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Petróleo Brent se eleva por encima de US$ 80: prevén alza hasta US$90

El petróleo Brent superó los US$ 80 el barril, el último hito en una crisis energética mundial, ante señales de que la demanda se está adelantando a la oferta y agotando los inventarios.

El índice de referencia del crudo internacional extendió una reciente racha de ganancias hasta alcanzar el nivel más alto desde octubre de 2018, mientras que West Texas Intermediate también subió.

El último repunte del petróleo se ha producido con una serie de predicciones de precios alcistas por parte de bancos y comerciantes, pronósticos de un aumento de la demanda este invierno y especulaciones de que la industria no está invirtiendo lo suficiente para mantener los suministros. El salto a US$ 80 también está agregando presión inflacionaria a la economía mundial en un momento en el que los precios de las materias primas energéticas se están disparando. El gas natural europeo, los permisos de carbono y la energía subieron a nuevos récords el martes, con pocas señales de que el repunte se desacelere.

El petróleo se recuperó de su deslumbrante colapso el año pasado en medio de restricciones récord en la producción del grupo OPEP + y una recuperación económica mundial que ha impulsado la demanda. Los precios podrían llegar a los US$ 90 este año a medida que se profundice la caída de las acciones, dice Goldman Sachs.

Es posible que la OPEP + incluso deba considerar aumentar la producción en más de su plan actual de 400.000 barriles por día por mes, dijo Chris Bake, jefe de originación de Vitol Group, el mayor comerciante de petróleo independiente del mundo en un seminario web.

El mercado del petróleo es «una imagen diferente a la que existía hace un mes o seis semanas», dijo Bake. «La demanda ha sido buena. La sustitución del petróleo está sucediendo mucho, ya que el gas natural simplemente corre y se dispara en los precios «.

Es probable que gran parte de las perspectivas para el resto del año dependan de qué tan frío se pone el invierno en el hemisferio norte. Los analistas y consultores han publicado una serie de estimaciones sobre la cantidad de demanda que podría verse impulsada por el aumento de los costos del gas y las temperaturas frías, pasando de unos pocos cientos de miles de barriles por día a 2 millones.

El petróleo también ha logrado recuperarse a pesar de que el combustible para aviones, un componente clave de la demanda, sigue obstaculizado por la pandemia. Sin embargo, otros focos de consumo se han recuperado con fuerza, incluidos los combustibles utilizados para fabricar plásticos y los utilizados en procesos de fabricación, como el diésel. Se espera que el consumo mundial de petróleo vuelva a los niveles previos a la pandemia en el tercer trimestre de 2022, dijo el presidente de BP Singapur, Eugene Leong, en una entrevista.

Con los precios ahora en US$ 80 el barril, los valores futuros también están aumentando. El WTI para 2022 cotiza cerca de US$ 71 el barril. Las ganancias en los precios a plazo en teoría hacen que sea más atractivo para los productores en los EEUU bloquear la producción, pero el crecimiento ha sido limitado este año debido a que los inversores presionan para obtener ganancias para los accionistas en lugar de una mayor producción.

«En petróleo, estamos por encima de los US$ 80 el barril esta mañana sobre una base Brent y miramos los recuentos de plataformas en los EEUU y otras partes del mundo, te están mostrando que, oye, US$ 80 el barril simplemente no es suficiente, «, Dijo Jeff Currie, jefe de investigación de materias primas de Goldman Sachs Group Inc. en una entrevista con Bloomberg Television. «Siempre hay algún inversor en algún lugar del mundo que pondrá el capital a trabajar si los rendimientos son lo suficientemente altos. La pregunta es dónde está ese número «. (DF Bloomberg)

Más de 40 convencionales mujeres declaran apoyo a Tiare Aguilera

A través de una declaración en conjunto, más de 40 convencionales mujeres dieron a conocer su apoyo a la electa por escaño reservado del pueblo rapanuí, Tiare Aguilera, quien fue detenida el pasado domingo 26 de septiembre por su presunta participación en un caso de violencia intrafamiliar.

Las integrantes «en solidaridad feminista» denunciaron que hubo «violencia de género» en contra de Aguilera, al momento de realizar el procedimiento policial. Cabe recordar, que un funcionario de Carabineros fue dado de baja tras ser grabado tomando a la mujer por el cuello.

Entre las constituyentes firmantes del documento se encuentran, Alondra Carrillo (Movimientos sociales constituyentes), Malucha Pinto (Colectivo Socialista), Bárbara Sepúlveda (Chile Digno), Rosa Catrileo (pueblo Mapuche), entre otras.

«Las constituyentes, abajo firmantes manifestamos nuestra solidaridad con Tiatre Aguilera Hey, constituyente indígena electa por el pueblo Rapa Nui, ante los hechos de violencia de los cuales fue objeto por parte de Carabineros de Chile el 26 de septiembre de 2021», se menciona en el documento.

«Una vez más somos testigos, no sólo de la completa ausencia de perspectiva de género en el procedimiento policial, sino del sistemático ejercicio de la violencia patriarcal que sostienen y producen los agentes del Estado a través de las instituciones de orden y seguridad», dice el comunicado.

El texto continúa haciendo un llamado a «poner fin a todos los tipos de violencias contra mujeres, niñas y cuerpos feminizados. Hacemos un llamado a denunciar y erradicar la violencia del Estado».

La concurrencia de Carabineros hasta el domicilio de Aguilera, se lleva a cabo luego de una llamada a las líneas de emergencia, la cual daba cuentas de «un fuerte golpe y gritos» que se escuchaban desde la residencia de la constituyente.

De acuerdo con el parte policial, «esta se encontraba tratando de propinar golpes al personal policial y a vecinos situados en el lugar, manifestando a viva voz ‘a mí no me pasó nada, no sé que hacen acá, yo no hablaré con nadie, todos los pacos son iguales'».

Por estos antecedentes, la Fiscalía Metropolitana Oriente realiza una serie de diligencias para determinar los hechos que rodearon el caso, pues se investiga una presunta violencia intrafamiliar y la vulneración de derechos de un menor.

Esto último, ya que en el lugar de los hechos se encontraba un menor que, de acuerdo con el parte policial «no se encontraba bajo el cuidado de ningún adultos responsable». Ante esto, Carabineros agregan que «al consultarle por el menor esta indicó ‘no me interesa, entréguenselo al Sename'» y que por eso se «procede a su detención». (Emol)

Vecinos de Iquique donan enseres a migrantes afectados por quema

Vecinos de Iquique donaron enseres a migrantes que resultaron afectados por la quema de sus pertenencias en el marco de la marcha «No + migrantes», ocurrida el sábado.

De acuerdo a Radio Cooperativa, grupos de vecinos y fundaciones donaron frazadas, alimentos de fácil preparación, abrigos, carpas, entre otros objetos.

«Nosotros no somos culpables, la vida es así (…) Todo espectacular, mucha ayuda», indicó una inmigrante al citado medio, por la donación de los ciudadanos iquiqueños.

Dos días después del suceso registrado en la comuna nortina, el Presidente Sebastián Piñera «condenó categóricamente la brutal agresión» contra migrantes venezolanos.

«Condenamos categóricamente la brutal agresión que una turba descontrolada cometió contra un grupo de migrantes irregulares de origen venezolano», expresó el Mandatario. (El Mostrador-Cooperativa)

¿Cómo entender la regulación actual de la migración en Chile?

Durante el primer semestre de 2019, una de las principales discusiones del país era la migración. Cómo regularla, cuáles eran los efectos políticos, económicos y sociales de un fenómeno que había crecido con una intensidad desconocida en los últimos años. La pandemia, el cierre generalizado de fronteras y las restricciones de viajes parecieron suspender la relevancia de la migración en el debate. Y, sin embargo, en las últimas semanas, este tema se ha reposicionado como uno de los más importantes. En efecto, se viene informando una y otra vez del ingreso clandestino de extranjeros en la frontera con Bolivia y de la situación de los migrantes en ciudades del norte. Los eventos de hace pocos días en Iquique dan cuenta de que la migración es y seguirá siendo un tema central para nuestro país.

¿Qué es lo que ha ocurrido? ¿Estamos ante una nueva crisis migratoria? La respuesta, por supuesto, variará dependiendo de la perspectiva que se asuma. En tiempos electorales, esas perspectivas suelen estar mucho más polarizadas, y, como hemos visto en otros países, la migración corre el riesgo de ser utilizada para apelar a respuestas extremas y estratégicos cálculos electorales.

Por supuesto, en materia migratoria no se puede desconocer el drama humano que significa el ingreso y la expulsión de personas que se encuentran en especial posición de vulnerabilidad. Por lo mismo, la nueva Ley de Migraciones (Ley N° 21.325), aprobada en abril de este año, incluyó un catálogo de principios y de derechos para quienes migran. Por ejemplo, en relación con el ingreso clandestino, este dejó de ser considerado un delito, como se tipificaba en el decreto ley N° 1.094 de 1975 (Ley de Extranjería), para constituirse en una infracción administrativa de naturaleza migratoria, sancionable con la expulsión del país. A su vez, se incluyeron nuevos procedimientos basados en el debido proceso, resolviendo con ello una de las deficiencias de la antigua regulación. Por lo mismo, se ha afirmado que la nueva ley, discutida durante largos años en el Congreso, cambió la mirada migratoria desde una centrada en la seguridad hacia una que avanza en hacerse cargo de las diferentes dimensiones que conlleva. Porque la migración va mucho más allá del otorgamiento de permisos, y sus efectos se dan también en la vida económica y social, tanto de quienes migran como de quienes viven en nuestro país.

Lo ocurrido en Iquique es particularmente grave, porque, humanamente, desconoce la dignidad de la persona, más allá de su estatus migratorio. Jurídicamente es relevante, porque ocurre en un momento en que existen dos legislaciones con enfoques muy distintos: la Ley de Extranjería y la nueva Ley N° 21.325.

¿Cómo resolver dicha tensión? Si bien es cierto que la Ley Nº 21.325 tiene una entrada en vigencia diferida, pendiente de la publicación de su reglamento, nos parece que los principios que en ella se instauran debieran también inspirar las actuales actuaciones. Es difícil olvidar que la nueva ley da cuenta de que tanto el Ejecutivo, las dos cámaras del Congreso, y el Tribunal Constitucional, en los distintos momentos de su tramitación, manifestaron su conformidad con el texto aprobado. Ante este vacío, hoy son las Cortes las que han recogido algunos de sus principios, como la protección complementaria y la no criminalización de la migración (Corte de Apelaciones de Antofagasta, rol 101-2021, Sentencia de 5 de mayo de 2021, rol 272-2021; Corte Suprema, rol 34.397-2021, Sentencia de 28 de mayo de 2021).

En materia migratoria, por tanto, estamos en un período de transición entre regulaciones. Ello conlleva exigencias institucionales —como el desarrollo del nuevo servicio creado— y otras regulatorias —con la dictación del reglamento—. Es un período que exige, por tanto, constante actualización en la materia. Pero también uno que nos vuelve a poner el foco sobre un fenómeno que, casi desapercibido por algún tiempo, sigue estando presente en nuestro país y en la región. El proceso de implementación de la nueva ley es uno que nos obliga a hacer realidad aquello que se buscó con el cambio legislativo. Y que nos invita a no olvidar el constante estudio sobre la migración en Chile. Con todas sus dimensiones, complejidades y, también, posibilidades.

Mayra Feddersen
Isabel Aninat

Facultad de Derecho UAI

¿Chilezuela o Chilentina?-Claudio Hohmann

Desde que -hace ya más de un siglo- Argentina fuera uno de los países más ricos del mundo, ninguna nación de América Latina ha alcanzado el pleno desarrollo y tampoco ninguna se encuentra próxima a lograrlo en el corto plazo. Lo cierto es que no hay país latinoamericano que ocupe una posición entre los cuarenta de mejor desarrollo humano según el último reporte sobre esta materia elaborado por las Naciones Unidas (en el que Chile asoma como el primero de este lado del mundo en el puesto #43). Apenas dos, nuestro país y Argentina, se posicionan entre los cincuenta mejores del orbe y ninguna, sobre todo el segundo, tiene asegurada esa categoría. Irlanda, Grecia, Eslovenia, Estonia y Corea del Sur, otrora economías de pocas luces, se posicionan ahora muy por sobre cualquiera de sus pares en América Latina.

Pero unas cuantas naciones latinoamericanas han vislumbrado la meta del desarrollo más cerca que la mayoría de sus vecinos. Poco más de 30 años atrás, Venezuela parecía destinada a ser el primer país desarrollado del subcontinente. Pero, en cosa de dos décadas perdió, increíblemente, cuatro quintos de su Producto Interno Bruto, transformándose en un territorio donde ahora campea la pobreza (en el último Reporte de Desarrollo Humano se encuentra fuera de los cien países de mejor desarrollo humano, en la posición 113). No debe haber un caso de un retroceso tan abrupto y dramático en el transcurso de la historia moderna de las naciones.

Mucho antes, en la década de los cincuenta, Cuba mostraba sus credenciales como la más desarrollada de su tiempo entre los países latinos, pero la debilidad de sus instituciones y un gobierno incorregiblemente corrupto dieron paso a una revolución que la situó en un nivel de desarrollo mediocre (y por momentos precario) que ya dura más de medio siglo.

Y está el extraordinario caso de los trasandinos, que en 2014 mereció una portada de la revista The Economist bajo el título de “La parábola de Argentina” -causando un razonable escozor entre nuestros vecinos-. El artículo mostraba a una nación cuyo PIB per cápita a inicios del siglo 20 era mayor que el de Alemania, Francia o Italia, pero donde tuvo lugar un declive “seductoramente gradual”, que se tomó décadas para deshacer paso a paso el camino que la había puesto en ruta directa hacia el desarrollo. Vista desde este lado de la cordillera, a mediados del siglo pasado casi todo en la nación transandina trasuntaba status de país desarrollado, provocando admiración en los chilenos de la época. Nada parecía que podía sacarla de ese envidiable pedestal. Pero lo que se juzgaba imposible fue haciéndose, lenta y trágicamente, una triste realidad: un territorio donde actualmente se enseñorea la pobreza y una sociedad asolada por la desesperanza. El pleno desarrollo, que parecía el destino seguro de un país extraordinario en muchos sentidos, se esfumó de entre sus manos y ha desaparecido del horizonte de posibilidades de las generaciones actuales. “Nada nos libra, nada más queda”, cantaba Gustavo Cerati, quizá sin reparar que esas sentidas palabras representan mejor que muchas el devenir de “una nación del futuro que quedó atrapada en el pasado”.

¿Se imagina el lector lo que habría significado para Chile compartir una de las fronteras más largas del mundo con un país desarrollado -por ejemplo, con un PIB per cápita como el de España, de US$42.000- como pudo ser el caso de nuestro vecino allende Los Andes que, sin embargo, sólo alcanza solo a los US$22.000? A propósito, Portugal ha tenido precisamente la buena fortuna de una virtuosa vecindad como la imaginada en la pregunta.

Durante la campaña de 2017 que culminó en la elección de Sebastián Piñera por segunda vez al mando de la nación, el juego de palabras “Chilezuela” irrumpió de pronto para significar el riesgo que implicaría un segundo gobierno de la Nueva Mayoría bajo la presidencia de su candidato, Alejandro Guillier. Nunca se sabrá la magnitud del efecto electoral que tuvo ese mote, pero es improbable que haya sido nulo, sobre todo en sectores temerosos de la persistencia de una economía morosa que había dejado de expandirse por primera vez en más de un cuarto de siglo. En cualquier caso, el riesgo que ese posible gobierno de Guillier convirtiera a Chile en una segunda Venezuela era tan bajo que al fin “Chilezuela” no pasó de ser una ocurrencia del marketing político que pudo tener efecto en la decisión de voto de algunos electores. Pero, ¿qué hay de la noción de “Chilentina”, que ha surgido al calor de la actual campaña presidencial, con menos fuerza, hay que decirlo, sugiriendo que aquí podría estar incubándose un escenario de bajo crecimiento de la economía y de la inversión, acompañado de una alta inflación y una deuda pública en la práctica impagable, todas realidades que ha experimentado el vecino país en los últimos lustros?

“El verdadero peligro inadvertido es la Argentina del siglo XXI” afirmaba el mencionado artículo de la revista The Economist en 2014. Podría ser que esta vez “Chilentina” simbolice riesgos reales de los que cuidarse y bastante más inminentes que los que anunciaba “Chilezuela” en 2017. Queda por verse si tendrá efecto en los electores, si es que alguno, considerando que la noción remite a aspectos económicos y no evoca nada parecido a las temibles consecuencias de la revolución bolivariana que evocaba -para no pocos chilenos- la sola enunciación de “Chilezuela”. Si esa amenaza requería a un populista de la talla de Chávez para echar raíces en el país, la de “Chilentina” necesitaría un peronismo a ultranza que no tiene ni de cerca un símil en nuestro país. Pero nunca estará demás ponerse en guardia ante semejantes posibilidades, que de esos atolladeros no hay casi escapatoria.

¿”Chilezuela” o “Chilentina”? Lo cierto es que la utilidad de estas nociones es demasiado limitada como para proyectar la trayectoria que podría seguir nuestro país en el futuro próximo. Venezuela y Argentina se han caracterizado por fuertes liderazgos populistas sostenidos en el tiempo. Nada hay en Chile que se aproxime al chavismo o al kirshnerismo peronista. En cambio, lo que hemos tenido es una singular e irrepetible secuencia de 16 años de bachelitismo y piñerismo, que culmina sin herencia ni proyección política -nótese que ambos tienen una bajísima representación en la Convención Constitucional-. De hecho, lo que caracteriza el período que se avecina es más bien la ausencia de grandes liderazgos, de esos que conducen con mano firme los procesos sociales y políticos. Todo indica que Chile seguirá un camino inclasificable hacia un destino que, en todo caso, con altas probabilidades compartirá con las naciones latinoamericanas que han estado a las puertas del desarrollo: la imposibilidad de cruzar una meta que se ha revelado inalcanzable en un vecindario pródigo en pobreza y desigualdad. El canto de Cerati “nada nos libra, nada más queda” se escucha ahora con resonancias que trascienden al ámbito de la música ligera. (El Líbero)

Claudio Hohmann

¿Producir más o desear menos?

Empresarios y economistas lo han venido advirtiendo. Con la pandemia hay una aguda escasez de mano de obra, en especial en faenas como la agricultura, la construcción y la minería. Lo mismo se experimenta en el sector servicios y en el plano doméstico. Algunos lo han imputado al miedo al contagio; otros a la holgura artificial creada por el retiro de fondos previsionales; otros a que las ayudas del Estado inducen a no emplearse por miedo a perderlas. Como sea, la oferta viene recuperándose mucho más rápido que las postulaciones de empleo. El virus y su combate, por lo visto, han desatado una menor disposición a trabajar.

No se trata de un fenómeno local: en buena parte del mundo desarrollado sucede lo mismo. En Estados Unidos esto golpea especialmente a la industria gastronómica y de turismo. Ni aún subiendo de 12 a 18 dólares la hora es posible conseguir un ayudante de cocina, relataba al New York Times el dueño de un pequeño restaurante en Arizona. En España los bares y restaurantes protestan por la falta de camareros cualificados. En Francia se ha vuelto viral que los trabajadores usen TikTok para comunicar su renuncia, denunciando de paso el carácter tóxico de sus antiguas ocupaciones.

Las razones esgrimidas por los economistas ayudan a explicar esta tendencia, pero quizás hay algo que no se comprende desde su paradigma, según el cual los humanos poseemos necesidades infinitas y medios limitados, lo que genera una sensación de escasez que nos empuja a trabajar.

Las entrevistas en profundidad efectuadas por el diario neoyorquino en el reportaje mencionado revelan que las personas forzadas a dejar sus trabajos por la pandemia sienten haber descubierto con asombro una vida que no conocían. Menos dolores físicos, más tiempo con sus seres queridos, más posibilidades de descanso, más contacto con la naturaleza. También la oportunidad para retomar actividades más cercanas a sus intereses básicos, que aunque les reporten menos ingresos y estabilidad económica les ofrecen más libertad y satisfacción personal.

El DF hizo en Chile un ejercicio semejante. Se encontró con lo mismo. Una mujer desvinculada de una labor administrativa, que luego de meses sin conseguir empleo creó su propio negocio de productos de cuidado personal que ahora no está dispuesta a abandonar porque lo compagina con el apoyo escolar a sus hijos. Un barbero que después que cerró el local donde trabajaba ahora “hace domicilios” y no desea por nada perder la independencia que ganó. Un soldador de Santiago que tras perder su empleo se fue a donde sus suegros a Puerto Octay: ahora se dedica a la leña y descarta volver a lo mismo de antes. Estos testimonios se ven corroborados por estudios que indican que la recuperación del empleo es empujada por los trabajos independientes y por cuenta propia, en su mayor parte informales, que se ejercen en el domicilio o en lugares cercanos a este.

Los economistas aseguran que cuando la ayuda estatal retome la focalización, el mercado laboral volverá a la “normalidad”. Pero quizás estemos ante una mutación cultural relativamente inmune a los estímulos económicos tradicionales. La detención provocada por la pandemia hizo que se apreciara como nunca el valor de la salud (física y mental), de la vida de familia, del control del tiempo, tanto para fines laborales como personales; todo lo cual resultaba severamente limitado para trabajadores que ejercen labores rutinarias y desgastantes que les obligan a trasladarse de un extremo a otro de la ciudad. Han visto la diferencia, y no será fácil hacerlos volver atrás ofreciéndoles la misma zanahoria.

Debatiendo con el principio de la escasez, tan caro a los economistas, el antropólogo Marshall Sahlins sostenía que “las necesidades pueden ser fácilmente satisfechas, sea produciendo más o deseando menos”. La pandemia quizás ha inclinado a la humanidad hacia lo segundo. (El Mercurio)

Eugenio Tironi

El teatro del abuso-Vanessa Kaiser

A veces la imaginación nos salva de la realidad y, por un momento, es posible creer que- en los últimos diez años- Chile no se lanzó voluntariamente por el despeñadero, sino que estamos pasando por un mal momento. Pero la realidad es tozuda e insiste en demostrarnos lo contrario. Un mínimo de franqueza nos exige reconocer que el reciente caso de violencia desatada en Iquique es parte de una nueva realidad que avanza intensificando su dramatismo en un lenguaje de irrevocable fatalidad. Es ahora cuando experimentos teóricos -como la Alegoría de la Caverna de Platón o la Máquina de las Experiencias de Robert Nozick- pueden resultar útiles a quien busca una mayor claridad sobre dramas como los que nos aquejan.

Así lo invito, estimado lector, a hacer conmigo el siguiente ejercicio. Imagine que ponemos a todos los actores relevantes de los últimos tiempos sobre un escenario y los obligamos a confesar qué fue lo que hicieron mal. ¿Con qué fin?, podría usted estarse preguntando. Bueno, para resolver nuestros problemas necesitamos claridad sobre su origen y, me parece que una situación teórica como la descrita ayudaría mucho.

Antes de comenzar, reunamos a los actores en grupos: políticos, empresarios, burocracia estatal -incluyendo profesores-, académicos y comunicadores. Todos ellos son los que, desde la teoría libertaria, componen la clase política responsable de las calamidades que nos aquejan.

Es fácil imaginar la confesión de políticos como Soledad Alvear, Carlos Larraín, Camilo Escalona o Jovino Novoa: que se equivocaron cuando, en lugar de fortalecer la democracia y recambio de autoridades en los partidos, permitieron su captura interna por personajes que, una vez en las cúpulas del poder, decidieron permanecer ahí para siempre. Además, no legislaron nunca a favor de limitar su propio poder, endurecer los delitos de cuello y corbata y exigir la aplicación de la ley, “caiga quien caiga”. De ahí que, ganando sueldos que los alejaron de la vida del ciudadano común, comenzaron a despreciar el esfuerzo y mérito de quienes con su trabajo diario sostenían el alto nivel de vida parlamentario. La gente se cansó de tanto abuso y salió a las calles a protestar, se compró el cuento de la Convención Constitucional y obtuvo… sólo más de lo mismo. ¿A dónde nos llevó la total ausencia de democracia partidaria y faltas a la ética básica de los políticos apernados? A la atomización del sistema de partidos y a la repudiable colusión entre ciertos sectores del poder político y otros tantos en el poder económico. Esto nos lleva al segundo grupo, el de los grandes empresarios.

Si a ellos les preguntáramos qué hicieron mal (algunos después de las clases de ética), podrían responder que muchos en su sector se equivocaron al coludirse entre sí y con algunos apernados miembros del poder político. Nos dirán que no respetaron el libre mercado bajo el falaz argumento de que “la pecera es muy chica” y que, pensándolo bien, podrían haber pagado las facturas al día, mejores sueldos, pero, sobre todo, haber puesto un límite al instinto del lucro, respetando la legislación vigente. Eso era todo lo que Chile necesitaba: que se respetara la ley de universidades sin fines de lucro, se abriera la banca a la competencia internacional, se ponderara con justicia el valor del trabajo e invirtiera en capital humano. Pero, con leyes laborales draconianas y jueces marxistas que pretenden igualar desde el podio, cometiendo todo tipo de fechorías jurídicas, se tienen siempre excusas razonables para actuar en pos de un beneficio propio que no conoce límites cuando “todo tiene un precio.” Fue así como la gente se cansó del abuso y salió a las calles a protestar mientras muchos del grupo de los empresarios seguían financiando la fabricación de la soga con la que, como dijo Lenin, los van a ahorcar. Basta ver los millones que gastan en centros de pensamiento, universidades y propaganda mediática cuyo lema puede resumirse en la siguiente máxima de Bertolt Brecht: “Hosanna que liquiden al empresario” (Auge y Caída de la Ciudad de Mahagonny). Es en este nexo donde se abre el espacio para preguntar a académicos y comunicadores sobre lo que han hecho mal.

En breve, lo que han hecho mal es fabricar la soga con la que van a liquidar al empresario, cuyos defectos pueden ser incontables, pero sus escasas virtudes muy necesarias para el desarrollo de cualquier sociedad. De ahí que requieran de una regulación razonable y estricta que la clase política no estuvo dispuesta a diseñar. Pero, como dicen por ahí, el rancio maniqueísmo del socialista que vive de dineros estatales con su Manifiesto bajo el brazo y la fuerza del resentimiento en su corazón, hizo un trabajo más importante y profundo. Me refiero a la captura de las mentes de muchas buenas personas y a la reconfiguración de sus estructuras valóricas rediseñando lo que cada quien entiende por bien y por mal. Así fue como manipularon desde la culpa a la Concertación, que se volvió autoflagelante, a la derecha que se puso los ropajes de “lo social”, a los empresarios que deseaban tranquilidad de conciencia y a un largo etcétera de ciudadanos. Entre ellos se encuentran los profesores, los jueces y burócratas de profesión que, a diferencia de los operadores políticos, sí hacen la pega.

En suma, si antes el país se dividía entre personas honestas y deshonestas, lo que los comunicadores y académicos hicieron fue reconfigurar el mapa del inconsciente colectivo. Los nuevos puntos cardinales de nuestra sociedad provocarán la caída del telón de este teatro del abuso en el que nadie estaba cansado del abuso de los líderes de las comunicaciones, los opinólogos ni de los académicos. La gente se tragó el cuento y se convenció de que la violencia era el único modo de hacer las transformaciones sociales. Las hordas avanzaron, como una marea incontenible, legitimando el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución. En medio del absurdo al que nos lleva la violencia, se ha visto a parte de la misma marea volcarse en contra de la inmigración en el norte, mientras otros destruyen la paz y el derecho de propiedad en el sur. El broche de oro brilla con la emergencia de un poder constituyente cuyo único rasgo genuinamente “originario” parece ser el de llevar al extremo los abusos de los que todos los chilenos estábamos cansados. (El Líbero)

Vanessa Kaiser

5G: Contraloría toma razón de concesiones para despliegue de Entel, WOM y Movistar

Siete meses después de que la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) diera a conocer la lista de ganadores de la licitación 5G, la Contraloría General de la República tomó razón de los decretos de concesión para que Entel, WOM y Movistar desplieguen la tecnología en el país de forma comercial.

El miércoles de la semana pasada, la entidad visó tres de los cuatro concursos en forma de bloque, en que WOM se adjudicó espectro en la banda 700 MHz, AWS y 3,5 GHz, mientras que Entel y Movistar sólo se les concedió de esta última. Sin embargo, aún falta dar el visto bueno del documento ligado a la macrobanda milimétrica de 26 GHz, cuya resolución está a la espera de que se desarrollen equipos compatibles con esta frecuencias.

En el cronograma original, este hito se debía cumplir en mayo, pero en el camino hubo retrasos. Entre medio, renunció la subsecretaria Pamela Gidi, por conflictos internos en la Subtel. Así, cuando asumió Francisco Moreno en junio, el nuevo subsecretario retiró los decretos para revisarlos nuevamente y los volvió a ingresar en agosto.

EL LANZAMIENTO

La notificación de Subtel a Entel, WOM y Movistar sobre la adjudicación da el vamos a la carrera por el 5G. Las empresas tendrán un plazo de 30 días hábiles para publicar en el Diario Oficial los decretos.

La ministra de Transportes y Telecomunicaciones (MTT), Gloria Hutt, resaltó en un comunicado que Chile se convirtió en el primer país en licitar espectro con cobertura nacional para esta red móvil de alta velocidad. «Con la toma de razón de estos decretos, las redes comerciales para 5G serán una realidad durante el gobierno del Presidente Piñera. Una de las principales tareas que nos propusimos cuando asumimos este desafío, fue sentar las bases para este despliegue», dijo.

Mientras que el subsecretario Francisco Moreno destacó que 5G representará «un salto sustantivo» en términos del desempeño en contraste con red de cuarta generación vigente. «Su despliegue tendrá un efecto transformacional para el país, ya que permitirá la digitalización de distintos procesos como la medicina remota, las smart cities, el transporte inteligente, etc».

En un plazo de dos años, el despliegue comercial de 5G permitirá la instalación de más de 9.000 antenas, de las cuales 34% están en la Región Metropolitana y 66% en el resto de las regiones. Además, se contempla una cobertura inicial del 90% de la población, todos los hospitales públicos, 358 postas rurales, 9.170 km de carreteras, y también de 80 zonas de interés social y productivo fijados por la Subtel.

Esta licitación fue importante para el gobierno de Sebastián Piñera porque fue el concurso por el espectro con mayor recaudación en la historia de la industria. Ingresaron US$ 453 millones al Fisco, cifra que superó a los US$ 74 millones que se habían acumulado en los procesos públicos anteriores.

En desglose, WOM se adjudicó el bloque de 20 MHz de la banda de 700 MHz al presentar la oferta económica más alta en ese concurso, con US$ 82 millones. Además, la misma empresa obtuvo 30 MHz de la banda de AWS con una propuesta de US$ 22,3 millones.

En tanto, la joya de la corona, la banda de 3,5 GHz, se la adjudicaron Movistar, Entel y WOM a través de un desempate por 50 MHz cada una. Las ofertas fueron de US$ 163 millones; US$ 139 millones y US$ 45 millones, respectivamente. (DF)

Jóvenes chilenos en la Cumbre Juvenil Internacional por el Clima en Italia

Este martes 28 de septiembre se dará inicio a la cumbre internacional juvenil Youth4Climate: Driving Ambition en Milán, Italia, en la que una chilena y un chileno fueron seleccionados por el Banco Mundial, la Oficina de la Juventud de la ONU y el Ministerio del Medio Ambiente de Italia, para asistir en representación de Chile.

Se trata de los jóvenes activistas Julieta Martínez (18 años), fundadora de la Plataforma Tremendas, y Benjamín Carvajal (25 años), fundador de la organización ambiental Uno.Cinco (Uno Punto Cinco).

Youth4Climate es un evento de tres días que reunirá a cerca de 400 jóvenes de 186 países, con el objetivo de construir una propuesta que se presentará en la próxima conferencia internacional de cambio climático (COP26) en Glasgow, Reino Unido, entre el 1 y el 12 de noviembre.

Entre quienes asisten al evento se encuentra la activista climática, Greta Thunberg, el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, el Primer Ministro de Italia, Mario Draghi, y el Primer Ministro de Reino Unido, Boris Johnson.

Se abordarán temáticas como recuperación sostenible, ambición y empoderamiento climático, energías renovables, educación ambiental, soluciones basadas en la naturaleza, la industria de la moda, y alimentación, entre otros desafíos.

Julieta y Benjamín tienen la misión de canalizar la voz de cientos de jóvenes que participaron de la Conferencia Nacional de la Juventud sobre Cambio Climático, LCOY Chile (Local Conference of Youth).

Este evento, organizado en colaboración entre más de 25 organizaciones ambientales, capacitó y realizó instancias de participación desde principios de agosto a jóvenes de todo el país a través de 8 sesiones virtuales abiertas a todo público en temáticas contingentes a la agenda climática nacional e internacional. (El Mostrador)

Evitar un nuevo triunfo del yo

Hoy se vota en la Cámara de Diputados el proyecto que legaliza el aborto sin expresión de causa hasta las 14 semanas de gestación.

Es importante no perder de vista las enormes implicancias de la medida. En concreto, autorizar esta clase de aborto supone negar que hay un “otro” involucrado, “otro” que merece respeto y cuya dignidad exige ser considerada a la hora de legislar. En otras palabras, este proyecto refuerza la idea según la cual solo existen el individuo y sus derechos, y que nada —ni la vida de un tercero inocente— puede interponerse en esa autoafirmación de sí.

Si acaso es cierto que existe algo así como el neoliberalismo, estamos sin dudas frente a una de sus manifestaciones culturales más explícitas.

En efecto, ese “otro” ha salido a tal punto del horizonte que ya ni siquiera hay un reconocimiento de la dimensión trágica de la situación (como lo ilustran a la perfección algunas intervenciones de parlamentarios favorables al proyecto). Los congresistas aún están a tiempo de evitar un nuevo triunfo del yo. (El Mercurio Cartas)

Daniel Mansuy