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Con los pies “en la calle”

El PC es un partido sui generis —se aferra a una ortodoxia ideológica definitivamente inexistente en el mundo—, pero igual conviene entenderlo. Encarna una racionalidad ladina, sinuosa, que asoma a través de sus dirigentes, como la declaración del senador Daniel Núñez el mes pasado: “Estar con los dos pies en la calle y dos en La Moneda”, cuando apoyó la manifestación de los pescadores artesanales a raíz del proyecto sobre el fraccionamiento de la pesca. Lo había dicho mucho antes, al emplazar al gobierno del Presidente Boric a apoyarse en la movilización social para realizar las reformas emblemáticas.

En la ocasión reciente, la entonces ministra Jeannette Jara se hizo eco, estimando la convocatoria “muy consistente con la política que hemos siempre desarrollado y llevado adelante los comunistas”. Y es cierto, claro que los “pies en la calle” tienen denotaciones diversas, dependiendo de las “condiciones objetivas”. Pueden referirse a una movilización programada, como a recurrir “a todas las formas de lucha” en su forma extrema, que incluyen la lucha armada, como ocurrió en 1983 con el FPMR. Ambos militantes citados niegan haber incitado a la violencia y puede ser verdadero, pero saben de sobra que hay manifestaciones que suelen derivar en acciones violentas, como resultó la última.

Cuando se ha formulado ese llamado, cuenta llamativamente con la crítica de la multipartidaria oficialista, desde el PPD, PS y DC, con los siguientes argumentos de diputados: convocar a manifestaciones sociales para aprobar reformas —de las pensiones en este caso— es una irresponsabilidad; se pueden adoptar otras formas, como el diálogo entre el Gobierno y el Congreso, que es un mecanismo más propicio, y no la imposición; una cosa muy distinta es exigir movilizaciones para forzar los cambios; los ejes determinantes deben ser el diálogo, la tolerancia y el respeto; promover la movilización social —sobre la ley de pesca— cuando se gobierna es francamente un despropósito; no se puede estar agitando al país por una parte y por otra intentar gobernar; hay parlamentarios que venden ilusiones y cuando hay violencia no son capaces de hacerse cargo de los efectos.

El subsecretario del Interior, Luis Cordero, en el último caso, señaló que las manifestaciones son constitucionalmente legítimas, pero tienen límites, “sin atentar contra el derecho y bienes de terceros”, sin imponer propuestas “unilateralmente mediante la violencia… Eso, en un Estado de Derecho, es inadmisible… el Gobierno tiene una posición intransable sobre el punto”. Declaración que fue comentada recordando episodios del “octubrismo”. (El Mercurio)

Álvaro Góngora

Cadem: Matthei lidera con 20% y Jara supera por primera vez a Tohá

Anoche se dio a conocer la segunda encuesta Cadem del  mes de abril, que señala que el 28% cree que la próxima presidenta de Chile será Evelyn Matthei, seguida por José Antonio Kast (14%) y Johannes Kaiser (13%).

  •  Más atrás están Carolina Tohá (5%), Jeannette Jara (3%) y Gonzalo Winter (3%). El 28% no sabe o no responde.
  • En preferencia presidencial espontánea, Matthei se mantiene en el primer lugar con 20% (2 puntos más que la semana pasada), seguida por Kaiser con 15% (2 puntos más que hace siete días) y Kast con 14% (3 puntos más que la semana pasada).
  • Más atrás se ubican Jara (5%) que supera por primera vez a Tohá (4%, 2 puntos menos que la semana pasada), Winter (3%, 2 puntos ), Franco Parisi (3%, un punto más), Michelle Bachelet* (2%), Marco Enríquez-Ominami (1%) y Tomás Vodanovic (1%). 2% menciona a “otros” y 30% no sabe o no responde.
  • De esta manera, Carolina Tohá registra su cuarta caída consecutiva en la encuesta Cadem, pasando del 10% que tenía a mediados de marzo al 4% actual.

Evaluación de personajes. El alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic, es nuevamente el personaje político mejor evaluado con 65%. Le siguen Claudio Orrego con 60%, Mario Desbordes con 56% y Evelyn Matthei con 54%.

  • En tanto, Kast llega a 45%, Kaiser a 40% y Jara a 40%, cayendo 18 puntos en comparación a cuando era ministra.
  • Carolina Tohá alcanza el 32%. Los tres peor evaluados son Constanza Martínez (24%), Guillermo Ramírez (23%) y Lautaro Carmona (17%).

Aprobación de Boric. Por su parte, en la segunda semana de abril, un 27% (4 puntos menos que la semana pasada) aprueba y un 69% (3 puntos más que hace siete días) desaprueba la gestión del Presidente Gabriel Boric.

Aranceles e imagen de Trump. En otro tema, la imagen positiva de Donald Trump en Chile cayó 9 puntos en un mes a 31% y sólo un 20% cree que su gobierno será positivo para nuestro país, 31 puntos menos que en noviembre pasado.

  • Además, un 84% está en desacuerdo con el alza de aranceles y 73% piensa que esa medida será negativa para la inflación, 71% para la rentabilidad de los fondos de pensiones, 69% para el consumo y 69% para la economía chilena en general.
  • Por último, un 71% está de acuerdo con una economía libre y abierta al mundo y 44% opina que Chile debiese privilegiar sus relaciones comerciales con China, mientras un 41% menciona a la Unión Europea y 28% a Estados Unidos.

LEA AQUÍ LA ENCUESTA COMPLETA: 

Humanidad que se pierde entre rejas y grito-Iris Boeninger

El jueves pasado, un niño de 12 años y una joven de 18 murieron en el Estadio Monumental. Frente a tragedias como ésta, es fundamental una investigación rigurosa por parte de la justicia: esclarecer los hechos, determinar responsabilidades y aplicar las sanciones que correspondan. No se trata solo de barras bravas ni de delincuencia infiltrada en el deporte, aunque ambos factores están presentes. Los controles no fueron -ni son- suficientes, y quizás deberían comenzar mucho antes de la llegada a las puertas del estadio.

Lo sucedido debe convocarnos a una reflexión profunda como sociedad, con varios frentes: el nivel de violencia, el descontrol , el rol de la autoridad y su competencia y la inseguridad que hoy nos impide disfrutar colectivamente de algo tan esencial y transversal como un partido de fútbol.

El recién creado Ministerio de Seguridad Nacional, pieza clave ante la crisis de homicidios, narcotráfico y crimen organizado que vive Chile, nace cojo. Con seremis cuestionados y autoridades con historial poco exitoso en gestiones anteriores, surge una pregunta inevitable: ¿No debiera este ministerio estar conformado por especialistas con experiencia, capacidad técnica y conocimiento profundo en seguridad, en lugar de personas designadas por cuotas políticas? El eterno antagonismo entre la técnica y la política sigue predominando, con consecuencias evidentes.

La designación de personas sin experiencia en cargos clave por parte del Presidente de la República es irresponsable. Pamela Venegas, quien encabezaba «Estadio Seguro» desde abril de 2022, es una periodista competente y rigurosa en su especialidad, pero cuya trayectoria no incluía experiencia en gestión de seguridad en eventos masivos, un déficit que resultó evidente. Tras la tragedia, se le pidió la renuncia. ¿Era previsible? Sí.

Los 17 abogados que “no se dieron cuenta” de que la compra de la casa de Allende era inconstitucional, así como todos aquellos que no han sido capaces de frenar una operación de este tipo, reflejan de manera clara los efectos negativos de nombrar amigos, compañeros o favores políticos en cargos públicos. Son muchos los empleados públicos nombrados en estos últimos años que no han sido, ni son, competentes. Esos cargos deberían llenarse por Alta Dirección Pública. Esto no exime de responsabilidad a la senadora Isabel Allende, quien, tras tres décadas de labor parlamentaria, es inaceptable que firme un contrato que viola expresamente la constitución. Todos quienes acceden a la función pública, deben conocer las limitaciones constitucionales que implica asumir un cargo en el Estado. ¿Se sabrá efectivamente qué pasó en las internas de palacio? Sepa Moya.

Todo esto es, en muchos sentidos, un espejo de una sociedad que se ha ido fracturando desde adentro, donde los vínculos básicos que sostienen la convivencia con las instituciones están en crisis.

La normalización de la rabia, la pérdida de contención emocional, la incapacidad para canalizar el descontento de manera pacífica han primado en los últimos años. El daño es profundo.

Esta violencia ha alcanzado incluso a la educación. Instituciones destruidas por los “overoles blancos” hoy están virtualmente derrotadas. Hace casi cinco meses, 35 escolares del Internado Nacional Barros Arana (INBA) resultaron quemados en un baño tras la manipulación de un artefacto incendiario. Uno aún permanece hospitalizado en la Posta Central; otro fue dado de alta hace poco. La autoridad falló. Y también lo hizo la familia, en su responsabilidad más esencial.

La violencia que estalló en octubre de 2019 destrozó bienes públicos, afectó la paz social, la seguridad y la calidad de vida de millones de chilenos. Hubo cómplices silenciosos que eligieron mirar hacia otro lado. Quienes participaron, alentaron, o aún alientan la violencia en las calles, ¿qué modelo de ciudadanía están transmitiendo a los jóvenes? ¿Qué tipo de diálogo enseñan? ¿Qué legitimidad pueden reclamar luego para condenar nuevos estallidos? El silencio cómplice también es una forma de responsabilidad.

¿Cómo es posible que un niño de 12 años acuda solo a un espectáculo masivo? Fue una víctima pasiva del caos, y esto también interpela a la familia y a su rol irremplazable de cuidado.

Si un país deja de llorar a sus niños, ya no es un país. Es solo ruido.

Detrás del descontrol hay un vacío de humanidad. Niños que no aprenden a resolver conflictos sin violencia. Jóvenes que no encuentran pertenencia en sus comunidades y la buscan -de forma torcida- en el fanatismo. Adultos que naturalizan el caos porque sienten que nadie escucha, que nadie responde. La violencia no nace en el estadio: se entrena en las casas rotas, en las escuelas que no alcanzan, en las instituciones ausentes. El estadio solo hace visible ese colapso.

En un mundo hiperconectado y digitalizado, donde las redes sociales y la inteligencia artificial han transformado nuestras relaciones, la deshumanización se ha vuelto una amenaza concreta. Las interacciones se vuelven superficiales, los vínculos se debilitan, la inmediatez desplaza la reflexión. Se reemplaza la empatía por algoritmos y la conversación por publicaciones vacías. Por eso, hoy más que nunca, necesitamos contención: en la familia, como espacio afectivo y de escucha; en las instituciones, como promotoras de pensamiento crítico y vínculo social; y en la autoridad, como garante de políticas públicas con sentido ético y humano. Solo reforzando estos pilares podremos avanzar como sociedad.

Esto nos habla, inevitablemente, de una falla estructural: la falta de educación cívica, de respeto por el otro, de referentes claros en la autoridad y también en el hogar.

Lo ocurrido en el Monumental debe interpelarnos a todos. ¿Cuándo dejamos de dialogar y empezamos a gritar? ¿Cuándo perdimos la capacidad de compartir espacios sin miedo? ¿Y por qué tantas personas encuentran hoy en el caos una forma de pertenencia? No es solo un problema de Carabineros, de la ANFP o de Colo Colo. Es un síntoma de una descomposición social más profunda, que no se resuelve con más rejas ni con más castigos, sino con más comunidad, más presencia del Estado, más educación, más familia. Más humanidad.

Lo verdaderamente inquietante -lo que debería alarmar a toda la sociedad- es que ya no sorprenda tanto.

Y ese, quizás, sea el signo más nítido del deterioro que se está viviendo. (El Líbero)

Iris Boeninger

Brandmauer, entre satanizaciones y adoraciones

En Occidente existe un dictum al interior de los estudios políticos: los partidos son los pilares de una democracia. Se entiende y asume que sin partidos, las democracias no funcionan; que con partidos débiles, un régimen pluralista y liberal sufre deterioros irreversibles. Por eso, se percibe enorme preocupación ante la crisis tan visible que vive ese tipo de democracia.

Lo insólito es que, pese a haber consenso sobre aquello, nadie encuentra el antídoto. Tampoco nadie tiene muy claro cómo revertir el deterioro, ni menos cuáles serán las consecuencias finales. Miedos por aquí, miedos por allá, y sólo advertencias aisladas, muy poco canalizables. Se mastica nostalgia.

Los manuales dicen que la condición esencial de una democracia pluralista y liberal es la existencia de, a lo menos, dos fuerzas enfrentadas entre sí, en igualdad de condiciones y donde los ciudadanos puedan elegir libremente, previo debate, igualmente libre. Sólo aceptando esas premisas, se entiende que los partidos actúen como grandes intermediarios de un ejercicio democrático pleno. Desde la Revolución Inglesa, a fines del siglo 17, se acepta más o menos eso, de modo genérico.

Sin embargo, hay tres cosas relevantes para entender estos tiempos dislocados, como calificaba Hamlet sus vicisitudes en Dinamarca.

Primero, la humanidad no se desvive por los dramas que sacuden las entrañas del pluralismo liberal. Sólo una octava parte de la población mundial vive bajo ese régimen. Sabido es que, por ejemplo, existe una vastísima constelación de democracias semi-electorales, delegativas o defectuosas (cada autor ha desarrollado sus propios conceptos), donde poco o nada de las premisas occidentales se observa. Son naciones efectivamente menos familiarizadas con las ideas del liberalismo.

Casos de esa naturaleza se desprendieron de los procesos de descolonización, en cuyos países fueron engendrados partidos sin contornos definidos y confundidos con la idea épica del movimiento de liberación. El producto de aquello fueron colectividades heterogéneas, dotadas de una estructura vertical interna bastante intimidante para el grueso de la militancia, quienes, sin embargo, por los vaivenes históricos, endiosaban un partido entendido como “propio”. Sartori califica a esos militantes como creyentes en el significado práctico de la colectividad.

Pese a esa característica tan distinta, hoy en día, aquellos partidos-movimiento viven una crisis análoga, sumidos también en incertidumbres varias. Los casos de India, excolonias portuguesas y Sudáfrica, son muy ilustrativos. Sus líderes terminaron eternizándose en el poder y, finalmente, cayeron en crisis de descrédito. Han perdido orientación como partidos. Ya no saben más para qué existen, salvo para un ejercicio del poder con pocos o cero contrapesos.

Segundo, las democracias con raigambre confuciana, imperantes en Asia, han devenido en democracias “algorítmicas” y parecerían tener problemas de otra índole, pero no a niveles alarmantes. Mirado desde la perspectiva occidental no se les ve como una alternativa. Consideran que el aparato institucional de aquellas es demasiado básico y no se orienta a la participación ciudadana activa.

Tercero, en las sociedades liberales (o en aquellas que aspiran a serlo, o creen serlo), la raíz de la crisis entronca con el fin de la Guerra Fría. Una vez concluida, vino un agudo vaciamiento ideológico. De forma paralela, se han resentido con la irrupción de otras formas de representatividad y de participación. Hoy, pareciera ser más atractivo estar en alguna red social que al interior de partidos sumidos en una evidente orfandad de ideas.

Como se sabe, prácticamente cada país europeo, tras la Guerra Mundial, estuvo gobernado por partidos, o alianzas, asimiladas con mucha fuerza a corrientes ideológicas. Su ideologización forzó alineaciones y pactos; también determinaba a quiénes excluía del sistema. La ideología, las costumbres, pero también la letanía, fueron claves en la fijación de límites para la asociatividad. Así funcionaron por décadas.

La obsolescencia apareció apenas sus bases se difumaron. Al desaparecer la disputa ideológica, el contexto físico-espacial (basado en izquierda/derecha/centro) empezó a perder capacidad traccionadora. Sobrevino el anquilosamiento. Al no tener rivales ideológicos germinó una cultura de la cancelación, pues se privilegió demonizar nuevos enemigos. Muchos, imaginarios.

V. Pareto habría dicho que a los partidos de las democracias liberales se los terminó consumiendo una práctica inficionada de teoreticidad.

Es por esta razón que su fuerte influencia de antaño se volvió evanescente. Sacudidos por un huracán, desaparecieron los partidos Socialista, Demócrata-cristiano, Comunista en Italia, los comunistas y socialistas franceses, españoles, griegos etc. Y aunque han aparecido otros -esos llamados woke-, con anclajes identitarios, el deterioro de los viejos partidos sigue su curso. Basta ver la debacle de la socialdemocracia alemana en la última elección.

Como mecanismo de autodefensa, los náufragos han creado cordones sanitarios en sus entornos, utilizando sermones contra indeseables, peligrosos o demasiado distantes de sus ideales. Así lo intentaron -infructuosamente- con Fratelli di Italia de G. Meloni y ahora pusieron en la mira al Frente Nacional de M. Le Pen en Francia y la Alternative für Deutschland (AfD).

Durante los últimos comicios alemanes a este último le aplicaron una noción que se hizo popular, Brandmauer. Una palabreja sacada del lenguaje bomberil. Son las zanjas o diques puestos para evitar la expansión del fuego.

Interesante comprobar que tal acepción del concepto provenga del sistema alemán. Allí son varios los partidos que, a lo largo de la historia política post Segunda Guerra, fueron satanizados con admoniciones sofisticadas. Se les percibía como algo pernicioso para el devenir democrático. Así ocurrió con los socialdemócratas en los años 50, con los Verdes en los 70 y ahora con Alternativa para Alemania.

A los primeros, se les aplicó Brandmauer. Se les toleró originalmente sólo en niveles legislativos. Fue una integración parcial en el sistema político. En los 50, nadie soñaba con verlos en el Ejecutivo. Tuvieron que ocurrir dos hechos. Una renovación ideológica verídica, con la renuncia explícita al marxismo (congreso de Bad Godesberg, 1959), y la irrupción de un líder carismático como Willy Brandt. Se convirtieron en partido establecido.

A los Verdes también se les satanizó en sus inicios. En los 70 se despreciaban sus orígenes; muy poco compatibles con las tradiciones, al incubarse en el amor entre una pacifista, Petra Kelly y un general, Gert Bastian. Fueron indeseables, pues el establishment no disponía de respuesta ante sus demandas: antibelicismo y medioambientalismo. Personificaban un quiebre generacional considerado peligroso. Vivieron su propio Brandmauer, hasta que apareció un líder capaz de combinar la novedad con el compromiso de toda fuerza política que aspira a participar en el poder con responsabilidad. Ese fue Joschka Fischer, quien llegaría a ser ministro de Exteriores y representó el punto más alto de su tránsito a la madurez.

Y sobre Meloni en Italia, la opinión ha ido cambiando. Ya no se le demoniza. Estos ejemplos indican que estas actitudes tienen poca duración. Pareciera que la naturaleza de las democracias liberales no se amilana ante los ejercicios reactivos de partidos crepusculares.

En conclusión, el Brandmauer bien puede ser pasar a la historia como un simple reflejo de partidos prisioneros de un racionalismo abstracto y de mermas en sus capacidades competitivas. Hasta ahora, asistimos a procesos que sugieren algo así como un darwinismo político. Las fuerzas que sobreviven se adaptan. (El Líbero)

Iván Witker

Bolsas asiáticas y europeas suben tras alivio arancelario de EE.UU.

Los mercados acogieron el lunes con satisfacción la suspensión temporal de los aranceles estadounidenses sobre productos tecnológicos, aunque el presidente Donald Trump arremetió nuevamente contra China la víspera y subrayó que «nadie se libra» de sus medidas.

Las bolsas asiáticas subieron ligeramente este lunes y la tendencia positiva se extendió a los mercados europeos tras el anuncio el viernes de la Casa Blanca de que eximirá a los teléfonos inteligentes, semiconductores, ordenadores y otros dispositivos de los altos gravámenes impuestos por Estados Unidos.

En Asia, la bolsa de Tokio subió 1,2%, Seúl ganó 0,95%, Sídney 1,34% en China, Hong Kong registró ganancias de 2,4% y Shanghái 0,8%. En Europa, la bolsa de París subió 2,14%, Fráncfort 2,10%, Milán 2,04% y Londres ganó 1,60% hacia las 7H05 GMT. El parqué de Madrid fue la excepción y el Ibex-35 cayó 0,18%.

El sosiego, sin embargo, puede ser temporal, ya que Trump y sus principales asesores advirtieron el domingo que las exenciones no eran definitivas. En una publicación en su plataforma Truth Social, el dirigente estadounidense afirmó: «NADIE ‘se libra’ debido a los injustos equilibrios comerciales». Y agregó: «¡Y mucho menos China que, de lejos, es la que peor nos trata!».

Las dos mayores economías mundiales se han enfrascado en una guerra arancelaria desde que Trump anunció este mes tarifas globales más duras, que en el caso de los bienes chinos llegaron a 145%. El gigante asiático impuso a Estados Unidos aranceles de represalia del 125%.

El Ministerio de Comercio chino informó que la decisión sobre las excepciones del viernes solo «representa un pequeño paso» e insistió en la necesidad de poner fin a la política arancelaria. «Instamos a Estados Unidos (…) a dar un gran paso para corregir sus errores, suprimir completamente la práctica errónea de los aranceles recíprocos y volver al camino correcto del respeto mutuo», afirmó un portavoz en un comunicado. (Emol AFP)

Hombre murió de un disparo en la cabeza en Cauquenes

Un hombre de 37 años murió de un disparo en la cabeza este domingo en la comuna de Cauquenes, Región del Maule.

Según las primeras informaciones, este hecho, registrado en un predio del sector de Pílen Alto, se dio cuando la víctima realizaba cacería deportiva junto a otro sujeto.

Por motivos que se indagan, el afectado recibió un disparo de un rifle en su cráneo, siendo trasladado de urgencia hasta el Hospital de Cauquenes, donde se confirmó su muerte debido a la gravedad de su lesión.

En tanto, durante la madrugada, un sospechoso fue detenido en el lugar y presentado a audiencia de formalización, donde se solicitó ampliar su detención hasta el martes, petición que fue aceptada por el tribunal.

La fiscalía local encargó la investigación a la Brigada de Homicidios de Linares, con apoyo de la Bicrim y el Laboratorio de Criminalística de la PDI. (Cooperativa)

¡Papá, llegaste!-Roberto Astaburuaga

Abro la puerta y escucho que mis dos hijos gritan, ¡Papá, llegaste! Instantáneamente, de forma inevitable, una sonrisa aparece y crece. El tercero, si Dios quiere, nace esta semana. Soy un privilegiado, al igual que otros millones de padres. Pero es un número que desciende. Cada vez más hombres no quieren ser padres. Hay buenas razones para asustarse por lo que implica la decisión, pero no pueden inmovilizar ni cerrar la puerta.

Si bien la crisis de natalidad pone gran atención en las razones de las mujeres, una investigación chilena, de diciembre de 2024, busca conocer las razones de los hombres chilenos que ya no quieren tener hijos: la paternidad está asociada a altos costos y sacrificios en distintos ámbitos de la vida como el trabajo, la vida social, la vida de pareja y el tiempo libre. Quizás esto explica el gran aumento de las vasectomías en Chile (de 768 en 2013 a 7.480 en 2023) y que cada vez menos jóvenes se proyecten como padres (según datos del INJUV, de 2023, más de un 35% de los hombres que tienen entre 15 y 29 años, sin hijos, declara no querer ser padre).

Conviene, entonces, invertir la pregunta: ¿por qué, a pesar de todas las razones señaladas, hay jóvenes que sí quieren ser padres? En lugar de inventar la rueda para incentivar el número de nacimientos, una investigación podría conocer por qué sí hay hombres que quieren tener hijos y cómo lo hacen para vencer los problemas propios de la crianza y mantención. La experiencia puede ser una muy buena consejera.

Es evidente que un hijo implica gastos y sacrificios, y son cada vez más los que no están dispuestos a asumirlos, a pesar de que sus padres sí lo hicieron por ellos. No ven en la paternidad una realización personal. Ven un balance negativo, números rojos, como si fuese solo un negocio o una inversión. Aunque no tenerlos si es un mal negocio a largo plazo: probablemente, se quedaran solos en la vejez. Asustados del futuro, del sacrificio y de la falta de apoyo, renuncian a un mundo que también está lleno de alegrías y sorpresas. Porque la paternidad es una mezcla de las dos cosas. Películas como En búsqueda de la felicidad y Cinderella Man muestran los dos lados de la moneda. Inolvidables las escenas de Russel Crowe renunciando a su desayuno para dárselo a su hija o de Will Smith estudiando, mientras su hijo duerme.

El temor a no ser un buen padre es natural, e incluso, puede ser bueno, si no inmoviliza. El desafío no es tanto por perder libertad, sino en como la entendemos. No quieren tener hijos por querer dedicarse a sus hobbies, en lugar de pensar en cómo compartir esos hobbies con los hijos. La felicidad de la paternidad es inmaterial e inmedible. Temer a la paternidad por no querer ser malos padres o poco presentes o una mayor participación en las responsabilidades de cuidado y crianza es casi como no querer trabajar por el temor a ser despedido o a la probabilidad de fracasar en un emprendimiento. Piensan que la paternidad es sólo cambiar pañales, desvelarse todas las noches, soportar gritos y peleas, endeudarse y revisar cuentas.

Pero la vida muestra otra cosa. En el trabajo hay fotos de la familia y los hijos, pero en las casas no hay fotos del trabajo. Los hijos y la familia están en los fondos de pantalla de los celulares y de WhatsApp. Está el gozo de verlos caminar y decir sus palabras por primera vez, verlos jugar, la risa que provocan muchas de descabelladas explicaciones sobre la realidad, recibir sus dibujos inentendibles, la perplejidad el poder de su imaginación, la alegría al recibir sus regalos y abrazos, el orgullo al ver que crecen, entienden y maduran, el reconocimiento por sus logros y victorias, jugar y conversar con ellos, tener panoramas familiares simples y entretenidos, escuchar las historias con sus amigos, y tantos detalles de la vida cotidiana que solo los hijos pueden regalar. (El Líbero)

Roberto Astaburuaga

Gratitud: ¿A quién le agradeces? ¿Qué agradeces?

En la sociedad que emerge domina el individualismo. Hay quienes sienten que no deben nada, que no necesitan de nadie, ensimismados, autosuficientes, ególatras, desagradecidos. La falta de empatía, agradecimiento y gratitud, constituyen la soberbia y tiene causa conocidas: la ignorancia, el fanatismo y la ambición.

Somos y estamos en el mundo por otros, somos el fruto del amor ….o de la pasión, de un impulso racional ….o emocional, de una decisión …..o una consecuencia. Luego, en el camino de la vida, las cosas no son muy distintas. Algunos creen que son el fruto de sus méritos. Pero, solo una pequeña parte tiene que ver con nuestra entrega, esfuerzo y compromiso. Son muchas las personas que nos han ayudado  en la vida. Somos lo que somos por la tensión entre el altruismo y egoísmo, entre el yo y el nos, entre bonhomía y soberbia.

En mis inmersiones espirituales me pregunto: ¿De qué y de quiénes estoy agradecido? ¿Cuál es mi emoción más consciente? Mi respuesta es: la gratitud. Ese sentimiento o actitud de reconocimiento por beneficios recibidos, el agradecimiento por las cosas buenas. Una emoción positiva que implica valorar lo que la vida nos ha ofrecido, estado de gracia, que es foco de la religión y la filosofía ética. ¿Haz tenido estos estados de gracia?

Esa gratitud surge del grado de consciencia, de la caridad (del latín caritas: amor al prójimo, amor a la humanidad),  estado de misericordia y maestría interior, luz divina en nuestra espiritualidad. La caridad es la práctica del bien, la corrección fraterna, benevolencia, reciprocidad, amistad y comunión generosa. La gratitud es gozo y paz, nos permite ser conscientes de lo bueno de la vida. Nos ayuda a ser  felices y optimistas, a ser empáticos y sociables, a gestionar las emociones negativas (envidia, depresión y estrés); ayuda a una vida más saludable, al mejor descanso, a la inmunidad y resiliencia, a mayor autoestima y esperanza.

Tenemos tanto y a tantos que agradecer, desde lo simple a lo complejo, desde lo pequeño a lo grande, tantas cosas que damos por sentado: a nuestros padres y madres por darnos vida, a la familia, a los amigos, a la educación, la salud, agradecer por la comida, agua, por la amistad, el consuelo, la fraternidad.  Agradezcamos los dones de la vida, honremos a tantas personas altruistas, a quienes debemos gratitud. Practiquemos la gracia hacia alguien o algo, en el discurso y la oración.

¿A quién le agradeces? ¿Qué agradeces? Ruego al Gran Hacedor, a la Fuerza Primera, a Dios uno y todo, que nos inspire gratitud universal, hacia quienes irradian amor altruista, bendecir a quienes nos otorgan su gracia, con ese amor crístico, que es: fraternidad, com-unidad y unicidad. Para ti lector vayan mis bendiciones, a todos les deseo elevación de consciencia y espiritualidad fecunda. ¡Qué así sea para todos Nos! (Red NP)

Carlos Cantero Ojeda

 

Gremios pymes adelantan sectores afectados por crisis arancelaria

El aumento del 145% en los aranceles a productos chinos decretado por Donald Trump y la inmediata represalia de China —que eleva al 125% los gravámenes sobre bienes estadounidenses— ha sacudido al comercio internacional.

Sin embargo, en medio del ruido de la confrontación entre gigantes, pequeñas y medianas empresas chilenas, comienzan a cuestionarse cómo esto puede impactarlos. ¿Qué significa realmente este conflicto para las pymes nacionales que exportan a Estados Unidos? ¿Quiénes están más expuestos y cómo se están preparando?

A pesar de que Chile no ha sido un actor directo en esta disputa, las repercusiones de este conflicto lo afectan. La imposición de un arancel del 10% a los productos chilenos por parte de Washington, una medida confirmada esta semana por el ministro de Hacienda, Mario Marcel, mantiene en estado de alerta a varios sectores productivos.

Desde La Moneda, Marcel lamentó que decisiones de alto impacto económico se estén comunicando “por tuits” y declaraciones poco precisas desde la Casa Blanca. «Parece increíble decirlo, pero decisiones tan importantes hay que interpretarlas desde una declaración y no desde una orden ejecutiva», dijo con ironía.

INCERTIDUMBRE

La preocupación en los gremios de las pymes no tardó en aparecer. Juan Pablo Swett, presidente de la Multigremial Nacional, advierte que los efectos inmediatos podrían sentirse en industrias exportadoras clave como la del salmón y la fruticultura.

“El 60% del salmón chileno tiene como destino a Estados Unidos. Lo mismo ocurre con frutas como la palta y los arándanos. Las pymes que forman parte de la cadena de abastecimiento de estas industrias ya están en alerta”, señala.

Swett hace un llamado a la tranquilidad del sector, recordando que estas situaciones suelen resolverse en negociaciones diplomáticas. “Detrás de esto hay una negociación en curso. Estamos trabajando activamente para buscar soluciones y creemos que este escenario se resolverá favorablemente para Chile. Aun así, debemos estar atentos a un posible efecto dominó que podría desencadenar una recesión global”, indica.

Desde la Asociación de Emprendedores de Chile (ASECH), su presidente Jorge Welch sostiene que el proteccionismo “impacta negativamente en la apertura comercial que necesitan nuestras pymes para crecer y competir”.

El dirigente gremial confirma que han recibido múltiples inquietudes, principalmente desde empresas del agro y la industria alimentaria. Aunque no todos los rubros están afectados de igual forma, el dirigente también indicó que “el agro, los alimentos procesados, manufacturas y proveedores indirectos son los más expuestos”, y confirma que han recibido múltiples consultas de emprendedores que ya están viendo dificultades o retrasos en sus procesos de exportación.

Para Welch, es momento de que las pymes no queden fuera de la agenda comercial del país. Agrega que “el gobierno debe actuar. Se necesita apoyo concreto para diversificar mercados, facilitar la internacionalización y proteger a quienes no pueden absorber este tipo de shocks por sí solos”.

¿Y si esto se extiende?

El economista Mauricio Sauma, investigador de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Finis Terrae, advierte que lo más delicado para Chile es la pérdida de competitividad. Advierte que “el precio de los productos chilenos en EE.UU. será mayor, y eso puede hacer que los consumidores prefieran alternativas más baratas como las de Noruega o Suecia, especialmente en el caso del salmón”.

Añade que, aunque productos como el cobre y la madera no se ven directamente afectados, “las pymes del rubro agroindustrial y marítimo sí están muy expuestas”. Para el académico Leonardo Rivas, de la Universidad Autónoma, el gobierno chileno debe tener un rol mucho más activo. “Necesitamos fortalecer el TLC, monitorear las políticas estadounidenses y ofrecer asistencia técnica a las pymes”.

Además, subraya la importancia de la diversificación de mercados, ya que “América Latina, Asia Pacífico y la Unión Europea son alternativas viables. El comercio electrónico y la formación de consorcios de exportación pueden marcar la diferencia en este nuevo escenario”.

Rivas también advierte del peor escenario para los emprendedores si esto se extiende en el tiempo. Comenta que podrían haber despidos masivos y contracción económica regional si esta guerra se prolonga y escala. (Emol)

Vocaciones heterogéneas

Tomo distancia y observo. El oficialismo se pobló de presidenciables en la misma medida en que sus partidos anticipan un futuro fuera del gobierno. Concluyeron que gane quien gane sus primarias, perderán ante la candidatura opositora. Por eso privilegian su resultado parlamentario. Faltaba que PS y PPD lo sinceraran optando por dos candidaturas del Socialismo Democrático aun sabiendo que separados pierden la primaria. Una negociación no daba mucho, más valía correr solos, ver en la cancha cuánto prende cada una, posicionar figuras y candidatos gracias a las visibilidades de toda campaña y solo recién en vísperas de la elección primaria decidir si una de ellas se baja. El despoblamiento en las primarias de la oposición los ayuda a hacer de este período de primarias un gran foco sobre candidaturas oficialistas.

Si bien en el oficialismo el diagnóstico electoral es transparente, hay poca consciencia de que el gobierno de Boric los ha dejado en el más inhóspito desierto de futuro. El PC sigue anclado en un pasado que le impide desembarazarse ni siquiera de Cuba. El FA debe asumir sus desdecires sobre crecimiento, migraciones, pensiones y AFP, violencia e inseguridad ciudadana, terrorismo y Wallmapu, etc.; o sea, debe asumir -aunque se proclamen “fuerza transformadora”- que lo único transformado en ellos es esa identidad con que llegaron a gobernar. Jara y Winter encarnan nostalgias del pasado. Tampoco lo tiene el llamado Socialismo Democrático, que hace rato renegó de su exitosa obra concertacionista y finalmente se consoló de portazos humillantes, desentendiéndose de ideas y propuestas, para autodefinirse ufano, como experimentado gestor estatal de un proyecto encabezado por otros. No hay propuesta de futuro en la inercia del oficialismo.

Parte de la derecha -republicanos y seguidores de Kaiser- comparte esa convicción de que el próximo gobierno no será de ellos. Solo consideran propio el voto parlamentario que ganen, socavando bases electorales de Chile Vamos y restándose a una primaria. Pareciera ser una derecha no apta para gobernar la diversidad de mayorías democráticas; aprecia más ser minoría principista y excluyente.

En ese cuadro de desinterés presidencialista, solo muestra creer y querer ser gobierno la derecha que encabeza Evelyn Matthei. Es la única que habla de equipos de gobierno en todas las áreas y de acoger mayorías diversas en contraste con la proliferación de discursos de nicho para “progresistas”, “transformadores” o “derechistas no cobardes”. Habla de crecimiento y estímulo a la inversión, orden y seguridad, control migratorio, reducción de listas de espera, educación primaria, reformas económicas y en el Estado, política internacional, etc.

La política parece encaminarse al Congreso y a La Moneda llevando a cuestas una heterogénea vocación parlamentaria y una única vocación presidencial. (La Tercera)

Óscar Guillermo Garretón