en distintos grupos y, además, siempre tenemos un chat unido de todos. Ahora, en cada grupo hay distintos estilos. Y eso creemos que es algo que enriquece, pero también sin perder de vista que la derecha quedó en una situación muy precaria después del 16 de mayo. Entonces, pensar que nosotros vamos a ser relevantes desde el punto de vista de poder en la Convención, no, porque no alcanzamos ni el tercio. Entonces hay que pensar que la relevancia se puede dar en la reconstrucción de un mensaje que le haga sentido a la ciudadanía.

Usted recuerda que no alcanzaron ni el tercio en la Convención y que tienen que reconstruir un mensaje, en ese contexto, ¿cómo llega el bloque oficialista a las elecciones de noviembre?

Primero, me llama la atención que después del desastre electoral del 16 de mayo no pasó ni cambió nada. Y la derecha se quedó con piloto automático tomando las mismas decisiones y los partidos haciendo lo mismo que se venía haciendo. Hoy día te sigues encontrando con gente que -ya no sé si es ingenuidad, anestesia o buenismo- que te dice ‘bueno, pero ustedes levanten este tema, confiamos en que van a poder promover esto’. Pero yo les digo, revisen los resultados electorales, de hecho, no tiene el tercio en la Convención, no tiene ni el cuarto en la Convención. Incluso, para recurrir ante la Corte Suprema no nos bastan los 37. Creo que hay un problema más grande en los partidos políticos. O sea, o cambian o mueren. Están en una etapa bien terminal, en que uno los ve más girando en torno a los problemas internos. Se ven peleando el poco poder que tienen. Es como estar jugando en la tercera división y entre ellos (…). También se han ido quedando sin ideas. Cuándo fue la última vez que los partidos levantaron una propuesta electoral, o un programa o proyecto de ley. Se han ido transformando en máquinas electorales sin hacer autocríticas.

¿Y, en este escenario, cuál es el pronóstico electoral que tiene para Chile Podemos Más?

Es difícil hacer un pronóstico. Uno podría hablar de la preocupación que existe. Debiéramos estar totalmente volcados a la elección parlamentaria y presidencial por un tema de equilibrio de poderes también. Porque si, efectivamente, gana Boric y perdemos también en la parlamentaria, se queda esa izquierda con el poder en el Ejecutivo, en el Congreso y en la Convención Constituyente, y creo que para la democracia es sano que existan equilibrios. Por lo tanto, debiéramos volcarnos con mucha fuerza a sacar adelante la tarea que tenemos, pero también entendiendo que no se puede seguir haciendo política de la misma manera que se ha venido haciendo en los últimos años, porque estamos con partidos que representan cada vez menos. Entonces, creo que aquí van a surgir fuerzas ciudadanas que van a demostrar que la sociedad busca organizarse de una manera distinta a la que le están ofreciendo los partidos.

¿Qué debería hacer la centroderecha para que no surjan movimientos por los lados?

Ahí la solución no es simplemente seguir con tres partidos o pasar a uno, pasar a dos. Creo que esos son cambios cosméticos que se han intentado muchas veces y no funcionan. La salida está porque se convoquen o se congreguen en torno a fuerzas políticas ciudadanas, que convocan a gente normal, y no solo a la gente que tiene historias de años en los partidos políticos. Si hay un mal resultado electoral en noviembre, los partidos estarán obligados a reagruparse. Se va a demostrar que hay tres partidos peleándose un electorado muy chico, por lo tanto, lo que se va a tener que hacer ahí, aparte de una autocrítica, se va a forzar a una reagrupación de los partidos.

¿Esa reagrupación debería ser un movimiento ciudadano y no partido único?

Eso está por verse. Porque si a mí me dices un partido único yo me imagino: partido, tribunal supremo, comisión política, directiva… digo que muchos de los que hoy día quieren participar en política quieren algo horizontal. Entonces, al revés, debería partir una fuerza más ciudadana que termina al final estructurándose como una forma política como las que conocemos hoy día. Pero creo que no es sostenible que, ante un mal resultado electoral, sigamos con partidos chicos peleándose espacios chicos cuando al lado hay una base electoral gigantesca que hay que reconquistar.

¿Y la idea de partido único por qué no la convence?

Es que tengo mis dudas si esa es la solución o si es más de lo mismo. Porque si al final tú transfieres los mismos vicios, de tres partidos a un partido, no solucionas nada. Solo congregas en uno los problemas que existan. Por eso siento que más que un partido con las mismas características de tres partidos, debiéramos pensar en una forma de organización distinta, más acorde a lo que la sociedad demanda hoy día.

¿Pero qué se hace con los tres partidos? ¿Se disuelven?

Lo tienen que ver los partidos conforme a los resultados.

¿Y esta idea de reagruparse la ha socializado con más personeros del sector?

Es algo que uno empieza a notar en la conversación desde el minuto de la dificultad para conseguir candidatos. Ahí te das cuenta, en el fondo, que hay mucha gente que quiere incorporarse, pero que no necesariamente tiene una adhesión con uno de los tres partidos. Entonces, los partidos han dejado de convocar a gente muy valiosa, que tiene ganas de participar, pero que está obligada a meterse a partidos que a veces son una camisa de fuerza o que son manejados como unas pequeñas pymes.

¿Lo ha conversado con Andrés Chadwick? Se comentaba que él estaba impulsando una idea similar.

No, no lo he conversado.

¿Sebastián Sichel también debería impulsar un cambio de este tipo al interior del bloque?

Lo que pasa es que yo creo que él no puede estar encajonado. Los partidos tienen un rol, él tiene otro que es mucho más amplio. Si hoy día la poca adhesión que existe es en los partidos.

¿Y si les va mal en las elecciones de quién es la culpa? ¿Del candidato Sebastián Sichel o de Chile Podemos Más?

El que menos culpa tiene en una derrota así es el candidato, porque estas cosas son procesos largos. Aquí hay una responsabilidad de todos, en el sentido de haber diluido un mensaje, haber abandonado una promoción de ideas. Dejamos de representar una clase media.

¿Cree que Sichel sea quien gane las elecciones? En el comando han dicho que sí o sí ganan en segunda vuelta. ¿No cree que es triunfalista ese discurso ?

Sichel tiene una muy buena oportunidad en esa elección. Porque él representa mucho este perfil de liderazgo ciudadano, una forma de liderazgo muy horizontal. Creo sinceramente que si hay alguna oportunidad de ganarle a Boric en esta elección, es con el liderazgo de Sichel.

¿Votó por él en las primarias?

Sí, voté por Sichel.

En el comando de Sichel han dicho que José Antonio Kast tiene “un techo”. ¿Cree que está minimizando?

Hoy día no se puede minimizar ningún escenario, porque ya nos hemos acostumbrado a que las elecciones terminan sorprendiendo a cualquier encuesta o cualquier análisis previo. En este momento en que está Chile, con ánimos refundacionales de la izquierda, que quieren escribir un país desde cero, tenemos que congregar, convocar y tratar de privilegiar la unidad. No es el momento de Kast.

¿Pero cree que está minimizando por parte del comando?

No sé. Creo que la campaña está recién partiendo. (La Tercera)

Perdidos en Dignilandia-Pablo Ortúzar

Las redes sociales han masificado la sensación de que no somos responsables por las cosas que decimos, tendencia reforzada por el relativismo posmoderno campante. Así, lo falso es perfumado como “punto de vista alternativo”.

A todos nos gustaría que el mundo fuera como pensamos que es. De ahí lo dulce de la “posverdad”. Nos ofrece, a cambio de renunciar a pensar, vivir en nuestra propia virtualidad. Es el producto más fino del soberanismo individual capitalista: un mundo a la medida del cliente que siempre tiene la razón. E, ironía de ironías, se oferta como “pensamiento crítico”, cuando es todo lo contrario, apelando al pelelismo de entender la crítica no como reflexión, o autoobservación, sino como “criticar cosas” e indignarse.

Los efectos políticos de este naufragio de la verdad son brutales. La acción política se vuelve mero azuzar emotivo y manipulación de la histeria colectiva. Y ninguno de los traficantes de tolueno informativo responde por sus actos. Es la ley de la selva de las comunicaciones.

¿Ejemplos? Durante el estallido social se dijo que había un centro de torturas en la Plaza Baquedano. Y se repitió hasta el cansancio. La periodista Alejandra Matus, premiada después por una investigación mal hecha y peor comunicada sobre exceso de muertes, hizo eco del asunto, escalándolo. Y resultó completamente falso, tal como lo parecía desde un principio, ya que ninguna prueba respaldaba la acusación. La intención era convertir, por vía imaginaria, a Piñera en Pinochet. Soñar que la dictadura nunca había acabado. Volver al 88 y ganar por la fuerza, sin urnas ni acuerdos.

Parte de esta construcción mediática es la dudosa amenaza del candidato Gabriel Boric de perseguir al Presidente Piñera por cometer crímenes de lesa humanidad. Lo repite apuntando con el dedo, cual Lagos extemporáneo. Pero nunca explica por qué ni cómo. Sabemos que hubo excesos policiales durante la represión que violaron derechos humanos. Casos brutales como el de Fabiola Campillai. ¿Pero cómo los conecta y hace responsable directo de ellos a Piñera? Gran silencio. La gira final del Presidente por las democracias europeas y el Vaticano hace pensar que la pretensión de un remake barato del juicio a Pinochet, hasta con el juez Garzón actuando de él mismo, se fue por tierra.

Pero el “nos matan” tiene también una versión pandémica. ¿Dónde están ahora todos los que alababan la estrategia sanitaria argentina? ¿Los calculistas de millones de muertos? ¿Qué dice Izkia Siches de que la Unión Europea nos abra las puertas? ¿Qué fue del club del “cortocircuito”? ¿Dónde está el dostor Bacigalupe? ¿Cuándo reconocerán que se equivocaron? ¿Respetan todavía los hechos con los que se supone que trabajan?

La consagración definitiva de esta nueva tolerancia por lo falso la pondría la Convención Constitucional si sigue adelante con la idea de reemplazar a Rojas Vade por alguien de su mismo lote, reconociendo así su fraude oncológico como una estrategia electoral legítima. Ojalá lo reconsideraran y todos dejáramos de jugar con fuego. Porque cada mentira, como alega el científico honesto en ese momento brillante de la serie Chernobyl, es una deuda que adquirimos con la verdad. Y un día habrá que pagarla. (La Tercera)

Pablo Ortúzar

Desórdenes de los viernes en Plaza Italia provocan desvíos de tránsito

Este viernes en la tarde se han registrado nuevas manifestaciones en la zona centro de la capital, principalmente en la Plaza Baquedano y sus alrededores, donde se han generado disturbios que han generado diversos desvíos de tránsito.

Carabineros de la Prefectura Oriente indicó a través de su cuenta de Twitter que el “tránsito se encuentra cortado en el sector de Plaza Baquedano por presencia de personas en el lugar”, hecho por el cual llamó a los conductores a preferir vías alternativas.

#Providencia: En estos momentos el tránsito se encuentra cortado en el sector de Plaza Baquedano, por presencia de personas en el lugar. Prefiera vías alternativas.#OrdenyPatria pic.twitter.com/1SUYH2RLPc

— Carabineros Prefectura Oriente (@CarabPrOriente) September 24, 2021

La Prefectura Central de la institución policial también señaló que el tránsito se encuentra cortado en la Alameda. Específicamente a la altura de las estaciones del Metro Moneda y Universidad Católica, de la Línea 1, ésta última ubicada frente al Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM).

Lo anterior, fue reiterado por el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, quienes informaron “desvíos y cortes de tránsito en calles aledañas al Palacio de La Moneda”.

(18.05) Se suman desvíos y cortes de tránsito en calles aledañas al Palacio de La Moneda:
❌Teatinos desviado por Agustinas
❌Cerrado bandejón central de Alameda alt. Teatinos
❌Cerrado ingreso a Morandé alt. Alameda

— TransporteInforma Región Metropolitana De Santiago (@TTISantiago) September 24, 2021

#Santiago: Tránsito cortado en la calzada sur de la Alameda, en la esquina con Nataniel Cox, por presencia de manifestantes. Prefiera vías alternativas.#OrdenyPatria pic.twitter.com/x7zNztaY9N

— Carabineros Prefectura Central (@CarabPrCentral) September 24, 2021

#Santiago: En estos momentos se encuentra cortado el tránsito en la Alameda frente al GAM, en dirección oriente a poniente por presencia de personas. Prefiera vías alternativas.#OrdenyPatria pic.twitter.com/LnwqNNwW93

— Carabineros Prefectura Central (@CarabPrCentral) September 24, 2021

Desde las 17:30 horas cientos de manifestantes se han congregado en el eje central de la capital. Algunos de ellos instalaron una barricada en la intersección de Vicuña Mackenna con Av. Providencia.

A las 18:30 horas, previo perifoneo del personal policial, personal de Control de Orden Público (COP) de Carabineros arribó a Plaza Baquedano con carros lanzagua para dispersar a los manifestantes.

#Providencia: Personal de Control de Orden Público (COP) dispersa a los antisociales que levantaron barricadas en el sector de Plaza Baquedano y Puente Pío Nono, a través de sus medios disuasivos.#OrdenyPatria pic.twitter.com/HYDSHJnJqW

— Carabineros Prefectura Oriente (@CarabPrOriente) September 24, 2021