N. Monckeberg: «Revertir situación heredada no se hace de un día a...

N. Monckeberg: «Revertir situación heredada no se hace de un día a otro»

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Desde su despacho, el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg (RN), cuenta que culmina una de las semanas más intensas para su cartera. El Gobierno desplegó una agenda laboral en tres materias: salario mínimo, y los anuncios de los proyectos de sala cuna universal y de «trabajo a la distancia». Esto, luego de que La Moneda concluyera que uno de los factores de la caída de su aprobación en las encuestas era el desempleo.

El ex diputado admite que encabezar una cartera clave para la generación de empleos es una presión que siente todos los días. «Pero no me inmoviliza», dice.

-El desempleo se transformó en una piedra en el zapato para un gobierno que generaba altas expectativas ciudadanas en lo económico bajo el lema «Tiempos mejores». ¿Qué ha ocurrido?

-Legítimamente, la gente tiene altas expectativas respecto a la capacidad del Presidente Piñera de echar andar el país y generar buenos empleos. Esto no es un mito, porque en el primer gobierno fuimos capaces de crear un millón de empleos de calidad. Nos piden mucho más que a cualquier otro gobierno. Cuando escucho a dirigentes de oposición, uno se da cuenta de que frente a buenos resultados, en vez de alegrarse, se entristecen. Hemos sido capaces rápidamente de imponer un clima de diálogo y eso ha generado confianza sobre todo en aquellos que invierten y que generan empleo.

-¿Pero se transformó en una piedra en el zapato?

-Nunca el desafío de generar empleos de calidad es una piedra en el zapato. En lo político, es una tremenda oportunidad para demostrar que aquello que hicimos en el primer gobierno lo vamos a hacer de nuevo y mejor.

-Han ocurrido cierres de empresas como Nibsa, Iansa en Linares, Forestal Cerda en La Araucanía, Maersk en San Antonio. ¿Cómo se contienen las expectativas ciudadanas con esas noticias?

-Otros gobiernos ni siquiera se pronunciaron cuando el desempleo subía o una empresa tenía que despedir. Con la misma fuerza que acompañamos a los trabajadores que perdieron su trabajo, estamos empujando la creación de más empleos, que antes no se creaban. Se han cerrado algunas empresas, pero se han abierto proyectos que hace tiempo no veíamos en Chile.

-¿El desempleo es la principal razón de la caída en las encuestas?

-Es difícil adjudicar una caída de medio punto o un punto a un factor en particular. En vez de tomar las encuestas como una mala noticia, las tomo como un desafío.

-¿Se hace cargo de que el Gobierno no ha respondido a las altas expectativas de la gente?

-Es legítimo que las personas quieran ver los resultados lo antes posible. En esto hay que ser responsable y aterrizado. Cuando se recibe un mercado laboral tan estancado y una economía tan dormida, los resultados que la gente espera no se van a dar tan rápidos como uno quisiera. Tenemos que ir a toda la velocidad necesaria para que, cuanto antes, tantos chilenos que se bajonearon durante cuatro años, hoy encuentren un empleo de calidad.

-El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, dijo que hay un rezago entre el crecimiento económico y que la plata efectivamente llegue al bolsillo de la gente. ¿Lo comparte?

-Cuando la inversión, en cuatro años seguidos, solo caía, y en cinco meses uno logra revertir eso, es evidente que los efectos de aquello en el empleo no son inmediatos. Cuando se anuncia hace diez días la inversión más grande de los últimos diez años en materia de industria forestal, por supuesto que los resultados los vamos a ver en un par de meses más. Ahora, revertir los índices es algo que no se puede solucionar de un día para otro, y probablemente tampoco en cuatro años.

-Dice que van por buen camino, ¿cómo explica entonces que haya subido el desempleo a 7,2%?

-Hoy hay cerca de 8.380.000 de personas trabajando. Son 170 mil personas más que lo había hace un año en Chile en la misma época. Es un desafío ahora que esta mayor cantidad de gente que se animó, por las buenas expectativas a buscar trabajo, lo encuentre.

-¿Hay que comunicar mejor lo económico?

-Un gobierno tiene que hablar con realidades y ser capaz de comunicar hechos y no fantasmas. En los últimos cuatro años, vimos muchos fantasmas muy bien comunicados, muchas ilusiones prolijamente comunicadas. Nuestra tarea hoy no es comunicar ilusiones, sino realidades y resultados.

-La promesa de este gobierno es 600 mil nuevos empleos. ¿Lo cumplirán?

-Estoy seguro de que lo vamos a lograr. Sé que es un desafío difícil, es ambicioso, pero estoy convencido de que crearemos más de 600 mil empleos.

-La presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, dijo que hay una economía más vigorosa, pero que eso no se ha traducido en buenos empleos. ¿Qué opina?

-No estoy de acuerdo. Tenemos una economía más vigorosa y estamos generando más empleos. Ni el Presidente Piñera ni yo tenemos sentimientos de autocomplacencia. Todo lo contrario, mientras más nos exijan en materia de empleo, más nos exigimos nosotros mismos.

-¿Se arrepienten de haber creado muchas expectativas en campaña?

-No. Las altas expectativas en materia de empleo no son un problema de marketing ni de la campaña; le insisto, son por los resultados de nuestro primer gobierno.

-El Presidente Piñera sostuvo que la mejor política pública es el pleno empleo. ¿Qué es el pleno empleo para este gobierno?

-El pleno empleo es que cada chileno que tenga sueños e intenciones de desarrollarse en un trabajo de calidad, lo encuentre. Y no solo mejorar las remuneraciones, sino que la sociedad esté más feliz.

-¿Cuánto se proyecta que aumenten las remuneraciones?

-En el primer gobierno, nuestras remuneraciones crecieron en promedio un 3% real. Es más del doble de lo que crecieron en el gobierno de la ex Presidenta Bachelet. Y nuestra meta para este gobierno es acercarnos lo más posible.

-¿El Gobierno va a ceder a las presiones de los partidos de fijar el sueldo mínimo en $300 mil?

-Si hay un debate injusto es la discusión del salario mínimo. ¿Quién puede oponerse a que el salario mínimo sea lo más alto posible? Pero hay que entender que el problema del salario mínimo no lo paga uno, lo pagan pequeñas empresas en su gran mayoría. Y si yo le fijo el salario mínimo a una pequeña empresa mucho más alto de lo que puede pagar, ¿qué va a ocurrir? Que esa empresa despedirá gente.

-¿Van a proponer los $300 mil?

-Ese monto supera un reajuste del 11% y eso no se ha hecho en Chile en los últimos 20 años. Por eso hay que ser responsables. Sí estamos dispuestos y vamos a proponer una fórmula para llegar cuanto antes a un sueldo mínimo de $300 mil. Pero no estamos dispuestos a proponer algo que, por recibir un aplauso fácil, termine perjudicando a los trabajadores más vulnerables.

«LA PRESIÓN»

-¿Era necesario el ajuste ministerial?

-Estoy seguro de que él tuvo muy buenas razones para tomar esa decisión y créame que no es sano cuestionar o analizar sus razones.

-¿Cree que el tema económico influyó en esa decisión?

-Le insisto: no me corresponde opinar sobre aquello.

-Si la razón era económica, ¿temió que lo sacaran a usted por las expectativas sobre el empleo?

-Lo único que me quita el sueño cada día es que seamos capaces de cumplir las expectativas en materia de empleo y de calidad de empleo, especialmente por las familias más pobres o de clase media que si votaron por nosotros, lo hicieron con la legítima ansiedad que cuanto antes las cosas cambiaran en Chile.

-¿Usted se siente más presionado? El Presidente ha hablado al menos tres veces, en dos días, sobre el empleo.

-Créame que siento esa presión todos los días. Ahora, más que una presión que inmoviliza, es una motivación a cumplir las expectativas que yo sé que son muy altas.

-RN ha friccionado el Congreso por dos temas: propymes y sueldo mínimo. ¿Cómo ha sentido el rol de su partido?

-Más allá de ciertas declaraciones que uno quisiera que no se hagan de un partido de gobierno, RN ha sido leal. Así lo he visto en los proyectos más importantes.

-¿Cómo ha visto la relación entre los partidos y el Gobierno?

-La relación es mucho más estrecha y fluida que en el primer gobierno. Esa lección está aprendida. Y por lo mismo, el nivel de colaboración y coordinación es mayor.

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