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Contagio fuera de control

Contrariando lo que todos aprendimos durante la pandemia, el gobierno se ha negado a aislar a los afectados por el escándalo del caso «transferencias a fundaciones». En vez de circunscribir el problema y limitar su impacto, la actitud del gobierno del Presidente Gabriel Boric ha permitido que el escándalo se ramifique hacia otras reparticiones públicas.

Si bien inicialmente el daño se pudo haber limitado a los ministerios de Vivienda y Desarrollo Social, a estas alturas de la crisis, parece no haber ministerio que no haya sido salpicado por la compleja trama de asignaciones abultadas e injustificadas a fundaciones asociadas al oficialismo y, en particular, al Frente Amplio.

Después de haberse caído estrepitosamente de la cima de superioridad moral en la que se había injustificadamente encumbrado, el gobierno ahora parece obstinado en creer que es demasiado especial como para tener que seguir el mismo camino que normalmente siguen los gobiernos para superar las crisis. Pero tal como fue un error pretender ser más puro y probo que el resto de la clase política, también es erróneo creer que las dinámicas que aplican normalmente en la política no aplicarán a este gobierno.

Lamentablemente, este inexperto, pero no tan joven, gobierno se niega a aprender lecciones de la historia. Para Boric y su círculo cercano, la historia es un fetiche para recordar, idealizar y conmemorar, no un libro de texto del que aprender. Pero si el gobierno revisara los escándalos de corrupción que azotaron a gobiernos anteriores, aprendería que siempre debe haber un chivo expiatorio que sea apropiado para la profundidad del escándalo y el daño causado. La historia también le permitiría a Boric saber que a menudo el problema está más en los esfuerzos por encubrir el escándalo más que en el escándalo en sí.

La voz de la experiencia llamaría a tratar de cortar por lo más sano de una buena vez. Un profundo cambio de gabinete sería mucho mejor que seguir con este desangre permanente que inmoviliza al gobierno y pone freno a importantes prioridades que la ciudanía demanda. Pero como Boric, desde el día uno, siempre privilegió las amistades en los nombramientos a posiciones clave de su administración, el Presidente que jamás logró titularse de abogado ahora tampoco parece capaz de darse cuenta de que, para poder empezar a salir del foso en que se encuentra, primero necesitará sacrificar a su amigo Giorgio Jackson. Aunque es evidente a estas alturas que Jackson le ha hecho más mal que bien al proyecto refundacional del gobierno de Boric, el Presidente parece incapaz de entender que las urgencias sociales requieren la salida de Jackson del gabinete.

Pero si nos regimos por lo que ha sido el gobierno de Boric hasta ahora, el camino más probable parece ser el de los tropiezos constantes, la multiplicidad de errores no forzados y el voluntarismo irresponsable e insensato que ha llevado al gobierno a dos aplastantes derrotas electorales en menos de 18 meses en el poder.

De haber cortado por lo sano cuando ya se hizo evidente que Jackson no podría seguir en el gobierno, Boric tal vez hubiera tenido tiempo de reiniciar su administración y prepararse para conmemorar dignamente el quincuagésimo aniversario del doloroso quiebre de la democracia en 1973. Al demorarse tanto en cumplir con su deber político, Boric ha teñido a las conmemoraciones del aniversario del golpe de un impúdico color a corrupción que enloda la trayectoria política de la izquierda democrática del país.

Esa torpe excusa de que Boric sabe que debe cambiar el gabinete, pero no quiere hacerlo mientras la derecha más dura lo presiona a hacerlo equivale a reconocer que la música la pone la derecha y no su propio gobierno. Como Boric necesita retomar el control de la agenda con celeridad, debe demostrar que es capaz de hacer lo que es necesario independientemente de lo que diga o deje de decir la oposición.

Ya parece evidente que Boric no será el Presidente profundamente transformador que aspiraba a ser. Boric ya no pudo enterrar la Constitución de Pinochet y remplazarla por una de su agrado. Cada día es más difícil que el Mandatario deje un país mejor del que recibió cuando asumió el poder. Pero si quiere construir un legado que permita que la historia lo muestre como un buen Presidente -y no como el periodo menos exitoso desde el retorno de la democracia- el inexperto y obstinado Presidente deberá finalmente atreverse a cortar por lo sano y resetear su gobierno con un cambio de gabinete que refleje la complejidad del momento por el que pasa el país y la profunda crisis por la que atraviesa su gobierno. (El Líbero)

Patricio Navia

Test democrático de AFP’s e Isapres

Respecto de la información dada por el Presidente Boric sobre sus razones para oponerse a la libre elección en salud y pensiones, consistentes en que “no habrían pasado ningún test democrático”, curiosamente ambas son demandadas por la población en las encuestas como prioritarias: los fondos previsionales a sus cuentas individuales y libertad de elección en salud. Parecen suficientes argumentos democráticos como para no tratar de eliminarlos. (El Mercurio Cartas)

Juan Ariztía M.

Casen: ¿pobreza sin campamentos?-Sebastián Izquierdo

¿Cómo podemos entender que en la reciente CASEN 2022 la pobreza haya bajado de 2.109.436 personas en 2020 a tan solo 1.292.521, en un contexto en el que los campamentos en nuestro país han crecido exponencialmente? La respuesta radica en que, si bien la metodología de aquel estudio contempla la inclusión de hogares en campamentos en el marco muestral de viviendas particulares generado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el número de inclusión de estas residencias no permite tener el nivel de representatividad para hacer el análisis contrafactual con los hogares en viviendas particulares que no están en estos asentamientos irregulares (hoy no está contemplado como variable de estimación en los objetivos del estudio). Dicho esto, es a lo menos paradójico que al medir la pobreza se esté obviando la representatividad de los numerosos campamentos conformados por hogares vulnerables que residen en viviendas precarias, en terrenos en posesión irregular y que carecen de acceso estable a servicios básicos. No debemos olvidar que si el objetivo de la CASEN es contar con diagnósticos actualizados de los grupos prioritarios para la política nacional, la encuesta no debería dejar afuera a un grupo que hoy es tan significativo y que además se encuentra en una situación tan precaria.

Siguiendo la línea anterior, es importante examinar con mayor precaución los resultados positivos de la última Casen, pues en realidad la actual situación en relación a la cantidad de campamentos contrasta significativamente con la que estábamos acostumbrados desde las últimas tres décadas. El aumento de asentamientos informales se atribuye al alto costo de los alquileres, la búsqueda de independencia residencial de los allegados y los bajos ingresos. Todo esto, en un contexto marcado por crisis sociales, sanitarias y migratorias, que producen una mayor vulnerabilidad y que han perjudican el orden público. Así, actualmente estamos frente a un problema mayúsculo. Hoy son más de mil campamentos (1.091 según el MINVU y 1.290 según TECHO), en los que la mitad de las más de 210 mil personas tienen ingresos por debajo de la línea de la pobreza y un 40% son de hogares conformados por migrantes.

En medio de esta profunda crisis habitacional, alrededor de 670 mil familias carecen de condiciones adecuadas para llevar una vida segura, estable y privada, como se plantea en la iniciativa Déficit Cero. Más allá de los tradicionales catastros nacionales de campamentos, necesitamos herramientas que nos permitan comprender mejor el fenómeno aquí descrito, para poder de esta forma implementar de manera integral y eficiente un Plan de Emergencia Habitacional, más allá del 24,8% de avance de las 260 mil viviendas comprometidas para fines de este gobierno. Por ejemplo, la CASEN podría ajustarse para incluir específicamente la medición representativa de hogares y población residente en campamentos, o en su defecto, otro instrumento capaz de complementar los resultados finales de la CASEN (que se realice durante el mismo período).

Aunque pueda haber dificultades metodológicas, la magnitud del problema hoy justifica el abandono de enfoques parciales en favor de un enfoque integral que oriente las políticas sociales integradamente. Así se podría no solo caracterizar y articular apoyos destinados a esta dramática situación socio-demográfica, sino también abordar cuestiones de propiedad y orden público, considerando que el problema no es homogéneo y que hay intereses ilícitos detrás de cerca del 20% de los hogares asentados informalmente (Atisba, 2023) (Ex Ante)

Sebastián Izquierdo

Capitalismo

Se trata de un concepto satanizado. Paradoja, los llamados países capitalistas desarrollados han sido los únicos donde ha habido lo que se asemeja a una derrota de la pobreza. Y por algo atraen con imán a masas de inmigrantes a como dé lugar. ¿Será por el magnetismo del pecado y lo pecaminoso? Y esos países, ¿son prósperos porque explotan al resto del mundo? Ya pocos creen esta afirmación, mientras que hace 50 años era un dogma para tantos.

Cuando uno de nuestros ancestros no comió todos los frutos recogidos en el día, sino que guardó una parte de ellos, “inventó” lo no consumido, es decir, un capital. Viene a ser la fuente original del capitalismo. Incluso el comunismo primitivo —si es que existió— no podía prescindir de este rasgo; el comunismo moderno en los países marxistas lo hizo con fuerza y simulación. La única diferencia estribaba en que no había propiedad privada en la economía.

Aquel protocapitalismo tuvo una larga historia. El dinero, en la forma de metales, que está en el comienzo de toda civilización, significó un salto descomunal, quizás más golpeador —o exultante— que el advenimiento de nuestra era digital, una primera experiencia de enajenación material, el trabajo traducido a monedas, y nadie ha podido escapar a esta realidad. Los instrumentos financieros como las letras de cambio tienen unos 700 años; el desarrollo de la banca fue su corolario ya antes de la modernidad.

Después vino lo que literalmente cambió y seguirá transformando peligrosamente la faz de la tierra, hoy nuestro máximo peligro y a la vez, en cuanto sociedad técnica, fuente de rescate. Entre el 1700 y el 1800 confluyeron todos estos procesos, junto con la eclosión de la ciencia como autoridad reconocida y su incidencia en la técnica; la expansión de los países comerciales en un contexto global; la guinda de la torta vino con la llamada Revolución Industrial del 1800, tras lo cual hubo un no retorno. Y un convidado de piedra que al final ayudaría a configurar esta modernidad, la teoría económica coronada como gran ciencia social, con pretensiones de ciencia exacta (usa con profusión instrumentos de esta, pero no alcanza ni puede alcanzar su estatus), y la popularización de este lenguaje, ya sea en la apologética y en el vilipendio, como su empleo a destajo por los semicultos. Una sociedad abierta, democrática, no puede renunciar a que los lenguajes de la alta cultura y del pensamiento sean parte de la masa de semiletrados; lo otro sería confiar en una logia inapelable de sabios, lo que tampoco es nada de buena receta.

Esta economía moderna —debería ser el verdadero nombre de lo que algo desaprensivamente se llama capitalismo— es la que ofrece la posibilidad —no es más que esto— de independizar a los hombres de la fatalidad material, en la medida que esté al alcance de nuestra especie. ¿Por qué la ira contra ella o, si se insiste, contra el capitalismo? Por un rasgo inextinguible en lo humano, por decirlo de una manera poco fashionable, porque somos cuerpo y espíritu. Las apetencias materiales constituyen una fuerza tantas veces irresistible, una esfera de nuestro ser que, dentro de sus límites, tiene legitimidad (por otro lado, el castigo al cuerpo del anacoreta puede ser una manera de amor reprimido por el cuerpo), pero no van a satisfacer jamás esa búsqueda de sentido que está inscrita en nuestro ser y que se expresa de mil maneras.

Apetecido, codiciado, gozado, el llamado capitalismo no será jamás amado. Y si renunciamos a la economía moderna, la sociedad humana se va a precipitar al abismo. El dilema es también una cruz y una salvación, nos fuerza a ser humanos, porque siempre nos moveremos entre esos polos. (El Mercurio)

Joaquín Fermandois

La oposición y la reforma de pensiones

En política no todo es como parece. El objetivo principal de la reforma previsional del Gobierno no es mejorar las pensiones (ese es el caramelo para lograr apoyo popular), sino introducir un par de píldoras envenenadas: 1) control del gobierno del mercado de capitales; y 2) reparto que llevaría a la quiebra del sistema.

La primera píldora debilita la economía de mercado, al permitir el control del crédito por parte del Estado, que intervendría en el financiamiento de la inversión eligiendo proyectos a gusto del político y a costa del pensionado, pues serían menos rentables. La segunda píldora permitiría al gobierno realizar transferencias intergeneracionales que favorecerían a pensionados actuales, dejándole el muerto a futuros gobiernos que tendrían que financiar a los jubilados del mañana.

Pero la oposición tiene la posibilidad de dejar que la gente tome el caramelo de las mejores pensiones, evitando la destrucción del sistema. Para eso debe negociar propuestas que resuelvan de verdad los problemas que existen. Parte de la tarea está hecha con la creación de la PGU en el gobierno de Piñera. Faltan medidas como las siguientes: 1) aumentar la PGU al valor de la línea de pobreza; 2) adicionalmente, llevarla a la tasa de reemplazo (pensión/remuneración) promedio de la OCDE (62%); 3) subir además 30% la PGU a mujeres que han cotizado al menos 15 años y a inválidos. Cálculos de LyD estiman que esto costaría 0,43% del PIB, cerca de 1.300 millones de dólares anuales.

Con ello se hace solidaridad verdadera, de ricos que pagan impuestos a pobres con pensiones bajas, y no redistribución desde trabajadores hacia quienes determinen los políticos. La población más vulnerable queda así cubierta. Además, se debe resolver el problema de la clase media. Para ello, es clave el aumento de cotización de 6% que debe ir toda a cuentas individuales, administradas por quien elija el trabajador. Cualquier punto menos nos alejará del objetivo. La caída de las tasas de interés mundiales y el envejecimiento poblacional lo exigen (incluso podrían requerir mayores tasas en el futuro).

Para los valientes que prefieren al Estado gestionando sus ahorros, podría autorizarse un administrador público con las mismas reglas del juego de los privados. Por algo en los últimos 30 años 82 países con reparto han debido aumentar las tasas de cotización, 65 aumentar la edad de jubilación y 67 disminuir los beneficios: el reparto viene de vuelta.

Como se advierte, nada que ver con lo que discutía la fenecida comisión “técnica” nombrada por la ministra Jara, que analizó propuestas basadas en nula evidencia (que cambiaban día a día) para despostar el sistema como un animal en el matadero. El diálogo sobre el destino del 6% mantiene ocultas las píldoras envenenadas del proyecto. El gobierno debe negociar en serio si quiere reforma.

El ministro de Hacienda debiera tener la honestidad intelectual de admitir que el sistema chileno ya contempla solidaridad (la nueva PGU hace que de las pensiones pagadas casi la mitad provenga de subsidios y no de ahorros personales). Es una mentira que los pensionados deben rascarse con las propias uñas. La solidaridad de nuestro sistema de pensiones es más progresiva que la del proyecto Marcel-Jara. Hay muchas formas de aumentar las pensiones de los chilenos al día siguiente de la reforma, no en 30 años más. Aquí les he descrito una de ellas, que tiene la ventaja de no destruir el mercado de capitales.

Presidente, no use más a los pensionados para refundar Chile: mejor súbales las pensiones. (DF)

Luis Larraín

AFP responden al Congreso: «Si las pensiones son bajas no es por las AFP»

Un sinfín de preguntas fueron realizadas el pasado martes 1 de agosto a las AFP que estuvieron invitadas a la discusión legislativa en el marco de la reforma previsional en el Congreso.

Sin embargo, por problemas de tiempo, las administradoras no pudieron responder todas las consultas que realizaron los diputados de la comisión de Trabajo y Seguridad Social de la Cámara Baja.

Dado lo anterior, las compañías decidieron responder por escrito a dicha instancia, esto pese a que estaban invitadas mañana martes nuevamente al Congreso.

Entre las preguntas que realizaron los parlamentarios figuraban varias en torno a la autocrítica que hace la industria por las bajas pensiones. «Si las pensiones son bajas no es por las AFP», señalaron desde la Asociación de AFP en el escrito enviado al Parlamento.

Con todo, reconocieron: «faltó haber enfatizado y comunicado mejor a la ciudadanía la importancia del ahorro y el efecto de las lagunas en su pensión».

Así, manifestaron que «mirando hacia atrás, se debió ser mucho más enfático en las comunicaciones con las autoridades y reguladores, de las distintas medidas que se debían tomar tanto en el mercado del trabajo como en pensiones.

COMISIONES Y UTILIDADES 

Sobre una eventual baja en comisiones, sostuvieron que «una reducción de comisiones implicaría un mayor salario líquido, no una mayor pensión». 

Y respecto a la crítica en torno a las utilidades que exhiben las administradoras, aseguraron que «el impacto de rebajar en 50% las utilidades de las AFP sería de en torno a 3% a 4% en la pensión». Y recalcaron que en un caso hipotético, de repartirlas, alcanzaría para un año.

Además se refirieron a las comisiones de intermediación, otro de los temas que ha sido discutido por los técnicos y el mundo político. «Pese a que hoy se informan los montos pagados, aún hay espacio para una mayor entrega de información a los afiliados respecto a las comisiones pagadas a terceros de parte de las AFP», señalaron.

Para la Asociación que reúne a seis de las siete AFP, «hay cierta coincidencia entre expertos y técnicos en que una reforma que elimine lo que se ha construido en estos 40 años para crear desde cero un nuevo sistema, aportaría más incertidumbre y temores». 

REORGANIZACIÓN DE LA INDUSTRIA

También fueron críticas respecto de la separación de funciones que plantea la iniciativa que está actualmente en su primer trámite constitucional en el Congreso. «Este proyecto restringe la competencia», advirtieron.

Para el gremio, «siempre es deseable la competencia en igualdad de condiciones», pero cuestionaron que la iniciativa «crea un ente que monopoliza todas las funciones que hoy realiza cada administradora».

La separación de la industria que propone la iniciativa gubernamental sigue siendo uno de los nudos críticos. Las administradoras aseguraron que no existe evidencia de que genere economías de escala e indicaron que no tiene un efecto positivo sobre las pensiones.

«No existe evidencia empírica ni demostrada que para subir pensiones haya que reorganizar funciones», manifestaron.

Es más, alertaron que «las pensiones probablemente bajarían, ya que habría menos competencia y asimetría en favor del Estado, reduciéndose los estándares internacionales que hoy tienen con menor tecnología, menor innovación, menor conocimiento de punta, etc. en todos los procesos de inversiones».

Respecto a la posibilidad que ha surgido de migrar hacia un modelo como el de la Administradora de Fondos de Cesantía (AFC) -que es un holding gestionado por las AFP y sus controladores vía una licitación- argumentaron que «la AFC está diseñada para responder ante un evento contingente, las AFP responden ante una situación permanente y cierta como es el pago de pensión». (DF)

Impostura fiscal-Magdalena Merbilháa

Se habla de “pacto fiscal”. Un pacto requiere un acuerdo, que ambas partes estén dispuestas a algo. La verdad es que lo que el gobierno intentó presentar no es un “pacto”, es una “impostura”.  Eso es lo que sucede cuando una de las partes, sin importarle lo que el otro piensa decide y dispone de lo que no le es propio.

Lo cierto es que volver a hablar de reforma tributaria, no tiene piso legal, ni moral en Chile. Buscar aumentar la recaudación fiscal quitándole más a las personas es algo que no corresponde en un escenario en el que vemos malgastar los recursos ya acumulados para beneficio no precisamente de los más necesitados.

El panorama de corrupción evidente implica no poder hablar de “pacto fiscal” hasta que no haya un real “pacto de probidad”. El Estado no tiene dinero y se lo quita a las personas usando el monopolio de la fuerza que le entregamos. Por lo mismo, la probidad es más importante en el Estado que en el mundo de los privados. Maneja plata que no produce, administra recursos ajenos. Por eso cuando esos dineros que se le confían para ciertos fines se malgastan en otros, es complejo. Si se gastan en montar un mecanismo para que varios personeros literalmente “lucren” de la pobreza, entonces el nivel de corrupción y falta de moral, les quita todo posible piso para amentar la carga impositiva de las personas.

Además, no podemos perder de foco que la reforma tributaria presentada este año, fue rechazada. Por lo que no se puede volver a presentar. Cambiarle el nombre es algo fuera de la ley. Es un abuso de poder. Esta impostura, llena de show y parafernalia anunciada comunicacionalmente desde un cité es más que grotesco. Es vergonzoso y desvergonzado. Antes de volver a tocar el tema de los impuestos el gobierno debe hacerse cargo de dar una señal real a la ciudadanía de querer combatir la corrupción. Mostrar que el “caiga quien caiga” es real y tomar medidas específicas contra quienes no sólo son responsables en la ejecución, sino los responsables políticos.

La liviandad con la que el Presidente dice” los que tienen más pagarán más” es casi tan grotesco como sus dichos con relación al valor de su carrera en la Universidad de Chile. Parece ser que el Presidente no entiende del valor real de las cosas. Su carrera dista mucho de costar lo que el dice. Esto evidencia que siempre ha sido alguien a quien le han pagado las cosas y por lo mismo, no entiende el real valor de estas. Eso que sucede en su falta de rigor en sus dichos en Europa es lo que vemos con la falta de rigor y la liviandad con la que muy suelto de cuerpo, decide disponer de los recursos que otros han generado con esfuerzo. Este es el real problema de eliminar el esfuerzo y no comprender la real justicia -darle a cada uno lo que es de propio suyo y no lo mismo.

Chile preocupa, avanza a un camino sin retorno de corrupción y abiertamente de crimen organizado en el que los que trabajan y generan empleos son estrujados hasta más allá de lo justo para “servir” a una “casta”  de personas, que en buen chileno llamaríamos “pencas” de poco valía e incapaces de generar valor. Cuando un país premia a los incompetentes y castiga a quienes generan riquezas es el comienzo del real “decrecimiento” del que muchos de los “jóvenes” y no tan jóvenes del Frente Amplio querían promover.

En este contexto es bueno recordar que la Constitución está hecha precisamente para proteger a los ciudadanos de este Leviathan injusto y devorador, protegernos del Estado.  Queda claro que no hay piso para “pacto fiscal” y tampoco para “ impostura fiscal”. Aclaremos lo del mecanismo de fundaciones, devuelvan los dineros mal habidos, rindan cada peso ejecutado y gasten menos. Eso debiera ser más que suficiente para financiar lo necesario. (El Líbero)

Magdalena Merbilháa

Contribuciones: urgente establecer límites-Javier Cortés

Se ha instalado el debate sobre la exención de impuesto territorial a la vivienda familiar, a propósito de las enmiendas propuestas por el Partido Republicano al proyecto constitucional.

La discusión radica en la legitimidad de que el Estado cobre impuestos a las personas por un inmueble que es de su propiedad y para cuya adquisición se han pagado ya otros impuestos. Es, además, un impuesto sobre impuesto, dado que salvo algunas excepciones, no puede descontarse de los impuestos personales y en consecuencia las familias pagan las contribuciones con sus ingresos mensuales, que ya han pagado impuesto a la renta.

Hay quienes sostienen que este impuesto sólo lo pagan los ricos. Más allá del prisma ideológico, el argumento no se sustenta en los hechos. El tramo habitacional exento alcanza sólo los S 48 millones de avalúo fiscal, y casi un millón y medio de inmuebles con destino habitacional se encuentran afectos a este impuesto. Por otra parte, las personas que tienen bienes raíces de alto valor pagan, además de las contribuciones, la sobretasa de bienes raíces, con tasas que alcanzan 0,425% y que se aplican sobre la suma de los avalúos fiscales de las propiedades de personas naturales y jurídicas.

Pero existe otro componente que ha otorgado relevancia a esta discusión, que es el aumento exponencial del avalúo fiscal de los inmuebles en los procesos de reavalúo que realiza el Servicio de Impuestos Internos cada cuatro años, lo que ha multiplicado el impuesto a pagar. De acuerdo a datos del SII, sólo desde 2017 a la fecha el avalúo no agrícola ha aumentado un 92%.

Lo cierto es que este impuesto al patrimonio tiene varios elementos que son abusivos para los contribuyentes. Aunque parezca increíble, no existe un límite legal para los avalúos que practica el SII (salvo un límite relativo al aumento del impuesto a nivel nacional), lo que deja en la práctica a su discreción la determinación de la base del impuesto.

En realidad, no hay forma de conocer los fundamentos del SII para calcular los reavalúos, lo que es especialmente grave considerando que se trata de un impuesto cuya determinación y recaudación recae en el mismo Servicio, sin participación de los contribuyentes.

A lo anterior se agrega que discutir la determinación del avalúo ante los tribunales es extremadamente complejo, dado que las causales de reclamo que dispone el Código Tributario se limitan a eventuales errores de cálculo en la aplicación de tablas de valores, que son establecidas por el propio Servicio de Impuestos Internos.

Por último, considerando la necesidad de asesoría especializada, el riesgo de cobranza y remate por parte de Tesorería, y el costo de involucrarse en un juicio que puede demorar años, las personas se ven obligadas a aceptar un impuesto que resulta en muchos casos excesivo e injusto.

Evidentemente, resulta necesario discutir sobre la obligación de pagar este impuesto a la casa propia y es urgente limitar el avalúo fiscal a un porcentaje del valor comercial, permitir a las personas deducir el gasto de los impuestos personales y eximir de su pago a los adultos mayores. (DF)

Javier Cortés

Cambios de gabinete: lo político y lo técnico

Es reiterado que la opinión pública comience a establecer la pertinencia de un cambio de gabinete. La oposición aprovecha estas instancias para tensionar al gobierno. El oficialismo, por su parte, para renovar el equilibrio de fuerzas. Mucho se habla de los desempeños individuales de ciertos ministros y, acto seguido, se pone el foco en la trayectoria y credenciales profesionales de posibles reemplazos. ¿Será correcto evaluar el desempeño político, y al mismo tiempo, buscar alternativas de expertise técnico?

Me topé con una entrevista al expresidente Eduardo Frei Montalva donde reflexionaba sobre el rol de los ministros, la construcción del gabinete y las habilidades políticas involucradas. Una ingeniería política que debe considerar, en términos generales, que el ministerio es un espacio político, un saber que no puede ser improvisado por personas que no hayan tenido previamente una vida política. Las subsecretarías, por su parte, son los espacios subordinados a la gestión política donde se desarrolla la gestión administrativa y el saber técnico.

Frei Montalva comenzaba su reflexión abordando la variable experiencia política. Un aprendizaje clave para él, era no confundirse con la variable joven o viejo. Lo importante era la trayectoria política independiente de la edad. “Muchos famosos o nombres con altas credenciales técnicas saltan por primera vez a la vida pública y a la responsabilidad política…frente a los halagos y aplausos del cargo, se creen omnipotentes y antes de los dos meses están descubiertos, tontos en vitrina…el costo de esta improvisación es muy cara para el país”. Los ministerios no son espacios para descubrir la política y lo político.

Una segunda reflexión gira entorno a la variable humildad. Ministros técnicos que enamorados de su verdad desprecian la política. Ministros que difícilmente pueden llevar la relación política con el Congreso. Para Frei Montalva, el político siempre debe tener la humildad de reconocer a su contradictor que, en su mirada, es una persona que muchas veces es más inteligente que uno. Entender la política como avanzar con los que piensan distinto, te enseña a ser más cauto y humilde. Aprender a desprenderse de la propia verdad es clave para poder entenderse, construir acuerdos y obtener avances políticos.

Para nuestro gobierno, sin mayoría en ambas cámaras, es clave absorber este aprendizaje de Frei Montalva. Muchos gobiernos se han demorado años: los independientes de Bachelet I, los gerentes de Alessandri o los mejores de Piñera I. Todos ejercicios frustrados por carecer de profundidad política. El buen ministro no es un mero gestor administrativo o el más férreo defensor de sus ideas. El ministro construye acuerdos donde no hay puntos de encuentro evidentes, da conducción política y delega de forma eficiente la gestión pública y presupuestaria. (La Tercera)

Patricio Morales

Cientista político y expresidente del Partido Liberal

IPC de julio sube 0,4%, moderando el registro de 12 meses a 6,5%

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió un 0,4% en julio, informó el martes el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en una variación que se ubicó sobre lo esperado por una mayoría de los analistas. Con el registro, la inflación en 12 meses a julio se moderó a 6,5%, un nivel que no se veía desde fines de 2021.

El INE indicó que en julio «destacaron las alzas de alimentos y bebidas no alcohólicas y de recreación y cultura, y la disminución de vestuario y calzado.  «Seis de las 12 divisiones que conforman la canasta del IPC aportaron incidencias positivas en la variación mensual del índice, cinco presentaron incidencias negativas y una registró nula incidencia», dijo en un comunicado.

Analistas esperaban un alza del IPC de 0,3% el mes pasado y de 6,4% en 12 meses, de acuerdo con el consenso de las estimaciones en la encuesta de Bloomberg.

«Entre las divisiones con aumentos en sus precios destacaron alimentos y bebidas no alcohólicas (1,2%) con 0,261 puntos porcentuales (pp.) y recreación y cultura (1,9%) con 0,122pp. Las restantes divisiones que influyeron positivamente contribuyeron con 0,149 pp., en conjunto», dijo el INE.

A su vez, entre los segmentos que consignaron bajas mensuales en sus precios destacó vestuario y calzado (-2,7%). Aqui, de los 28 bienes que componen la división, 22 consignaron descensos en sus precios, destacando zapatillas y zapatos para mujer.

A nivel de productos, destacaron las alzas mensuales en paquete turístico (9,5%), carne de vacuno (3,5%), papa (20,2%), servicio de transporte en bus interurbano (10,6%).

Entre los descensos se ubicaron electricidad (-3,6%) y servicio de transporte (-6,6%).

ZOOM AL ÚLTIMO AÑO

En este contexto, las únicas divisiones que muestran caídas anuales son transporte y comunicaciones, de 1,5% y 2%, respectivamente.

Considerando las medidas más específicas, el IPC de frutas y verduras fue el único grupo que mostró una aceleración de precios en julio en términos anuales, desde 7,1% a 9,4%.

Frente a esto los precios sin energía ni alimentos mostraron una moderación hasta 6,2% y los bienes transables y no transables a 5,8% y 7,3%, en cada caso.

A su vez, el IPC sin volátiles se moderó desde 9,1% a 8,5% en el último año. (DF)