Página 3815

Una derrota necesaria

No hicieron todos los esfuerzos que había que hacer para construir acuerdos y así redactar una Constitución que representara a una mayoría transversal y no tuviera que disputarse en una elección voto a voto, polarizada. Ahora dicen que están dispuestos a cambiar su texto partisano, incluso antes que se apruebe. Despreciaron el diálogo y lo llamaron “cocina”, cancelaron al adversario, funaron al que osara insinuar que esa Constitución tenía problemas; ahora dicen “no es perfecta” y “la arreglaremos en el camino”. Dijeron que lo inédito de este proceso constituyente era que había logrado visibilizar a chilenos reales, largamente postergados, haciéndolos protagonistas de esta nueva historia; ahora, entre las cuatro paredes de una negociación partidista, quieren reescribir su propuesta de Constitución, que hasta hace poco era casi un texto sagrado. Y todo para no perder, porque huelen la derrota.

Ellos, los impolutos y moralmente superiores, nunca la han conocido cara a cara. Ignoran que la derrota es una gran escuela, maestra de maestras. Rudyard Kipling, en su famoso poema “If”, le decía a su hijo que una de las condiciones para ser un hombre cabal era el “encontrarte con el triunfo y el fracaso/ y tratar a estos dos impostores de la misma manera”. Pero ellos han ido de victoria en victoria, en una carrera veloz al poder que partió en una asamblea universitaria y terminó en el Palacio de la Moneda. No saben que, a veces, perder es ganar; lo enseñó ese gran maestro “derrotado” en la cruz. La victoria, en cambio, obnubila, enceguece, miente, nos hace creer que somos dioses. La derrota nos obliga a descender, a rumiar lo perdido, a entrar en profundidades, a elaborar el duelo, a crecer. Pero ellos no quieren perder y van a movilizar todos sus recursos, van a darse todas las volteretas imaginables, van a cambiar todos sus eslóganes y consignas (y también su franja), van a travestirse de lo que sea, y abandonar —aparentemente o provisoriamente— esas convicciones que nos dijeron hasta hace poco eran irrenunciables, solo para no sufrir el sabor amargo de la derrota. Transar muchas cosas (habrá que mirar eso con lupa), solo para que el Apruebo no pierda. Esa es la orden de partido, de coalición, de gobierno: no perder.

¿Y por qué le temen tanto a la derrota? ¿Son capaces, de verdad; de hacerse “amarillos” de la noche a la mañana, o todo esto es una operación maquillaje? Empezamos a conocer de a poco su alma. No olvidemos que ellos son “fluidos” (como suele decirse hoy), “dúctiles”, afirman algunos; yo diría más bien expertos en propaganda y elecciones. Camaleónicos cuando la derrota les respira en la nuca. ¿Llegarán algún día a ser gatopardescos? Eso sería muy bueno para Chile, pero no seamos ingenuos, recibamos sus volteretas con beneficio de inventario. ¿Los chilenos volveremos a comprarles y creerles sus súbitas conversiones de último minuto o los obligaremos a convertirse en alumnos de la exigente escuela de la derrota? Una derrota les haría muy bien a estas “almas bellas”. Los obligaría a dialogar, los haría menos soberbios, les quitaría por un rato la pulsión por refundarlo todo y partir de cero, les enseñaría lo que es hacer política y gobernar de verdad un país. Sacaría la mejor parte de ellos mismos.

Gran error cometemos los padres cuando sobreprotegemos a nuestros hijos del sufrimiento y las caídas. Los ciudadanos tenemos en este plebiscito la oportunidad de ponerles un poco de límites a quienes estuvieron a punto de convertirnos en plurinación fragmentada (entre otras cosas) cuando sintieron que lo podían todo. Sin esa derrota, la euforia, la embriaguez, el delirio refundacional volverán a apoderarse de ellos, y todo lo que nos prometen ahora lo olvidarán cuando los visite de nuevo la victoria, esa vieja impostora y embaucadora que los ha malcriado, haciéndoles creer que la realidad se amoldará siempre a sus sueños y deseos. Sí, hay que regalarles una derrota (una que sea), o terminarán por incendiar otra vez la “casa de todos”. (El Mercurio)

Cristián Warnken

Un acuerdo fake-Luis Larraín

El oficialismo trabaja a gran velocidad para sacar pronto un Acuerdo que supuestamente contendría modificaciones a la Constitución. Pero la verdad es que ese Acuerdo no se podría cumplir.

No se podría cumplir, en primer lugar, porque quienes tendrían la responsabilidad de honrarlo no desean hacerlo. El convencional comunista Marco Barraza ha dicho que “es un texto muy equilibrado”; el convencional del Frente Amplio Fernando Atria dijo: “Creo que no hay nada que se requiera reformar”; Daniel Jadue: “La Nueva Constitución está quedando hermosa” y el jefe, Guillermo Teillier: “Yo no sé qué podríamos mejorar a la nueva constitución. El 99% de la Constitución se debe mantener”. En una entrevista posterior, Teillier matizó sus dichos, pero no cambió el fondo. Consultado por la plurinacionalidad dijo que no cambiaría. En relación al Senado dijo que a lo más se podía conversar sobre el nombre de la Cámara de las Regiones, pero de ninguna manera alterar las funciones que están en el texto. En relación al precio justo señaló que podría legislarse por ley, pero no en la Constitución.

Pero no sólo Apruebo Dignidad está en contra de cambios sustantivos. Lo propio ha dicho Paulina Vodanovic del Partido Socialista. Imagine usted un escenario en que ha ganado el Apruebo. ¿Ve usted voluntad de los políticos que apoyan al gobierno para hacer cambios a la constitución triunfante? Aunque la tuvieran, ¿ve usted la valentía de ellos para enfrentarse a movilizaciones en la calle de quienes se sienten triunfadores y no querrán ni oír hablar de reformas?

La segunda razón por la que no se podría cumplir el Acuerdo es que, aun cuando cambiaran la voluntad y la templanza de los dirigentes de Apruebo Dignidad y lo intentaran, es técnicamente muy difícil cambiar la Constitución. Primero, por el consentimiento indígena, que requiere del acuerdo de los pueblos originarios para cambiar cualquier norma que les afecte en sus derechos constitucionales. Segundo, porque modificar la nueva constitución es mucho más difícil que la actual (que se podrá modificar por 4/7), ya que requiere, para algunas materias, que las reformas sean aprobadas por un plebiscito, a menos que en la votación en ambas cámaras se hubiera alcanzado 2/3 de los votos de sus integrantes.

La tercera razón de la inviabilidad del Apruebo para reformar es de carácter legal. El artículo 142 de la Constitución vigente señala textualmente: “Si la cuestión planteada a la ciudadanía en el plebiscito nacional constitucional fuere aprobada, el Presidente de la República deberá, dentro de los cinco días siguientes a la comunicación de la sentencia referida en el inciso anterior… proceder a promulgar y publicar quedando derogada la actual Constitución”. Algunas de sus normas son de aplicación inmediata. Las doce naciones de pueblos originarios tendrán sustento legal, ¿alguien cree que podría eliminarse alguna? Los derechos de agua caducarán ipso facto. Las normas sobre el sistema de justicia indígena estarán vigentes. Muchas de las normas aprobadas serán, en consecuencia, irreversibles.

Por algunas de estas razones hasta el momento de escribir esta columna ya se hablaba de un Acuerdo acotado.

El presidente Boric ha dicho que va a garantizar que el Acuerdo se implemente. Con respeto presidente, pero las dificultades que hemos señalado lo ponen en duda y también su facilidad para cambiar de opinión. Pero la razón definitiva por la cual no podrá cumplirse ese acuerdo es que todo indica que ganará el Rechazo. Los partidos oficialistas trabajan denodadamente para tener algún acuerdo, aunque sea para que tenga algún efecto en las encuestas que se darán a conocer el fin de semana. Modesto objetivo de un gobierno que parece haber perdido completamente el rumbo. (El Líbero)

Luis Larraín

¿Es el Papa o el cristianismo?

Conflictos de interés

¿El fin de la historia?-Claudio Hohmann

“En este momento no hay posibilidad de entendimiento ni de historias compartidas”, es el inquietante título de la más reciente entrevista concedida por Jonathan Haidt (El Mercurio Sábado), cuya lectura resulta altamente recomendable, cuando no indispensable. El sociólogo norteamericano, que ha venido escribiendo desde hace algunos años sobre el efecto de las redes sociales en la sociedad y en la política –nos visitó en 2017– no tiene un buen pronóstico para el futuro que nos aguarda.

En tanto las redes sociales están conduciendo al desprestigio y colapso de las instituciones democráticas, estaríamos próximos al fin de un ciclo que, como ha sido típicamente cuando este se produce, debiera dar origen a uno nuevo que lo sucede. Las grandes crisis mundiales del pasado –Haidt nos recuerda el período de la posguerra– muestran que siempre hubo una generación capaz de construir nuevas instituciones y formas de vida renovadas sobre los restos de la precedente. Cuando las cosas se rompen y un determinado orden pierde validez, en sus palabras “llega una nueva generación para construir otro set de normas”.

El problema es que en esta ocasión esa capacidad parece no haberse desarrollado suficientemente ni estar disponible para “construir o servir de guía a la próxima generación”. La que debería asumir esa responsabilidad histórica está siendo diezmada por la acción persistente de las redes sociales cuyos algoritmos hipertrofian los sesgos cognitivos descritos hace décadas por Daniel Kahneman. De hecho, la supremacía de estos sesgos (sobre todo los de repetición y confirmación) sobre una generación completa de jóvenes y adultos jóvenes es la principal causa de la pérdida paulatina de legitimidad de las instituciones, y de la anomia que es su inmediata consecuencia, inhabilitando de paso la construcción de las nuevas que deberían tomar su lugar. El creciente desacomodo con el sistema institucional genera en esta ocasión, a diferencia de las anteriores, formas de comportamiento acentuadamente desinstitucionalizadas. Por ejemplo, la resistencia al capitalismo no ha engendrado hasta aquí un sistema institucional capaz de tomar su lugar y reemplazarlo. Este goza de buena salud a pesar de la deslegitimación, de la mano del neoliberalismo, que sufre en no pocas partes del mundo.

La desafección respecto de las instituciones ha alcanzado incluso a la más valiosa de todas las que ha producido la civilización hasta aquí: la democracia. Pero, a diferencia del capitalismo, notablemente resiliente al daño reputacional, la democracia es una construcción institucional extremadamente frágil a los embates de sus enemigos –bien lo sabemos en el continente que habitamos– y ahora también a la acción persistente y eficaz de los algoritmos en las redes sociales.

¿Es el fin de la historia, ahora sí, que pronosticó en su tiempo Francis Fukuyama, cuando la democracia y el capitalismo parecía que iban a dominar sin contrapeso en la humanidad después de la caída del Muro de Berlín y del colapso de la Unión Soviética? En todo caso sería un fin muy distinto al avizorado por Fukuyama, uno donde el capitalismo –y la destrucción creativa que le es inherente– seguiría teniendo un rol insustituible (incluso para enfrentar el desafío del calentamiento global), mientras que la democracia, en cambio, se debilita peligrosamente. “Es posible que en Estados Unidos tengamos un período que no reconoceremos como democrático”, presagia Haidt sin que parezca siquiera un augurio desmesurado.

Todo esto sin considerar el avance incontenible de la tecnología que parece estar gestando una nueva disrupción epocal de la mano de la inteligencia artificial y el aprendizaje profundo de los algoritmos –¿ha oído hablar de los large language models?–. Las nuevas aplicaciones que ya están surgiendo desde esos ámbitos van a producir nuevos efectos disruptivos sobre los comportamientos sociales que están a la vuelta de la esquina.

Nada de esto parece inquietar mayormente a la política chilena, que se mantiene en buena medida anclada a los paradigmas del siglo 20, como si la barrera de la distancia pudiese contener el tsunami de las redes sociales que, por cierto, ha arribado a nuestras costas con similar intensidad a la que impacta en el mundo desarrollado. Mucho menos pareció influir en la Convención Constitucional cuya propuesta apenas se hizo cargo del riesgo que corre la democracia en estos mismos momentos y en los tiempos que vienen. “Las redes sociales son muy buenas derribando cosas y no tienen antecedentes de haber construido nada”, remata categórico el sociólogo en la entrevista.

Construir el Chile del futuro pone a la generación que toma la posta ante las más altas exigencias que haya tenido ninguna de las que la precedieron desde 1990, para lo cual hará bien en desprenderse de cualquier atisbo de superioridad moral y, más bien, adoptar la humildad de quienes se saben recorriendo un terreno desconocido erizado de peligros, pero también pletórico de oportunidades. (El Líbero)

Claudio Hohmann

La cuestión de Taiwán no tiene nada que ver con la democracia

Ignorando el rechazo enérgico y las serias gestiones de China, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, visitó la Región Taiwán de China, lo cual provocó una nueva ronda de tensiones y graves desafíos en el Estrecho de Taiwán y Asia-Pacífico, a la vez que despertó gran preocupación de los distintos países, entre los que se encuentra Chile.

Algunos medios de comunicación y académicos chilenos exageraron y reprodujeron expresiones como la “reacción exagerada de China”, “suprimir la democracia en Taiwán” y “Taiwán puede aprender de Ucrania cómo luchar contra una potencia”, e incluso justificaron la lógica del ladrón del Grupo de los Siete (G7) y engañaron al público. Entonces, hablando correctamente, ¿de qué se trata la cuestión de Taiwán?

Primero, la cuestión de Taiwán no es un asunto de democracia, sino una cuestión trascendental de principio relacionada con la soberanía y la integridad territorial de China. Solo hay una China en el mundo, Taiwán es parte inalienable del territorio chino, y el Gobierno de la República Popular China es el único Gobierno legal que representa a toda China. Este principio de una sola China fue consagrado por la Resolución 2758 de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1971, y ha sido un consenso universalmente reconocido por la comunidad internacional y una norma básica de las relaciones internacionales, sobre lo cual un total de 181 países han establecido relaciones diplomáticas con China, incluidos Chile y Estados Unidos.

La llamada “democracia” es una “hoja de parra” con la cual las fuerzas secesionistas por la “independencia de Taiwán” procuran la independencia valiéndose de EE.UU., mientras que EE.UU. la usa para “contener a China con Taiwán”. Frente a la violación severa a la soberanía nacional, la injerencia grave en los asuntos internos y el incumplimiento de los compromisos, China ha de responder categóricamente.

Nuestra posición es legítima y razonable, y nuestras contramedidas son firmes, contundentes y adecuadas, siendo una defensa legítima de la soberanía y la seguridad del país, así como una salvaguardia firme del Derecho Internacional, de las normas básicas de las relaciones internacionales, y, sobre todo, de la regla internacional más importante, la no injerencia en los asuntos internos de los otros. Por ello, gobiernos, partidos políticos y personas por la justicia de más de 160 países, con vista aguda, han reiterado su persistencia en el principio de una sola China, apoyando a China en la defensa de su soberanía e integridad territorial. Estas voces son las voces justas y mayoritarias de la comunidad internacional.

Segundo, la cuestión de Taiwán y la cuestión de Ucrania son totalmente distintas en esencia y no tienen nada que ver la una con la otra. El enfrentamiento entre Rusia y Ucrania involucra a dos estados soberanos, mientras que Taiwán es parte de China, es decir, la cuestión de Taiwán es puramente un asunto interno de China y estas dos situaciones son incomparables en todas las áreas. Estados Unidos y Occidente enfatizan el principio de soberanía en la cuestión de Ucrania, pero vienen socavando la soberanía y la integridad territorial de China en la cuestión de Taiwán. Esto es un flagrante doble rasero. Al repetir sin pensar, suelen ser manipulados por el dilema de la hegemonía imperial estadounidense y occidental.

Tercero. El G7, que intenta presionar a China, está distorsionando los hechos y culpando a los demás, mientras ellos mismos son quienes deberían ser culpados.

Tanto la historia como la realidad del G7, encabezado por Estados Unidos, comprueban que es sinónimo de la agresión y la coerción. Sobre la cuestión de Taiwán, los siete países, ignorando los propósitos de la Carta de la ONU y las normas básicas de las relaciones internacionales, como el respeto a la soberanía e integridad territorial y la no injerencia en los asuntos internos de los Estados, así como el hecho de que fue EE.UU. quien cometió previamente la provocación, están confundiendo blanco con negro al acusar sin fundamento a China, que solo se defiende legítimamente, lo que supone una flagrante hegemonía, matonería y prepotencia.

La ignorancia y el abandono del principio de no injerencia en los asuntos internos permitirán que la ley de la jungla domine las relaciones entre los Estados, y que los siete países intimiden de manera más temeraria a los otros, especialmente a los países pequeños y medianos como Chile. Los principios de la “inviolabilidad de la soberanía” y la “no injerencia en los asuntos internos” no solamente reflejan la justicia internacional, sino que también son el “talismán” de los países pequeños y medianos para defenderse. (El Mercurio)

Niu Qingbao
Embajador de China en Chile

Oficialismo acuerda reformas a nueva Constitución sin gana «Apruebo»

Esta noche, los principales dirigentes de los partidos de la coalición de gobierno, tras tensas negociaciones, llegaron a un acuerdo para concretar cambios a la Constitución en caso de que triunfe el Apruebo en el plebiscito de salida del próximo 4 de septiembre.

Los alcances del acuerdo, que quedarán estampados en un documento, serán anunciados este jueves a las 11.30 en la Biblioteca del Congreso Nacional, en Santiago.

Sin embargo, esta noche, desde la sede del Legislativo, algunos de los asistentes a la reunión -que incluyeron, entre otros, a los timoneles del Partido Comunista, Guillermo Teillier; de Revolución Democrática, Juan Ignacio Latorre; del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, y el diputado Diego Ibáñez, de Convergencia Social-, entregaron luces de lo que abarcaron durante la jornada.

El presidente del PC, Guillermo Teillier, afirmó que “hemos llegado a una propuesta para entregarla mañana a los presidentes de los partidos y darle el visto bueno final. Esto se va a dar a conocer luego, a las 11.30 en la Biblioteca del Congreso Nacional”.

Agregó que se trata de un acuerdo “satisfactorio para todos”, donde “se plantean algunas reformas, algunas aclaraciones, mejoramientos, en varias materias: políticas, judiciales, indígenas y sobre todo lo que le interesa a las personas, que son las políticas sociales”.

Consultado sobre si este acuerdo le otorgaría al Apruebo mayores posibilidades de imponerse el próximo 4 de septiembre, Teiller señaló: “Yo creo que sí, porque se ha instalado en el país una campaña de desinformación que ha confundido a mucha gente, y yo creo que con esto van a tener la seguridad de que van a poder votar totalmente informados y con la seguridad de que nosotros vamos a hacer un compromiso de que aquellas cosas que, de alguna manera, no se entienden bien o se considera que no están bien representadas en el texto, vamos a trabajar para, después del Apruebo, se puedan implementar en leyes o en reformas constitucionales”.

Por su parte, el diputado Diego Ibáñez, de Convergencia Social, indicó que “creemos que estos acuerdos de implementación, de mejora, de interpretación, son sumamente necesarios y esa es justamente la invitación que nos hace el Presidente y que nosotros la recogemos y la cumplimos”.

Consultado si esta iniciativa puede influir en la votación del plebiscito de salida, Ibáñez sostuco que “como partidos políticos no nos podemos arrogar una voluntad soberana que es mucho más amplia de la ciudadanía. Aquí somos solamente un actor que pretende contribuir a esclarecer lo que va a pasar desde el 4 de septiembre en adelante cuando se apruebe la nueva Constitución”.

“Ninguna Constitución en el mundo está construida sobre una piedra. Las que están construidas en piedra se llaman dictaduras. Lo que nosotros queremos es una democracia, y lo que permite una democracia es el debate, la modificación, la mejora, el perfeccionamiento”, agregó.

PUNTOS COMPLEJOS

Las tratativas, en las cuales se involucró personalmente el Presidente Gabriel Boric, estuvieron trabadas hasta entrada la tarde de este miércoles. Desde el PS señalaban que el Frente Amplio y el Partido Comunista no querían ceder en sus posturas.

De acuerdo a conocedores de las conversaciones, el sistema político era el punto de mayor complejidad. Ni el FA ni el PC querían realizarle modificaciones considerables a la propuesta de nueva Constitución emanada de la Convención.

Del sistema político son dos las áreas críticas que no quieren modificar: el sistema legislativo, debido a que no quieren darle más atribuciones a la Cámara de las Regiones -que reemplaza al Senado-, y las leyes de concurrencia, que son las que permiten que los legisladores presenten iniciativas que irrogan gasto fiscal.

Lo relativo a las iniciativas que permiten el gasto fiscal es una materia que también había sido advertida por el propio Presidente Gabriel Boric como área que hay que corregir.

Y ahí, según afirma un sector del oficialismo, el Presidente ha insistido en que se debe perfeccionar. De hecho, el propio Mandatario ha liderado tratativas para intentar destrabar las negociaciones. En las últimas horas ha tomado su teléfono para contactar directamente a los timoneles de los partidos de las coaliciones de gobierno, ya sea para insistir en algunos puntos o pedir que abandonen otros.

“He conversado con el presidente del PC tal como he conversado con la presidenta del PPD y del PS y hay una amplia voluntad de mejorar los aspectos respecto de los cuales haya dudas en la implementación, como otros del proyecto constitucional que se pueden mejorar”, señaló el martes, en entrevista con un medio local de Puerto Montt.

ENCUENTRO DE BORIC CON EL PPD

En este marco, desde las 19 horas de este miércoles, y por cuatro horas, el Presidente Gabriel Boric se reunió con la directiva y las bancadas del Partido por la Democracia (PPD) en el Cerro Castillo, en Viña del Mar, como parte de una serie de encuentros que ha sostenido con los partidos de la coalición gobernante, con miras a avanzar en las reformas que está impulsando el gobierno.

La presidenta del PPD, Natalia Piergentili, destacó que lo más importante de este encuentro fue la valoración que le dio el Presidente Boric a la propuesta del partido de “aprobar para mejorar”, que se plasmó en el acuerdo alcanzado esta noche por el oficialismo.

“El Presidente Boric señaló que habíamos sido capaces de tomarle el pulso ciudadano respecto a muchas personas que están por el corazón del proyecto (de propuesta constitucional), pero que tienen legítimas dudas o miedos de algunos aspectos que habían quedado poco claros”, dijo Piergentili, agregando que “en ningún caso este acuerdo va contra el corazón de la propuesta, sino más bien circunscribirla para que sea una mejor propuesta”.

“En todas aquellas materias donde, en las encuestas, en los focus, había dudas de los ciudadanos, tergiversaciones por parte de la derecha de cómo se entendía el texto constitucional, fuimos especialmente cuidadosos para abordarlas y aclararlas”, agregó.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Soto, sostuvo que “a partir del 5 de septiembre vamos a necesitar un acuerdo transversal, mucho más amplio que el acuerdo del que está saliendo humo blanco (en el Congreso) respecto de las coaliciones del Apruebo para hacer las mejores, sino quen un acuerdo transversal para que esas mejoras y esa implementación sea viable con mayorías legislativas, si gana el Apruebo, y eso implica que tenemos que cruzar la vereda y conversar también con la oposición, para consensuar con ellos cuáles van a ser esos elementos que vamos a sacar adelante el día de mañana”.

“En caso de que gane el Rechazo, ese mismo acuerdo de unificación, transversal, político, y de cara a la ciudadanía, lo vamos a necesitar para fijar las reglas del juego para una nueva hoja de ruta de cambio constitucional”, añadió.

JADUE: «HUELE A COCINA DE MALO COCINEROS»

El alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, criticó duramente al oficialismo por el denominado “Aprobar para reformar”, luego que el Gobierno le diera urgencia al proyecto para rebajar el quórum de 4/7.

Así lo aseguró en el programa “Sin Maquillaje” transmitido por Youtube, donde abordó lo que será el Plebiscito de Salida del próximo 4 de septiembre.

Al respecto, el jefe comunal del Partido Comunista cuestionó la propuesta de rebajar el quórum a 4/7 para reformar la actual Constitución.

Se trata de la propuesta que realizaron los senadores de la DC Ximena Rincón y Matías Walker, como una forma de anticiparse a un eventual triunfo del Rechazo.

“Los mismos hombres y mujeres que no quisieron bajar el quorum para cambiar la (Constitución) de la dictadura, nunca en 30 años, ahora corrieron a bajar los quorums para poder cambiar la que hizo el pueblo de Chile”, fustigó.

“Yo creo que eso huele mal. Huele a cocina de muy malos cocineros”, agregó, recordando la conocida frase del entonces senador falangista, Andrés Zaldívar.

Pero además, lanzó también sus dardos a la decisión del Gobierno del presidente Gabriel Boric de dar urgencia a la tramitación del proyecto.

“Esto de que además le hayan puesto urgencia, yo no lo entiendo mucho. Yo creo que aquí hay un proceso que hay que respetar. Hay convencionales, hombres y mujeres, que hay que respetar”, apuntó.

“No estoy de acuerdo con que se estén acordando reformas antes del Apruebo”, sentenció.

«NI UN DÍA DE VIDA Y LA QUIEREN CAMBIAR»

En esa línea, recordó el amplio rechazo que tuvo en el Plebiscito de Entrada la opción de que una nueva Constitución fuera redactada por el Congreso.

“Considero que fue bastante elocuente la opinión de la ciudadanía en términos de cuándo se votó”, puntualizó Jadue.

“El 80% estaba de acuerdo con que la Constitución la hiciera una Convención especialmente electa por la ciudadanía para escribir la Constitución, y no el Congreso”, dijo.

“Hoy más de alguno podría decir ‘mira, nos están agarrando para el leseo, porque después de todo el trabajo que se hizo, entonces ahora después de que aprobemos la Constitución vuelva el Congreso para que estos gallos la arreglen a su antojo’”, criticó.

“Yo sería más prudente. Dejaría que la ciudadanía apruebe la nueva Constitución, y después, como se hace siempre, con las nuevas reglas vamos a poder discutir lo que tengamos que discutir”, sostuvo.

“Si la única Constitución que ha estado escrita en piedra en nuestro país ha sido la de Pinochet”, añadió el alcalde capitalino.

“A la otra le dieron 30 años para cambiarla y tuvimos que pedirlo en la calle y peleándonos con todo el mundo. A esta todavía no le han dado un día de vida y ya la quieren cambiar”, concluyó.

OTRAS OPINIONES

Varios parlamentarios del sector comentaron esta mañana los detalles del pacto, el cual se dará a conocer en esa instancia en la sede del Congreso Nacional en Santiago, subrayando que la iniciativa permitirá dar un nuevo impulso al sector de cara al Plebiscito del 4 de septiembre.

Al respecto, el senador del PS, Juan Luis Castro, comentó a Radio Pauta que «yo creo que esta es la alternativa final y que ojalá sea exitosa. Yo espero que estén acogidos los grandes temas. Nosotros fuimos consultados por la presidenta del PS ayer y le planteamos todo esto y para evitar filtraciones no ha tenido difusión mayor».

«Si es que se llegó a un acuerdo, que es lo que ha trascendido, me imagino que tendrá que contener gran parte o la totalidad de estos puntos para así tener anuencia. Ahora, independiente de lo que los partidos hayan acordado, aquí va a tener un rol clave el Presidente Boric», advirtió.

En esa línea, Castro explicó que «me pongo en el escenario de que no hubiera acuerdo pleno. El Presidente tiene todo el derecho y la facultad de decir ‘miren, yo aunque llegaron a un acuerdo parcial, creo que esto es una base y le agrego dos o tres cosas más’, por ejemplo. O sea, el Presidente es decisivo, porque es el Poder Ejecutivo».

En tanto, la diputada de Convergencia Social, Gael Yeomans, manifestó a Radio Universo que «nosotros entendíamos que era importante llegar a este acuerdo, porque nos parece que ya esa señal va a ser relevante en términos de dar certeza a la ciudadanía».

«Como en todo acuerdo, uno puede estar con más parecer respecto a algún punto y en otros a lo mejor no tanto, pero son temas puntuales que ya a grandes rasgos fueron adelantados con documentos, posiciones de los partidos, donde coincidíamos en que había que dar más claridad de cómo esto se va a implementar», dijo.

En ese contexto, la legisladora del Frente Amplio recordó que «ya había temas que se habían planteado que eran de común acuerdo, en materia por ejemplo de los sistemas de justicia, y en eso hay precisiones que creo que van a ser un aporte para entregar certezas, sobre todo al alero de la campaña».

La diputada también adelantó que el acuerdo aborda las dudas sobre el plurinacionalismo, subrayando que «por cierto, nosotros lo que estamos ratificando es que la igualdad ante la ley, que es un principio que está recogido en la nueva Constitución, también va a ser aplicable respecto a los sistemas de justicia».

«También respecto a lo que habíamos conversado en su momento en cuanto al consentimiento indígena, que esté remitido a ser aplicable según el Convenio 169 de la OIT. Son temas que se han planteado, de hecho, lo han planteado los mismos convencionales, porque era importante clarificarlo y ese es el ejercicio que estamos haciendo hora», recalcó.

Asimismo, mencionó que «en materia de los derechos sociales, nuestro compromiso es implementar el Estado social y democrático de derecho, y en esto vamos a clarificar cómo se va a implementar la norma que está en la nueva Constitución y todos los aspectos que han sido cuestionados, respecto a justo precio, el tema de la vivienda, la herencia y otros asuntos más los vamos a abordar de esa manera».

«Necesitábamos que este acuerdo terminara y celebro los tiempos. Esos son temas que todos los sectores lo habían planteado, yo no veo que el ejercicio de llegar a este acuerdo sea cosmético, este entendimiento viene a entregar claridades por una campaña de desinformación que partió en contra de la nueva Constitución», concluyó.
(La Tercera)

La cotidianidad del horror

Lo peor del horror es que nos vamos acostumbrando paulatinamente a él. Todo horror termina por anestesiar y domeñar al ciudadano y por volverse cotidianidad, instalándonos en una pesadilla perpetua, que se vuelve piel nuestra. “Cuando una se acostumbra al horror -dice la escritora chilena Marcela Serrano-, éste deja de verse, por tanto de existir. El horror mismo lleva a perder las proporciones del horror”. En rigor, el desgaste sicológico de vivir en el horror es inconmensurable y el deterioro del tejido social, aterrador. Terminamos buscando un último refugio frente a la delincuencia y el avance del narco entre los muros de nuestra vivienda, los seres en que confiamos o bien sumergiéndonos simplemente en libros y filmes.

En el Chile de hoy la delincuencia extrema es el horror al que nos hemos ya acostumbrado. Ya no nos azora este horror que campea a toda hora y por doquier destruyendo nuestra libertad, anulando nuestra seguridad, minando nuestra felicidad, violando derechos humanos básicos, el derecho a la vida y la seguridad, entre otros, el derecho a disponer y gozar de nuestras vidas y bienes, el derecho a que el estado, que mantenemos con nuestros impuestos, nos proteja cumpliendo con su deber elemental, el de brindarnos seguridad.

Hasta hace algunos años, cuando visitaba ciertos países de la región con graves problemas de seguridad pública, me causaban escalofríos los relatos que escuchaba sobre la delincuencia local. Las escenas descritas -secuestros, asaltos armados a casas, despojo de automóviles en plena vía pública, balaceras, ajustes de cuentas, sicariato, chantajes, escoltas, autos blindados, en fin- todo eso pertenecía a realidades inimaginables en Chile. Me preguntaba cómo podían sobrellevar mis amigos la vida en esos lugares, y la respuesta era casi siempre la misma: “A todo se acostumbra el ser humano”. Hoy, cuando me llaman, suelen preguntarme si no quiero trasladarme a sus países, ya que allí habría alcanzado la inseguridad un cierto estancamiento, a diferencia de Chile, donde sigue en alza.

Lo cierto es que hoy en Chile salimos a la calle temiendo ser víctimas de un asalto y ansiamos que, en caso de sufrir uno, ojalá sólo nos roben pero no nos maten, y al atardecer retornamos a casa atentos a un eventual “portonazo” para acostarnos temiendo despertar en medio de la noche apuntados por un arma. Es claro que el crecimiento de la delincuencia es anterior a este gobierno, viene de hace mucho, pero, como dice la ex Canciller Federal alemana Angela Merkel, quienes postulan a ser gobierno deben llegar a él no a enterarse de los problemas nacionales sino a solucionarlos, ya que por algo postularon al mandato.

Me  deprime observar cómo varias de las figuras descollantes del actual gobierno arrastran los pies al verse obligadas a transitar, por la envergadura de la crisis de seguridad, desde la descalificación y la condena sistemáticas de las policías hacia el reconocimiento de que sin ellas una noche más oscura y sangrienta aun se cerniría sobre nuestro país. En ese tránsito que ejecutan a regañadientes las autoridades repiten obcecadas sus advertencias a los policías de que deben respetar los DDHH, como si la violación de estos por parte de Carabineros, la PDI o las fuerzas armadas, y no las criminales acciones delincuenciales, fuesen gran el problema del país.

Decidí alejarme hoy del omnipresente tema del plebiscito constitucional pues vivo en una zona rural del centro de Chile, donde casi nunca pasaba nada y sólo algún esporádico crimen daba para años de animadas tertulias a media voz en bares y cafés, y los robos se reducían a lugares deshabitados y los carteristas no existían. Desde mi infancia recuerdo que Olmué, Limache y sus alrededores constituían un vergel seguro y generoso que también acogía a gente de la costa que huía de la invasión santiaguina y mendocina que se adueñaba de Viña del Mar en verano. Lo cierto es que a lo único que había que temer en esa zona interior era al peuco que se llevaba los pollos por los aires, o los perros callejeros que lo podían morder a uno cuando iba a la plaza por el diario. Ahora todo cambió y para peor, pero el drama no aparece en los medios ni en la preocupación de los políticos nacionales.

Sin embargo, en muchos lugares parecidos al mío la gente también vive preocupada por su seguridad y se han organizado u organizan para enfrentar esta situación cruel, agobiante e inédita. Las personas se comunican vía chats, y algunos se coordinan para ir en ayuda de vecinos asaltados, lo que intensifica la cohesión de la comunidad. Por aquí o por allá aparecen programas para instalar cámaras ciudadanas de vigilancia, y todo el mundo está alerta para ver quién pasa por su calle. La inquietud crece cuando aparecen perros guardianes envenenados o puertas con marcas, probable información entre delincuentes.

Por acá se roban autos viejos y nuevos, han asaltado a la luz del día en la calle comercial de la ciudad y, cuando uno menos se lo espera, los chats dan la alarma: alerta todos, avisar también a Carabineros (que no dan abasto y carecen a veces de recursos para reparar sus vehículos); atención, un vehículo sospechoso transita por tal calle aledaña; desconocidos parecen estar averiguando si hay casas vacías; enciendan por favor las luces de las casas y hagan ruido. Y en efecto, he visto videos mostrando a sujetos chequeando a las tres de la mañana y con total desparpajo puertas y portones de algunas viviendas.

En los alrededores de mi pequeña ciudad ha habido hasta “portonazos”, asaltos a viviendas por bandas de delincuentes que han disparado contra el dueño de casa, y hemos tenido asaltos a negocios, ajustes de cuentas, intentos por arrastrar cajeros automáticos, hemos visto vehículos incendiados en los puentes para impedir la persecución policial, en fin, un cuadro que atemoriza e inquieta y muestra la escasa presencia del estado. Los delincuentes vienen en su mayoría de la capital, y no es extraño pues todos saben que se refuerza a Carabineros en barrios de Santiago pero con efectivos sacados de barrios “seguros”, estrategia que a los delincuentes los lleva a desplazarse a otras comunas.

Ahora en mi pequeña ciudad las calles se vacían temprano, y en la noche se escucha a veces el paso rugiente y desafiante de vehículos con escape libre o el estampido lejano de balazos, y a veces hasta se lanzan fuegos artificiales de día, señales inequívocas del arribo de drogas, según los expertos. Insisto: todo esto en pueblos o ciudades pequeñas donde antes no pasaba nada.

El temor es profundo y deja huellas en todos, y el miedo está vivo y contagia, y así el horror se ha vuelto cotidiano en comunidades donde hasta hace poco el día a día era seguro, tranquilo y monótono. Y como si todo esto no bastara, el gobierno anuncia su decisión de despojar de armas a los vecinos, a la gente pacífica y honesta que las conserva en casa para proteger su vida y la de su familia, y (¡tamaña ingenuidad!) también anuncia que se las retirará a los delincuentes. No hay que haber ido a la universidad para saber quiénes quedarán desarmados y quiénes doblemente armados.

Sobre esta realidad del Chile profundo pocos hablan porque los dramas de los pueblos y ciudades pequeñas de Chile no definen -como los de las metrópolis- elecciones ni elevan el rating de los noticieros. Las operaciones “represivas” tienen lugar en los “copamientos” del barrio Meiggs o la “recuperación” del centro histórico de la capital, por ejemplo, donde la población (y los electores) es cuantiosa. Ni la elite social ni la “casta” gobernante (concepto de Podemos en España) viven estas realidades que causan una triste sensación de orfandad y desamparo, y dejan al desnudo la ausencia del estado y de políticas eficaces para reprimir a los antisociales mediante el uso de la fuerza legal.

Son realidades duras, denigrantes, inaceptables e indignantes que pueden conducir a otro estallido que no deseo a nadie, menos a este gobierno que lamentablemente sigue mostrando impericia en ámbitos sensibles. Sin embargo, las encuestas son contundentes y muestran que es en los sectores vulnerables donde se registra el mayor repudio al oficialismo, el que, conjeturo, no sintoniza con la realidad por razones políticas, ideológicas o sociales, o bien porque habita barrios resguardados y se traslada en vehículos con escoltas.

No sorprende en este ambiente que todas las encuestas coloquen a los integrantes de la PDI y Carabineros de Chile entre las instituciones más respetadas y respaldadas por la ciudadanía. Sí sorprende e irrita que muchos de quienes han injuriado y criticado durante años a estas instituciones, así como a las fuerzas armadas, y que hoy ocupan altas posiciones en la República aun no se disculpan ante ellas como corresponde por ética y mínima nobleza. La ciudadanía sabe que estas instituciones tienen restricciones en el uso de la fuerza legal para enfrentar a la delincuencia, el narco y los anarquistas, creando así desconcierto entre los agentes de la ley, lo que explica que haya disminuido el número de aspirantes a ingresar a Carabineros y muchos busquen un pronto retiro de la institución. Todos saben que reacciones policiales que son autorizadas en sociedades democráticas pueden costarle a los policías chilenos la carrera y demandas judiciales, así como quedar expuestos a aparecer identificados con foto, nombre y apellido en la prensa.

Como chilenos nos consume a diario la preocupación que causan las noticias de frentes en extremo críticos: inmigración ilegal, narco, delincuencia, etno-terrorismo, anarquismo, inflación, desempleo, polarización nacional, tomas de propiedades, plebiscito, etc. Pero en este abrumante paisaje no debe seguir ignorándose la incertidumbre en que viven hoy comunidades que hasta poco eran remansos de paz, tranquilidad y austero buen vivir, fuentes de tradiciones, el origen del Chile austero, sacrificado y resiliente que nutre el alma nacional. Si la perdemos, al país le llevará años, si no decenios, recuperar la unidad nacional y la vitalidad para impulsar la tarea de poner de nuevo a Chile en la senda del crecimiento, la prosperidad y una mejor casa para todos. (El Líbero)

Roberto Ampuero

Liquidez vuelve a niveles de noviembre de 2020: se acaban IFE y retiros

Se acabo la fiesta. Los meses de mayor liquidez para los chilenos está llegando a su fin, luego de haber sido fuertemente impulsada por las políticas públicas en medio de la pandemia.

De acuerdo a los datos del Banco Central, la liquidez de los chilenos alcanzó su peak en julio de 2021, tras la entrega del tercer retiro de los fondos de pensiones y los primeros pagos del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) Universal -que fue parte de los llamados “mínimos comunes” en la negociación política.

En ese mes el M1, que es el concepto más líquido de dinero, que está compuesto por los billetes y monedas en circulación, las cuentas corrientes y cuentas a la vista, alcanzó a $80,3 billones (millones de millones), en la cumbre de un camino que comenzó a ascender rápidamente desde el primer retiro de los fondos previsionales de los trabajadores, a mediados de 2020.

Ahora, en julio de 2022, el M1 retrocedió a $63,6 billones, en una caída interanual de 20,8%. Con esto, profundizó la baja del mes previo, de 16,8%, y es el menor nivel desde noviembre de 2020, explicado por todos sus componentes, según el Banco Central.

Más en el detalle, las cuentas corrientes, tanto de empresas como de personas, han disminuido en valores similares, alcanzando a fines de julio $14 billones y $23 billones, respectivamente. Con esto, las cuentas corrientes de firmas están 15,3% por debajo del nivel anotado en julio del año pasado, mientras que las de las personas registraron una baja de 22,9%.

De esta forma, la tendencia se pronfundiza en el camino de ir hacia los niveles que existían previo a estas medidas de ayuda adicionales que incrementaron la liquidez a niveles históricos, el principal impulsor de la inflación en el último año.

El gerente de macroeconomía de Inversiones Security, César Guzmán, señala que “estos niveles efectivamente son consistentes con una estimación simple de demanda por dinero y, de hecho, ya en la parte baja, lo que implica que la caída del dinero ha sido acorde con las condiciones económicas en las que estamos hoy, cerrando el desalineamiento que hubo en el 2020 – 2021″.

Así, el experto señala que hoy se ve un escenario más normalizado, sin el desalineamiento que “significó un impulso adicional a la inflación, y que hoy no está”.

¿MENOS PRESIONES?

“La resiliencia del consumo coincide con el mayor uso de la liquidez proveniente de las medidas de estímulo fiscal y de los retiros de los fondos de pensiones. De todas formas, esta sigue elevada en perspectiva histórica. Si bien el ahorro a plazo de los hogares se ha incrementado desde el tercer retiro, los saldos de las cuentas corrientes y a la vista de las personas muestran que la liquidez agregada de los hogares continúa muy por sobre sus niveles anteriores a la pandemia”, puntualizó el Banco Central en su Ínforme de Política Monetaria de junio.

Sin embargo, esta resiliencia se debería justamente a “un uso más intensivo de la liquidez remanente de las medidas de apoyo a los hogares”, señaló el instituto emisor. Esto, debido a que buena parte de los retiros e IFE no fueron gastados inmediatamente y ya hace un año se anticipaba que esto podría seguir generando presiones.

Respecto al escenario actual, el economista jefe de BCI, Sergio Lehmann, indica que “efectivamente, la liquidez en la economía se ha venido reduciendo, de la mano con el uso de esos recursos del lado de consumidores y empresas. En línea con eso, la demanda interna se irá ajustando más rápido hacia los próximos meses, reduciendo las presiones inflacionarias. Eso se verá con mayor nitidez hacia los últimos meses del año y con mayor fuerza en 2023. La Tasa de Política Monetaria es por lo demás altamente contractiva, la que naturalmente hará su parte en el ajuste”.

En una línea similar, el economista jefe de STF Capital, Sergio Godoy, puntualiza que “es claro que los estímulos de los dos años pasados están reduciéndose, tanto monetarios como fiscales. Esto es fundamental para que la economía se siga enfriando y la inflación vuelve a niveles más aceptables”.

De acuerdo a lo que ha venido informando el Banco Central, la inflación ha tenido como principal impulsor el aumento de la demanda interna, debido a la histórica alza de la liquidez, la que en cuentas corrientes de personas más que se duplicó entre fines de 2019 y lo que se contabilizaba en 2021.

Así, este retroceso en los niveles de liquidez quitarán una de las presiones adicionales que está teniendo actualmente el alza en el nivel de precios.

“En particular, la disminución de los estímulos afecta la inflación subyacente, especialmente la parte de Servicios que lleva los dos últimos meses aumentando a más dos dígitos en doce meses, aunque en este caso el tipo de cambio también juega un rol relevante”, agrega Godoy.

FA y PC endurecen posturas para realizar cambios tras el «Apruebo»

El escenario que escogieron fue el cuarto piso del Senado del Congreso en Valparaíso. Ahí llegó rauda la presidenta del PS, Paulina Vodanovic, para sostener una ronda de encuentros y conversaciones para lograr destrabar un acuerdo de reformas -el que se está negociando contrarreloj- a más tardar este jueves.

Para llegar a la oficina donde se desarrollaron las tratativas, Vodanovic entró por un costado, justamente por la cocina del comedor donde también arribaron su par de RD, Juan Ignacio Latorre, y el senador comunista Daniel Núñez. Ese fue el punto neurálgico donde este miércoles se llevaron a cabo las negociaciones, las cuales continuaban al cierre de esta edición y no estuvieron exentas de tensiones.

Antes de esa cita, a puertas cerradas entre los tres, Vodanovic se reunió en el mismo lugar, a partir de las 17.30, con los senadores PS Juan Luis CastroJosé Miguel InsulzaAlfonso de Urresti, Gastón Saavedra, Isabel Allende Álvaro Elizalde, este último, eso sí, ya se encontraba en esas oficinas desde más temprano.

En el lugar, la timonel PS -quien llegó con una agenda y su computador personal- comentó los alcances del acuerdo a los parlamentarios y los puntos más complejos que traban llegar a un consenso.

A ese encuentro se sumaron -30 minutos después- Núñez Latorre, con los cuales nuevamente se reunió a solas Vodanovic.

—En el Frente Amplio y en el PC hay un foco de intransigencia.

Ese fue el reclamo que hizo al término de la cita el senador Castro para dar cuenta que, hasta pasadas las 18.15, el acuerdo estaba en punto muerto. El senador, con evidente molestia, insistió en que no se ha logrado humo blanco debido a que los frenteamplistas y comunistas no quieren ceder en sus posturas.

El punto más complejo, según conocedores de las tratativas, es el sistema político, al cual no quieren realizar cambios sustantivos a lo que propone el texto de la Convención Constitucional. Si bien en un inicio el PC fue quien marcó la postura más dura, a través de su timonel, durante el paso de las horas, según transmiten los socialistas, ha sido el FA quien ha rigidizado sus planteamientos.

“El Socialismo Democrático ha colaborado para hacer todos los esfuerzos para que podamos ganar el plebiscito. No puede ser que la intransigencia del PC impida llegar a acuerdos”, señaló, por su parte, el senador De Urresti (PS).

Del sistema político son dos las áreas críticas que no quieren modificar: el sistema legislativo, debido a que no quieren darle más atribuciones a la Cámara de las Regiones -que reemplaza al Senado-, y las leyes de concurrencia, que son las que permiten que los legisladores presenten iniciativas que irrogan gasto fiscal.

Más tarde, pasadas las 19.30, llegó al mismo lugar el presidente del PC, Guillermo Teillier, quien solo se limitó a decir a la prensa que venía recién arribando al encuentro para sumarse a las negociaciones.

Lo relativo a las iniciativas que permiten el gasto fiscal es una materia que también ha sido advertida por el propio Presidente Gabriel Boric como área que hay que corregir. “Hay muchas cosas que mejorar, por ejemplo, me parece que hay cuestiones específicas, como la iniciativa de gasto de los parlamentarios; el tema de los sistemas de justicia, fortalecer el Poder Judicial. Pero yo quiero destacar las cosas buenas del proyecto de nueva Constitución también”, dijo el Jefe de Estado el pasado 28 de abril, en el matinal de Mega.

Y ahí, según afirma un sector del oficialismo, el Presidente ha insistido en que se debe perfeccionar. De hecho, el propio Mandatario ha liderado tratativas para intentar destrabar las negociaciones. En las últimas horas ha tomado su teléfono para contactar directamente a los timoneles de los partidos de las coaliciones de gobierno, ya sea para insistir en algunos puntos o pedir que abandonen otros.

“He conversado con el presidente del PC tal como he conversado con la presidenta del PPD y del PS y hay una amplia voluntad de mejorar los aspectos respecto de los cuales haya dudas en la implementación, como otros del proyecto constitucional que se pueden mejorar”, señaló el martes, en entrevista con un medio local de Puerto Montt.

El Presidente, de hecho, está jugando todas sus fichas para lograr sellar el consenso, sobre todo, porque fue él mismo quien, a inicios de este mes, “instó” a los partidos oficialistas a arribar a un acuerdo de reformas al nuevo texto constitucional. Después de ese llamado -y tras la resistencia inicial de Apruebo Dignidad-, las colectividades iniciaron las conversaciones “en serio”, como suelen advertir en ambas coaliciones.

En el oficialismo saben que el acuerdo tiene que sellarse a más tardar esta semana, con el objetivo de que tenga un efecto en favor del Apruebo, de cara al plebiscito del 4 de septiembre. Por lo mismo, agregan, urge zanjarlo lo antes posible.

Las horas previas

Las conversaciones han sido con extremo hermetismo, y no ha existido una instancia donde todos los presidentes de partidos se hayan reunido. Previo a la jornada de este miércoles en Valparaíso, varias de las tratativas habían sido telefónicas o principalmente por Zoom, incluso “uno a uno”.

Los mandatados para estos intercambios han sido los presidentes de las colectividades, lo que ha generado cierto resquemor en bancadas parlamentarias -principalmente la del PPD, donde existe una mayoría de independientes-, por no estar enterados al pie de la letra de los puntos de acuerdo. En el Socialismo Democrático, Patricio Morales, Natalia Piergentili y Vodanovic han liderado las tratativas. Mientras que en Apruebo Dignidad lo han hecho Latorre, Diego Ibáñez y Teillier.

La tarde del martes, de hecho, había relativo acuerdo para que todos los timoneles se conectaran telemáticamente. Sin embargo, esa instancia se vio frustrada. ¿La razón? Varios de quienes encabezan las tratativas -sin dar mayor detalle- advierten que ante algunos puntos requeridos por el FA y el PC, hubo intenciones desde el Socialismo Democrático de “tirar el mantel” y abandonar las conversaciones, un intento que fue contenido -principalmente- por el presidente del PL, Patricio Morales.

Vodanovic, en los hechos, ha oficiado como “guardiana” del borrador y no ha sido compartido el documento de manera física, sino que solo se ha divulgado su contenido en las reuniones: mostrándolo o leyéndolo directamente desde su notebook. Sin embargo, quienes han escuchado la lectura de la presidenta del PS confirman que en el “preámbulo” del documento parte con una referencia al llamado que hace el Presidente Boric.

Tal ha sido el hermetismo, que un documento del PC -distribuido a Jackson y a los presidentes de partidos- con puntos que consideran razonables incluir (y otros que plantean que se deben mantener) no ha trascendido fuera de las negociaciones.

El rol de Vodanovic, en todo caso, es de los últimos días. Esto, porque en el Socialismo Democrático (particularmente el PPD y el PL) debieron embarcar al PS -quienes habían refrendado la postura de “aprobar sin vacilaciones- con la idea propuesta por la presidenta del PPD, Natalia Piergentili, quien ha empujado desde hace dos meses el “aprobar y mejorar”, la cual quedó consignada en un documento partidario.

Hasta el cierre de esta edición, está fijado que a las 18 horas de este jueves se reúnan por primera vez todos los presidentes de partidos. Sin embargo, es una incógnita cuál será la puesta en escena si el acuerdo arriba a buen puerto. Lo que sí está claro, es que si resulta, hay intenciones de hacer una entrega formal al Presidente Boric.