«Si uno aplica el IPC y todas las alzas, ya se quedaron cortos los $250.000 correspondientes al sueldo mínimo que actualmente rige en Chile», sostiene el obispo de Rancagua y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Alejandro Goic.
Da como ejemplo la siguiente sumatoria: 5 kilos de arroz, algunos paquetes de tallarines, dos litros de aceite, tres kilos de azúcar y otros productos del supermercado da una cuenta promedio de $150.000 al mes. A eso se suma $50.000 en transporte, cerca de $150.000 en vivienda y otros costos asociados a salud, educación y eventuales emergencias, que podrían sumar alrededor de $80.000.
Ante este panorama, el prelado concluye: «Cerca de $400.000 debería ser el nuevo sueldo ético, según el alza de la vida en estos casi diez años». Lo que significa un aumento del 60 por ciento del sueldo mínimo.
En entrevista publica hoy por el periódico Encuentro, Goic recuerda las críticas que recibió en 2007 cuando planteó por primera vez la idea de un «sueldo ético».
«Algunos dijeron que yo no era economista, claro que no, pero soy pastor (…) Uno esperaría que el sueldo logre satisfacer las necesidades fundamentales», dijo el religioso.
«El problema de fondo en este país es cómo superamos la codicia y cómo somos capaces de comprender que para que haya una sociedad tranquila, en paz y justa, tenemos que ser una sociedad más distributiva de los bienes. Si yo soy empresario y a mi empresa le va bien, es porque tengo trabajadores responsables y profesionales, gente que contribuye», concluyó.
GOBIERNO
El gobierno planteó que el debate en torno al sueldo ético propuesto por Monseñor Alejandro Goic, debe ser de acuerdo a la realidad económica del país.
El Vicepresidente de la República, Jorge Burgos, afirmó que «depende de muchos factores, pero la economía para lograr esos efectos éticos trascendentes tiene que crecer y en eso estamos trabajando, estamos en un momento difícil del mundo».
Actualmente, el sueldo mínimo se encuentra en $ 250 mil, en tanto, Monseñor Goic propuso que sea de
$ 400 mil. «Es un cálculo que hay que hacer, con cuánto dinero puede vivir una familia con dignidad, pero sin duda que $250 mil ya es muy poco», explicó el sacerdote a la revista Encuentro.
Sin embargo, Burgos advirtió que «el desafío también es que los salarios de las personas crezcan, pero eso tiene que ser trabajado sobre bases sólidas, no puede ser una cuestión absolutamente populista, porque eso es pan para hoy y hambre para mañana». Además, añadió que «para eso necesitamos hacer bien las cosas y tener un país que crezca».
MONSEÑOR EZZATI
«En un país tan desarrollado como Chile necesitamos equilibrar nuestras entradas de tal manera que todos puedan tener una vida digna», dijo hoy el arzobispo de Santiago Ricardo Ezzati, según consigna Emol.
El arzobispo respaldó la propuesta de Goic y reveló que ese es el salario que él mismo recibe por sus funciones al interior de la iglesia. Lo anterior, cuando le preguntaron si la iglesia Católica le paga a sus funcionarios ese monto y el cardenal respondió que “en general sí. Es el sueldo que yo mismo tengo”.
Con respecto al monto propuesto por Goic, Ezzati afirmó que «yo no sé si es el ideal o de ahí para arriba, eso deberán determinarlo los técnicos, los obispos no somos técnicos, somos pastores, a nosotros nos interesa acompañar a la gente», indicó.
El cardenal evitó hacer un llamado al empresariado y en cambio dijo que «éste es un tema de toda la comunidad de creyentes, y entre los laicos hay economistas, laicos que tienen funciones en el ámbito de una justa retribución del trabajo y, por ende, la propuesta, si bien la ha lanzado un obispo, es un tema que compete a la iglesia, en general».
Luego agregó que visitando a familias en Santiago ha encontrado muchas personas que tras fachadas dignas esconden mucha pobreza, especialmente los ancianos.
Cuestionado sobre si con las declaraciones del obispo Goic y las suyas la iglesia buscaba cambiar su foco desde lo valórico –con su férrea oposición a la ley de aborto– a lo social, Ezzati enfatizó en que los temas valóricos abarcan todos los aspectos de la vida humana “y por consiguiente, el derecho fundamental que toda persona tiene a la vida, y a poder vivir la vida también dignamente». (Encuentro-El Mostrador-DF-Emol)
