El militante del Partido Socialista (PS) y ex ministro del Trabajo Osvaldo Andrade dio su opinión esta mañana en conversación con EmolTV respecto a la carta enviada por el senador José Miguel Insulza a su partido respecto a su ausencia en la votación de la acusación constitucional contra el intendente Felipe Guevara.
«Creo que hizo bien el senador Insulza en enviarle una nota a su partido porque había una explicación pendiente debido a su ausencia», sostuvo y agregó, respecto a los malos tratos denunciados por Insulza en redes sociales, que «estas cosas suceden y una buena explicación creo que le hace bien y por eso valoro la carta»
Para Andrade el «error» del senador fue no haber asistido a la votación. «Esa es la crítica que yo le hago, porque los problemas hay que enfrentarlos, no eludirlos», dijo.
«Yo entiendo que pueden haber compromisos, pero era un tema suficientemente relevante, sobre todo porque la carga valórica que implica el tema de los Derechos Humanos en el Partido Socialista comprenderá que por nuestra historia es tremendamente grande. Yo creo que había que estar ahí y ahí haber expresado un punto de vista que la carta si los menciona por qué no se pudo plantear en el Senado, sobre todo porque hay un reconocimiento de que los senadores estudian en conciencia y en consecuencia uno tiene que respetar esa conciencia», señaló.
«Me parece que eso (la ausencia) fue un error, un despropósito y por eso lo critico y no solo a él, sino a los que faltaron, prefiero mucho más lo que hicieron Goic y Pizarro que dieron su punto de vista y se abstuvieron«, agregó.
Acerca del contenido de la carta apuntó que Insulza «sale golpeando que es propio de su carácter y a mí me parece bien y hace una crítica» y aseguró que hubo dos cosas que le parecieron interesantes y con las cuales concuerda, «la valoración que hacemos los socialistas respecto a los 30 años que han pasado y el tema de la violencia«.
«El PS en su historia tiene un problema con la violencia, nosotros en algún minuto pensamos que la lucha armada era un mecanismo legítimo para acceder a un cambio revolucionario y mire las consecuencias. Yo no digo que seamos culpables, pero tuvimos una opinión y a mí lo que la experiencia me ha enseñado es que las víctimas de la violencia es la gente más pobre, el mundo popular«, explicó.
Sobre las declaraciones del ex ministro del Interior y Defensa Jorge Burgos a Emol TV sobre el tema constitucional, Andrade sostuvo que «pareciera ser que Burgos quiere jugar el segundo tiempo antes del primero y eso en el fútbol y en la vida no existe» y aseguró estar más cerca de la opinión del ex presidente del PS Camilo Escalona.
«Hay que ganar el Plebiscito, y todo el mundo lo da por hecho, pero yo no creo que sea así, creo que hay que hacer un esfuerzo en esa dirección, el esfuerzo que se haga el primer tiempo va a ser importante para el segundo, si nosotros logramos configurar un cuadro político social de un amplio respaldo al Apruebo, en que se reúna al sistema político en su conjunto y se logre una armonización de la perspectiva con el mundo social que históricamente debiéramos tener una relación con ellos creo que se puede prefigurar un cuadro interesante para lo que viene después, pero hay que hacer el primer tiempo, que evidentemente tiene sus dificultades», señaló.
VIOLENCIA Y DIRIGENTES
Acerca de la violencia que ha traído la crisis social desde el pasado 18 de octubre también fue criticada por el ex ministro del Trabajo.
«Yo entiendo que el estallido social requiere de una presión social fuerte y creo que lo valoro, pero lo que he aprendido y por eso respeto a estos grandes dirigentes, particularmente del mundo sindical que es donde yo más me he movido, es que también sabían cuando frenar», sostuvo.
«Los viejos dirigentes sociales, políticos y sindicales tenían la virtud de saber cuándo apretar pero también cuando desacelerar y yo creo que lo que ha pasado es que no ha habido quien tenga la capacidad de desacelerar», agregó.
Para Andrade esto ha traído repercusiones, especialmente para las demandas, «Así termina un proceso que tiene una tremenda legitimidad discutiéndose respecto de esa legitimidad a propósito de los hechos de violencia y creo que ese es el peor favor que se le puede hacer a la legitimidad del proceso de cambio», concluyó. (Emol)
